A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

viernes, 28 de agosto de 2015

¡Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo!






Evangelio
según San Mateo 25,1-13.
Por eso, el Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo.
Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes.
Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite,
mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos.
Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas.
Pero a medianoche se oyó un grito: 'Ya viene el esposo, salgan a su encuentro'.
Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas.
Las necias dijeron a las prudentes: '¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?'.
Pero estas les respondieron: 'No va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado'.
Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con él en la sala nupcial y se cerró la puerta.
Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: 'Señor, señor, ábrenos',
pero él respondió: 'Les aseguro que no las conozco'.
Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora. 


 Señor, dame la gracia de tener un corazón alerta y vigilante, para obrar siempre el bien.

 Evangelio Meditado Papa Francisco Catholi.net


San Agustin.
 Obispo y doctor de la Iglesia. Nació en Tagaste (en la actual Argelia) el año 354. Tuvo una juventud inquieta y desviada en cuanto a doctrina y costumbres. Estudió en Cartago y cayó en el maniqueísmo. Su madre, santa Mónica, no cesaba de llorar y orar por él. Marchó a Roma y de allí a Milán como profesor de retórica. Los sermones de san Ambrosio y las cartas de san Pablo lo llevaron a la fe cristiana; lo bautizó el año 387 el mismo san Ambrosio. Vuelto a su patria, llevó vida ascética con algunos amigos, consagrada a Dios y al estudio de las Escrituras. Elegido obispo de Hipona (en la actual Argelia), durante 34 años fue un modelo para su grey, a la que dio una sólida formación por medio de sus sermones y de sus numerosos escritos, que abarcan todos los ámbitos del saber de entonces, con los que ha contribuido en gran manera a una mayor profundización de la fe cristiana; al mismo tiempo luchó con profundidad y sabiduría contra dos grandes herejías, el donatismo y el pelagianismo. Fomentó la vida monástica. Murió el 28 de agosto del año 430.-

Oración: Renueva, Señor, en tu Iglesia el espíritu que infundiste en tu obispo san Agustín, para que, penetrados de ese mismo espíritu, tengamos sed de ti, fuente de la sabiduría, y te busquemos como el único amor verdadero. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


JESÚS ES DULZURA Y AMOR

(SAN AGUSTÍN)

¡Oh Salvador mío, fuente inagotable de dulzura y de bondad! No piense yo más que en Vos. Cuando al mismo tiempo que a Vos se ama cualquiera otra cosa, ya no se os ama, ¡oh Dios mío!, con verdadero amor. ¡ Oh amor lleno de dulzura, dulzura llena de amor, amor exento de penas y seguido de infinidad de placeres; amor tan puro y tan sincero que subsiste en todos los siglos; amor cuyo ardor no hay cosa que pueda apagar ni entibiar! ¡ Jesús, mi adorable Salvador, cuyas bondades, cuyas dulzuras son incomparables, caridad tan perfecta como que sois nada menos que mi Dios! Véame yo abrasado en vuestras divinas llamas, de suerte que no sienta ya más que aquellos torrentes de dulzuras, de placeres, de delicias y de alegría, pero de una alegría enteramente justa, enteramente casta, pura, santa y seguida de aquella perfecta paz que solamente en Vos se encuentra. Sea yo abrasado en las llamas de aquel amor, ¡oh Dios mío!, con todo el afecto de mi corazón y de mi alma. No quiero, bien mío, no quiero en lo sucesivo más amor que el vuestro. Amén.




En la conmemoración de san Agustín, oremos al Señor, fuente de toda verdad y sabiduría.

-Por el papa y los obispos, a quienes Cristo ha confiado la misión de enseñar con autoridad la palabra de Dios.

-Por los teólogos, que profundizan en la Sagrada Escritura y en la fe de la Iglesia, para exponerlas con sencillez y claridad.

-Por los profesionales de la enseñanza en todos los ramos del saber humano.

-Por los creyentes, que nos alimentamos en la mesa abundante de la Eucaristía y de la Palabra.

Oración: Señor, Padre santo, que nos has enviado a tu Hijo, tu Palabra, como luz y vida del mundo, haz que permanezcamos siempre atentos a la escucha de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.



-Por la Iglesia Católica Romana, fiel Esposa del Cordero, para que siguiendo las huellas de la Santísima Virgen, su miembro más eminente, llegue al abrazo definitivo con su Esposo. Oremos con María, Madre de la Iglesia.


-Por el Santo Padre Su Santidad el Papa Francisco I, el primero de los hijos de la Madre celestial, para que su Magisterio sea acogido con espíritu de humildad y servicio entre todos los hombres de buena voluntad, en especial aquellos que rigen los destinos de los pueblos. Oremos con María, Reina de los Apóstoles.

-Por los pueblos que son víctimas de la guerra, especialmente en la Franja de Gaza, para que experimenten la infinita misericordia de Jesucristo, que bien sabe lo que es el dolor humano. Oremos con María, Reina de la paz y Consuelo de los Afligidos.


-Por los mujeres que en su seno han acogido el grandioso tesoro de la vida naciente, para que se sientan colaboradoras en la obra creadora del Autor de toda vida. Oremos con María, Madre del Dios viviente.

-Por las benditas Almas del Purgatorio, para que gracias al Amor redentor de Cristo y a la piadosa oración de los hijos de la Iglesia, alcancen la herencia eterna en el Reino celestial. Oremos con María,Madre de las Almas Consagradas.


 Dice San Juan Pablo II: "María está presente con la Iglesia, y como Madre de la Iglesia, en todas nuestras celebraciones eucarísticas" (Ecclesia de Eucharistia, 57).

Que sea ella misma, hermanos, la Virgen Asunta, quien hoy y siempre nos conduzca maternalmente al encuentro con su Hijo en la Eucaristía.

ORACIÓN PARA ALCANZAR LA HUMILDAD
(SANTA TERESA DE LISIEUX)

Jesús, cuando eras peregrino en nuestra tierra, Tú nos dijiste: Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y vuestra alma encontrará descanso. Mi alma encuentra en Ti su descanso al ver cómo te rebajas hasta lavar los pies a tus apóstoles. Entonces me acuerdo de aquellas palabras que pronunciaste para enseñarme a practicar la humildad: Os he dada ejemplo para que lo que he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis. El discípulo no es más que su maestro... Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. Yo comprendo, Señor, estas palabras salidas de tu corazón manso y humilde, y quiero practicarlas con la ayuda de tu gracia.

Te ruego, divino Jesús, que me envíes una humillación cada vez que yo intente colocarme por encima de las demás. Yo sé bien Dios mío, que al alma orgullosa tú la humillas y que a la que se humilla le concedes una eternidad gloriosa; por eso, quiero ponerme en el último lugar y compartir tus humillaciones, para tener parte contigo en el reino de los cielos.

Pero Tú, Señor, conoces mi debilidad. Cada mañana hago el propósito de practicar la humildad, y por la noche reconozco que he vuelto a cometer muchas faltas de orgullo. Al ver esto, me tienta el desaliento, pero sé que el desaliento es también una forma de orgullo. Por eso, quiero, Dios mío, fundar mi esperanza sólo en Ti. Para alcanzar esta gracia de tu infinita misericordia, te repetiré muchas veces: ¡Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo!


lunes, 24 de agosto de 2015

"..Unidos en hermandad, pues el tiempo que estáis viviendo es tiempo de prueba y de escogencia. Elevad vuestros corazones al cielo y pedid al Dios misericordioso os conceda la paz en el mundo y santas vocaciones sacerdotales y religiosas. ."


