ORACIÓN POR LOS SACERDOTES "Señor Jesús, Pastor Supremo del rebaño, te rogamos que por el inmenso amor y misericordia de Tu Sagrado Corazón,atiendas todas las necesidades de tus sacerdotes. Te pedimos que retomes en Tu Corazón todos aquellos sacerdotes que se han alejado de tu camino,que enciendas de nuevo el deseo de santidad en los corazones de aquellos sacerdotes que han caído en la tibieza,y que continúes otorgando a tus sacerdotes fervientes el deseo de una mayor santidad. Unidos a tu Corazón y el Corazón de María, te pedimos que envíes esta petición a Tu Padre celestial en la unidad del Espíritu Santo. Amén.". 17° Mensaje de la Santísima Virgen. Este mensaje llegó el día 28 de junio de 1994, a las 8:30 de la mañana. En él la Santísima Virgen dejó saber que realmente la indiferencia de la mayoría de las almas consagradas y el rechazo de algunas de ellas, en relación con estos acontecimientos de Carrizal, la herían, la preocupaban y en consecuencia no dejó en silencio esta circunstancia. Una vez más hizo la advertencia, cargada de acentos angustiosos, para que se tomara en serio lo que estaba ocurriendo junto on el cambio de vida y la conversión del corazón. He aquí el texto: Mis almas consagradas: Os bendigo en el nombre de la Santísima Trinidad para que permanezcáis todos unidos en el amor de Cristo Jesús. Sed dóciles en recibir lo que se os ha donado en el nombre de mi amado Hijo Jesús. Abrid, abrid las puertas de vuestros corazones: no debéis esperar. Sí, hijitos míos: os he estado llamando a un cambio en vuestras vidas; pero mi voz no ha sido escuchada. ¡Cuantos de mis consagrados me traicionan v me apartan de sus corazones! ; Por qué me rechazáis? ¡No. hijitos. hjiitas! No neguéis mi presencia entre vosotros. Soy vuestra Madre y os amo con amor maternal. Busco tocar el corazón de cada uno de mis hijos y así podré ayudaros y llevaros muy dentro de mi corazón y daros la fuerza para que cumpláis todo aquello que os pide mi Hijo Jesús. El es el camino verdadero: allí le tenéis y muy dentro de vuestros corazones. Hijitos, hijitas: ¿Qué os impide entregaros plenamente? Bajad hasta el fondo de vosotros mismos. ¿Qué sois? Comprended donde está vuestra felicidad: sólo en el corazón de mi Hijo Jesús la encontraréis. Amadlo, amadlo: sólo a El le pertenece nuestro amor. Sed pequeños y obedientes a la Iglesia. Amaos los unos a los otros y compartid muy unidos lo que Dios Padre os ha dado. Amar es dar testimonio del amor sin temor. El amor vale más que todos los sacrificios. Orad, orad hijitos míos. No os alejéis de esta arma poderosa. Perseverad firmes en la fe. La acción del demonio ha penetrado dentro de la Iglesia. Sí, hijitos, hijitas: la tiniebla envuelve vuestras vidas y no sabéis ni por donde camináis. Tened cuidado que Satanás os confunde y crea desórdenes en vuestros corazones. Rezad el rosario. Quien confíe en Mí, perseverará y al final mi Corazón Inmaculado triunfará. Os cubro con mi manto. Casa de Oración "Madre Ana María Pérez Rendiles" Santuario - Madre de las Almas Consagradas Calle José Manuel Álvarez, Quinta la Milagrosa, Carrizales (Estado Miranda), Venezuela. Días Jueves Eucarístico, Adoración al Santísimo todo el día. Viernes, Adoración al Santísimo, Via Crucis, Rosario y Eucaristía (Santa Misa 3:30 PM). Peregrinaciones, visitas guiadas y retiros espirituales. Información por los teléfonos 212-484.3993, 016-816.3046 y 014-268.2642. Mensajes de Maria Aqui |
San Pedro Damián obispo y doctor de la Iglesia
(1007-1072)
Si nos dejáramos guiar a veces por las apariencias, nuestros errores serían enormes. La Divina Providencia sabe guiar nuestros pasos, aunque en tantas ocasiones no lo sepamos apreciar. Así pensaría en el oscuro porvenir este niño que lo abandonan sus padres, que lleva vida de difícil desde muy pequeño, que cuando ya es mayorcito, un hermano suyo lo trata con inusitada crueldad y para que pueda comer, lo envía a guardar sus cerdos... Pero el Señor le dió un corazón de oro y unas cualidades nada comunes, que después alguien sabrá apreciar. Va un día de camino y se encuentra una moneda de oro. Nunca había visto cosa tan preciosa. En lugar de comprarse algo útil o superfluo, entra en una Iglesia y con aquella moneda encarga que celebren una Misa por sus ya difuntos padres.
