A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

viernes, 20 de enero de 2017

Que nuestra voz y nuestro corazón se unan a la oración de todos los cristianos, para pedir a Dios nuestro Padre que seamos un solo rebaño bajo un solo Pastor:



Evangelio
según san Marcos 3, 13-19
Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús subió a la montaña, llamó a los que él quiso y se acercaron a él. Designó entonces a doce, a los que llamó apóstoles, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar con poder de expulsar a los demonios. Designó a estos doce: A Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro; a Santiago, el Hijo de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el cananeo y Judas Iscariote, el que lo entregó.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús




Sal 84


El amor y la fidelidad se encuentran.

Muéstranos, Señor, tu amor y danos tu salvación. Sí, la salvación está cerca de los que le honran, Dios habitará en nuestra tierra.
El amor y la fidelidad se encuentran.

El amor y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se abrazan; la fidelidad surge de la tierra y la justicia se asoma desde el cielo.
El amor y la fidelidad se encuentran.


 El Señor también nos dará la lluvia y nuestra tierra dará su cosecha; la justicia irá delante de él y seguirá su camino.
El amor y la fidelidad se encuentran.


 Primera carta del apóstol san Pedro 3, 14-17

Hermanos: Dichosos ustedes si tienen que sufrir por ser buenos. No teman las amenazas ni se asusten.
Veneren en sus corazones a Cristo, el Señor, dispuestos siempre a dar, al que las pidiere, las razones de la esperanza de ustedes. Pero háganlo con sencillez y respeto y estando en paz con su conciencia. Así quedarán avergonzados los que denigran la conducta cristiana de ustedes, pues mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

 salmo 33
El Señor me libró de todos mis temores.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor; que se alegre su pueblo al escucharlo.
El Señor me libró de todos mis temores.

Proclamemos qué grande es el Señor y alabemos su nombre. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
El Señor me libró de todos mis temores.

Vuélvanse a él y quedarán radiantes, jamás se sentirán decepcionados. El Señor siempre escucha al afligido, de su tribulación lo pone a salvo.
El Señor me libró de todos mis temores.

A quien teme al Señor, el ángel del Señor lo salva y cuida. ¡Prueben! Verán qué bueno es el Señor; dichoso quien en él confía.
El Señor me libró de todos mis temores.





 Oremos
Que nuestra voz y nuestro corazón se unan a la oración de todos los cristianos, para pedir a Dios nuestro Padre que seamos un solo rebaño bajo un solo Pastor:

-Para que la Iglesia católica reconozca con humildad sus culpas ante los demás cristianos y esté dispuesta a perdonar las ofensas que de ellos haya recibido.

-Para que el Papa y los obispos vivan en comunión de amor con todos los cristianos.

-Para que los obispos y los sacerdotes de todas las confesiones cristianas guíen a sus fieles hacia la unidad en el amor y la verdad.

-Para que nuestra fidelidad al Evangelio nos purifique de todo sectarismo y nos lleve a amar a quienes no piensan como nosotros.

Oración: Dios, Padre bueno, que quieres la unión de todos tus hijos, haz que los lazos de la caridad que brotan de haber recibido un mismo bautismo, nos unan en la plenitud de la fe. Te lo pedimos, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

SAN FABIÁN. Papa y mártir. Siendo aún laico cristiano, fue elegido obispo de la Iglesia de Roma el año 236, y recibió la corona del martirio el año 250, al comienzo de la persecución de Decio, como atestigua su amigo san Cipriano. Promovió, consolidó y desarrolló la vida de la Iglesia, dando un gran prestigio al Papado. Dividió Roma en siete diaconías para una mejor asistencia a los pobres. Fue sepultado en las catacumbas de Calixto.-

 Oración: Dios todopoderoso, glorificador de tus sacerdotes, concédenos por intercesión de san Fabián, papa y mártir, progresar cada día en la comunión de su misma fe y en el deseo de servirte cada vez con mayor generosidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
 
SAN SEBASTIÁN. Oriundo de Narbona, hijo de familia cristiana, creció y fue educado en Milán. De joven siguió a su padre en la carrera militar. Marchó a Roma, donde recrudecía la persecución por causa de la fe, para confortar a los cristianos. Durante algún tiempo gozó de la amistad de los emperadores Diocleciano y Maximiano, que le confiaron cargos de responsabilidad; pero, a principios del siglo IV, descubrieron su condición de cristiano, a la que no quiso renunciar, por lo que Maximiano lo condenó a morir asaetado en el campo, atado a un árbol. Lo dieron por muerto, pero no lo estaba, y una matrona romana lo recogió y curó. Volvió Sebastián a proclamar en público su fe en Cristo y a rechazar el paganismo, por lo que Diocleciano lo condenó, hacia el año 304, a ser azotado hasta la muerte. Su sepulcro, muy honrado desde antiguo, se encuentra en las catacumbas de la vía Apia que llevan su nombre.- Oración:  
Te rogamos, Señor, nos concedas el espíritu de fortaleza para que, alentados por el ejemplo glorioso de tu mártir san Sebastián, aprendamos a someternos a ti antes que a los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

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