 Mensaje de la Santísima Virgen 16



Hijitos, Hijitas:

Unidos en el amor a Cristo Jesús, mis pequeñitos, hoy cuando estáis todos reunidos en este mi bosquecito sagrado de oración y recogi­miento, os invito a dar gracias a Dios Padre, único y verdadero, por estar entre vosotros como vuestra Madre, Madre de mis almas consagradas.

Esta alegría que compartís, es también com­partida en el cielo . Y es que por vuestra humildad, sencillez, caridad y plenitud de ese amor cristiano que habéis mostrado en este lugar sagrado, me dirijo a vosotros, para daros a conocer las querencias de mi hijo Jesús y de vuestra Madre.

¡Venid, hijitos! Venid y llenaos de este amor grande y misericordioso que siempre ha de permanecer aquí. Sí, abundancia de gracias se está derramando sobre vosotros. Dios lo quiere así y así ha de cumplirse.

Todos y cada uno habéis sido llamados a ocupar un lugar en el corazón de vuestra Madre. Os invito a la oración, al sacrificio, a la penitencia y a la reconciliación con Dios. Os invito a que unáis vuestros corazones al divino Corazón de Jesús y a mi Inmaculado Corazón.

Unidos en hermandad, pues el tiempo que estáis viviendo es tiempo de prueba y de escogencia. Elevad vuestros corazones al cielo y pedid al Dios misericordioso os conceda la paz en el mundo y santas vocaciones sacerdotales y religiosas.

Un símbolo cristiano os ha sido entregado. Véalo a los pies de mi gruta. Véalo entre mis aguas de vida. Es el ancla de salvación. Dios ha querido dejarlo como símbolo de unión de todas sus almas consagradas con vuestra Madre en este mi bosquecito. Símbolo que unido a mi imagen llevaréis en vuestros corazones, medalla de amor y devoción a vuestra Madre. De ella manarán inmensos caudales de gracias; de ella, inmensos caudales de amor y de ella, mi perfección.

Mis Pequeñitos: compartid con mis almas sacer­dotales el sacrificio de la Santa Misa. Acrecentad la devoción del santo rosario y dad a conocer al mundo entero que vuestra Madre ha escogido este bosquecito sagrado para estar entre vosotros. Os dejo una promesa: ninguno de mis pequeños quedará sin el amor y la protección de esta Madre que os ama.

Os tengo en mi corazón



Este mensaje, del 14 de junio de 1994, contiene el texto que se va a transcribir más adelante; pero a la vez la hermana Mary Carmen explicó que la Santísima Virgen le había solicitado con suficiente antelación que se elaboraran doce anclas doradas, de tamaño pequeño
(de unos 5 centímetros de largo) a fin de que fuesen entregadas a unas doce personas (sacerdotes, religiosos, religiosas y al único seglar, al Ing. Padrón, además de las tres hermanas videntes de este convento) La hermana San Luis se ocupó con premura de que se cumpliese este deseo de la Santísima Virgen sin saber que una de las anclas estaba destinada a ella misma.



Una de las anclas debería ser entregada al Santo Padre con una reseña de lo que estaba ocurriendo y con copia de los mensajes Otra, al Obispo de la diócesis de Los Teques, a la que pertenecía Carrizal Una tercera estaba destinada también a Su Eminencia el Cardenal José Alí Lebrún, Arzobispo metropolitano de Caracas, a cuyo arzobispado correspondía administrativamente la diócesis de Los Teques. La cuarta de entre las doce anclas debería ser entregada al primer obispo que visitara este bosquecito sagrado que resultó ser uno de Uruguay La Superiora General de las Siervas de Jesús estaba también en la lista, no sólo por el apoyo que brindaba a todo el proceso sino porque la Santísima Virgen se ha mostrado particularmente atenta a todas las jerarquías que siempre representan a su propio hijo.



El ancla dorada destinada al Santo Padre fue entregada a Su Santidad Juan Pablo II el día 7 de noviembre de este mismo año de 1994. Al autor de este libro, quien ha estado ligado fuertemente a todo este acontecer, siguiendo el proceso muy de cerca, desde el 23 de diciembre de 1993 (sin haber recibido, por supuesto, ninguna manifestación particular, visible, salvo el fenómeno del sol en una sola oportunidad) le cupo en suerte elaborar la carta que fue dirigida a Su Santidad, por petición de la hermana San Luis y de la hermana Clara, con el resumen de lo ocurrido y la razón del obsequio del ancla, siguiendo en detalle las indica­ciones, deseos y pensamientos de las tres videntes que firmaron la carta la superiora hermana María Clara, la hermana María Clelia y la hermana María del Carmen.



Para entregar esta carta, los mensajes, las fotos, la documentación acerca de las escarchas y el ancla dorada, viajó a Roma el P. Antonio Agrela, de la diócesis de Barinas, gran devoto de nuestra Madre. Y aunque viajó sin tener clara idea de cómo lograr una audiencia con el Santo Padre, la Santísima Virgen se ocupó de lograr que este sacerdote, sin pérdida de tiempo y apenas llegado a Roma, en forma por demás prodigiosa pudiese encontrarse con el Papa de tal manera que se hiciese entrega del obsequio en un breve diálogo explicativo sobre el legado de la Virgen, que el Santo Padre recibió con filial devoción y amor y especiales muestras de interés. Se anexa foto de este encuentro con el Papa Juan Pablo II al final del libro.

El Padre Antonio Agrela fue escogido por la Virgen para ser el portador del ancla que debería entregarse al Papa. El a su vez fue uno de los escogidos para recibir una de las 12 anclas.





Sitio para conocer mas y carta para El Santo Padre

"Llenad este rinconcito con el amor de vuestra Madre y buscad en el prójimo la presencia viva de Dios. "



Evangelio
según san Mateo 23, 13-22
En aquel tiempo, Jesús dijo a los escribas y fariseos:
"¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque les cierran a los hombres el Reino de los cielos! Ni entran ustedes ni dejan pasar a los que quieren entrar.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para ganar un adepto, y cuando lo consiguen, lo hacen todavía más digno de condenación que ustedes mismos!
¡Ay de ustedes, guías ciegos, que enseñan que jurar por el templo no obliga, pero que jurar por el oro del templo, sí obliga! ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro o el templo, que santifica al oro? También enseñan ustedes que jurar por el altar no obliga. ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar, que santifica a la ofrenda? Quien jura, pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él. Quien jura por el templo, jura por él y por Aquél que lo habita. Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Aquél que está sentado en él".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.



Señor, que todos tus fieles te bendigan.
Que tus obras te den gracias, Señor, y tus fieles te bendigan; que proclamen la gloria de tu reinado y hablen de tus hazañas.
Señor, que todos tus fieles te bendigan.

Que den a conocer a los hombres tus hazañas, la gloria y el esplendor de tu reinado. Tu reinado es eterno, tu gobierno permanece para siempre.
Señor, que todos tus fieles te bendigan.

El Señor es fiel en todo lo que hace, leal en todas sus acciones. El Señor está cerca de los que lo invocan, de todos los que lo invocan sinceramente.
Señor, que todos tus fieles te bendigan.



Fortalece, Señor, nuestra fe para que sigamos a Cristo con la misma sinceridad de san Bartolomé, apóstol; y concédenos, por su intercesión, que la Iglesia sea un instrumento eficaz de salvación para todos los seres humanos.Por nuestro Señor Jesucristo...Amén.



Pidamos a Dios Padre que escuche nuestra oración al celebrar la fiesta del apóstol san Bartolomé.

Por la santa Iglesia de Dios: para que, sólidamente establecida sobre el fundamento de los apóstoles, viva con plenitud y predique con fidelidad el Evangelio.

