A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

lunes, 30 de noviembre de 2020

3er Dia de la Novena; "¡Santa María, Madre de Dios! Queremos consagrarnos a ti. Porque eres Madre de Dios y Madre nuestra.



Evangelio según San Mateo 4,18-22.
Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores.
Entonces les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres".
Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron.
Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó.
Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.


Salmo 19(18),2-3.4-5.

El cielo proclama la gloria de Dios
y el firmamento anuncia la obra de sus manos;
un día transmite al otro este mensaje

y las noches se van dando la noticia.
Sin hablar, sin pronunciar palabras,
sin que se escuche su voz,

resuena su eco por toda la tierra
y su lenguaje, hasta los confines del mundo.
Allí puso una carpa para el sol

San Andres
Apóstol. Nació en Betsaida, junto al lago de Tiberíades, y fue primero discípulo de Juan Bautista. Encontrándose éste en compañía de dos de sus discípulos, Andrés y Juan Evangelista, pasó Jesús, de quien dijo el Bautista: «He aquí el Cordero de Dios». Los dos discípulos le oyeron y siguieron a Jesús; éste, volviéndose, les preguntó: «¿Qué buscáis?». Ellos le respondieron: «¿Dónde vives?», y Jesús les contestó: «Venid y lo veréis». Ellos fueron y se quedaron con Él aquel día. Andrés se encontró después con su hermano Simón Pedro, y le dijo: «Hemos encontrado al Mesías», y lo llevó donde Jesús. Más tarde, caminando Jesús por la ribera del mar de Galilea, vio a los hermanos Simón Pedro y Andrés echando las redes, y les dijo: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres». Ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Según la tradición, después de Pentecostés, Andrés predicó el Evangelio en Asia Menor y en Grecia, y sufrió el martirio en Patrás de Acaya, crucificado en una cruz en forma de aspa.
 Oración: Protégenos, Señor, con la constante intercesión del apóstol san Andrés, a quien escogiste para ser predicador y pastor de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Paseando Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, al que llaman Pedro, y Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: «Veníos conmigo y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Pasando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron (Mt 4,18-25).



Oremos a Dios Padre, por Jesucristo, su Hijo, que eligió a san Andrés para ser apóstol suyo.

-Por la Iglesia, fundada sobre el cimiento de los apóstoles: para que observe con fidelidad el mensaje y doctrina que de ellos ha recibido.

-Por los obispos en comunión con el papa, sucesores del Colegio apostólico: para que sean, con su magisterio y su testimonio, intérpretes autorizados del Evangelio.

-Por cuantos han recibido en la Iglesia el encargo de anunciar el Evangelio: para que lo trasmitan al pueblo con un lenguaje apropiado y sincero.

-Por todos los creyentes: para que vivamos la apostolicidad de la Iglesia, sintiéndonos en comunión con la Iglesia universal y particular.

Oración: Escucha, Señor, nuestras súplicas en la fiesta de san Andrés, que intercede por nosotros ante ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Tercer dia de la Novena

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benigna mente. Amén.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, en tan graciosa belleza. A Ti celestial princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día, alma vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Amén





Rezamos con San Juan Pablo II 


¡Dios te salve, María!
Te saludamos con el Angel: Llena de gracia.
El Señor está contigo.
Te saludamos con Isabel: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¡Feliz porque has creído a las promesas divinas!
Te saludamos con las palabras del Evangelio:
Feliz porque has escuchado la Palabra de Dios y la has cumplido.

¡Tú eres la llena de gracia!
Te alabamos, Hija predilecta del Padre.
Te bendecimos, Madre del Verbo divino.
Te veneramos, Sagrario del Espíritu Santo.
Te invocamos; Madre y Modelo de toda la Iglesia.
Te contemplamos, imagen realizada de las esperanzas de toda la humanidad.

¡El Señor está contigo!
Tú eres la Virgen de la Anunciación, el Sí de la humanidad entera al misterio de la salvación.
Tú eres la Hija de Sión y el Arca de la nueva Alianza en el misterio de la visitación.
Tú eres la Madre de Jesús, nacido en Belén, la que lo mostraste a los sencillos pastores y a los sabios de Oriente.
Tú eres la Madre que ofrece a su Hijo en el templo, lo acompaña hasta Egipto, lo conduce a Nazaret.
Virgen de los caminos de Jesús, de la vida oculta y del milagro de Caná.
Madre Dolorosa del Calvario y Virgen gozosa de la Resurrección.
Tú eres la Madre de los discípulos de Jesús en la espera y en el gozo de Pentecostés.

Bendita...
porque creíste en la Palabra del Señor,
porque esperaste en sus promesas,
porque fuiste perfecta en el amor.
Bendita por tu caridad premurosa con Isabel,
por tu bondad materna en Belén,
por tu fortaleza en la persecución,
por tu perseverancia en la búsqueda de Jesús en el templo,
por tu vida sencilla en Nazaret,
por tu intercesión en Cana,
por tu presencia maternal junto a la cruz,
por tu fidelidad en la espera de la resurrección,
por tu oración asidua en Pentecostés.
Bendita eres por la gloria de tu Asunción a los cielos,
por tu maternal protección sobre la Iglesia,
por tu constante intercesión por toda la humanidad.

¡Santa María, Madre de Dios!
Queremos consagrarnos a ti.
Porque eres Madre de Dios y Madre nuestra.
Porque tu Hijo Jesús nos confió a ti.
Porque has querido ser Madre de la Iglesia.
Nos consagramos a ti:

Los obispos, que a imitación del Buen Pastor
velan por el pueblo que les ha sido encomendado.
Los sacerdotes, que han sido ungidos por el Espíritu.
Los religiosos y religiosas, que ofrendan su vida
por el Reino de Cristo.
Los seminaristas, que han acogido la llamada del Señor.
Los esposos cristianos en la unidad e indisolubilidad de su amor con sus familias.
Los seglares comprometidos en el apostolado.
Los jóvenes que anhelan una sociedad nueva.
Los niños que merecen un mundo más pacífico y humano.
Los enfermos, los pobres, los encarcelados,
los perseguidos, los huérfanos, los desesperados,
los moribundos.

¡Ruega por nosotros pecadores!

Madre de la Iglesia, bajo tu patrocinio nos acogemos y a tu inspiración nos encomendamos.
Te pedimos por la Iglesia, para que sea fiel en la pureza de la fe, en la firmeza de la esperanza, en el fuego de la caridad, en la disponibilidad apostólica y misionera, en el compromiso por promover la justicia y la paz entre los hijos de esta tierra bendita.

Te suplicamos que toda la Iglesia se mantenga siempre en perfecta comunión de fe y de amor, unida a la Sede de Pedro con estrechos vínculos de obediencia y de caridad.

