A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

jueves, 27 de febrero de 2014

...Orar es pasar la puerta del castillo y comenzar a relacionarse en forma personal con Dios....

Santa Teresa de Avila Las Moradas
en este año vamos a transitar nuestro camino de oracion de la mano de Santa Teresa de Avila, comenzando con el libro las moradas, contando con la ayuda de un Blog especial con Revisión del texto, notas y comentario: Tomás Álvarez, O.C.D

"Toda la pretensión de quien comienza oración-y no se olvide que esto importa mucho-ha de ser trabajar y determinarse y disponerse, con cuantas diligencias pueda, a hacer su voluntad conforme a la de Dios. Quien más perfectamente tuviera esto, más recibirá del Señor, y más adelante estará en el camino". (Las Moradas, 11, 8).


Comenzamos nuestra meditacion con la Lectura del Santo Evangelio

† Lectura del santo Evangelio según Marcos 9, 41-50

Gloria a ti, Señor. 


En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Todo el que les dé un vaso de agua porque anuncian al Mesías, les aseguro que no quedará sin recompensa. Al que sea ocasión de pecado para uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una piedra de molino y lo echaran al mar.
Y si tu mano es ocasión de pecado para ti, cortátela. Más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al fuego que no se apaga. Y si tu pie es ocasión de pecado para ti, cortátelo. Más te vale entrar cojo en la vida que ser arrojado con los dos pies al fuego que no se apaga. Y si tu ojo es ocasión de pecado para ti, sácatelo. Más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios que ser arrojado con los dos ojos al fuego que no se apaga.
Todos van a ser salados a fuego. Buena es la sal; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué le darán sabor? Que no les falte la sal y conserven la paz entre ustedes".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.


Dios todopoderoso y eterno, que con amor gobiernas los cielos y la tierra, escucha paternalmente las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.


Santa Teresa de Jesus

Teresa de Jesús, es sin duda la gloria más preclara de la ciudad de Ávila, en la que nació, pronto van a cumplirse quinientos años, el 28 de Marzo de 1515, miércoles para más señas y a las cinco de la mañana como anotó su padre D. Alonso Sánchez de Cepeda, hijo de Juan Sánchez, un judío toledano converso y buen comerciante, que se traslada a vivir a Ávila donde se casa su hijo, primero con Doña Catalina del Peso y luego fallecida ella, en segundas nupcias con Doña Beatriz de Ahumada. Matrimonio cristiano, ejemplar y virtuoso del que nacieron ocho hermanos a Teresa, que sumados a los tres del primer matrimonio cuadran la cifra que la propia santa nos da el decir que “éramos tres hermanas y nueve hermanos”, resultando ser Teresa, según propia confesión, que así se sentía, la más querida de su padre y hermanos. 

Biografia Completa


Moradas Primeras Capitulo 1


En que trata de la hermosura y dignidad de nuestras almas. Pone una comparación para entenderse, y dice la ganancia que es entenderla y saber las mercedes que recibimos de Dios. Cómo la puerta de este castillo es la oración.


1. Estando hoy suplicando a nuestro Señor hablase por mí, porque yo no atinaba a cosa que decir ni cómo comenzar a cumplir esta obediencia, se me ofreció lo que ahora diré, para comenzar con algún fundamento: que es considerar nuestra alma como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal, adonde hay muchos aposentos, así como en el cielo hay muchas moradas (1). Que si bien lo consideramos, hermanas, no es otra cosa el alma del justo sino un paraíso adonde dice él tiene sus deleites (2). Pues ¿qué tal os parece que será el aposento adonde un Rey tan poderoso, tan sabio, tan limpio, tan lleno de todos los bienes se deleita? No hallo yo cosa con qué comparar la gran hermosura de un alma y la gran capacidad; y verdaderamente apenas deben llegar nuestros entendimientos, por agudos que fuesen, a comprenderla, así como no pueden llegar a considerar a Dios, pues él mismo dice que nos crió a su imagen y semejanza (3).



Pues si esto es, como lo es, no hay para qué nos cansar en querer comprender la hermosura de este castillo; porque puesto que hay la diferencia de él a Dios que del Criador a la criatura, pues es criatura, basta decir Su Majestad que es hecha a su imagen para que apenas podamos entender la gran dignidad y hermosura del ánima.



2. No es pequeña lástima y confusión que, por nuestra culpa, no entendamos a nosotros mismos ni sepamos quién somos. ¿No sería gran ignorancia, hijas mías, que preguntasen a uno quién es, y no se conociese ni supiese quién fue su padre ni su madre ni de qué tierra? Pues si esto sería gran bestialidad, sin comparación es mayor la que hay en nosotras cuando no procuramos saber qué cosa somos, sino que nos detenemos en estos cuerpos, y así a bulto, porque lo hemos oído y porque nos lo dice la fe, sabemos que tenemos almas. Mas qué bienes puede haber en esta alma o quién está dentro en esta alma o el gran valor de ella, pocas veces lo consideramos; y así se tiene en tan poco procurar con todo cuidado conservar su hermosura: todo se nos va en la grosería del engaste o cerca de este castillo, que son estos cuerpos (4).