Por el papa y por los obispos: para que, llenos del Espíritu Santo, trasmitan con toda fidelidad la palabra apostólica.

Por los gobernantes y los que tienen responsabilidades en la vida pública: para que trabajen por la justicia y la paz de todos los pueblos.

Por los cristianos perseguidos: para que sean confortados por el ejemplo de los apóstoles y se alegren de poder sufrir por el nombre de Jesús.

Por los cristianos: para que, fieles a la doctrina apostólica, anunciemos el Evangelio y trabajemos por el bien de nuestros hermanos.

Por la santa Iglesia de Dios, para que, con la fuerza del Espíritu Santo, la fe que fue plantada por los apóstoles germine, arraigue y crezca en todas las comunidades cristianas, roguemos al Señor.

Por los que aún no conocen a Cristo, para que el Señor, que envió a los apóstoles a proclamar el Evangelio a todos los pueblos, haga brillar también sobre ellos el mensaje de la salvación, roguemos al Señor.


Por los que sufren tentaciones o abatimiento, para que, al escuchar el anuncio evangélico transmitido por los apóstoles, vean renacer en su espíritu la alegría cristiana, roguemos al Señor.


Para que nosotros, que por naturaleza éramos extranjeros y forasteros, edificados sobre el cimiento de los apóstoles, vivamos como conciudadanos santos y como miembros de la familia de Dios, roguemos al Señor.

Escucha, Señor, nuestra oración y derrama sobre nosotros la abundancia de tus dones, para que, fortalecidos por las enseñanzas apostólicas y ayudados por la oración de san Bartolomé, no dudemos nunca de que recibiremos los bienes que te hemos pedido.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.




San Bartolome
Es uno de los apóstoles elegidos por Cristo e incluido en la lista de los Doce que dan los tres Sinópticos y el libro de los Hechos de los Apóstoles. Natural de Caná de Galilea e hijo de Talmai, es con toda probabilidad el mismo a quien san Juan designa con el nombre de Natanael al referirnos su primer encuentro con Jesús. El apóstol Felipe se encontró con Natanael y le dijo: «Hemos encontrado a aquel de quien escribieron Moisés y los profetas: a Jesús de Nazaret». Fue a verlo y, cuando se acercaba a Jesús, dijo éste: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». Y se convirtió en uno de los Doce que siguieron a Cristo de cerca. Después de Pentecostés, predicó el Evangelio, según la tradición, por diversas regiones y sobre todo en la India occidental. Fuentes apócrifas dicen que fue desollado vivo y luego decapitado o crucificado.
Oración: Afianza, Señor, en nosotros aquella fe con la que san Bartolomé, tu apóstol, se entregó sinceramente a Cristo, y haz que, por sus ruegos, tu Iglesia se presente ante el mundo como sacramento de salvación para todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

Santa Rosa de Lima

«Que todos sepan que la tribulación va seguida de la gracia; que todos se convenzan que sin el peso de la aflicción no se puede llegar a la cima de la gracia; que todos comprendan que la medida de los carismas aumenta en proporción con el incremento de las fatigas. Guárdense los hombres de pecar y de equivocarse: ésta es la única escala del paraíso, y sin la cruz no se encuentra el camino de subir al cielo».
 Murió el 24 de agosto y su memoria se celebra el 23 del mismo mes, en algunos paises el 30. 
 Nació en Lima (Perú), en el seno de una familia numerosa de origen español, el año 1586. Viviendo de niña en su casa, se dedicó ya a una vida de piedad y austeridad. Desde jovencita sintió deseos de abrazar la vida claustral en las clarisas, pero su madre se opuso y optó por permanecer virgen en el mundo. Por eso rehusó el matrimonio que sus padres le proponían y en 1606 tomó el hábito de la Orden Tercera de Santo Domingo. Su modelo fue santa Catalina de Siena. Construyó una especie de eremitorio en un rincón del jardín de su casa; se dedicó a la práctica de severas penitencias y gozó de alta contemplación y de experiencias místicas. También acomodó su casa para atender a los niños y a los ancianos abandonados, en especial los de origen indio. Ardió en celo por la salvación de los pecadores y de los indígenas, por los que se sometía a grandes sacrificios. Los últimos años de su vida los pasó con unos cónyuges muy religiosos que la querían de verdad. Murió en Lima el 24 de agosto de 1617.- 
Oración: Señor, Dios nuestro, tú has querido que santa Rosa de Lima, encendida en tu amor, se apartara del mundo y se consagrara a ti en la penitencia; concédenos, por su intercesión, que, siguiendo en la tierra el camino de la verdadera vida, lleguemos a gozar en el cielo de la abundancia de los gozos eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Meditamos con La Santisima Virgen Maria


A partir del 10 de marzo de 1993 y durante 8 días la hermana Mary Carmen fue enviada a la casa religiosa que las Siervas de Jesús tienen en El Tabor, cerca de San José de Los Altos, para asistir a un retiro reglamentario de su congregación.

Esta casa de ejercicios y retiros, además de noviciado y postulantado, mantiene una panorámica bastante similar a la casa de Carrizal en cuanto a vegetación y medio ambiente natural; pero está ubicada en la cima de una montaníta y el paisaje que se divisa desde la casa religiosa es espectacular. Acuden al recinto seglares, alumnos de colegios, religiosos y sacerdotes para ocupar la casa de ejercicios retirándose a la oración y a la meditación por cierto tiempo.

La hermana Mary Carmen rezaba el rosario todos los dias después de las 7:30 p.m., y mientras lo hacía, veia pasar rayos entre los árboles y se esparcía un suave olor a esencia de rosas.

El viernes 12 de marzo se le manifestó la Santísima Virgen, cuando llegaba al cuarto misterio del rosario. Estaba muy luminosa y con el niño Jesús en los brazos. La Santísima Virgen le dirigió estas palabras con voz dulce y tierna:


"Hijita, estoy contigo a tu lado. Espero mucho de ti. Entrégate de lleno a la oración. Ora con el corazón en la mano y entrégaselo a mi hijo Jesús".

Al terminar sus 8 días de retiro espiritual la hermana Mary Carmen retomó a su lugar habitual la casa de Carrizal.




En la Octava aparicion de Maria Madre de las Almas Consagradas La Santisima Virgen da su Cuarto mensaje a Mary Carmen:Este mensaje llega al día siguiente 9 de septiembre de 1993 por intermedio de la hermana Mary Carmen.

Hijitos, hijitas: estoy entre vosotros como Madre de Mis Almas Consagradas.

Os digo: sed templos vivientes, abrid vuestros corazones, recibid a mi pueblo y enseñad a mis más pequeños. Renovad el amor a Dios. Sabed encender sus corazones y llenad su espíritu. Convertios en fieles soldados de Cristo, para que junto a vosotros sean testimonio vivo de su presencia.

HIJOS MIOS: Dios Padre os ha encomendado el tesoro más grande de vuestras vidas: compartir el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo Jesús. Sabed que está vivo y presente. Enseñad a adorar el Sacramento de la Eucaristía: su permanencia en el Sagrario es fuente de vida para quien lo ama, se entrega en oración y comparte con El toda su vida. Donde está el Hijo allí está la Madre.

Debéis continuar en la tierra la obra divina de salvar almas; obra que tendrá mayores frutos si vosotros seguís el camino de la fidelidad y del amor a mi Hijo Jesús.

Mi Hijo Jesús tiene sed de almas y de vuestra generosidad para su salvación.

Orad unidos... orad muy unidos y sed todos uno, como el Padre, el Hijo y el Espíritu Divino, unidad indivisible. Orad para que la humanidad se con­vierta y vuelva su corazón a Dios. Entregaos a la oración. Es el tiempo de Dios y el vuestro, no permitáis que se os interrumpa.