Te encomendamos la fecundidad de la nueva evangelización, la fidelidad en el amor de preferencia por los pobres y la formación cristiana de los jóvenes, el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, la generosidad de los que se consagran a la misión, la unidad y la santidad de todas las familias.

¡Ahora y en la hora de nuestra muerte!
¡Virgen, Madre nuestra! Ruega por nosotros ahora. Concédenos el don inestimable de la paz, la superación de todos los odios y rencores, la reconciliación de todos los hermanos.

Que cese la violencia y la guerrilla.
Que progrese y se consolide el diálogo y se inaugure una convivencia pacífica.
Que se abran nuevos caminos de justicia y de prosperidad. Te lo pedimos a ti, a quien invocamos como Reina de la Paz.
¡Ahora y en la hora de nuestra muerte!
Te encomendamos a todas las víctimas de la injusticia y de la violencia, a todos los que han muerto en las catástrofes naturales, a todos los que en la hora de la muerte acuden a ti como Madre.
Sé para todos nosotros Puerta del cielo, vida, dulzura y esperanza, para que, juntos, podamos contigo glorificar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
¡Amén!


Pedimos la Intercesión de Maria Santísima Madre de las Almas Consagradas en esta Novena por nuestras intenciones 
por el Papa Francisco y el Papa Emérito Benedicto XVI
por un aumento en las vocaciones 
por el camino de Maria Madre de las almas consagradas peregrina 
por nosotros para seguir adelante con la vocación a la que Dios nos invita 


Inmaculado Corazon de Maria 
(Papa Pío XII)


¡Oh Reina del Santísimo Rosario, auxilio de los cristianos, refugio del género humano, vencedora de todas las batallas de Dios! Ante vuestro Trono nos postramos suplicantes, seguros de impetrar misericordia y de alcanzar gracia y oportuno auxilio y defensa en las presentes calamidades, no por nuestros méritos, de los que no presumimos, sino únicamente por la inmensa bondad de vuestro maternal Corazón.

En esta hora trágica de la historia humana, a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón, nos entregamos y nos consagramos, no sólo en unión con la Santa Iglesia, cuerpo místico de vuestro Hijo Jesús, que sufre y sangra en tantas partes y de tantos modos atribulada, sino también con todo el Mundo dilacerado por atroces discordias, abrasado en un incendio de odio, víctima de sus propias iniquidades.

Que os conmuevan tantas ruinas materiales y morales, tantos dolores, tantas angustias de padres y madres, de esposos, de hermanos, de niños inocentes; tantas vidas cortadas en flor, tantos cuerpos despedazados en la horrenda carnicería, tantas almas torturadas y agonizantes, tantas en peligro de perderse eternamente



Vos, oh Madre de misericordia, impetradnos de Dios la paz; y, ante todo, las gracias que pueden convertir en un momento los humanos corazones, las gracias que preparan, concilian y aseguran la paz. Reina de la paz, rogad por nosotros y dad al mundo en guerra la paz por que suspiran los pueblos, la paz en la verdad, en la justicia, en la caridad de Cristo. Dadle la paz de las armas y la paz de las almas, para que en la tranquilidad del orden se dilate el reino de Dios.

Conceded vuestra protección a los infieles y a cuantos yacen aún en las sombras de la muerte; concédeles la paz y haced que brille para ellos el sol de la verdad y puedan repetir con nosotros ante el único Salvador del mundo: Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.

Dad la paz a los pueblos separados por el error o la discordia, especialmente a aquellos que os profesan singular devoción y en los cuales no había casa donde no se hallase honrada vuestra venerada imagen (hoy quizá oculta y retirada para mejores tiempos), y haced que retornen al único redil de Cristo bajo el único verdadero Pastor.

Obtened paz y libertad completa para la Iglesia Santa de Dios; contened el diluvio inundante del neopaganismo, fomentad en los fieles el amor a la pureza, la práctica de la vida cristiana y del celo apostólico, a fin de que aumente en méritos y en número el pueblo de los que sirven a Dios.

Finalmente, así como fueron consagrados al Corazón de vuestro Hijo Jesús la Iglesia y todo el género humano, para que, puestas en El todas las esperanzas, fuese para ellos señal y prenda de victoria y de salvación; de igual manera, oh Madre nuestra y Reina del Mundo, también nos consagramos para siempre a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón, para que vuestro amor y patrocinio aceleren el triunfo del Reino de Dios, y todas las gentes, pacificadas entre sí y con Dios, os proclamen bienaventurada y entonen con Vos, de un extremo a Otro de la tierra, el eterno Magníficat de gloria, de amor, de reconocimiento al Corazón de Jesús, en sólo el cual pueden hallar la Verdad, la Vida y la Paz.

Jaculatoria. Sea por siempre y en todas partes conocido, alabado, bendecido, amado, servido y glorificado el divinísimo Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María. Así sea.


Rezamos el Santo Rosario



SANTA MISA LUNES 30 NOVIEMBRE 2020 PADRE ENRIQUE YANES - TVFAMILIA https://youtu.be/l_qbmAHo1mY


domingo, 29 de noviembre de 2020

2do Dia de la Novena " «La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que mande obreros a su mies."(Lc 10,1-5).










Evangelio según San Marcos 13,33-37.
En aquél tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
"Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el momento.
Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus servidores, asigna a cada uno su tarea, y recomienda al portero que permanezca en vela.
Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa, si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana.
No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos.
Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!".



Salmo 80 
(79),2ac.3b.15-16.18-19.

Escucha, Pastor de Israel,
Tú que tienes el trono sobre los querubines,
reafirma tu poder y ven a salvarnos.
Vuélvete, Señor de los ejércitos,

observa desde el cielo y mira:
ven a visitar tu vid,
la cepa que plantó tu mano,
el retoño que Tú hiciste vigoroso.
Que tu mano sostenga al que está a tu derecha,

al hombre que Tú fortaleciste,
y nunca nos apartaremos de ti:
devuélvenos la vida e invocaremos tu Nombre.

Beata Maria Magdalena de la Encarnación
Nació en Porto Santo Stefano (Toscana, Italia) el año 1770. Desde su adolescencia pasaba horas en adoración junto a Jesús sacramentado. Rehusó un matrimonio ventajoso y en 1788 ingresó en el monasterio de las Terciarias Franciscanas de Ischia di Castro. En 1802 fue elegida abadesa, cargo que ocupó hasta 1807, cuando, siguiendo la voluntad de Dios, se trasladó a Roma, con algunas hermanas y la bendición del papa Pío VII, para fundar el primer monasterio de las Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento. Durante la dominación napoleónica, la congregación fue disuelta y ella exiliada a Florencia. En 1814 pudo volver a Roma y reanudar su obra. Murió en Roma el 29 de noviembre de 1824. Desde joven Dios la enriqueció con carismas y dones místicos extraordinarios, y la adoración perpetua de la Eucaristía fue el centro de su vida espiritual. Fue beatificada el año 2008.


