A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

miércoles, 2 de marzo de 2016

"«Que cada cual ponga al servicio de los demás la gracia que ha recibido», así escribía más adelante san Pedro, y concluía: «Si alguno presta un servicio, hágalo en virtud del poder recibido de Dios, para que Dios sea glorificado en todo por Jesucristo» (1 Pe 4,10-11)"



Evangelio
según san Mateo 5, 17-19


En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"No crean que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Les aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra de la ley.
Por lo tanto, el que descuide uno de estos preceptos menos importantes y enseñe a hacer lo mismo a los demás, será el menos importante en el Reino de los cielos. Pero el que los cumpla y enseñe, será grande en el Reino de los cielos".
Palabra del Señor.

Te pedimos, Señor, que purificados por las prácticas cuaresmales y alimentados con tu palabra, podamos entregarnos enteramente a tu servicio y perseverar unidos en la oración. Por nuestro Señor Jesucristo...Amén.




Sal 147
Demos gloria a nuestro Dios.

Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión. Que él refuerza los cerrojos de tus puertas y bendice a tus hijos en medio de ti.
Demos gloria a nuestro Dios.
El envía a la tierra sus órdenes, veloz va corriendo su mensaje; hace caer la nieve como lana y esparce la escarcha como ceniza.
Demos gloria a nuestro Dios. 


Manifiesta su palabra a Jacob, sus leyes y decretos a Israel. Con ningún pueblo actuó así, ni les dio a conocer sus decretos.
Demos gloria a nuestro Dios.




Presentemos a Dios nuestras súplicas en el nombre de Jesús, que intercede siempre en nuestro favor.

-Por la Iglesia, en la diversidad de comunidades e instituciones, para que manifieste a los ojos del mundo las riquezas del misterio de Cristo.

-Por las religiosas de vida contemplativa, para que, con su oración constante en la austeridad y el silencio, fecunden la actividad de la Iglesia.

-Por los religiosos y religiosas consagrados a los diversos ministerios eclesiales, para que sean testigos de la belleza y fecundidad del Evangelio.

-Por cuantos entregan su vida y sus bienes al servicio de los más necesitados, para que no desfallezcan y hagan patente la bondad del Padre.

-Por cuantos quieren seguir la llamada de Cristo, para que el Espíritu Santo los ilumine e impulse con la diversidad de sus dones.

Oración: Señor, Padre santo, concédenos desprendernos de cuanto nos impida seguir a tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.



 Meditacion especial con Santa Ines



"..Gracias al ejemplo de Inés, el monasterio de las clarisas de Praga se convirtió en un hogar que dio origen a otros monasterios de la misma Orden en Bohemia, en Polonia y en otros países.

Inés, por su parte, renunció incluso a su derecho sobre el hospital fundado por ella, que hubiera abastecido a las clarisas del alimento necesario, afirmando «preferir sufrir indigencia y miseria antes que renunciar a la pobreza de Cristo» (Vyskocil, op. cit., pág. 109).

La caridad que ardía en su corazón no le permitió, sin embargo, cerrarse en una soledad estéril, sino que la indujo a ponerse al servicio de todos. Asistía a hermanas enfermas, curaba leprosos y afligidos por enfermedades contagiosas, lavaba sus vestidos y los remendaba de noche, dando pruebas de que el edificio de su vida espiritual estaba cimentado en el sólido fundamento de la humildad. De este modo, se convirtió en la madre de los indigentes, conquistándose, en el corazón de los pobres y de los humildes de Praga, un lugar que le ha sido reservado durante siglos.

Su caridad se nutrió con la oración centrada en la pasión de Cristo. Cristo sufriente fue para ella, de hecho, la expresión del amor supremo y su cruz la confortaba especialmente en los últimos años de su vida, cuando, con una paciencia heroica, sin lamentarse nunca, soportaba desgracias, injusticias, necesidades y enfermedades, siguiendo a Cristo hasta el extremo. Amaba la soledad como una ocasión para dedicarse a la oración y contemplación durante la cual caía en frecuente éxtasis. No hablaba demasiado con sus hermanas de religión, pero cuando lo hacía, sus palabras estaban encendidas del amor a Cristo y del deseo del paraíso, de tal modo que sólo a duras penas podía esconder las lágrimas. Custodiaba, como una herencia preciosa de Francisco y de Clara, la veneración a la Eucaristía, y fue mérito suyo el que esta veneración penetrara también en otros monasterios de la Orden, culminando posteriormente en el deseo de la comunión diaria..." 