Hijitos, hijitas: ¿por qué dais juicios y señaláis tan ligeramente? No os corresponde a vosotros juzgar a vuestros hermanos sino a Dios. Debéis rechazar de vuestros corazones toda amargura, mezquindad y tristeza.

Llenad este rinconcito con el amor de vuestra Madre y buscad en el prójimo la presencia viva de Dios.

El alma resplandeciente ha conocido la hermosura de Dios y al mismo tiempo que obra se entrega a las gracias, a los méritos y a las virtudes.



Os tengo en mi corazón. 


Las Siervas de Jesus




Todas las religiosas llevan una vida muy centrada en los carismas de la Congregación: orar por los sacerdotes, servirlos como al mismo Cristo, elaborar hostias para las parroquias e iglesias del contorno e incluso de la capital, ayudar en la parroquia en lo que el párroco necesitara de colaboración, especialmente en la catequesis, preparación de primeras comuniones, estética, ornato y embellecimiento del altar mayor de la parroquia, mantenimiento de ornamentos sagrados y tareas del estilo


Para las Siervas de Jesús, que llevan colgada al cuello como parte del hábito, una cadena con una custodia de plata representando al Santísimo, la capilla constituye el centro de sus vidas religiosas. Según el espíritu de la Fundadora, adorar y servir, desagraviar y glorificar al Santísimo Sacramento noche y día con el corazón, haciendo que sea éste como un sagrario viviente es lo que justifica la profesión religiosa de sus hijas. El Jesús que está presente, con su cuerpo, sangre, alma y divinidad en el sagrario, lo está también en los sacerdotes de manera diferente pero real, de tal manera que servirlos de la forma que ellos necesiten, es la otra cara de la moneda. Eucaristía y Sacerdocio: cualquier actividad, incluso la educativa, la asistencial, la catequizadora o la evangelizadora, la que se quiera, estará siempre girando en torno a esos dos grandes polos o caras de la misma moneda: Jesús Hostia en persona por un lado y Sacerdote o hermano necesitado, que son al fin la representación visible de Jesús Hostia, por el otro.




La Madre Carmen Rendiles
 fue vista en sueños por una religiosa dominica del Colegio Santa Rosa de Lima al comienzo de las apariciones de la Virgen, mostrándole precisamente el sagrado bosquecito de las Siervas de Jesús en Carrizal tal cual es en la realidad y sin haber jamás pisado este paraje la religiosa dominica.

La casa religiosa de Carrizal en referencia, en otros tiempos centro de una hacienda que se dilataba por lo que ahora forma parte del pueblo, tiene una explanada de unos mil metros cuadrados frente a sus pórticos y al final de la explanada arranca el bosquecito con su vegetación exuberante y pictórica de verde tropical.

En la parte céntrica, pegada del inicio del bosquecito, en el jardín-explanada se habían colocado en sendos pedestales dos imágenes: una del Corazón de Jesús y otra de la Santísima Virgen a distancia de pocos metros una de la otra.

Aquí en este pueblito de Carrizal y en esta casa religiosa de las Siervas de Jesús se van a producir unos hechos y unos fenómenos que van a cambiar la historia del pueblo y van a trastornar para siempre el remanso del recinto sagrado: las peregrinaciones colectivas o individuales han cambiado de hecho las vivencias de quienes antes convivían en este lugarcito. 


Mas Sobre la Fundadora de las Siervas de Jesus en Venezuela

Mas Sobre El Carrizal Quinta La Milagrosa

Mas Sobre Las Apariciones e investigaciones de La Santisima Virgen Maria

lunes, 17 de agosto de 2015

"Si quieres ser perfecto, le dijo Jesús, ve, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres: así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme".



Evangelio
según San Mateo 19,16-22.
Luego se le acercó un hombre y le preguntó: "Maestro, ¿qué obras buenas debo hacer para conseguir la Vida eterna?".
Jesús le dijo: "¿Cómo me preguntas acerca de lo que es bueno? Uno solo es el Bueno. Si quieres entrar en la Vida eterna, cumple los Mandamientos".
"¿Cuáles?", preguntó el hombre. Jesús le respondió: "No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio,
honrarás a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo".
El joven dijo: "Todo esto lo he cumplido: ¿qué me queda por hacer?".
"Si quieres ser perfecto, le dijo Jesús, ve, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres: así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme".
Al oír estas palabras, el joven se retiró entristecido, porque poseía muchos bienes.

Palabra de Dios
 

Meditación del Papa Francisco

El joven se queda triste cuando Jesús le pide que venda sus riquezas. De golpe, la alegría y la esperanza en ese joven rico desaparecen, porque no quiere renunciar a su riqueza. El apego a las riquezas está en el inicio de todo tipo de corrupción, por todas partes: corrupción personal, corrupción en los negocios, también en la pequeña corrupción comercial, de esa que quita 50 gramos al peso exacto, corrupción política, corrupción de la educación….Y ¿por qué? Porque los que viven apegados a los propios poderes, a las propias riquezas, se creen en el paraíso. Están cerrados, no tienen horizonte, no tienen esperanza. Al final tendrán que dejar todo.

Hay un misterio en la posesión de las riquezas. Las riquezas tienen la capacidad de seducir, de llevarnos a una seducción y hacernos creer que estamos en un paraíso terrestre. Sin embargo, ese paraíso terrestre es un lugar sin horizonte, vivir sin horizonte es una vida estéril, vivir sin esperanza es una vida triste. El apego a las riquezas nos entristece y nos hace estériles. Utilizo el término “apego” y no “administrar bien las riquezas”, porque las riquezas son para el bien común, para todos. Y si el Señor se lo da a una persona es para que esa persona lo haga para el bien de todos, no para sí mismo, no para que lo cierre en su corazón, que después con esto se hace corrupto y triste. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 25 de mayo de 2015, en Santa Marta).

Fuente Catholic.net

Oremos

Pidamos a Cristo que nos ayude a servirle en santidad y justicia todos los días de nuestra vida.

-Cristo Jesús, que quisiste hacerte preceder de María Inmaculada: ilumínanos con el esplendor de tu vida y doctrina.

-Cristo Jesús, que escogiste a tus discípulos para que fueran sal de la tierra y luz del mundo: asístenos con tu gracia para que la sal no se corrompa y la luz no se apaga en nuestra vida.

-Cristo Jesús, esposo único de las vírgenes consagradas: concédenos que resplandezca siempre en nuestra vida la luz de tu rostro.

-Cristo Jesús, que nos exhortas a velar sin descanso con las lámparas encendidas: haz de nuestra vida una jornada luminosa de amor, oración y laboriosidad vigilante.

-Cristo Jesús, por intercesión de tu esposa santa Beatriz: haz que busquemos en todas nuestras ocupaciones el Espíritu del Señor y su santa operación.