El Señor designó a otros 72 discípulos y los mandó de dos en dos por delante, a todas los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les dijo: «La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; Y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decir primero: "Paz a esta casa"» (Lc 10,1-5).


Oremos a Dios Padre, que nos concede la gracia de esperar la relevación de nuestro Señor Jesucristo.

-Santifica, Señor, todo nuestro espíritu, alma y cuerpo, y guárdanos sin reproche hasta el día de la venida de tu Hijo.

-Haz que durante este día caminemos en santidad y llevemos una vida sobria, honrada y religiosa.

-Ayúdanos a vestirnos de Jesucristo y a llenarnos del Espíritu Santo.

-Haz, Señor, que estemos preparados el día de la manifestación gloriosa de tu Hijo.

Oración: Señor Dios nuestro, que has enriquecido a tu Iglesia con la santidad de innumerables franciscanos, concédenos seguir sus huellas en la tierra y obtener el premio de la salvación en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

franciscanos.org


Adviento

Benedicto XVI

El Señor Jesús vino en el pasado, viene en el presente y vendrá en el futuro. Abraza todas las dimensiones del tiempo, porque ha muerto y resucitado, es «el Viviente» y, compartiendo nuestra precariedad humana, permanece para siempre y nos ofrece la estabilidad misma de Dios. Es «carne» como nosotros y es «roca» como Dios. Quien anhela la libertad, la justicia y la paz puede cobrar ánimo y levantar la cabeza, porque se acerca la liberación en Cristo (cf. Lc 21,28), como leemos en el Evangelio de hoy. Así pues, podemos afirmar que Jesucristo no sólo atañe a los cristianos, o sólo a los creyentes, sino a todos los hombres, porque él, que es el centro de la fe, es también el fundamento de la esperanza. Y todo ser humano necesita constantemente la esperanza.

Queridos hermanos y hermanas, la Virgen María encarna plenamente la humanidad que vive en la esperanza basada en la fe en el Dios vivo. Ella es la Virgen del Adviento: está bien arraigada en el presente, en el «hoy» de la salvación; en su corazón recoge todas las promesas pasadas y se proyecta al cumplimiento futuro. Sigamos su ejemplo, para entrar de verdad en este tiempo de gracia y acoger, con alegría y responsabilidad, la venida de Dios a nuestra historia personal y social.

Segundo Dia de la Novena

Oremos 
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benigna mente. Amén



Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.

El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. Gloria al Padre.

En esta Novena pedimos a Maria Madre de las almas consagradas que interceda por todos los sacerdotes del mundo entero, especialmente por los que estan solos y los que estan enfermos. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén




Intenciones

por la  Iglesia y todo el Clero
por los Obispos y Cardenales
por un aumento en las vocaciones sacerdotales y religiosas
por las congregaciones franciscanas
por las congregaciones religiosas
por las Siervas de Jesús
por las Carmelitas descalzas
por la congregación de Don Orione en todo el mundo
por las hermanas que recibieron con amor y ternura a la Imagen peregrina de Maria Madre de las almas consagradas
por la hermana Raquel de la congregación Hermanas de los pobres
por la Hermana Teresita de Don Orione
por la hermana Juanita y Eleuteria
por las hermanas de Santa Marta pilar
por las hermanas de la Visitacion pilar
por las hermanas de la caridad Madre Teresa de Calcuta
por las hermanas de colegios, y hogares de ancianos
por nuestras intenciones
roguemos a Maria Madre nuestra que interceda y lleve a Dios Padre por medio de Su Hijo Jesús estas peticiones y las que quieras añadir desde tu corazón



Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Con fe acompañamos este día con el Santo Rosario
Dios te Bendiga




SANTA MISA DOMINGO 29 NOVIEMBRE 2020 
PADRE ENRIQUE YANES - 
TVFAMILIA
+ Tarsicio de San José hpm Mística y Poeta https://youtu.be/Rp4rW4wNSFQ + ! Madre y Señora! - Poesía Mística de la Hna. Tarsicio de San José https://youtu.be/ZnhiSNo8F48 + ! Orando ! - Poesía Mística de la Hna. Tarsicio de San José https://youtu.be/G7HZHp4XlW0

sábado, 28 de noviembre de 2020

1mer dia de la Novena; Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita. Amén

 



Evangelio según san Lucas 21, 34-36


Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Procuren que sus corazones no se entorpezcan por el exceso de comida, por las borracheras y las preocupaciones de la vida, porque entonces ese día caerá de improviso sobre ustedes. Ese día será como una trampa en la que quedarán atrapados todos los habitantes de la tierra.
Estén atentos, pues, y oren en todo tiempo, para que se libren de todo lo que vendrá y puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Apocalipsis  según Juan 22, 1-7

El ángel del Señor me mostró a mí, Juan, un río de agua que da vida, transparente como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la plaza de la ciudad, a uno y otro lado del río, crecía un árbol de vida que daba doce cosechas, una cada mes, cuyas hojas servían de medicina a las naciones.
No habrá ya nada maldito. Será la ciudad del trono de Dios y del Cordero en la que sus servidores le rendirán culto, contemplarán su rostro y llevarán su nombre escrito en la frente. Ya no habrá noche; no necesitarán luz de lámparas ni la luz del sol, porque el Señor Dios alumbrará a sus habitantes, que reinarán por los siglos de los siglos.
Y alguien me dijo:
"Estas son palabras
verdaderas y dignas de confianza. El Señor Dios que inspiró a los profetas envió su ángel para mostrar a sus servidores lo que está a punto de suceder.
Mira que estoy a punto de llegar. ¡Dichoso el que haga caso a las palabras proféticas de este libro!"
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo  94


Cantemos alegres al Señor.

Vengan, cantemos alegres al Señor, aclamemos a la Roca que nos salva, entremos en su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos.
Cantemos alegres al Señor.

Porque el Señor es un Dios grande, rey poderoso más que todos los dioses; en sus manos están las profundidades de la tierra y suyas son las cumbres de las montañas; suyo es el mar, porque él lo hizo, y la tierra firme, que modeló con sus manos.
Cantemos alegres al Señor.

Entremos, postrémonos para adorarlo, arrodillémonos ante el Señor, que nos ha hecho. Porque él es nuestro Dios y nosotros su pueblo, ovejas que él apacienta.
Cantemos alegres al Señor.




