A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

lunes, 24 de febrero de 2014

Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón. Haz, Señor, que siempre te busque pues eres mi refugio y salvación.

La fe es un don divino; solo Dios la puede infundir más y más en el alma. Es Él quien abre el corazón del creyente para que reciba la luz sobrenatural, y por eso debemos implorarla; pero a la vez son necesarias unas disposiciones internas de humildad, de limpieza, de apertura..., de amor que se abre paso cada vez con más seguridad.

 Si en alguna ocasión nuestra fe vacila ante el apostolado, las dificultades..., o se torna insegura la de nuestros amigos, hermanos, hijos..., imitemos a este buen padre. En primer lugar pide más fe, porque esta virtud es un don. Pero, a la vez crecer en ella depende de nosotros mismos. Abrir los ojos –comenta San Juan Crisóstomo– es cosa de Dios, escuchar atentamente es cosa propia; es a la vez obra divina y humana. San Juan Crisóstomo, Homilías sobre los Hechos de los Apóstoles
Debemos imitar a este hombre en su humildad: no tiene méritos propios que presentar, por eso acude a su misericordia: ayúdanos, ten compasión de nosotros. Este es el camino seguro que debe seguir toda petición: acudir a la compasión y misericordia divinas. Por nuestra parte, la humildad, la limpieza de alma y la apertura de corazón hacia la verdad nos dan la capacidad de recibir esos dones que Jesús nunca niega. Si la semilla de la gracia no prosperó se debió exclusivamente a que no encontró la tierra preparada. 

Señor, ¡auméntame la fe!, le pedimos en la intimidad de nuestra oración.
 ¡No permitas que jamás vacile mi confianza en Ti!¡Qué gran acto de fe para que nosotros lo repitamos muchas veces!: Jesús, ¡yo creo, pero imprime Tú más firmeza a mi fe! ¡Enséñame a acompañarla de obras, a llorar mis pecados, a confiar en tu poder y en tu misericordia!



Oremos:

Dios nuestro, que con tu perdón y tu misericordia, nos das la prueba más delicada de tu omnipotencia, apiádate de nosotros, pecadores, para que no desfallezcamos en la lucha por obtener el cielo que nos has prometido.

Por nuestro Señor Jesucristo…

Amén.



Lectura de la carta del apóstol Santiago (3, 13-18)

Hermanos míos:

¿Hay alguno entre ustedes con sabiduría y experiencia? Si es así, que lo demuestre con su buena conducta y con la amabilidad propia de la sabiduría. Pero si ustedes tienen el corazón amargado por envidias y rivalidades, dejen de presumir y engañar a costa de la verdad.

Esa no es la sabiduría que viene de lo alto; ésa es terrenal, irracional, diabólica; pues donde hay envidias y rivalidades, ahí hay desorden y toda clase de obras malas.

Pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios son puros, ante todo. Además, son amantes de la paz, comprensivos, dóciles, están llenos de misericordia y buenos frutos, son imparciales y sinceros. Los pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.



Salmo 18Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.

La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo.

Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.

En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino.

Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.

La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.

Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.

Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón. Haz, Señor, que siempre te busque pues eres mi refugio y salvación.

Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.


† Lectura del santo Evangelio según san Marcos (9, 14-29)

Gloria a ti, Señor

En aquel tiempo, cuando Jesús bajó del monte y llegó al sitio donde estaban sus discípulos, vio que mucha gente los rodeaba y que algunos escribas discutían con ellos. Cuando la gente vio a Jesús, se impresionó mucho y corrió a saludarlo.

El les preguntó:

“¿De qué están discutiendo?” De entre la gente, uno le contestó: “Maestro, te he traído a mi hijo, que
tiene un espíritu que no lo deja hablar; cada vez que se apodera de él, lo tira al suelo y el muchacho echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. Les he pedido a tus discípulos que lo expulsen, pero no han podido”.

Jesús les contestó:

“¡Gente incrédula! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho”. Y se lo trajeron. En cuanto el espíritu vio a Jesús, se puso a retorcer al muchacho; lo derribó por tierra y lo revolcó, haciéndolo echar espumarajos. Jesús le preguntó al padre: “¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?” Contestó el padre: “Desde pequeño.

Y muchas veces lo ha arrojado al fuego y al agua para acabar con él. Por eso, si algo puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos”.

Jesús le replicó:

“¿Qué quiere decir eso de ‘si puedes’? Todo es posible para el que tiene fe”. Entonces el padre del muchacho exclamó entre lágrimas: “Creo, Señor; pero dame tú la fe que me falta”. Jesús, al ver que la gente acudía corriendo, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: “Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Sal de él y no vuelvas a entrar en él”.


Entre gritos y convulsiones violentas salió el espíritu. El muchacho se quedó como muerto, de modo que la mayoría decía que estaba muerto. Pero Jesús lo tomó de la mano, lo levantó y el muchacho se puso de pie.