Oración: Oh Dios, que has distinguido a santa Beatriz de Silva por su altísima contemplación y su amor a la Concepción Inmaculada de María, concédenos por su intercesión buscar las cosas de arriba y vivirlas ya en la tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén



Santa Beatriz de Silva

Nació en Ceuta hacia el año 1426, de padres portugueses. Siendo aún niña se trasladó con su familia a Campo Mayor (Alentejo, Portugal). Junto con sus once hermanos, entre ellos el beato Amadeo de Silva, reformador franciscano, recibió una excelente educación y la devoción a María Inmaculada. En su juventud sirvió como dama de honor a doña Isabel de Portugal, esposa del rey Juan II de Castilla. Huyendo de las insidias de la corte, salió de Tordesillas y se refugió en Toledo, donde por espacio de unos treinta años residió en el monasterio de Santo Domingo el Antiguo. En 1484 pasó con unas compañeras a los Palacios de Galiana, cedidos por Isabel la Católica, y allí iniciaron una vida monástica que desembocaría en la Orden de la Inmaculada Concepción, en la que se armonizaban la devoción al gran privilegio de María y la espiritualidad franciscana. Beatriz falleció el 16 o más probablemente el 17 de agosto de 1491.-  
Oración: Oh Dios, que has distinguido a santa Beatriz de Silva por su altísima contemplación y su amor a la Concepción Inmaculada de María, concédenos, por su intercesión, vivir en inocencia, buscar las cosas de arriba y gozar de la dicha del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Oremos
 

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de Tu amor Envía Señor Tu Santo Espíritu…

Y renovarás la faz de la Tierra.

 

Jesús Eucaristía, postrados ante Ti, nos unimos a la adoración y alabanza que a Tu infinita Misericordia entonan los ángeles del cielo para reparar los desvíos de los hombres en la tierra. Dios tres veces Santo, te pedimos perdón por los que no te respetan, no te aman, no te claman.. por los que no te agradecen, apiádate Jesús de estos hijos tuyos y concédeles la gracia de la conversión para que salgan de sus cegueras espirituales y te adoren sólo a Ti, único Dios verdadero, tres veces Santo, el único que merece adoración y Gloria por los siglos de los siglos. Amén.

 Señor Jesús, humildemente postrados ante Ti queremos presentarte nuestro homenaje de fe y de amor, de gratitud y de adoración, poniendo en tus manos todo lo que somos y tenemos. En unión con tu Madre, venimos aquí para acompañarte y encontrarte como Amigo de nuestras almas y Luz de nuestras vidas.Venimos a pedirte, en espíritu de profunda súplica, por el mundo, por todos los hombres, por tus sacerdotes y hombres y mujeres de vida consagrada. De manera muy especial, te imploramos que Tú, oh Señor y dueño de la mies, envíes numerosos y santos obreros para que cosechen lo que Tú mismo has sembrado en las almas. Te necesitamos, Señor. Te necesita el mundo y la Iglesia. Por eso, te lo pedimos con humildad, te lo rogamos con ardor, envíanos sacerdotes, depositarios de tu poder salvador; envíanos sacerdotes que sean luz en las tinieblas del mundo, sal que nos libre de la corrupción del mal y del pecado. Envía, Señor, obreros a tu mies.


Danos, Señor, muchos y santos sacerdotes. 


Para que no deje de celebrarse la Santa Misa, para que tengamos siempre en nuestros templos la Sagrada Eucaristía, para que no nos falte Jesús en la Comunión. OREMOS.


Para que haya intermediarios entre Dios y los hombres, abogados que nos defiendan ante el divino acatamiento y padres que nos perdonen nuestros pecados. OREMOS.


Para que sean bautizados los niños, santificado el amor de los esposos y auxiliados los que dejan este mundo. OREMOS.


Para que rescaten a las almas del Purgatorio, para que alegren a los cielos. OREMOS

Para que los niños aprendan la fe salvadora, para que los jóvenes reciban protección y los adultos adquieran fortaleza. OREMOS.


Para que todos, pobres y ricos, nos amemos como hermanos. OREMOS.


Para que nuestros ojos vean a Jesús en sus ministros, para que nuestros oídos escuchen la divina palabra, para que nuestras almas reciban su consuelo. OREMOS. 


Para que las funciones y ministerios que cada sacerdote ha de desempeñar en la Iglesia, pidamos que Dios los asista y ayude:


  A nuestro Santo Padre, el Papa Francisco…
R/. Envuélvelo en tu gracia, Señor

A los Cardenales, Nuncios y legados del Papa
R/. Envíales tu luz, Señor


A los Obispos, prelados y clérigos…
R/. Dales tus dones, Señor


A los sacerdotes de seminarios…
R/. Dales tu sabiduría, Señor


A los sacerdotes diocesanos…
R/. Nunca los dejes, Señor


 A los sacerdotes religiosos…
R/. Hazlos perfectos, Señor


 A los sacerdotes en los hospitales…
R/. Dales constancia, Señor


  A los sacerdotes enfermos…
R/. Sánalos, Señor


  A los sacerdotes pobres…
R/. Socórrelos, Señor


  A los sacerdotes ancianos…
R/. Sostenlos, Señor


  A los sacerdotes jóvenes…
R/. Impúlsalos a tu gloria, Señor


  A los sacerdotes misioneros…
R/. Protégelos, Señor


A los sacerdotes predicadores…
R/. Ilumínalos, Señor


  A los sacerdotes directores de almas…
R/. Instrúyelos, Señor


  A los sacerdotes párrocos…
R/. Dales cautela, Señor


  De los sacerdotes vicarios…
R/. No te apartes, Señor


§ A los sacerdotes celosos…
R/. Ayúdalos, Señor


  A los sacerdotes que desean amarte…
R/. Enciéndelos, Señor


  A los sacerdotes tristes…
R/. Consuélalos, Señor


  A los sacerdotes turbados…
R/. Dales paz, Señor


  A los sacerdotes aislados…
R/. Acompáñalos, Señor


  A los sacerdotes atados a lo terreno…
R/. Rompe sus cadenas, Señor


  A los sacerdotes difuntos…
R/. Dales la gloria, Señor. 




Te pedimos, Señor, por todos aquellos que consagran sus vidas a la pastoral vocacional para que en nombre de Cristo no dejen de lanzar las redes para dar a la Iglesia las vocaciones que necesita para cumplir con su misión. Necesitamos tus sacerdotes. Envíalos, Señor. 
Danos, Señor, muchos y santos sacerdotes.
Danos, Señor, muchos y santos sacerdotes. 
Danos, Señor, muchos y santos sacerdotes 
Amen.
Reza por tu sacerdote


Oración por la Santificación de los Sacerdotes, de Santa Teresita del Niño Jesús.

Oh Jesús que has instituido el sacerdocio para continuar en la tierra
la obra divina de salvar a las almas
protege a tus sacerdotes (especialmente a: ..............)
en el refugio de tu SAGRADO CORAZÓN.
Guarda sin mancha sus MANOS CONSAGRADAS, que a diario tocan tu SAGRADO CUERPO, y conserva puros sus labios teñidos con tu PRECIOSA SANGRE. Haz que se preserven puros sus Corazones,
marcados con el sello sublime del SACERDOCIO,
y no permitas que el espíritu del mundo los contamine.
Aumenta el número de tus apóstoles,
y que tu Santo Amor los proteja de todo peligro.
Bendice Sus trabajos y fatigas, y que como fruto de su apostolado obtenga la salvación de muchas almas que sean su consuelo aquí en la tierra y su corona eterna en el Cielo. Amén. 
Las oraciones y peticiones son del sitio , Vicaria San Martin de Porres


sábado, 15 de agosto de 2015

Dios todopoderoso y eterno, que has elevado en cuerpo y alma a los cielos a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos, te rogamos, que, aspirando siempre a las realidades divinas, lleguemos a participar con ella de su misma gloria en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


«Omnipotente, santísimo, altísimo y sumo Dios, Padre santo y justo, Señor rey del cielo y de la tierra, te damos gracias por ti mismo... Por el santo amor con que nos amaste, quisiste que Él, verdadero Dios y verdadero hombre, naciera de la gloriosa siempre Virgen beatísima santa María» (1 R 23,1-3). meditaciones de San Francisco

LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
Benedicto XVI, Ángelus del 15 de agosto de 2005 y de 2006

Queridos hermanos y hermanas:

En esta solemnidad de la Asunción de la Virgen contemplamos el misterio del tránsito de María de este mundo al Paraíso: podríamos decir que celebramos su «pascua». Como Cristo resucitó de entre los muertos con su cuerpo glorioso y subió al cielo, así también la Virgen santísima, a él asociada plenamente, fue elevada a la gloria celestial con toda su persona. También en esto la Madre siguió más de cerca a su Hijo y nos precedió a todos nosotros. Junto a Jesús, nuevo Adán, que es la «primicia» de los resucitados, la Virgen, nueva Eva, aparece como «figura y primicia de la Iglesia» (Prefacio), «señal de esperanza cierta» para todos los cristianos en la peregrinación terrena (cf. LG 68).