San Jaime de la Marca 

Nació en Monteprandone (Marcas, Italia) el año 1394. Estudió en Perusa jurisprudencia, que ejerció hasta que, a los 23 años, profesó la Regla de san Francisco, cuya observancia rigurosa promovió junto con san Bernardino de Siena y san Juan de Capistrano. Ordenado de sacerdote, se dedicó a la predicación evangelizando al pueblo y combatiendo las herejías en gran parte de Italia y en muchas regiones de Europa. Pudo ver a muchos pecadores arrepentidos y a numerosos herejes vueltos a la fe de la Iglesia. Fue gran constructor de paz en los corazones y en las ciudades divididas por facciones. Se le reconocía gran competencia jurídica y autoridad moral. Colaboró en la solución de problemas sociales desde el púlpito y en asambleas legislativas. Fue promotor de la devoción al Nombre de Jesús y muy devoto de la Virgen. En su Orden fue una de las cuatro «columnas» de la reforma de la Observancia. Los papas le confiaron misiones como evangelizador y como legado apostólico. Dejó escritos muy edificantes. Murió en Nápoles el 28 de noviembre de 1476.                                       Oración: Dios de misericordia, que confiaste la predicación de tu Evangelio a san Jaime de la Marca para la salvación de los hombres y conversión de los pecadores, concédenos, por sus méritos, el verdadero arrepentimiento de nuestras culpas y la gracia de la eterna salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Dijo Jesús a sus discípulos: Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento... Velad, pues, ya que no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad! (Mc 13,33-37).



Invoquemos a Cristo, alegría y júbilo de cuantos esperan su llegada, y digámosle: ¡Ven, Señor, y no tardes más!

-Esperamos alegres tu venida: ven, Señor Jesús.

-Tú que existes antes de los tiempos, ven y salva a los que vivimos en el tiempo.

-Tú que creaste el mundo y a todos los que en él habitamos, ven a restaurar la obra de tus manos.

-Tú que no despreciaste nuestra naturaleza mortal, ven y arráncanos del dominio de la muerte.

Oración: Dios todopoderoso, aviva en tus fieles el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene, acompañados por las buenas obras. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén



Primer Dia de la Novena a Maria Madre de las almas consagradas



Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benigna mente. Amén.

Rezamos el Santo Rosario por las Intenciones de esta Novena

Por la Iglesia y todo el clero

por el Papa Francisco y sus intenciones

por un aumento en las vocaciones sacerdotales y religiosas

por las Siervas de Jesús 

Por las Siervas de Maria

por la peregrinación de Maria Madre de las Almas Consagradas

para que pronto sea reconocida esta Advocación

por las Intenciones de Maria

por todos los grupos de oración del mundo entero

por las almas del purgatorio

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita. Amén


Rezamos por todas las intenciones que colocamos en este Rosario





TVFAMILIA El Padre Thomas Mathew nos da la clave para sanar nuestro cuerpo y nuestra alma. Pronunciar con fe y confianza absoluta: ”Tócame Señor ¡! Sáname Señor!




jueves, 26 de noviembre de 2020

Invitamos a unir sus oraciones por las intenciones de la Novena a Maria Madre de las Almas Consagradas que comienza el dia Sabado 28 de Noviembre,




Evangelio según san Lucas 21, 20-28

Gloria a ti, Señor.


En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Cuando vean a Jerusalén sitiada por un ejército, sepan que se aproxima su destrucción. Entonces los que estén en Judea, que huyan a la montaña; los que estén en la ciudad, que se alejen; los que estén en el campo, que no entren a la ciudad, porque serán días de castigo en que se cumplirá todo lo que está escrito.
¡Pobres de las embarazadas o criando en aquellos días! Porque habrá gran calamidad en esta tierra y el castigo de Dios se descargará contra este pueblo. Caerán a filo de espada, serán llevados cautivos a todas las naciones, Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo que Dios ha señalado.
Habrá señales prodigiosas en el sol, la luna y las estrellas, y en la tierra la gente se llenará de angustia, enloquecida por el estruendo de las olas del mar. La gente morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube con gran poder y majestad.
Cuando esto comience a suceder, pongan atención y levanten la cabeza; porque se acerca la hora de su liberación".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor, Jesús.




Salmo 99


Dichosos los invitados al banquete del Señor.

Alabe a Dios toda la tierra; sirvamos al Señor con alegría, con júbilo entremos en su templo.
Dichosos los invitados al banquete del Señor.

Reconozcamos que el Señor es Dios; que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y su rebaño.
Dichosos los invitados al banquete del Señor.

Entremos por sus puertas dando gracias; crucemos por sus atrios entre himnos, con alabanzas y bendiciéndolo.
Dichosos los invitados al banquete del Señor.

El Señor es bueno, es eterna su misericordia y su fidelidad nunca se acaba.
Dichosos los invitados al banquete del Señor.

Oremos con los Franciscanos

Bendigamos al Padre que con tanta generosidad ha derramado los dones del Espíritu Santo sobre todos los pueblos.

-Te pedimos, Señor, que continúes derramando tu gracia sobre nosotros, para que los dones del Espíritu fructifiquen en nuestros corazones.

-Tú que hiciste a tu Hijo luz de las naciones, abre los ojos de los ciegos y libra de toda esclavitud a los que viven en las tinieblas del espíritu.

-Tú que ungiste a Cristo con la fuerza del Espíritu Santo para realizar la salvación de los hombres, haz que siga vivificándonos continuamente.

-Envía tu Espíritu, luz de los corazones, para que confirme en la fe a los que viven en medio de incertidumbres y dudas.

-Envía tu Espíritu, solaz en el trabajo, para que reconforte a los que se sienten fatigados y desanimados.

Oración: Dios, Padre bueno, haz que la recepción de los dones del Espíritu Santo nos mueva a dedicarnos con mayor empeño a tu alabanza y al servicio de nuestros hermanos. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.




Del Canto de exhortación de san Francisco a las Damas Pobres de San Damián:

«Las que están por enfermedad gravadas
y las otras que por ellas están fatigadas,
unas y otras soportadlo en paz,

»porque muy cara venderéis esta fatiga,
pues cada una será reina en el cielo coronada
con la Virgen María» (Audite).




Todos somos hermanos porque todos somos hijos del Padre que está en el cielo, y nuestra unidad fraterna es el signo del nuevo pueblo de Dios, de los siervos de Dios en la nueva alianza: «En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros» (Jn 13,35). Así pues, el amor mutuo que nosotros, como «hermanos menores» y siervos de Dios, debemos hacer realidad plenamente y sobre todo en la Iglesia, es el principal servicio que tenemos que prestar al Reino de Dios, a su realización aquí y ahora.

El amor fraterno, sin el cual no puede existir el Reino de Dios, ha de ser auténtico y debe encarnarse en los pequeños detalles de cada día. Debe vivirse y manifestarse con toda autenticidad en las relaciones de cada uno con los demás. Del amor en esos pequeños detalles, que muchas veces pasamos por alto, es de lo que habla Francisco en las Admoniciones 24 y 25:

DEL VERDADERO AMOR FRATERNO ADMONICIÓN 24ª DE SAN FRANCISCO
por Kajetan Esser, OFM

                                              


Amigos del Grupo de Oracion San Juan Pablo II
Invitamos a unir sus oraciones por las intenciones de la Novena a Maria Madre de las Almas Consagradas que comienza el dia Sabado 28 de Noviembre, desde aqui rezaremos durante 9 dias a Maria Santisima.
Ayuda a difundir esta Novena 
Dios te Bendiga.

