A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

domingo, 19 de mayo de 2013

Espíritu de comunión, alma y sostén de la Iglesia, haz que la riqueza de los carismas y ministerios contribuya a la unidad del Cuerpo de Cristo..

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el  fuego de tu amor.
Aleluya.



Ven, Creador Espiritu, nuestras almas visita y tu gracia infinita Infunde al corazon.
Tu eres el abogado, don de Dios viva fuente, fuego y amor ardiente y espiritual uncion.
Fuente de siete dones, mano de Dios abierta, del Padre rica oferta, hálito inspirador.
Infúndenos tu lumbre y con tu viva flama el corazon inflama, dale fuerza y vigor.
Aleja al enemigo, danos paz y victoria, guíanos a la gloria, divino defensor.
Obtennos conocerte, Espiritu divino, vivir de tí Dios Trino y disfrutar de tu amor. Amén.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 1-11
 Al llegar el día de Pentecostés, estaban los discípulos todos juntos en el mismo
lugar. De repente vino del cielo un gran ruido, semejante a la ráfaga de un
viento impetuoso, y llenó toda la casa donde se encontraban. Entonces
aparecieron lenguas como de fuego, que se repartían y se posaban sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas extrañas, según el Espíritu los movía a expresarse.
Se encontraban por entonces en Jerusalén judíos piadosos venidos de todas las
naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron
desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Todos,
sorprendidos y admirados, decían:
«¿No son galileos todos los que hablan? Entonces, ¿cómo es que cada uno de
nosotros los oímos hablar en nuestra lengua materna? Entre nosotros hay partos, medos, elamitas, y los que vivimos en Mesopotamia, Judea y Capadocia, el Ponto y Asia, Frigia y Panfilia, Egipto y la parte de Libia que limita con Cirene; los  romanos que estamos de paso, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los  oímos proclamar en nuestras lenguas las
grandezas de Dios».
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.



† Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 19-23
Gloria a ti, Señor.
Al anochecer del día de la resurrección, estaban reunidos los discípulos en una
casa con las puertas bien cerradas, por miedo a los judíos. Jesús se presentó en
medio de ellos y les dijo:
«La paz esté con ustedes».
Y les mostró las manos y el costado. Los discípulos se llenaron de alegría al
ver al Señor.
Jesús les dijo de nuevo:
«La paz esté con ustedes».
Y añadió:
«Como el Padre me ha enviado, yo también los envío a ustedes».
Sopló sobre ellos y les dijo:
«Reciban el Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados, Dios se los
perdonará; y a quienes se los retengan, Dios se los retendrá».
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.


Hoy han llegado a su termino los dias de Pentecostes, aleluya,
hoy el Espiritu Santo se apareció a los discipulos en formas de lenguas de fuego y los enriqueció con sus dones, enviandolos a predicar a todo el mundo y a dar testimonio de que el que crea y se bautice se salvará. Aleluya.
oremos a Dios Padre, que por medio de Cristo ha congregado a la Iglesia, y digamos suplicantes,
Envia Señor, a la Iglesia tu Espiritu Santo 


Oremos a Cristo, el buen pastor de la Iglesia, que nos mereció la efusión del Espíritu Santo, y pidámosle que sean iluminados por este mismo Espíritu el Papa, nuestros obispos y todos los demás pastores de la Iglesia, a fin de que conduzcan su rebaño por las sendas de la salvación,

Tu que quieres que todos los que nos llamamos cristianos, unidos por un solo bautismo en el mismo Espiritu, formemos una única Iglesia,

Haz que cuanto creen en tí sean un solo corazon y una sola alma.
 

Tu que con tu Espiritu llenaste el universo,

haz que los hombres construyan un mundo nuevo en justicia y paz.


Señor, Padre de todos los hombres, que quieres reunir en la confesion de la única fe a tus hijos dispersos,

Ilumina a todos los hombres con la gracia del Espiritu Santo.

Tu que por tu Espiritu lo renuevas todo,

concede la salud a los enfermos, el consuelo a los que viven tristes y la salvacion a todos los hombres.



Dirijamonos ahora al Padre con las palabras que el Espiritu del Señor resucitado pone en nuestros labios: Padre nuestro...