La fiesta de la Asunción de la Virgen María, tan arraigada en la tradición popular, constituye para todos los creyentes una ocasión propicia para meditar sobre el sentido verdadero y sobre el valor de la existencia humana en la perspectiva de la eternidad. Queridos hermanos y hermanas, el cielo es nuestra morada definitiva. Desde allí María, con su ejemplo, nos anima a aceptar la voluntad de Dios, a no dejarnos seducir por las sugestiones falaces de todo lo que es efímero y pasajero, a no ceder ante las tentaciones del egoísmo y del mal que apagan en el corazón la alegría de la vida.

La tradición cristiana ha colocado en el centro del verano una de las fiestas marianas más antiguas y sugestivas, la solemnidad de la Asunción de la santísima Virgen María. La liturgia nos recuerda hoy esta consoladora verdad de fe, mientras canta las alabanzas de la Virgen María, coronada de gloria incomparable. «Una gran señal apareció en el cielo -leemos hoy en el pasaje del Apocalipsis que la Iglesia propone a nuestra meditación-: una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza» (Ap 12,1). En esta mujer resplandeciente de luz los Padres de la Iglesia han reconocido a María. El pueblo cristiano peregrino en la historia vislumbra en su triunfo el cumplimiento de sus expectativas y la señal cierta de su esperanza.

María es ejemplo y apoyo para todos los creyentes: nos impulsa a no desalentarnos ante las dificultades y los inevitables problemas de todos los días. Nos asegura su ayuda y nos recuerda que lo esencial es buscar y pensar «en las cosas de arriba, no en las de la tierra». En efecto, inmersos en las ocupaciones diarias, corremos el riesgo de creer que aquí, en este mundo, en el que estamos sólo de paso, se encuentra el fin último de la existencia humana.

En cambio, el cielo es la verdadera meta de nuestra peregrinación terrena. ¡Cuán diferentes serían nuestras jornadas si estuvieran animadas por esta perspectiva! Así lo estuvieron para los santos: su vida testimonia que cuando se vive con el corazón constantemente dirigido a Dios, las realidades terrenas se viven en su justo valor, porque están iluminadas por la verdad eterna del amor divino.


Franciscanos.org



En esta solemnidad de la Virgen María, abogada nuestra, presentemos a Dios nuestras súplicas, llenos de filial confianza.

-Por la Iglesia, que peregrina por este mundo con la esperanza de la gloria futura; en comunión con María, Madre de la Iglesia, roguemos al Señor.

-Por la unión de las Iglesias, divididas por el pecado; en comunión con María, madre de todos los creyentes en Cristo, roguemos al Señor.

-Por los enfermos, los pobres, los oprimidos y los abandonados; en comunión con María, salud de los enfermos y consuelo de los afligidos, roguemos al Señor.

-Por todos los que celebramos la Eucaristía, anuncio del banquete del reino eterno; en comunión con María, intercesora nuestra ante su Hijo Jesús, roguemos al Señor.

Oración: Ten en cuenta, Señor, los anhelos y sufrimientos de toda la humanidad, expresados en la plegaria de tu Iglesia, que, llena de gozo, contempla en María nuestra humana naturaleza glorificada. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


La Asuncion de La Santisima Virgen Maria. 
La Madre de Dios fue asociada estrechamente, por voluntad del Padre, a los misterios de su Hijo. Así, al igual que Jesús, también ella murió y fue sepultada. Pero, como dice el Prefacio, «el Señor no quiso que conociera la corrupción del sepulcro la mujer que, por obra del Espíritu, concibió en su seno al autor de la vida». Al respecto escribía Pío XII: «A la manera que la gloriosa resurrección de Cristo fue parte esencial y último trofeo de su más absoluta victoria sobre la muerte y el pecado, así la lucha de la bienaventurada Virgen, común con su Hijo, había de concluir con la glorificación de su cuerpo virginal... Por eso, la augusta Madre de Dios, misteriosamente unida a Jesucristo desde toda la eternidad, ... consiguió, al fin, como corona suprema de sus privilegios, ser conservada inmune de la corrupción del sepulcro y, del mismo modo que antes su Hijo, vencida la muerte, ser levantada en cuerpo y alma a la suprema gloria del cielo». Y la Constitución papal que en 1950 declaró el dogma de la Asunción concluía con esta definición: «Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial».
Oración: Dios todopoderoso y eterno, que has elevado en cuerpo y alma a los cielos a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos, te rogamos, que, aspirando siempre a las realidades divinas, lleguemos a participar con ella de su misma gloria en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Madre, quiero ser pobre, abandonarme
en las manos del Padre totalmente
darle todo mi ser, mi vida mis proyectos y mis sueños.

Madre, quiero seguir tus pasos
decir junto a vos “Aquí estoy Señor contigo, para hacer tu voluntad”
Ayudame a entregarme (aunque mi entrega me conduzca a la cruz)
y a vivir la pobreza como protesta ante la injusticia
y como solidaria entrega decidida a Cristo en los demás.

Madre de los pobres.
Mostranos
el camino del Reino,
fortalecé nuestras opciones ,
acrecentá nuestra esperanza,
sostené nuestras comunidades en marcha
para que nuestras vidas
sean testimonio transparente
de nuestra fe en el Dios de la Vida.



miércoles, 12 de agosto de 2015

Padre Santo, guíanos por medio de tu Espíritu a fin de que, no sólo con palabras, sino con toda nuestra vida podamos demostrarte nuestro amor y así merezcamos entrar al Reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén



Evangelio
según san Mateo 18, 15-20
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
"Si tu hermano comete un pecado, ve y amonéstalo a solas; si te escucha, habrás salvado a tu hermano. Si no te hace caso, hazte acompañar de una o dos personas, para que todo lo que se diga conste por boca de dos o tres testigos. Pero si ni así te hace caso, díselo a la comunidad; y si ni a la comunidad le hace caso, apártate de él como de un pagano o de un publicano.
Yo les aseguro que todo lo que aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo.
Yo les aseguro, también, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir algo, sea lo que fuere, mi Padre celestial se lo concederá. Pues donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".
Palabra del Señor.



salmo 65

Bendito sea el Señor.

Que aclame al Señor toda la tierra. Celebremos su gloria y su poder, cantemos un himno de alabanza. Digamos al Señor: "¡Tu obra es admirable!".
Bendito sea el Señor.

Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres. Naciones, bendigan a nuestro Dios, hagan resonar sus alabanzas.
Bendito sea el Señor.

Cuantos temen a Dios, vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por mí. A él dirigí mis oraciones y mi lengua le cantó alabanzas.
Bendito sea el Señor.


 Oremos
Espíritu Santo, Tu que me aclaras todo,que iluminas todos los caminos para que yo alcance mi ideal.Tu que me das el don Divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen y que en todos los instantes de mi vida estas conmigo.
Quiero en este corto diálogo agradecerte por todo y confirmar que nunca quiero separarme de Ti, por mayor que sea la ilusión material.
Deseo estar contigo y todos mis seres queridos en la gloria perpetua.
Gracias por tu misericordia para conmigo y los mios.
Gracias Dios mio.