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viernes, 6 de noviembre de 2020

Dia 6 de Noviembre y Sagrado Corazón de Jesús Oremos Unidos, con Fe. !





Evangelio según san Lucas 16, 1-8
Gloria a ti, Señor.


En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Había un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de malgastar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo:
"¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu administración, porque quedas despedido".
El administrador se puso a pensar:
"¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el trabajo? Ya no tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer para que alguien me reciba en su casa cuando me despidan".
Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
"¿Cuánto debes a mi amo?"
Este respondió:
"Cien barriles de aceite".
Le dijo:
"Toma tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta".
Luego dijo a otro:
"Y tú, ¿cuánto debes?"
Le respondió:
"Cien sacos de trigo".
El le dijo:
"Toma tu recibo y haz otro por ochenta".
El amo tuvo que reconocer que aquel mal administrador había procedido con habilidad. Y es que los que pertenecen a este mundo son más hábiles con su propia gente que los que pertenecen a la luz".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.



San Pablo a los Filipenses 3, 17-21; 4, 1

Hermanos: Imiten mi ejemplo y fíjense en quienes nos han tomado como norma de conducta. Pues como ya les advertí muchas veces, y ahora tengo que recordarles con lágrimas en los ojos, muchos de los que están entre ustedes son enemigos de la cruz de Cristo. Su destino es la perdición; su dios, el vientre; se enorgullecen de lo que debería avergonzarlos y sólo piensan en las cosas de la tierra.
Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como salvador a nuestro Señor Jesucristo. El transformará nuestro frágil cuerpo en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que tiene para someter todas las cosas.
Por tanto, hermanos míos queridos a quienes tanto extraño, ustedes, hermanos queridos que son mi alegría y mi recompensa, manténgase firmes en el Señor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo 121, 1-2.4.5

Vamos con alegría al encuentro del Señor.

Me alegré cuando me dijeron: "Vamos a la casa del Señor". Nuestros pies ya pisan tus umbrales, Jerusalén.
Vamos con alegría al encuentro del Señor.


Allá suben las tribus, las tribus del Señor, para dar gracias al Señor según la costumbre de Israel. Porque allí están los tribunales del palacio de David, los tribunales donde se administra la justicia.
Vamos con alegría al encuentro del Señor.




San Pablo a los Corintios: «¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo, que nos consuela en cualquier tribulación nuestra hasta el punto de poder consolar nosotros a los demás en cualquier lucha, mediante el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios! Porque lo mismo que abundan en nosotros los sufrimientos de Cristo, abunda también nuestro consuelo gracias a Cristo» (2 Cor 1,3-5).

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Celebremos a nuestro Salvador, el testigo fiel, y, al recordar hoy a los santos Mártires de España del siglo XX, que murieron a causa de la palabra de Dios, aclamémoslo, diciendo: Nos has comprado, Señor, con tu sangre.

Por la intercesión de los santos mártires, que entregaron libremente su vida como testimonio de la fe: concédenos, Señor, la verdadera libertad de espíritu.

Por la intercesión de los santos mártires, que proclamaron la fe hasta derramar su sangre: concédenos, Señor, la integridad y la constancia de la fe.

Por la intercesión de los santos mártires, que, soportando la cruz, siguieron tus pasos: concédenos, Señor, soportar con generosidad las contrariedades de la vida.

Por la intercesión de los santos mártires, que lavaron su manto en la sangre del Cordero: concédenos, Señor, vencer las obras del mundo y de la carne.

Dios todopoderoso y eterno, que concediste a los Mártires de España del siglo XX la gracia de morir por Cristo, ayúdanos en nuestra debilidad para que, así como ellos no dudaron en morir por ti, así también nosotros nos mantengamos firmes en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

"La fe, nos dice Benedicto XVI, contribuye a purificar la razón, para que llegue a percibir la verdad. Por eso, ser cristianos coherentes nos impone no inhibirnos ante el deber de contribuir al bien común y moldear la sociedad siempre según justicia, defendiendo -en un diálogo informado por la caridad- nuestras convicciones sobre la dignidad de la persona, sobre la vida desde la concepción hasta la muerte natural, sobre la familia fundada en la unión matrimonial una e indisoluble entre un hombre y una mujer, sobre el derecho y deber primario de los padres en lo que se refiere a la educación de los hijos y sobre tantas otras cuestiones que surgen en la experiencia diaria de la sociedad en que vivimos."  BEATIFICACIÓN DE 498 MÁRTIRESDE LA PERSECUCIÓN RELIGIOSA EN ESPAÑA
Homilía del Cardenal José Saraiva Martins (Roma, 28-X-2007)

Dia 6 de Noviembre y Sagrado Corazón de Jesús
 Hoy como cada dia 6 de mes rezamos el Santo Rosario a Maria Madre de las Almas Consagradas y recordamos los sucesos de su extraordinaria manifestación.
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Por la Intercesión de Nuestra Madre Santísima pidamos con Fe,
Por los sacerdotes del mundo entero
por la Iglesia y el clero
por un aumento en las vocaciones religiosas
por el Papa
Por todo el mundo paz, amor y misericordia
por los enfermos y afligidos
por los que buscan trabajo
por los que necesitan un techo
por los que están graves de salud
por las hermanas Siervas de Jesús
por las hermanas de la caridad 
por las siervas de Maria
por las hermanas de Don Orione
por los hermanos franciscanos
por los difuntos que en paz descansen
por el camino de Maria 
para que muchos mas difundan esta advocación y recen por las intenciones de Maria 
por los grupos de oración en el mundo
por mas laicos consagrados
Hoy añade tus intenciones a los pies de Maria y reza esta Oración
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Maria Madre de Gracia Madre de Misericordia defiéndenos del enemigo y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte , Amen.

Sagrado Corazón de Jesús

Ofrecimiento del Corazón de Jesús por Las Negligencias Diarias

Padre Eterno, Os ofrezco el Sagrado Corazón de Jesús, con todo Su AMOR, todos Sus SUFRIMIENTOS, y todos Sus Meritos.

PRIMERO- Para expiar todos los pecados que he cometido este día y durante toda mi vida. -¡Gloria al Padre, y al Hijo...!

Segundo- Para purificar el bien que he hecho mal este día y durante toda mi vida. - ¡Gloria al Padre, y al Hijo...!

Tercero - Para suplir por el bien que yo debía de haber hecho y que he omitido este Día, y durante toda mi vida. -¡Gloria al Padre, y al Hijo...!


