A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

miércoles, 26 de febrero de 2020

dirijamos al Padre nuestra humilde y perseverante oración: Para que el rito de la ceniza, que inaugura el camino cuaresmal, nos recuerde a todos que formamos parte de la Iglesia santa, pero siempre necesitada de penitencia, roguemos al Señor. Oh Dios, danos un corazón nuevo.



Evangelio según san Mateo 6, 1-6.16-18
Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
"Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que los vean. De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para que los alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. En cambio, cuando tú des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro para que la gente note que están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara para que no sepa la gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.



Salmo 50

Misericordia, Señor, hemos pecado

Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados.
Misericordia, Señor, hemos pecado

Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo.
Misericordia, Señor, hemos pecado

Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu.
Misericordia, Señor, hemos pecado

Devuélveme tu salvación que regocija y mantén en mí un alma generosa. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza.
Misericordia, Señor, hemos pecado


Con la Iglesia penitente, que sigue las huellas de Cristo, modelo de una nueva humanidad, dirijamos al Padre nuestra humilde y perseverante oración:

Para que el rito de la ceniza, que inaugura el camino cuaresmal, nos recuerde a todos que formamos parte de la Iglesia santa, pero siempre necesitada de penitencia, roguemos al Señor.
Oh Dios, danos un corazón nuevo.

Para que nuestra comunidad una a la oración y a la penitencia el dinamismo de la caridad fraterna, y todo aquello que se quite al egoísmo se transforme en ayuda concreta a los pobres y marginados, roguemos al Señor.
Oh Dios, danos un corazón nuevo.

Para que todos los seres humanos adviertan la exigencia de renovarse en la mentalidad y en las obras, y sepan reaccionar con firmeza contra la falta de compromiso moral y social, roguemos al Señor.
Oh Dios, danos un corazón nuevo.

Para que los enfermos y los que sufren se sientan, más que nunca, en el centro de la comunidad que ora y lucha contra el mal, y se encamina en la esperanza hacia la victoria pascual, roguemos al Señor.
Oh Dios, danos un corazón nuevo.

Para que los discípulos del Señor, iluminados por la Sagrada Escritura, purificados por el sacramento del perdón y fortalecidos con el pan de la vida, testimonien que el Reino de Dios es alegría y paz en el Espíritu, roguemos al Señor.
Oh Dios, danos un corazón nuevo.
Oh Dios, rico en misericordia, danos la alegría de sentirnos salvados y guíanos con la fuerza de tu Espíritu a la gran fiesta que tú preparas a los hijos pródigos que vuelven a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén



Santa Paula Montal Fornes.

Nació en Arenys de Mar (Barcelona) el año 1799. 
En su juventud, colaborando con su párroco en la catequesis de niños y jóvenes, constató la necesidad urgente de la promoción humana y cristiana de la mujer y de la educación integral de niñas y jóvenes. A tal fin, y empezando en Figueras, fue estableciendo escuelas y formando a sus miembros. En Sabadell, orientada y ayudada por los escolapios, con cuyo carisma se sentía identificada, estructuró canónicamente su nueva congregación, las Hijas de María, Religiosas de las Escuelas Pías, con la espiritualidad y reglas calasancias. La fundación creció y se extendió rápidamente. Paula pasó sus últimos treinta años en Olesa de Montserrat, trabajando en su comunidad y con niñas de la localidad, a la vez que se desbordaba en obras de caridad y ayuda a los pobres y necesitados. Y allí murió el 26 de febrero de 1889. Juan Pablo II la canonizó el 2001.



Beata Piedad de la Cruz Ortiz Real
(Valencia, España) el año 1842. 
Recibió una educación cristiana en casa y en el colegio de religiosas en el que se educó. Llevó una vida de gran piedad e hizo obras de caridad asistiendo a ancianos, enfermos y niños pobres. Quiso ser religiosa, lo intentó, pero las experiencias resultaron temporales. Se sintió llamada a iniciar un nuevo instituto. Las inundaciones de los campos de Murcia en 1884, el cólera y diversas experiencias, la llevaron a fundar en Alcantarilla (Murcia), el año 1890, la Congregación de Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús. Su carisma: amar y servir al Corazón de Jesús en las niñas huérfanas, en las jóvenes obreras, en los enfermos y en los ancianos desamparados. Murió en Murcia el 26 de febrero de 1916 y fue beatificada el año 2004.

Mientras avanzamos en el cumplimiento pleno de la voluntad del Padre, elevemos a Él nuestras súplicas, por intercesión de María.
-Para que el Padre, que hizo de María la discípula y madre de la Palabra, conceda a toda la Iglesia el espíritu de escucha para obedecer a cada señal de su voluntad.

-Para que nos conceda, a ejemplo y por intercesión de la Virgen, un corazón grande para compartir las angustias y necesidades del todo hombre.
-Para que sostenga con su fuerza a cuantos viven en el sufrimiento, la enfermedad, la soledad.

-Para que en la Cuaresma sepamos acoger con sincera voluntad de conversión la palabra de Dios, que nos interpela cada día.
Padre omnipotente, que en este tiempo favorable nos llamas a la conversión; haz que, a imitación de María, experimentemos la dicha de ser discípulos de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
En esta Cuaresma los invito a Orar con esta oracion

Señor mi Dios,

Tú conoces lo que hay en cada corazón y conoces cada historia.

Te pido humildemente este día por mi país,

Tú conoces nuestra gente, nuestras necesidades, nuestras alegrías, temores y sufrimientos, conoces nuestras luchas de cada día y conoces que es lo mejor para cada uno de nosotros.

Llénanos de tu espíritu, permítenos encontrar la paz, permite que te encontremos y gobiernes el corazón de cada argentino. Perdónanos si te hemos ofendido, pero escúchanos Señor, Argentina te necesita.

Cambia el odio por amor, cambia la ofensa por perdón, cambia la tristeza por alegría, cambia la guerra por paz, cambia el dolor por esperanza...

Sé tú Señor nuestro guía, ilumina nuestro camino, ilumina a los argentinos. Amén


Mensaje del Papa Francisco para Cuaresma 2020


Novedades desde Venezuela con la Hermana Clara Montilla 
En casa de la Sra Gladys Morales se realizo un retiro con el Padre Juan Jose rector de los seminaristas de Barquisimeto junto al padre Rafael Rodrigues capellan de la guardia nacional este fue un retiro organizado por el Portal Montecristo .
Aqui fotos y un video del saludo a nuestro director de Arcas de parte de la Hermana Clara
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