3. Pues consideremos que este castillo tiene –como he dicho– (5) muchas moradas, unas en lo alto, otras en bajo, otras a los lados; y en el centro y mitad de todas éstas tiene la más principal, que es adonde pasan las cosas de mucho secreto entre Dios y el alma.



Comentario de las primeras moradas


Desde el símbolo del «castillo» se le dice al lector que cada hombre es como un castillo; que lo interior del castillo es el alma; que la puerta de ingreso es la oración; primeros pasos de oración: conocerse a sí mismo, tomar conciencia de la propia dignidad, desarrollar el sentido de Dios y el sentido de pecado, recuperar la sensibilidad espiritual. Cuidar la propia interioridad.


Entremos en el castillo 


Como en los antiguos «libros de caballerías», nos acercamos al Castillo de Teresa, y hacemos un alto con breve pausa de silencio ante su gran puerta de entrada. La pausa nos sirve para recordar dos cosas importantes. Que este castillo es, ante todo, el castillo de ella, el de su alma y su vida. El de su Señor. Pero que a ella le sirve de atalaya para situar al lector frente al propio castillo. 




Entrar en el castillo: consigna clave de la primera morada


«Pues tornando a nuestro hermoso y deleitoso castillo, hemos de ver cómo podremos entrar en él. Parece que digo algún disparate, porque si este castillo es el alma, claro está que no hay para qué entrar, pues se es él mismo; como parecería desatino decir a uno que entrase en una pieza estando ya dentro. Mas habéis de entender que va mucho de estar a estar... Que hay muchas almas que se están en la ronda del castillo ...» .
No. Nada de disparate. Teresa sabe por experiencia que el hombre puede vaciarse de sí mismo y derramarse –como agua– en lo exterior.



La puerta del castillo


A esa pregunta Teresa responde con otra afirmación categórica y sorpresiva: «A cuanto yo puedo entender, la puerta para entrar en este castillo es la oración y consideración» (n. 7).


Teresa no tiene miedo a desconcertar al lector con esa rotunda afirmación. Para entrar en su castillo, sólo hay una puerta: la oración. Leyendo esas palabras, otra mujer de la raza espiritual de Teresa, Edith Stein, quedó desconcertada en un primer momento. Edith se pregunta: ¿Quiere decir eso que nosotros los filósofos y psicólogos no llegamos a entrar en el recinto interior del castillo? Precisamente el psicólogo, que es por definición el especialista de la psique, ¿no tiene paso libre a lo interior del alma?


Edith cayó pronto en la cuenta de la profunda visión de Teresa. Para ella, la interioridad del hombre tiene algo de sagrado. El castillo está habitado por Dios. Entrar en él es relacionarse con Dios en la morada interior, ahí donde la persona es persona, y se halla citada por la otra Persona. Es eso lo que requiere un gesto no profano, sino religioso. Cometido reservado a la oración. Orar es pasar la puerta del castillo y comenzar a relacionarse en forma personal con Dios.


Aqui encontraras mas de esta meditacion


Visita la casa Natal de Santa Teresa



Frases de Santa Teresa

...Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas que viéremos en los otros y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados... tener a todos por mejores que nosotros..."

"Para mí la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de agradecimiento y de amor en las penas como en las alegrías."

"Tener gran confianza... Quiere su Majestad y es amigo de ánimas animosas, como vayan con humildad y ninguna confianza e sí."

"Guíe su Majestad por donde quisiere. Ya no somos nuestros, sino suyos." 



ORACIÓN A SANTA TERESA DE JESÚS
Santa Teresa, esposa virgen, especialmente amada del Crucificado, y doctora de la Iglesia, alcánzame que a imitación tuya prefiera cumplir la voluntad y ganar la amistad el Sumo Bien, antes que todos los goces de la tierra. Dame fortaleza para seguir tu ejemplo de servir públicamente a Cristo con la perfección que Él pide, a pesar de todas las contradicciones. Y que con tu auxilio pueda superar las dificultades de esta vida y merecer el descanso sin fin del cielo. Amén.


Devocionario 

Stio Para vos Naci centenario de Santa Teresa 

Santa Teresa de Jesus Carmelo 

Te invitamos a contemplar esta pelicula de Santa Teresa en oracion juntos por las intenciones de las carmelitas rezamos luego el Santo Rosario, Gracias Dios te Bendiga.




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