Recemos el Santo Rosario


La Misa de Hoy


Oremos al Sagrado Corazon 



miércoles, 4 de noviembre de 2020

El Señor es mi luz y mi salvación. Noveno Dia de la Novena a Maria Madre Nuestra, ruega por nosotros, amen!



Evangelio según san Lucas 14, 25-33
Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, caminaba con Jesús una gran muchedumbre; él se volvió y les dijo:
"Si alguno quiere seguirme y no está dispuesto a renunciar a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, hermanos y hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.
Porque, ¿quién de ustedes, si quiere construir una torre, no se pone primero a calcular los gastos a ver si tiene para terminarla? No sea que, si pone los cimientos y no puede acabarla, todos los que lo vean comiencen a burlarse de él, diciendo: "Este comenzó a construir y no pudo terminar". ¿O qué rey, que va a combatir a otro rey, no se pone primero a considerar si con diez mil soldados podrá salir al encuentro del que viene contra él con veinte mil? Porque si no, cuando el otro esté aún lejos, le enviará una embajada para proponerle condiciones de paz.
Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

4 de noviembre 2020. Padre Gustavo E. Jamut, omv.




San Pablo a los Filipenses 2, 12-18

Queridos hermanos: Así como siempre me han obedecido, háganlo también ahora que estoy ausente, incluso con mayor empeño que si estuviera presente, y esfúercense con santo temor en lograr su salvación.
Porque es Dios quien, más allá de su buena disposición, realiza en ustedes el querer y el actuar. Háganlo todo sin murmuraciones ni discusiones. Serán así limpios e irreprochables; serán hijos de Dios sin mancha en medio de una generación mala y perversa, entre la cual deben brillar como antorchas en medio del mundo, manteniendo con firmeza la palabra de vida, para que el día en que Cristo se manifieste, pueda yo sentirme orgulloso de no haber corrido o trabajado inútilmente. Y aunque tuviera que ofrecerme en sacrificio al servicio de su fe, me alegraría y regocijaría con todos ustedes. Por lo mismo, alégrense también ustedes y regocíjense conmigo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.


Salmo 26, 1.4.13-14

El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es mi fortaleza, ¿quién me hará temblar?
El Señor es mi luz y mi salvación.

Una cosa pido al Señor; esto es lo único que busco: vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida, disfrutar de la dulzura del Señor frecuentando su templo.
El Señor es mi luz y mi salvación.

Espero gozar de los bienes del Señor en la tierra de los vivos. Espera en el Señor, sé fuerte; ten ánimo, espera en el Señor.
El Señor es mi luz y mi salvación.


San Carlos Borromeo 

Murió el 3 de noviembre y su fiesta se celebra el 4 del mismo mesNació en Arona (Lombardía, Italia) el año 1538, en el seno de una familia noble y piadosa. Abrazó la vida eclesiástica de jovencito y, terminados los estudios en Pavía, su tío materno, el papa Pío IV, lo llamó a Roma y lo creó cardenal, haciéndolo Secretario de Estado. En la medida que le fue posible impulsó la culminación del Concilio de Trento y la puesta en práctica de sus decretos. Elegido arzobispo de Milán en 1565, fue un verdadero pastor de almas. Realizó una gran obra legislativa, organizativa, pastoral, litúrgica y devocional. Recorrió muchas veces la diócesis entera, convocó sínodos, decretó muchas disposiciones orientadas a la formación del clero y a la reforma de costumbres, para actuar así las ordenaciones pastorales del Concilio de Trento. Fundó seminarios y edificó hospitales y hospicios. Utilizó las riquezas de su familia en favor de los pobres. Murió en Milán el 3 de noviembre de 1584.

Oremos; Conserva, Señor, en tu pueblo el espíritu que infundiste en san Carlos Borromeo, para que tu Iglesia se renueve sin cesar y, transformada en imagen de Cristo, pueda presentar ante el mundo el verdadero rostro de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.


Beata Teresa Manganiello

Nació en Montefusco (Italia) el año 1849 en el seno de una familia campesina. Nunca fue a la escuela y desde niña colaboró en las tareas de casa y del campo. Muy pronto consagró en privado su vida a Dios. Quiso ser religiosa, pero su familia la retuvo en casa porque la necesitaba. Cuando el P. Acernese, capuchino, fundó en su pueblo la Tercera Orden Franciscana, fue la primera en inscribirse, y cuando quiso fundar con las terciarias una congregación religiosa, la tuvo a ella como alma y primera superiora del proyecto de fundación. Asistía todos los días a misa, su oración era continua y profunda, practicaba ásperas mortificaciones a la vez que era amable y atenta con todos, y destacaba muy mucho en las obras de caridad hechas con amor y delicadeza. Murió de tuberculosis el 4-XI-1876. Cinco años después, el P. Acernese fundó la Congregación de las Hermanas Franciscanas Inmaculatinas, de la que es considerada «Piedra angular» y «Madre espiritual». Beatificada en 2010.

para vocaciones 
Mexico Diocesis de Queretaro
Hijas de la Santísima Virgen Inmaculada de Lourdes Terciarias Franciscanas
Casa de Ejercicios y JunioradoBlvd. Pablo Cabrera Nº 6, Centro76800 San Juan del Río, Qro. E-mail: inmaculatinas@prodigy.net.mx


Audiencia del Santo Padre Juan Pablo II a las Franciscanas Inmaculatinas
con motivo de su X Capitulo General Sábado 17 de junio de 2000

Amadísimas Hermanas Franciscanas Inmaculatinas:

Me alegra dirigiros mi más cordial saludo a todas vosotras, que habéis venido de diversas partes de Italia, Brasil, Filipinas e India, para participar en el capítulo general de vuestra congregación. Saludo, en particular, a la superiora general y a las hermanas que comparten con ella el servicio de la autoridad para el bien de todo el instituto. Extiendo mi afectuoso saludo a todas las Hermanas Franciscanas Inmaculatinas, así como a los laicos que participan en las obras apostólicas del instituto.

Durante los intensos trabajos capitulares estáis reflexionando sobre el tema: "En el tercer milenio, dóciles al Espíritu Santo como Teresa, misioneras por los caminos del mundo". Guiadas por las inspiraciones interiores del Espíritu Santo, os esforzáis por profundizar la espiritualidad específica de vuestra obra y la lozanía originaria del carisma fundacional, que os legó el padre capuchino Ludovico Acernese, carisma que vivió de modo ejemplar la sierva de Dios Teresa Manganiello, verdadera piedra angular de vuestra familia espiritual.