Oremos confiadamente a Dios, Señor de la vida y de la muerte.

-Para que el mundo descubra la presencia y el amor de Cristo en la Iglesia y en el testimonio de los cristianos.

-Para que sepamos decir, con nuestra solidaridad, a todos los que sufren, quién es y donde está la fuente del verdadero consuelo.

-Para que sepamos decir, con la entrega generosa y gratuita de nuestra vida, a los que yacen sin esperanza, quién es la vida y la alegría.

-Para que sepamos decir, con nuestro respeto y amor a todos, que la vida debe ser procurada, defendida, acrecentada.

-Para que, en nuestras vacaciones, quienes sufrirán una mayor soledad, descubran y experimenten la cercanía de Dios y la nuestra.

Oración: Dios, Padre nuestro, que nos haces revivir y llenas de sentido nuestra vida, escúchanos y ten piedad de nosotros. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



Ven, Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos  el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu. Que renueve la faz de la Tierra.

Oración: Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo; concédenos que, guiados por el mismo Espíritu, sintamos con rectitud y gocemos siempre de tu consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Ven Espíritu Santo,
Ven Potencia Divina de Amor,
Ven y llena mi pobre corazón:
Purifícalo, santifícalo, hazlo todo tuyo
. 


Oremos por los sacerdotes del mundo entero

Para conseguir el perdón de los pecados,
  Señor, danos sacerdotes santos.

Para que no nos falte la Sagrada Eucaristía,
  Señor, danos sacerdotes santos.

Para que prediquen a Cristo, y a éste crucificado,
  Señor, danos sacerdotes santos.

Para que den testimonio de la Verdad,
Señor, danos sacerdotes santos.

Para que los niños conserven la Gracia,
Señor, danos sacerdotes santos.

Para que la juventud conozca y siga a Cristo,
  Señor, danos sacerdotes santos.

Para que los mayores conformen sus vidas según la Ley de Dios,
  Señor, danos sacerdotes santos.

Para que tengamos hogares cristianos,
Señor, danos sacerdotes santos.

Para que en nuestros pueblos se viva la unión y la caridad
cristiana,

Señor, danos sacerdotes santos.

  "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo; por cuanto nos ha elegido en él antes de la creación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia con la que nos agració en el Amado" (Ef 1,3-6). 

Oremos

Bendigo al Señor en todo momento.
 Bendigo al Señor en todo momento.
 Su alabanza está siempre en mi boca.
 En todo momento.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
  Bendigo al Señor en todo momento.



Oremos a nuestro Señor Jesucristo, que prometió estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo, y digámosle confiados:

Escúchanos, Señor.
Quédate con nosotros, Señor, durante este día: que la luz de tu gracia no conozca nunca el anochecer de nuestras vidas,

Escúchanos, Señor.  
Que el trabajo de este día sea como una oblación sin defectos, y que sea agradable a tus ojos.
Escúchanos, Señor. 
 Que en todas nuestras palabras y acciones seamos hoy luz del mundo y sal de la tierra para cuantos nos traten.
Escúchanos, Señor.  
Que la gracia del Espíritu Santo habite en nuestros corazones y resplandezcan nuestras obras para que así permanezcamos en tu amor y en tu alabanza.

Envía, Señor, a nuestros corazones la abundancia de tu luz, para que, avanzando siempre por el camino de tus mandatos, nos veamos libre de todo error. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

El Señor nos bendiga nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
Amén.




Santa Juana Francisca Fremyot de Chantal. 
Murió el 13 de diciembre y su memoria se celebra el 12 de agosto.
 Nació en Dijon (Francia) el año 1572, en el seno de una familia católica ferviente, de la aristocracia. Contrajo matrimonio con el barón de Chantal y tuvo seis hijos, a los que educó esmeradamente. Muerto su marido en 1601, cuando ella tenía sólo 29 años, llevó, bajo la dirección de san Francisco de Sales, una admirable vida de perfección, ejerciendo, sobre todo, la caridad con los pobres y enfermos. Con el apoyo seguro del santo obispo, fundó el instituto de la Visitación de Nuestra Señora (Salesas), convertido en 1619 en orden de clausura bajo la Regla de San Agustín, que gobernó sabiamente. Llegó a altos grados de la vida mística, en la que sufrió penas internas muy grandes, aunque en apariencia gozase de una gran paz y serenidad. Murió en el monasterio de la Visitación de Moulins (Francia) el 13 de diciembre de 1641.- 

Oración: Señor, Dios nuestro, que adornaste con excelsas virtudes a santa Juana Francisca de Chantal en los distintos estados de su vida, concédenos, por su intercesión, caminar fielmente según nuestra vocación, para dar siempre testimonio de la luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santa Juana enseñaba

"¿Queréis ser humilde, hija mía? Tratad de conoceros bien; desead que os reconozcan imperfecta; amad el desprecio, en todas sus formas y de cualquier parte que os venga. No ocultéis vuestros defectos; dejad que se vean, aceptando con cariño la abyección que de ellos os resulte. No dejéis nunca decaer vuestro corazón por alguna falta que podáis cometer. Desconfiad de vos misma y confiad única e incesantemente en Dios, persuadida de que, no pudiendo nada por vos, todo lo podéis con su gracia y poderosa ayuda." -a sus hijas espirituales de la Orden de la Visitación


 conversaciones espirituales con las Hermanas durante sus tiempos de recreación diaria, en un estilo informal y conversacional.

Sobre la reforma del alma

"En verdad, mis queridas hijas, es por falta de conocernos bien por lo que nos asombramos de vernos defectuosas, pues presumimos tanto de nosotras, que siempre esperamos algo bueno; nos engañamos, y Ntro. Señor mismo permite que caigamos, algunas veces bien torpemente, a fin de que nos conozcamos...

Este conocimiento de nosotras mismas consiste en que debemos creer, con gran certidumbre de fe, que no somos nada, que no podemos nada; que somos débiles, flacas e imperfectas, aficionando nuestra voluntad a amar nuestra pobreza y miseria. La reforma del alma comienza: por el conocimiento de sí misma y la confianza en Dios; el propio conocimiento nos hará ver que hay en nosotras muchas cosas que corregir y reformar, y que, sin embargo, no podremos llevarlo a cabo por nosotras mismas; la confianza en Dios nos hará esperar que todo lo podemos en Él y que, con su gracia, todas las cosas nos serán posibles y fáciles."


Si quieres conocer mas de Santa Juana visita www.corazones.org

Recemos con Santa Teresita


Oh Santa Teresita del Niño Jesús, que has sido justamente proclamada Patrona de las Misiones de todo el mundo: acuérdate de los ardentísimos deseos de mostrarte, cuando vivías en la tierra, de querer plantar la Cruz de Jesucristo en todas las naciones, y anunciar el Evangelio hasta la consumación de los siglos. Te suplicamos que ayudes, según tu promesa, a los sacerdotes, a los misioneros y a toda la Iglesia. Así sea.

Santa Teresita del Niño Jesús ¡Ruega por nosotros!


lunes, 10 de agosto de 2015

La adoración es entrar con la profundidad de nuestro corazón en comunión con el Señor que se hace presente corporalmente en la Eucaristía.Benedicto XVI (2 marzo,2006)


Siendo el pan una comida que nos sirve de alimento y se conserva guardándole, Jesucristo quiso quedarse en la tierra bajo las especies de pan, no solo para servir de alimento a las almas que lo reciben en la sagrada Comunión, sino también para ser conservado en el sagrario y hacerse presente a nosotros, manifestandonos por este eficacísimo medio el amor que nos tiene.