Al entrar en una casa con sus discípulos, éstos le preguntaron a Jesús en privado:

“¿Porqué nosotros no pudimos expulsarlo?”

El les respondió:

“Esta clase de demonios no sale sino a fuerza de oración y de ayuno”.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.


Los discípulos, que ya habían realizado algunos otros milagros en nombre del Señor, intentaron curarle pero no lo lograron. 
Jesús les explicó luego, en casa, qué faltaba en ellos para que hubiesen podido realizar el prodigio. El padre tiene una fe deficiente; posee alguna, pues ha acudido en busca de la curación, pero no la fe plena, la confianza sin límites que Jesús pedía y pide. Y el Señor, como hace siempre, le mueve a dar un paso más.
 Al principio este hombre se dirige a Cristo con humildad, pero vacilante: Si algo puedes, ayúdanos, compadecido de nosotros. Y Jesús, “conociendo las perplejidades de aquella alma, le anticipa: si tú puedes creer, todo es posible para el que cree (Mc 9, 22). 
Todo es posible: ¡omnipotentes! Pero con fe. Aquel hombre siente que su fe vacila, teme que esa escasez de confianza impida que su hijo recobre la salud. Y llora.
 Que no nos dé vergüenza este llanto: es fruto del amor de Dios, de la oración contrita, de la humildad. Y el padre del muchacho, bañado en lágrimas, exclamó: ¡Oh Señor! yo creo: ayuda tú mi incredulidad (Mc 9, 23)”  San Josemaría Escrivá, Amigos de Dios,

Nos dice Maria en sus mensajes de Nuestra Señora de San nicolas

27-11-83 PM 17Dice la Virgen:

"Hoy es día de júbilo para todos vosotros; id y honrad a Nuestro Señor; Yo estaré en medio de vosotros.
Juntaos y creced en la fe; eso os manda Nuestro Señor, como un gran rebaño y El, el gran Pastor. Gloria al Señor. Alabado sea el pueblo de San Nicolás por la gran fe que tiene puesta en Dios y en su Santo Patrono. Nada os debe preocupar, todo está en mis manos".
 29-6-84 193

"Vosotros que observáis la Ley de Dios, enseñad a los extraviados, ayudad a los indecisos porque el que es justo con el Señor se verá beneficiado.
Hoy el Sagrado Corazón a vuestro corazón escuchará.
Rezadle un Rosario."

Oración:
"Sagrado Corazón de Jesús porque soy débil,
te pido guíes mis pasos, ampárame y bendíceme.
Bendito seas Seño porque en tu Corazón está la salvación.
Obra en mí según tu Voluntad. Amén".



6-7-84 202

"El Señor quiere ver conversión, más hijos en las Iglesias y quiere ver en ellas Su Palabra transmitida con mucho amor. Quiere ver también más unión en los mismos sacerdotes.
Hijos míos comprended que os estoy alimentando y quiero que alimentéis a vuestros hermanos.
El Señor quiere ser conocido, amado y respetado. Gloria al Señor."

Jaculatoria:

"Oh dulcísima Madre,
por todos los sufrimientos que padeciste,
ayúdame a sobrellevar mi cruz".
12-8-84 243

"Orad que aliviaréis tensiones, orad en conjunto por estas intenciones:
— Para que os alivie el Señor.
— Para que ablanden los corazones los que aún no lo hicieron.
— Para que los despoje de su soberbia, a los orgullosos.
— Y por los humildes, para que cada vez sean más,
— porque ellos están más cerca de Dios."


Fuente Encuentro de Oracion y fe 



Decia Santa Teresita del Niño Jesus:


"... Cada mañana hago el propósito de practicar la humildad, y por la noche reconozco que he vuelto a cometer muchas faltas de orgullo. Al ver esto, me tienta el desaliento, pero sé que el desaliento es también una forma de orgullo. Por eso, quiero, Dios mío, fundar mi esperanza sólo en Ti. Para alcanzar esta gracia de tu infinita misericordia, te repetiré muchas veces: ¡Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo!"



Consagracion al Espiritu Santo

Recibe, ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que te hago en este día para que te dignes ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones: mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y todo el Amor de mi corazón.

Yo me abandono sin reservas a tus divinas operaciones y quiero ser siempre dócil a tus santas inspiraciones.

¡Oh Espíritu Santo!, dígnate formarme con María y en María según el modelo de vuestro amado JESÚS.

Gloria al Padre Creador; Gloria al Hijo Redentor; Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén.

(Rezar un Padrenuestro por las intenciones del Sumo Pontífice)



Fuentes Devocionario.com

Evangelio Meditado 

Martes 25 de Febrero rezaremos por Venezuela en la Parroquia Santo Tomas Moro hs Adoracion hs Santo Rosario, Te esperamos.
Dios te Bendiga.

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