Este carisma, que os ha confiado la Providencia, debe impulsar a cada Hermana Franciscana Inmaculatina a ser misionera en los ámbitos más acordes con la vida de consagración y con vuestras actividades apostólicas: instrucción y educación de niños y jóvenes, catequesis y colaboración en las actividades pastorales de parroquias y misiones, así como en todas las iniciativas de solidaridad y asistencia que no sólo son compatibles con el espíritu del instituto, sino que sobre todo responden mejor a las necesidades de la Iglesia de nuestro tiempo.

Se trata de un carisma muy actual, que tiene su origen y su vigor en la auténtica tradición franciscana y en la espiritualidad mariana más genuina.

Sois, ante todo, franciscanas. El primer elemento característico de vuestra vida y actividad apostólica es el ideal franciscano. Es lo que indican vuestras Constituciones, cuando identifican la regla suprema de la vida de cada Hermana Franciscana Inmaculatina en "seguir más de cerca a Cristo, según la forma del santo Evangelio", tal como este se propone "en los ejemplos y en las enseñanzas del seráfico padre san Francisco" (Constituciones, n. 2).

El Poverello de Asís hizo del Evangelio el centro de su experiencia interior (cf. Testamento 16-18: Fuentes franciscanas, n. 116) y lo propuso a sus frailes como norma suprema de vida (cf. Regla Bulada I, 2: Fuentes franciscanas, n. 75). Por este camino evangélico lo siguió una gran multitud de hijos e hijas espirituales, entre los cuales reviste una importancia especial su "plantita", santa Clara (cf. Regla de santa Clara, I, 1-2: Fuentes franciscanas, n. 2750).

En la escuela de san Francisco y santa Clara de Asís, cada Franciscana Inmaculatina está llamada a testimoniar a la humanidad del tercer milenio la fuerza transformadora del Evangelio anunciado con la palabra y el ejemplo, llevando a todos la buena nueva de la reconciliación y de la salvación.
Que la fraternidad universal, vivida de modo particularmente intenso por san Francisco y santa Clara, guíe vuestro compromiso apostólico y misionero, al que vuestra congregación, desde los orígenes humildes de la casa madre de Pietradefusi, ha dado importancia, difundiendo por doquier el buen olor de Cristo, único Salvador de la humanidad.

El segundo elemento fundamental de vuestra identidad religiosa es la espiritualidad mariana. Como recuerda vuestra legislación, el padre Ludovico Acernese se distinguía por su singular amor a la Virgen Inmaculada y, por esta razón, quiso consagrar a María santísima el instituto que había fundado, como "nuevo homenaje a su Inmaculada Concepción" (Constituciones, n. 4).

Vuestras Constituciones indican asimismo el modo más conforme para mostrar el rostro mariano de vuestro instituto: "Haremos resplandecer en la congregación y en cada una de nosotras ese "homenaje" con una vida de total consagración a la Virgen Inmaculada. Contemplándola e imitándola como modelo excelso de vida evangélica, queremos vivir y trabajar por la conversión y la santificación de las almas, animando con gozosa renuncia toda nuestra vida" (ib.).

Por tanto, la Virgen Inmaculada ha de ser vuestra guía, vuestro modelo inspirador, vuestra ayuda constante en el camino diario, vuestro refugio en las inevitables dificultades y vuestra alegría en los momentos de gozo y comunión.

Amadísimas hermanas, vuestra asamblea capitular se celebra en el centro del gran jubileo del año 2000, que es para todos un tiempo especial de gracia y renovación espiritual. Como subrayé en la bula de convocación, entraña también un aspecto misionero. En efecto, "la entrada en el nuevo milenio alienta a la comunidad cristiana a extender su mirada de fe hacia nuevos horizontes en el anuncio del reino de Dios", e impulsa a los discípulos de Cristo a abrazar con fervor "la tarea misionera de la Iglesia ante las exigencias actuales de la evangelización" (Incarnationis mysterium, 2).

Os deseo de corazón que la celebración del capítulo general dé a vuestro instituto un renovado impulso misionero, de modo que prosigáis en el estilo franciscano y la espiritualidad mariana que, desde el comienzo, os distinguen y constituyen la herencia más valiosa que os han legado el padre Ludovico Acernese y Teresa Manganiello. Seguid caminando tras sus huellas, dando abundantes frutos de bien.

Os encomiendo a vosotras, a vuestras hermanas que trabajan en Italia y en el mundo y a vuestros seres queridos a la protección celestial de María Inmaculada, "Mujer del silencio y de la escucha, dócil en las manos del Padre" (ib., 14), y de san Francisco de Asís, a la vez que os bendigo con afecto a vosotras y a cuantos encontráis en vuestro apostolado franciscano y mariano diario



Del libro de la Sabiduría: «Tú, Señor, te compadeces de todos, porque todo lo puedes y pasas por alto los pecados de los hombres para que se arrepientan. Amas a todos los seres y no aborreces nada de lo que hiciste; pues, si odiaras algo, no la habrías creado. Tú eres indulgente con todas las cosas, porque son tuyas, Señor, amigo de la vida. Por eso corriges poco a poco a los que caen, los reprendes y les recuerdas su pecado, para que, apartándose del mal, crean en ti, Señor» (cf. Sab 11,23-12,2).

Rezamos el Noveno Dia de la Novena a Maria Madre de las Almas Consagradas

Pidamos en este Ultimo dia de la Novena por los Sacerdotes del Mundo entero
Por las Almas Consagradas
Por los que colaboran en la Iglesia, Ministros, Catequistas, laicos consagrados
Por los Laicos que rezan 
Por un Aumento de las Vocaciones, religiosas, sacerdotales y Laicos
Por el Camino de Maria peregrina, para que siga su camino y llegue a mas corazones.
Para que esta Pandemia se termine de una vez y se retire 
Por los enfermos que se encomiendan a nuestra oración
Por la Paz en el Mundo
Para que juntos progresemos en la oración y conversión
Por las Intenciones de La Virgen 
Por los sacerdotes Padre Dante, Padre Gustavo Jamut, Padre Gustavo Gallino. 
Por el Padre Dario B. Por el Padre Juan C. Por Fray Alejandro F.
Por el eterno descanso de las almas de los fieles difuntos.

Oremos Unidos.

Invoquemos a Cristo que con su resurrección ha reanimado la esperanza de su pueblo y digámosle: Señor Jesús, tú que siempre vives para interceder por nosotros, escúchanos.

Señor Jesús, de cuyo costado traspasado salió sangre y agua, haz de la Iglesia tu Esposa inmaculada.

Pastor supremo de la Iglesia, que después de tu resurrección encomendaste a Pedro, que te profesó su amor, el cuidado de tus ovejas, concede a nuestro Papa un amor ardiente y un encendido celo apostólico.

Tú que concediste a los discípulos que pescaban en el mar de Galilea una pesca abundante, envía operarios que continúen su trabajo apostólico.

Tú que preparaste a la orilla del mar pan y pescado para tus discípulos, no permitas que ningún hermano nuestro pase hambre por culpa nuestra.