Carta de S.S. Juan Pablo II al arzobispo de Praga (2-II-82) VII centenario de la muerte de la Santa


Santa Ines de Praga o de Bohemia
Nació en Praga el año 1211, hija de Premysl Otakar I, rey de Bohemia. Pronto renunció al porvenir que le brindaba su real ascendencia, y prefirió consagrarse totalmente a Dios y al servicio de los pobres y enfermos, siguiendo el camino evangélico abierto por Clara de Asís. A través de los franciscanos que visitaban Praga, conoció la vida espiritual inaugurada por Clara en San Damián. Quedó fascinada y decidió seguir su ejemplo. Fundó en Praga el hospital de San Francisco y un monasterio para las clarisas, donde ella misma ingresó en 1234. La virginidad por el Reino, la pobreza, el ardor de la caridad, la devoción a la Eucaristía, a la Pasión y a la Virgen fueron puntales de su espiritualidad. Amó a la Iglesia y colaboró con el Papa, amó a su patria y promovió la concordia. Las cartas que le dirigió santa Clara revelan su grandeza mística y humana. Murió el 2 de marzo de 1282. Juan Pablo II la canonizó en 1989. - Oración: Señor, Dios nuestro, que inspiraste la renuncia a los falsos placeres de este mundo a santa Inés de Praga y la condujiste por el camino de la cruz hacia la meta de la perfección; te suplicamos que, siguiendo su ejemplo, antepongamos los valores eternos a los caducos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



Santa Angela de la Cruz.
 

Murió el 2 de marzo y su memoria se celebra el 5 de noviembre, día de su beatificación en 1982 
Nació en Sevilla el año 1846, de familia numerosa y pobre, trabajadora y piadosa. Desde muy joven trabajó en un taller de zapatería, a la vez que se entregaba al servicio de los más pobres y marginados. Bajo la guía de un experto confesor, el P. Torres, intentó hacerse religiosa, hasta que comprendió que el Señor la llamaba a fundar una congregación, la Compañía de las Hermanas de la Cruz, que, viviendo en gran austeridad, atendían a enfermos y menesterosos. Mujer de vida contemplativa y de una gran actividad, gozó de carismas extraordinarios. A pesar de no tener estudios, dejó escritos de gran profundidad. Fue terciaria franciscana y su vida y espiritualidad tienen rasgos franciscanos muy marcados. Murió el 2 de marzo de 1932 en Sevilla. Juan Pablo II la canonizó el año 2003, y su memoria litúrgica se celebra el 5 de noviembre, día de su beatificación en 1982. -

Oración: Oh Dios, que iluminaste a Santa Angela virgen con la sabiduría de la cruz, para que reconociese a Cristo, tu Hijo, en los pobres y en los enfermos, y los sirviese como humilde esclava, concédenos que, imitando el ejemplo de su caridad, podamos llegar a ti, junto con nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Oremos


 Preces para pedir sacerdotes santos

Para conseguir el perdón de los pecados,

Señor, danos sacerdotes santos.

Para que no nos falte la Sagrada Eucaristía,
 Señor, danos sacerdotes santos.

Para que prediquen a Cristo, y a éste crucificado,
  Señor, danos sacerdotes santos.

Para que den testimonio de la Verdad,
  Señor, danos sacerdotes santos.

Para que los niños conserven la Gracia,
Señor, danos sacerdotes santos.

Para que la juventud conozca y siga a Cristo,
Señor, danos sacerdotes santos.

Para que los mayores conformen sus vidas según la Ley de Dios,
  Señor, danos sacerdotes santos.

Para que tengamos hogares cristianos,
Señor, danos sacerdotes santos.

Para que en nuestros pueblos se viva la unión y la caridad
cristiana,

  Señor, danos sacerdotes santos.

Para que los enfermos reciban los auxilios espirituales,
Señor, danos sacerdotes santos.

Para que nos acompañen a la hora de nuestra muerte, y
ofrezcan la Santa Misa por nosotros,

  Señor, danos sacerdotes santos.

Santa María, Madre de la Iglesia, Reina de los Apóstoles,
alcánzanos del Señor muchos y santos sacerdotes. Así sea.




Oracion a San Jose




San José, casto esposo de la Virgen María intercede para obtenerme el don de la pureza.

Tú que, a pesar de tus inseguridades personales supiste aceptar dócilmente el Plan de Dios tan pronto supiste de él, ayúdame a tener esa misma actitud para responder siempre y en todo lugar, a lo que el Señor me pida.

Varón prudente que no te apegas a las seguridades humanas sino que siempre estuviste abierto a responder a lo inesperado obténme el auxilio del Divino Espíritu para que viva yo también en prudente desasimiento de las seguridades terrenales.

Modelo de celo, de trabajo constante, de fidelidad silenciosa, de paternal solicitud, obténme esas bendiciones, para que pueda crecer cada día más en ellas y así asemejarme día a día al modelo de la plena humanidad: EL SEÑOR JESÚS.

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