A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

lunes, 15 de febrero de 2016

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. El nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos consagrados e irreprochables ante él por el amor.



Evangelio
según san Mateo 25, 31-46

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda.

Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme’. Los justos le contestarán entonces: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?’ Y el rey les dirá: ‘Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’.

Entonces dirá también a los de su izquierda: ‘Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron’.

Entonces ellos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?’ Y él les replicará: ‘Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo’. Entonces irán estos al castigo eterno y los justos a la vida eterna”.
Palabra del Señor.


Liturgia de las Horas
 Visperas
(Oración de la tarde)









  Dios mío, ven en mi auxilio
  Señor, date prisa en socorrerme. 
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ésta es la Hora para el Buen Amigo

Ésta es la hora para el buen amigo,
llena de intimidad y confidencia,
y en la que, al examinar nuestra conciencia,
igual que siente el rey, siente el mendigo.

Hora en que el corazón encuentra abrigo
para lograr alivio a su dolencia
y, al evocar la edad de la inocencia,
logra en el llanto bálsamo y castigo.

Hora en que arrullas, Cristo, nuestra vida
con tu amor y caricia inmensamente
y que a humildad y a llanto nos convida.

Hora en que un ángel roza nuestra frente
y en que el alma, como cierva herida,
sacia su sed en la escondida fuente. Amén.

Salmo

El Señor se complace en los justos.


Salmo 10
Al Señor me acojo, ¿por qué me decís:
«escapa como un pájaro al monte,
porque los malvados tensan el arco,
ajustan las saetas a la cuerda,
para disparar en la sombra contra los buenos?
Cuando fallan los cimientos,
¿qué podrá hacer el justo?»

Pero el Señor está en su templo santo,
el Señor tiene su trono en el cielo;
sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres.

El Señor examina a inocentes y culpables,
y al que ama la violencia él lo detesta.
Hará llover sobre los malvados ascuas y azufre,
les tocará en suerte un viento huracanado.

Porque el Señor es justo y ama la justicia:
los buenos verán su rostro.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

El Señor se complace en los justos.

Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Salmo 14 -

Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte santo?

El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua,

el que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor,

el que no retracta lo que juró
aún en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.

El que así obra nunca fallará.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Dios nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos.

  El Plan Divino de Salvacion Ef 1, 3-10

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

El nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados e irreprochables ante él por el amor.

Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.

Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros, dándonos a conocer el misterio de su voluntad.

Éste es el plan que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante: hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza, las del cielo y las de la tierra.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Dios nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos.

Lectura Rm 12, 1-2

Os exhorto, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable. Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que agrada, lo perfecto.

Yo dije: «Señor, ten misericordia.»

Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
Sáname, porque he pecado contra ti.

 Señor, ten misericordia.
 Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. 

Yo dije: «Señor, ten misericordia.»



"Lo que hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos conmigo lo hicisteis."

  Alegria del Alma en el Señor Lc 1, 46-55



Proclama mi alma la grandeza del Señor,se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

  Lo que hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos conmigo lo hicisteis.


Invoquemos al Señor Jesús, que nos ha salvado a nosotros, su pueblo, librándonos de nuestros pecados, y digámosle humildemente:

Jesús, Hijo de David, compadécete de nosotros.

Te pedimos, Señor Jesús, por tu Iglesia santa, por la que te entregaste para consagrarla con el baño del agua y con la palabra: purifícala y renuévala por la penitencia.

Maestro bueno, haz que los jóvenes descubran el camino que les preparas
y que respondan siempre con generosidad a tus llamadas.

Tú que te compadeciste de los enfermos que acudían a ti, levanta la esperanza de nuestros enfermos y haz que imitemos tu gesto generoso y estemos siempre atentos al bien de los que sufren.

Haz, Señor, que recordemos siempre nuestra condición de hijos tuyos, recibida en el bautismo, y que vivamos siempre para ti.



Da tu paz y el premio eterno a los difuntos y reúnenos un día con ellos en tu reino.

Con el gozo de sabernos hijos de Dios, acudamos a nuestro Padre, diciendo:

Padre nuestro...



Conviértenos a ti, Dios salvador nuestro, y ayúdanos a progresar en el conocimiento de tu palabra, para que así la celebración de esta Cuaresma dé en nosotros fruto abundante. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén


El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
  Amén.






 San Claudio de la Colombiere. 


"La penitencia es una virtud que nos lleva a trabajar por eliminar de nuestra vida todo aquello que nos separa del amor de Dios y del amor al prójimo. No es un sentimiento, una experiencia emocional, sino mas bien un acto de la voluntad. Muchos confunden la penitencia exclusivamente con actos externos de expiación, sin embargo es toda una actitud interior."