Que tu pueblo, Señor, exulte siempre al verse renovado y rejuvenecido en el espíritu, y que la alegría de haber recobrado la adopción filial afiance su esperanza de resucitar gloriosamente. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Así oraba san Francisco en sus Alabanzas del Dios altísimo: «Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas. Tú eres fuerte, tú eres grande, tú eres altísimo, tú eres rey omnipotente, tú, Padre santo, rey del cielo y de la tierra. Tú eres trino y uno, Señor Dios de dioses, tú eres el bien, todo el bien, el sumo bien, Señor Dios vivo y verdadero» (AlD 1-3)






























Santo Rosario 




Enseñanza y Oración: "Pidiendo la liberación de Toda Impregnación de Nuestras Tierras"
Padre G. Jamut 



martes, 3 de noviembre de 2020

Alabemos juntos al Señor. Octavo Dia de la Novena a Maria





Evangelio según san Lucas 14, 15-24
Gloria a ti, Señor.


En aquel tiempo, uno de los que estaban a la mesa con Jesús, le dijo:
"¡Dichoso el que pueda participar en el banquete del Reino de Dios!"
Jesús le respondió:
"Un hombre daba un gran banquete y convidó a muchos; a la hora del banquete mandó un criado a decir a los invitados:
"Vengan, que ya está todo preparado".
Pero todos, uno tras otro, comenzaron a disculparse. El primero le dijo:
"He comprado un campo y necesito ir a verlo; te ruego que me disculpes".
Otro dijo:
"He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego que me disculpes".
Y otro dijo:
"Acabo de casarme y, por tanto, no puedo ir".
Volvió el criado y contó lo sucedido al amo. Entonces éste se enojó y dijo a su criado:
"Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y trae a mi casa a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos".
Más tarde el criado dijo:
"Señor, se hizo como mandaste, y todavía hay sitio".
Entonces el amo dijo:
"Sal a los caminos y a las veredas, e insísteles hasta que entren y se llene mi casa. Y les digo que ninguno de aquellos que habían sido invitados probará mi banquete"".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.


San Pablo a los Filipenses 2, 5-11

Hermanos: Tengan entre ustedes los sentimientos propios de una vida en Cristo Jesús. El cual, siendo de condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su grandeza, tomó la condición de esclavo y se hizo semejante a los hombres. Y en su condición de hombre, se humilló a sí mismo y por obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua proclame que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial

Salmo 21, 26b-27.28-30a.31-32

Alabemos juntos al Señor.

Cumpliré mis votos en presencia de quienes lo respetan. Comerán los humildes y se saciarán, alabarán al Señor los que lo buscan; viva su corazón por siempre.
Alabemos juntos al Señor.

Al recordarlo retornará al Señor la tierra entera, todas las naciones se postrarán ante él. Porque sólo el Señor reina, él gobierna a las naciones. Sólo ante él se postrarán los grandes de la tierra.
Alabemos juntos al Señor.

Yo viviré para el Señor, mi descendencia le rendirá culto; hablarán de él a la generación venidera, narrarán su salvación a los que nacerán después, diciendo: "Esto lo hizo el Señor".
Alabemos juntos al Señor.


Decía san Pablo a los Corintios: «El amor es paciente, es benigno; el amor no tiene envidia, no presume, no se engríe; no es indecoroso ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta» (1 Cor 13,4-7).

Padre Gustavo E. Jamut, omv.



San Martin de Porres 
Nació en Lima (Perú) el año 1579, de un funcionario real español, Juan de Porres, y de una joven de origen africano, Ana Velázquez, que no se casaron: Martín era mulato e hijo ilegítimo, lo que le causó muchas dificultades. Fue educado cristianamente por su madre y aprendió de joven el oficio de barbero-cirujano. En 1603 fue admitido en la Orden de los dominicos como hermano converso, después de vivir ocho años en el convento como donado. Desde el principio se le confió el oficio de enfermero que ejerció, con gran competencia y mayor caridad, en favor de los frailes y de los numerosos pobres que acudían al convento; además instituyó varias obras caritativas. Supo conjugar la incesante actividad asistencial con el recogimiento de un contemplativo. Llevó una vida de mortificación y de humildad, y tuvo una gran devoción a la Eucaristía. Murió en Lima el 3 de noviembre de 1639. Oremos; Señor, Dios nuestro, que has querido conducir a san Martín de Porres por el camino de la humildad a la gloria del cielo, concédenos la gracia de seguir sus ejemplos, para que merezcamos ser coronados con él en la gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

Oremos a Dios Padre que bendiga en toda circunstancia a su pueblo santo, edificado sobre el cimiento de los apóstoles.

Padre santo, tu Hijo resucitado se apareció a los apóstoles para hacerlos sus testigos, haz que también nosotros demos testimonio de Cristo.

Padre santo, que enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres, haz que sepamos proclamar el Evangelio a toda criatura, en especial a los más pobres y necesitados.

Tú que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla de tu palabra, haz de nosotros la tierra buena que la acoja y dé mucho fruto.

Tú que enviaste a tu Hijo para que reconciliara el mundo contigo, haz que nosotros cooperemos a la reconciliación de los hombres.

Señor, Dios nuestro, concédenos participar en la muerte y resurrección de tu Hijo, para que merezcamos llegar a contemplarle en el esplendor de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén


"....Que la Virgen María, Reina de Todos los Santos, nos guíe para elegir en todo momento la vida eterna, «la vida del mundo futuro», como decimos en el Credo; un mundo ya inaugurado por la resurrección de Cristo, y cuya venida podemos apresurar con nuestra conversión sincera y con las obras de caridad.
Que la intercesión de la Virgen María nos ayude a vivir en plenitud nuestra vocación de hijos de Dios, identificándonos cada vez más con nuestro Señor Jesucristo. Benedicto XVI, Ángelus del día 1 de noviembre de 2006

Octavo dia de la Novena a Maria Madre de las Almas Consagradas
Pidamos con Fe, por la Iglesia
por el Papa Francisco
Por el Papa Benedicto XVI
Por los cardenales y Obispos de todo el Mundo
Por las Intenciones de La Virgen
Por los grupos de Oracion perseverancia
pPor un Aumento en las vocaciones sacerdotales y Religiosas
Por las Siervas de Jesus  de Venezuela
Por las Hermanas de Cristo Rey
Por las Siervas de Maria
Por las Pias Dicipulas
Por las Hermanas Misioneras en todo el mundo
Para que pronto sea reconocida en La Iglesia La Advocacion de Maria Madre de las Almas Consagradas
Por el Camino de Maria Peregrina
Por este Grupo de Oracion  fortaleza, y perseverancia
por los enfermos del Mundo entero, por su pronta recuperacion, amen.


































Aqui Puedes ver la Pelicula de San Martin de Porres