Oremos
Por el misterio de Pentecostes, que hoy celebramos, Señor, manifestaste tu Iglesia ante todas las razas y pueblos: derrama los dones del Espiritu Santo sobre toda la faz de la tierra; que tus fieles participoen tambien ahora de los dones que tu misericordia dispensara, al iniciar la predicacion del Evangelio.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Amén.



Oracion de Juan Pablo II al Espiritu Santo

Espíritu Santo, dulce huésped del alma, muéstranos el sentido profundo del gran Jubileo y prepara nuestro espíritu para celebrarlo con la fe, en la esperanza que no defrauda, en la caridad que no espera recompensa.

Espíritu de verdad, que conoces las profundidades de Dios, memoria y profecía de la Iglesia, dirige la Humanidad para que reconozca en Jesús de Nazaret el Señor de la gloria, el Salvador del mundo, la culminación de la Historia.

Ven, Espíritu de amor y de paz.

Espíritu creador, misterioso artífice del Reino, guía la Iglesia con la fuerza de tus santos dones para cruzar con valentía el umbral del nuevo milenio y llevar a las generaciones venideras la luz de la Palabra que salva.

Espíritu de santidad, aliento divino que mueve el universo, ven y renueva la faz de la tierra. Suscita en los cristianos el deseo de la plena unidad, para ser verdaderamente en el mundo signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad del género humano.

Ven, Espíritu de amor y de paz.

Espíritu de comunión, alma y sostén de la Iglesia, haz que la riqueza de los carismas y ministerios contribuya a la unidad del Cuerpo de Cristo, y que los laicos, los consagrados y los ministros ordenados colaboren juntos en la edificación del único Reino de Dios.

Espíritu de consuelo, fuente inagotable de gozo y de paz, suscita solidaridad para con los necesitados, da a los enfermos el aliento necesario, infunde confianza y esperanza en los que sufren, acrecienta en todos el compromiso por un mundo mejor.

Ven, Espíritu de amor y de paz.

Espíritu de sabiduría, que iluminas la mente y el corazón, orienta el camino de la ciencia y la técnica al servicio de la vida, de la justicia y de la paz. Haz fecundo el diálogo con los miembros de otras religiones. y que las diversas culturas se abran a los valores del Evangelio.

Espíritu de vida, por el cual el Verbo se hizo carne en el seno de la Virgen, mujer del silencio y de la escucha, haznos dóciles a las muestras de tu amor y siempre dispuestos a acoger los signos de los tiempos que Tú pones en el curso de la Historia.

Ven, Espíritu de amor y de paz.

A Ti, Espíritu de amor, junto con el Padre omnipotente y el Hijo unigénito, alabanza, honor y gloria por los siglos de los siglos.

Amén.
 


Oracion del Beato Juan XXIII 

Espíritu Santo: perfeccciona la obra que Jesús comenzó en mí. Mortifica en mí la presunción natural. 
Quiero ser sencillo,lleno de amor a Dios y constantemente generoso. 
Que ninguna fuerza humana me impida hacer honor a mi vocación cristiana. 
Que ningún interés, por descuido mío, vaya contra la justicia. 
Que ningún egoísmo reduzca en mí los espacios infinitos del amor. 
Que la efusión de tu Espíritu de amor venga sobre mí, sobre la Iglesia y sobre el mundo entero.


Oracion del Padre José Kentenich 

Espíritu Santo, eres el alma de mi alma, te adoro humildemente.

Ilumíname, fortifícame, guíame, consuélame.

Y en cuanto corresponde al plan eterno Padre Dios revélame tus deseos.

Dame a conocer lo que el Amor eterno desea en mí.

Dame a conocer lo que debo realizar.

Dame a conocer lo que debo sufrir.

Dame a conocer lo que con silenciosa modestia y en oración, debo aceptar, cargar y soportar.

Sí, Espíritu Santo, dame a conocer tu voluntad y la voluntad del Padre.

Pues toda mi vida no quiero ser otra cosa que un continuado perpetuo Sí a los deseos y al querer del eterno Padre Dios.


Fuentes: La Biblia,
Devocionario.com