San Alfonso Mª de Ligorio


Adoracion al Santisimo
 

En toda forma de culto a este Sacramento hay que tener en cuenta que su intención debe ser una mayor vivencia de la celebración eucarística. Las visitas al Santísimo, las exposiciones y bendiciones han de ser un momento para profundizar en la gracia de la comunión, revisar nuestro compromiso con la vida cristiana; la verificación de cada uno ante la Palabra del Evangelio, el asomarse al silencioso misterio del Dios callado... Esta dimensión individual del tranquilo silencio de la oración, estando ante él en el amor, debe impulsar a contrastar la verdad de la oración, en el encuentro de los hermanos, aprendiendo también a estar ante ellos en la comunicación fraternal.

Ante el Santísimo expuesto, el ministro y el acólito permanecen arrodillados, concretamente durante la incensión . Y lo mismo, se entiende, el pueblo. Es el mismo arrodillamiento que, siguiendo muy larga tradición, viene prescrito por la Ordenación general del Misal Romano «durante la consagración» de la Eucaristía. Y recuérdese en esto que «la postura uniforme es un signo de comunidad y unidad de la asamblea, ya que expresa y fomenta al mismo tiempo la unanimidad de todos los participantes» .

-Adoremos a Cristo con cantos y lecturas, con preces y silencio. «Durante la exposición, las preces, cantos y lecturas deben organizarse de manera que los fieles atentos a la oración se dediquen a Cristo, el Señor».
Parroquia San Martin de Tours


Demos nuestros hijos a Dios

Convertida en lo profundo del corazón, llena de celo, Eliza propuso al marido dar sus hijos a Dios. Esta mujer de elevadas virtudes rezaba cada día durante una hora delante del Santísimo Sacramento en la capilla de la residencia de Courtfield, pidiéndole a Dios una familia numerosa y muchas vocaciones religiosas entre sus hijos. ¡Fue atendida! Tuvo 14 hijos y murió poco después del nacimiento del último hijo en 1853. De los 13 hijos que vivieron, entre los cuales ocho varones, seis se ordenaron sacerdotes: dos en órdenes religiosas, un sacerdote diocesano, uno obispo, un arzobispo y un cardenal. De las cinco hijas, cuatro fueron consagradas religiosas. ¡Qué bendición para la familia y cuáles efectos para toda Inglaterra!

Todos los hijos de la familia Vaughan tuvieron una infancia feliz, porque en la educación su santa madre poseía la capacidad de unir de manera natural la vida espiritual y las obligaciones religiosas con las diversiones y la alegría. Por voluntad de la madre, formaban parte de la vida cotidiana la oración y la Santa Misa en la capilla doméstica, como también la música, el deporte, el teatro no profesional, la equitación y los juegos. Los hijos no se aburrían cuando la madre les contaba la vida de los santos, que lentamente se volvieron para ellos íntimos amigos. Eliza se hacía también acompañar por los hijos durante las visitas a los vecinos enfermos y a los que sufrían, para que pudieran en estas ocasiones aprender a ser generosos, a realizar sacrificios, a donar a los pobres sus ahorros o los juguetes.

Ella murió poco después del nacimiento del decimocuarto hijo, John. Dos meses después de su muerte, el coronel Vaughan, convencido que ella había sido un don de la Providencia, escribió en una carta: “Hoy, durante la adoración, agradecí al Señor, porque pude devolverle mi amada esposa. Le abrí mi corazón con gratitud por haberme donado Eliza como modelo y guía; a ella me une todavía un vínculo espiritual inseparable. ¡Qué consuelo maravilloso y cuánta gracia me transmite! Todavía la veo como siempre la vi delante de Santísimo, con su pura y humana gentileza, que le iluminaba el rostro durante la oración”. 


"Propagad la devoción a Jesús Sacramentado y veréis lo que son los milagros" -San Juan Bosco


Ver y encontrar a Jesus

 "Queridos Jovenes, aprended a ver, a encontrar a Jesus en la Eucaristia, donde esta presente y cercano hasta entregarse como alimento para nuestro camino, en el sacramento de la penitencia, donde el Señor manifiesta su misericordia ofreciendonos siempre su perdon.." Mensaje de S.S. Benedicto XVI en la Jornada Mundial de la Juventud 2011 en Madrid




Adoración Eucarística de S.San Juan Pablo II

Señor Jesús: 
Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos. "Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo de Dios" (Jn. 6,69).

Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena y continúa como comunión y donación de todo lo que eres.
Aumenta nuestra FE.

Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para decirle nuestro SÍ unido al tuyo.

Contigo ya podemos decir: Padre nuestro.

Siguiéndote a ti, "camino, verdad y vida", queremos penetrar en el aparente "silencio" y "ausencia" de Dios, rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos dice: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia: Escuchadlo" (Mt. 17,5).

Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestras situaciones personales, así como los diversos sectores de la vida familiar y social. Tú eres nuestra ESPERANZA, nuestra paz, nuestro mediador, hermano y amigo.

Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives "siempre intercediendo por nosotros" (Heb. 7,25).

Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y camino apresurado contigo hacia el Padre.

Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú eres el centro, el principio y el fin de todo.

Apoyados en esta ESPERANZA, queremos infundir en el mundo esta escala de valores evangélicos por la que Dios y sus dones salvíficos ocupan el primer lugar en el corazón y en las actitudes de la vida concreta.

Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo que eres. Quisiéramos decir como San Pablo: "Mi vida es Cristo" (Flp. 1,21).

Nuestra vida no tiene sentido sin ti.

Queremos aprender a "estar con quien sabemos nos ama", porque "con tan buen amigo presente todo se puede sufrir". En ti aprenderemos a unirnos a la voluntad del Padre, porque en la oración "el amor es el que habla"
(Sta. Teresa).

Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudes básicas, decisiones duraderas, opciones fundamentales según nuestra propia vocación cristiana.

CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de presencia, silencio y espera, que quiere ser también reparación, como respuesta a tus palabras: "Quedaos aquí y velad conmigo" (Mt. 26,38).

Tú superas la pobreza de nuestros pensamientos, sentimientos y palabras; por eso queremos aprender a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es, y callando con un silencio de amigo y con una presencia de donación.

El Espíritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir esos "gemidos inenarrables" (Rom. 8,26) que se traducen en actitud agradecida y sencilla, y en el gesto filial de quien ya se contenta con sola tu presencia, tu amor y tu palabra.

En nuestras noches físicas y morales, si tú estás presente, y nos amas, y nos hablas, ya nos basta, aunque muchas veces no sentiremos la consolación.

Aprendiendo este más allá de la ADORACIÓN, estaremos en tu intimidad o "misterio".

Entonces nuestra oración se convertirá en respeto hacia el "misterio" de cada hermano y de cada acontecimiento para insertarnos en nuestro ambiente familiar y social y construir la historia con este silencio activo y fecundo que nace de la contemplación.

Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración se convertirá en capacidad de amar y de servir.

Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta Madre.

Ayúdanos a ser tu Iglesia misionera, que sabe meditar adorando y amando tu Palabra, para transformarla en vida y comunicarla a todos los hermanos.
Amén.

San Juan Pablo II
Alabanzas al Santisimo Sacramento del Altar


Catedral de San Isidro


Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea María Santísima la excelsa Madre de Dios
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de Maria Virgen y Madre.
Bendita sea María Santísima Madre de la Iglesia.
Bendito sea su castísimo esposo San José.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

Fuentes Adoracion


Padre Adrian dando la Bendicion con el Santisimo