A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

viernes, 26 de enero de 2024

Novena a Maria



Comienza la Novena a María Madre de las Almas Consagradas 
Compartimos las Lecturas del Domingo 28 de enero 2024
día que comienza la Novena.
Recemos juntos por las intenciones de las hermanas Siervas de Jesús que rezan desde el Santuario y casa de ellas




El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivían en tierra de sombras una luz resplandeció.

Aleluya.


Lectura del santo Evangelio según san Marcos (1, 21-28)

Gloria a ti Señor.

En aquel tiempo, se hallaba Jesús en Cafarnaúm y el sábado fue a la sinagoga y se puso a enseñar. Los oyentes quedaron asombrados de sus palabras, pues enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.

Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: “¿Qué quieres tú con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros? Ya sé quien eres: el Santo de Dios”.

Jesús le ordenó:

“¡Cállate y sal de él!”

El espíritu inmundo, sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido, salió de él. Todos quedaron estupefactos y se preguntaban: “¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta? Este hombre tiene autoridad para mandar hasta a los espíritus inmundos y lo obedecen”. Y muy pronto se extendió su fama por toda Galilea.

Palabra del Señor.



Gloria a ti, Señor Jesús.


Sálvanos, Señor y Dios nuestro; reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.

Primera Lectura

Lectura del libro del Deuteronomio (18, 15-20)

En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo:

“El Señor Dios hará surgir en medio de ustedes, entre sus hermanos, un profeta como yo. A él lo escucharán. Eso es lo que pidieron al Señor, su Dios, cuando estaban reunidos en el monte Horeb: ‘No queremos volver a oír la voz del Señor nuestro Dios, ni volver a ver otra vez ese gran fuego; pues no queremos morir’.

El Señor me respondió:

‘Está bien lo que han dicho. Yo haré surgir en medio de sus hermanos un profeta como tú. Pondré mis palabras en su boca y él dirá lo que le mande yo. A quien no escuche las palabras que él pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas. Pero el profeta que se atreva a decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de otros dioses, será reo de muerte’.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

 Salmo 94

Señor, que no seamos sordos a tu voz.

Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva. Acerquémonos a él, llenos de júbilo, y démosle gracias.

Señor, que no seamos sordos a tu voz.

Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos hizo, pues él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo; él es nuestro pastor y nosotros, sus ovejas.

Señor, que no seamos sordos a tu voz.

Hagámosle caso al Señor, que nos dice: “No endurezcan su corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando sus padres dudaron de mí, aunque habían visto mis obras”.

Señor, que no seamos sordos a tu voz.


Segunda Lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (7, 32-35)

Hermanos:

Yo quisiera que ustedes vivieran sin preocupaciones. El hombre soltero se preocupa de las cosas del Señor y de cómo agradarle; en cambio, el hombre casado se preocupa de las cosas de esta vida y de cómo agradarle a su esposa, y por eso tiene dividido el corazón. En la misma forma, la mujer que ya no tiene marido y la soltera se preocupan de las cosas del Señor y se pueden dedicar a él en cuerpo y alma. Por el contrario, la mujer casada se preocupa de las cosas de esta vida y de cómo agradarle a su esposo.

Les digo todo esto para bien de ustedes. Se lo digo, no para ponerles una trampa, sino para que puedan vivir constantemente y sin distracciones en presencia del Señor, tal como conviene.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.


Oremos a Dios que nos permite escuchar su Palabra en su Iglesia, y, sabiendo que ella es nuestra fuerza, digamos:

Escúchanos, Señor.

Para que la Iglesia hable siempre en nombre de Dios, y los hombres no endurezcamos el corazón para acoger la Palabra de Dios. Oremos...

Escúchanos, Señor.

Para que cuantos han consagrado su vida a Dios y al anuncio de su Evangelio permanezcan fieles a las exigencias de su vocación de testigos del amor. Oremos.

Escúchanos, Señor.

Para que la sociedad garantice a los padres de familia un trabajo digno y sueldos justos para sostener sus hogares y poder acceder a la educación de sus hijos. Oremos.

Escúchanos, Señor.

Para que, cuantos viven atormentados por el peso del pecado, la droga, el alcohol o la falta de fe, Jesús se les haga presente con su misericordia y amor salvador. Oremos.

Escúchanos, Señor.

Para que Jesús, que vino a darnos la vida abundante de Dios, dé la vida eterna a los que han muerto. Oremos.

Escúchanos, Señor.

Para que escuchando la Palabra de Dios la hagamos vida y como Jesús hablemos del Padre y del Reino con autoridad. Oremos.

Escúchanos, Señor.

 Oh Dios, tu Palabra siempre es eficaz y salvadora, escucha nuestros ruegos y haz que ella se grabe en nuestros corazones y transforme nuestras vidas a semejanza de la tuya.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 
 Novena a Maria


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Oremos 






Durante esta novena rezaremos el Santo Rosario