Un hermano suyo, que era arcipreste de Ravenna, se encuentra con él y lo toma bajo su cuidado. Le hace que estudie y pronto descubre en él cualidades tan extraordinarias, que muy pronto le harán escalar todos los más difíciles puestos, tanto en la cátedra como en la Iglesia. No pensarían los que le vieron llevar una vida infrahumana y cuidando puercos, que un día llegaría el Papa Alejandro II a presentarlo al Episcopado de Francia, como su Legado, y les escribiría: "Os enviamos al que después de nos tiene la mayor autoridad en la iglesia romana, a Pedro Damián, cardenal obispo de Ostia, que es como la pupila de nuestros ojos y el más firme baluarte de la Sede Apostólica..."
Mientras estudiaba fue la admiración de todos sus compañeros y profesores. A pesar de gustarle tanto la ciencia no le llenaba por completo y aspiró a algo más sólido y duradero. Abandonó el género de vida que llevaba y se entregó al asunto más importante: el de cuidar su alma. Pidió ser admitido en el Monasterio de Fon Tavellana como religioso... Pronto sus cualidades llaman la atención y es elegido por unanimidad superior del Monasterio. Es un modelo de observancia para todos los monjes. Sobre todo se distingue en dos cosas: su fervorosa y prolongada oración y su penitencia o maceración de su cuerpo. Durante este tiempo publica su preciosa obra "Alabanza de la Disciplina", en la que sin intentarlo, hace una maravillosa fotografía de sí mismo. "El monje dice él- debe ser sacrificado y privarse de muchas cosas que tendría en el mundo..."
Pronto el Papa Esteban IX lo nombra Cardenal, a pesar de que él luchó por verse libre de este honor. Quiso tenerlo cerca de sí y le nombró a la vez Obispo de Ostia. Desde allí ilumina y fustiga las herejías de cualquier tipo: Simonía, relajación de costumbres entre el clero, intromisión de los poderes civiles en lo eclesiástico...
A todos llega su benéfica acción. Escribe también temas tan necesarios como "el Celibato", "la Virginidad", "la entrega a Jesucristo". Dice cosas muy bellas sobre la Virgen María, a la que ama con toda su alma, y como buen hijo, extiende su verdadera devoción por todas sus correrías. De él es esta frase que es todo un programa de vida:
"Todos los cristianos tienen que vivir la locura de la cruz y apartarse de toda filosofía terrestre, animal y diabólica, contraria al evangelio".
San Pedro Damían murió el 22 de febrero de 1072 agotado por sus trabajos.
A nuestro Santísimo Padre el Papa,
Dale Señor tu corazón de Buen Pastor.
A los sucesores de los Apóstoles,
Dales Señor, solicitud paternal por sus
sacerdotes.
A los Obispos puestos por el Espíritu Santo,
Compromételos con sus ovejas, Señor.
A los párrocos,
Enséñales a servir y a no desear ser
servidos, Señor.
A los confesores y directores espirituales,
Hazlos Señor, instrumentos dóciles de
tu Espíritu.
A los que anuncian tu palabra,
Que comuniquen espíritu y vida, Señor.
A los asistentes de apostolado seglar,
Que lo impulsen con su testimonio,
Señor.
A los que trabajan por la juventud,
Que la comprometan contigo, Señor.
A los que trabajan entre los pobres,
Haz que te vean y te sirvan en ellos,
Señor.
A los que atienden a los enfermos,
Que les enseñen el valor del
sufrimiento, Señor.
A los sacerdotes pobres,
Socórrelos, Señor.
A los sacerdotes enfermos,
Sánalos, Señor.
A los sacerdotes ancianos,
Dales alegre esperanza, Señor.
A los tristes y afligidos,
Consuélalos, Señor.
A los sacerdotes turbados,
Dales tu paz, Señor.
A los que están en crisis,
Muéstrales tu camino, Señor.
A los calumniados y perseguidos,
Defiende su causa, Señor.
A los sacerdotes tibios,
Inflámalos, Señor.
A los desalentados,
Reanímalos, Señor.
A los que aspiran al sacerdocio,
Dales la perseverancia, Señor.
A todos los sacerdotes,
Dales fidelidad a Ti y a tu Iglesia,
Señor.
A todos los sacerdotes,
Dales obediencia y amor al Papa,
Señor.
A todos los sacerdotes,
Que vivan en comunión con su Obispo,
Señor.
Que todos los sacerdotes,
Sean uno como Tú y el Padre, Señor.
Que todos los sacerdotes,
Promuevan la justicia con que Tú eres
justo.
Que todos los sacerdotes,
Colaboren en la unidad del presbiterio,
Señor.
Que todos los sacerdotes, llenos de Ti,
Vivan con alegría en el celibato, Señor.
A todos los sacerdotes,
Dales la plenitud de tu Espíritu y
transfórmalos en Ti, Señor.
De manera especial te ruego por aquellos sacerdotes por quienes he recibido tus gracias; el sacerdote que me bautizó, los que han absuelto mis pecados reconciliándome contigo y con tu Iglesia, aquellos en cuyas Misas he participado y que me han dado tu cuerpo en alimento, los que me han transmitido tu palabra y conducido hacia Ti.
Rezando con Arca Sagrada familia de Monte Grande zona Sur, Provincia de Buenos Aires 2020-
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