Nació en 1641 en St-Symphorien d'Ozon (Francia). Ingresó en la Compañía de Jesús y pronto, en París, lo eligieron preceptor de los hijos de Colbert, ministro de Finanzas de Luis XIV. Ordenado de sacerdote, regresó a Lyon, donde se dedicó a la predicación y dirección de la Congregación Mariana. En 1675, fue nombrado rector del colegio de Paray-le-Monial; allí, en el monasterio de la Visitación, Margarita María de Alacoque vivía momentos difíciles en su misión de difundir la devoción al Corazón de Jesús. El P. La Colombière supo discernir los planes de Dios, y la apoyó y guió con acierto. Poco después, marchó a Londres como predicador de María Beatriz, esposa del duque de York, futuro rey, que era una católica en un entorno protestante. El encargo era delicadísimo, pero Claudio cumplió su cometido e instruyó en la fe a no pocas personas que habían abandonado la Iglesia romana. En 1678 fue acusado de conspiración papista, encarcelado y expulsado de Inglaterra. Enviado nuevamente a Paray, falleció el 15 de febrero de 1682.
Señor y Padre nuestro, tú que hablaste al corazón de tu fiel servidor, San Claudio de la Colombiére, para que fuese testigo de la abundancia de tu amor; haz que los dones de tu gracia iluminen y consuelen a tu Iglesia.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Novena de La Confianza









Beatos Federico Bachstein y 13 Compañeros. 
El 13-X-2012 fueron beatificados los 14 franciscanos martirizados en Praga el 15 de febrero de 1611. 

Aquel día 15, una masa numerosa de gente, en su mayoría protestantes, asaltaron el convento y la iglesia, y en cuatro horas masacraron cruelmente a 14 de los 15 frailes que integraban la comunidad. Tan sangriento acontecimiento hay que situarlo en el contexto de las guerras de religión que enfrentaban a protestantes y católicos. Aquella era una comunidad franciscana verdaderamente internacional y estaba formada por religiosos de toda clase y condición. Estos son los mártires: Federico Bachstein, checo, sacerdote, vicario de la casa y maestro de novicios; Juan Martínez, español, sacerdote; Bartolomé Dalmasoni, italiano, sacerdote; Simón, francés, sacerdote; Cristóbal Zelt, holandés, hermano laico; Juan Didak, alemán, hermano laico; Manuel, checo, hermano laico; Juan Bodeo (o Rode), italiano, hermano laico; Jerónimo dei Conti Arese, italiano, diácono; Gaspar Bodeo (o Daverio), italiano, subdiácono; Santiago, alemán, de votos temporales; Clemente, alemán, de votos temporales; Juan, checo, novicio; Antonio, checo, novicio.



Beato Miguel Sopocko. 

Nació en un pueblo cerca de Vilna (Lituania) en 1888, y en 1914 recibió la ordenación sacerdotal. Fue confesor y padre espiritual de santa Faustina Kowalska desde 1933, y propagador del culto de la Divina Misericordia. Por sugerencia suya, la Santa describió en su "Diario" sus propias experiencias místicas; también, gracias a sus esfuerzos se pintó y difundió la primera imagen del Jesús Misericordioso con la frase «Jesús, confío en ti». El culto de la Divina Misericordia fue la idea clave de su vida, y envió a la Santa Sede y a la Conferencia Episcopal Polaca instancias para instituir la fiesta de la Divina Misericordia, cosa que hizo Juan Pablo II. En la I Guerra Mundial fue capellán del ejército polaco; en la II, ayudó a personas perseguidas por el régimen nazi, entre ellas varios judíos. Formó a muchos seminaristas y contribuyó a la fundación de la congregación de las Hermanas de Jesús Misericordioso y del Instituto Secular de la Divina Misericordia. Murió el 15 de febrero de 1975 en Bialystok (Polonia). Fue beatificado el año 2008.

"...A lo largo de toda su vida el padre Sopoćko fue un hombre con un sólido fundamento espiritual. Cuando le fallaron sus capacidades físicas y le llegaron sus deficiencias, la dimensión espiritual fue donde intensificó su compromiso y empeño para el servicio de Dios."


Tumba con las reliquias del beato padre Miguel Sopoćko //divina- Misericordia.com



Las citas de las lecturas que dejó en su „Diario” demuestran que así entendía su último servicio a la Iglesia:

“La vejez hay que tratarla como una vocación de mayor amor a Dios y al prójimo. Dios tiene reservado para las personas ancianas nuevos planes para profundizar en el conocimiento del hombre, a través de revelarles su propia vida interior cara a cara. El único medio eficaz del que somos capaces, es la oración. En esa pasividad activa todo se está preparando, todo se está decide, todo se está desarrollando. El cielo consistirá en rezar la oración del “PADRE NUESTRO”. 


 

Oracion Para Pedir Gracias por intercesion del Beato Miguel Spocko



Señor Misericordioso,
T ú hiciste del Beato Miguel Sopoćko
un ap óstol de Tu infinita Misericordia
y ferviente hijo de Mar ía, Madre de Misericordia.
Haz que, para glorificar Tu Misericordia
y despertar la confianza en Tu bondad paternal,
por su intercesi ón reciba la gracia de ...................
Te ruego Se ñor, por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Padre Nuestro...
Ave Mar ía...
Gloria al Padre...


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