Señor, Dios nuestro: Cristo, tu Unigénito, confió, antes que a nadie, a María Magdalena la misión de anunciar a los suyos la alegría pascual; concédenos a nosotros, por intersección y el ejemplo de aquella cuya memoria celebramos, anunciar siempre a Cristo resucitado y verle un día glorioso en el Reino de los cielos.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
salmo 62
Señor, mi alma tiene sed de ti. Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está mi alma. Señor, todo mi ser te añora, como el suelo reseco añora el agua.
Señor, mi alma tiene sed de ti. Para admirar tu gloria y tu poder, anhelo contemplarte en el santuario. Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabarán mis labios.
Señor, mi alma tiene sed de ti. Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración mis manos. De lo mejor se saciará mi alma; te alabaré con júbilo en los labios.
Señor, mi alma tiene sed de ti. Fuiste mi auxilio y a tu sombra, canté lleno de gozo. A ti se adhiere mi alma y tu diestra me da seguro apoyo.
Señor, mi alma tiene sed de ti.
Evangelio según san Juan 20,1-2.11-18
El primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:
"Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto".
María se había quedado llorando junto al sepulcro de Jesús. Sin dejar de llorar, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno en la cabecera y el otro junto a los pies. Los ángeles le preguntaron:
"¿Por qué estás llorando, mujer?"
Ella les contestó:
"Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo habrán puesto".
Dicho esto, miró hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero no sabía que era Jesús. Entonces él le dijo:
"Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?"
Ella, creyendo que era el jardinero, le respondió:
"Señor, si tú te lo llevaste, dime dónde lo has puesto".
Jesús le dijo:
"¡María!"
Ella se volvió y exclamó:
"¡Rabbuní!", que en hebreo significa "maestro".
Jesús le dijo:
"Déjame ya, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: "Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios"".
María Magdalena se fue a ver a los discípulos para decirles que había visto al Señor y para darles su mensaje.Palabra del Señor.
Invoquemos a Dios, Padre misericordioso, que acoge con ternura a los pecadores y extraviados que confían en su amor y vuelven a la casa paterna.
-Haz, Señor, que tu Iglesia, con el sentido materno de María, fije su mirada misericordiosa en todos sus hijos necesitados de cariño y de perdón.
-Tú que enviaste a tu Hijo para curar a todos los enfermos, crea en nosotros un corazón nuevo capaz de ver y socorrer a nuestros hermanos.
-Tú que cada día esperas el retorno de tus hijos y preparar para ellos una gran fiesta, enciende en todos los pecadores la nostalgia de tu hogar.
-Tú que revelas tu poder sobre todo usando de misericordia, haz que, reconciliados contigo, seamos, como María, dispensadores de perdón y de paz.
Oración: Señor Dios, tú no quieres la muerte del pecador, sino que se convierta y viva; concédenos amarte para recibir tu perdón, y que tu benevolencia para con nosotros aumente nuestro amor a ti y al prójimo. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Santa Maria Magdalena.
Es una de las santas mujeres que seguían y atendían a Jesús y al grupo de los Doce, y a las que no siempre es fácil distinguir e identificar. Según la tradición, había nacido en Magdala, junto al lago de Tiberíades, y, abandonada su vida de pecado, había seguido a Cristo. El Evangelio de san Juan nos dice que en el calvario, junto a la cruz de Jesús estaba, con su Madre y otras mujeres, María Magdalena. También nos dicen los evangelios que la mañana del domingo de Resurrección fue María al sepulcro y, cuando lloraba al verlo vacío, se le apareció Jesús, quien le encargó que fuera a anunciar a sus discípulos lo que había visto. Oración: Señor, Dios nuestro, Cristo, tu Unigénito, confió, antes que a nadie, a María Magdalena la misión de anunciar a los suyos la alegría pascual; concédenos a nosotros, por la intercesión y el ejemplo de aquella cuya fiesta celebramos, anunciar siempre a Cristo resucitado y verle un día glorioso en el reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Beata Maria Ines Teresa del Santisimo Sacramento.
Nació el año 1904 en Ixtlán (México). Durante el Congreso eucarístico nacional, celebrado en México en 1924, vivió una intensa experiencia de «conversión» a Dios. En 1929 ingresó en las Clarisas Sacramentarias que, a causa de la persecución religiosa en México, se habían trasladado temporalmente a Los Ángeles (USA), y vivió como monja de clausura 16 años. Llevada de su deseo de evangelizar a todos los pueblos, y con los debidos permisos, inició en Cuernavaca el año 1944 la congregación de Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento, aprobada en 1945, que pronto se extendió por todo el mundo. Con el mismo espíritu fundó también otras instituciones, entre ellas la de los Misioneros de Cristo para la Iglesia Universal. Se distinguió por su amor a la Eucaristía y a la Virgen María de Guadalupe, su serenidad, alegría y espíritu de oración y de sacrificio. Murió en Roma el 22 de julio de 1981. La beatificó Benedicto XVI el año 2012.
«Ser misioneras es nuestro más caro derecho, nuestra más dulce obligación y nuestro más sagrado deber» (C. Colectiva marzo 10, 1977) .
ORACIÓN PARA PEDIR ALGUNA GRACIA O MILAGRO POR SU INTERCESIÓN
Señor Padre Santo, que sostienes y guías a tu Iglesia, glorifica a tu sierva fiel, Madre María Inés Teresa Arias, fundadora de nuestra familia misionera, ella vivió en sencillez y alegría en contemplación y acción inflamada por el ansia misionera de dilatar el Reino de Cristo. Concédenos venerarla en los altares para mejor imitar su caridad misionera, y por su intercesión concédenos la gracia que hoy te pedimos confiadamente. Amén Se hace la petición y se reza un Padre nuestro, Ave María y Gloria
Grupo Sacerdotal Madre Ines
Llamado a la Vocacion
Tomar una decisión : .«Sígueme, me dijo un día. con la indescifrable expresión de su mirada. y ya el corazón se fue tras él». (Escritos 1944). La respuesta al llamado se concreta en un Si, a imitación de María Santísima: «He aquí la esclava del Señor hágase en mi según su palabra» (Lc. 1,38).
«Sí, Jesús quiere hacer siempre en tu alma su Santísima voluntad, en cada acontecimiento, en todo lo que te pase cada momento, quiere que des el FIAT, esto es, que le digas sí a todo lo que él manda o permite» (Escritos 1943).
«Sí, Jesús quiere hacer siempre en tu alma su Santísima voluntad, en cada acontecimiento, en todo lo que te pase a cada momento, quiere que des el FIAt, esto es, que le digas sí a todo lo que él manda o permita» (Escrito 1943).
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Adoracion al Santisimo en Vivo
Parroquia Inmaculada Concepcion de Jose Leon Suarez
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