A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

miércoles, 4 de noviembre de 2020

El Señor es mi luz y mi salvación. Noveno Dia de la Novena a Maria Madre Nuestra, ruega por nosotros, amen!



Evangelio según san Lucas 14, 25-33
Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, caminaba con Jesús una gran muchedumbre; él se volvió y les dijo:
"Si alguno quiere seguirme y no está dispuesto a renunciar a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, hermanos y hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.
Porque, ¿quién de ustedes, si quiere construir una torre, no se pone primero a calcular los gastos a ver si tiene para terminarla? No sea que, si pone los cimientos y no puede acabarla, todos los que lo vean comiencen a burlarse de él, diciendo: "Este comenzó a construir y no pudo terminar". ¿O qué rey, que va a combatir a otro rey, no se pone primero a considerar si con diez mil soldados podrá salir al encuentro del que viene contra él con veinte mil? Porque si no, cuando el otro esté aún lejos, le enviará una embajada para proponerle condiciones de paz.
Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

4 de noviembre 2020. Padre Gustavo E. Jamut, omv.




San Pablo a los Filipenses 2, 12-18

Queridos hermanos: Así como siempre me han obedecido, háganlo también ahora que estoy ausente, incluso con mayor empeño que si estuviera presente, y esfúercense con santo temor en lograr su salvación.
Porque es Dios quien, más allá de su buena disposición, realiza en ustedes el querer y el actuar. Háganlo todo sin murmuraciones ni discusiones. Serán así limpios e irreprochables; serán hijos de Dios sin mancha en medio de una generación mala y perversa, entre la cual deben brillar como antorchas en medio del mundo, manteniendo con firmeza la palabra de vida, para que el día en que Cristo se manifieste, pueda yo sentirme orgulloso de no haber corrido o trabajado inútilmente. Y aunque tuviera que ofrecerme en sacrificio al servicio de su fe, me alegraría y regocijaría con todos ustedes. Por lo mismo, alégrense también ustedes y regocíjense conmigo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.


Salmo 26, 1.4.13-14

El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es mi fortaleza, ¿quién me hará temblar?
El Señor es mi luz y mi salvación.

Una cosa pido al Señor; esto es lo único que busco: vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida, disfrutar de la dulzura del Señor frecuentando su templo.
El Señor es mi luz y mi salvación.

Espero gozar de los bienes del Señor en la tierra de los vivos. Espera en el Señor, sé fuerte; ten ánimo, espera en el Señor.
El Señor es mi luz y mi salvación.


San Carlos Borromeo 

Murió el 3 de noviembre y su fiesta se celebra el 4 del mismo mesNació en Arona (Lombardía, Italia) el año 1538, en el seno de una familia noble y piadosa. Abrazó la vida eclesiástica de jovencito y, terminados los estudios en Pavía, su tío materno, el papa Pío IV, lo llamó a Roma y lo creó cardenal, haciéndolo Secretario de Estado. En la medida que le fue posible impulsó la culminación del Concilio de Trento y la puesta en práctica de sus decretos. Elegido arzobispo de Milán en 1565, fue un verdadero pastor de almas. Realizó una gran obra legislativa, organizativa, pastoral, litúrgica y devocional. Recorrió muchas veces la diócesis entera, convocó sínodos, decretó muchas disposiciones orientadas a la formación del clero y a la reforma de costumbres, para actuar así las ordenaciones pastorales del Concilio de Trento. Fundó seminarios y edificó hospitales y hospicios. Utilizó las riquezas de su familia en favor de los pobres. Murió en Milán el 3 de noviembre de 1584.

Oremos; Conserva, Señor, en tu pueblo el espíritu que infundiste en san Carlos Borromeo, para que tu Iglesia se renueve sin cesar y, transformada en imagen de Cristo, pueda presentar ante el mundo el verdadero rostro de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.


Beata Teresa Manganiello

Nació en Montefusco (Italia) el año 1849 en el seno de una familia campesina. Nunca fue a la escuela y desde niña colaboró en las tareas de casa y del campo. Muy pronto consagró en privado su vida a Dios. Quiso ser religiosa, pero su familia la retuvo en casa porque la necesitaba. Cuando el P. Acernese, capuchino, fundó en su pueblo la Tercera Orden Franciscana, fue la primera en inscribirse, y cuando quiso fundar con las terciarias una congregación religiosa, la tuvo a ella como alma y primera superiora del proyecto de fundación. Asistía todos los días a misa, su oración era continua y profunda, practicaba ásperas mortificaciones a la vez que era amable y atenta con todos, y destacaba muy mucho en las obras de caridad hechas con amor y delicadeza. Murió de tuberculosis el 4-XI-1876. Cinco años después, el P. Acernese fundó la Congregación de las Hermanas Franciscanas Inmaculatinas, de la que es considerada «Piedra angular» y «Madre espiritual». Beatificada en 2010.

para vocaciones 
Mexico Diocesis de Queretaro
Hijas de la Santísima Virgen Inmaculada de Lourdes Terciarias Franciscanas
Casa de Ejercicios y JunioradoBlvd. Pablo Cabrera Nº 6, Centro76800 San Juan del Río, Qro. E-mail: inmaculatinas@prodigy.net.mx


Audiencia del Santo Padre Juan Pablo II a las Franciscanas Inmaculatinas
con motivo de su X Capitulo General Sábado 17 de junio de 2000

Amadísimas Hermanas Franciscanas Inmaculatinas:

Me alegra dirigiros mi más cordial saludo a todas vosotras, que habéis venido de diversas partes de Italia, Brasil, Filipinas e India, para participar en el capítulo general de vuestra congregación. Saludo, en particular, a la superiora general y a las hermanas que comparten con ella el servicio de la autoridad para el bien de todo el instituto. Extiendo mi afectuoso saludo a todas las Hermanas Franciscanas Inmaculatinas, así como a los laicos que participan en las obras apostólicas del instituto.

Durante los intensos trabajos capitulares estáis reflexionando sobre el tema: "En el tercer milenio, dóciles al Espíritu Santo como Teresa, misioneras por los caminos del mundo". Guiadas por las inspiraciones interiores del Espíritu Santo, os esforzáis por profundizar la espiritualidad específica de vuestra obra y la lozanía originaria del carisma fundacional, que os legó el padre capuchino Ludovico Acernese, carisma que vivió de modo ejemplar la sierva de Dios Teresa Manganiello, verdadera piedra angular de vuestra familia espiritual.

Este carisma, que os ha confiado la Providencia, debe impulsar a cada Hermana Franciscana Inmaculatina a ser misionera en los ámbitos más acordes con la vida de consagración y con vuestras actividades apostólicas: instrucción y educación de niños y jóvenes, catequesis y colaboración en las actividades pastorales de parroquias y misiones, así como en todas las iniciativas de solidaridad y asistencia que no sólo son compatibles con el espíritu del instituto, sino que sobre todo responden mejor a las necesidades de la Iglesia de nuestro tiempo.

Se trata de un carisma muy actual, que tiene su origen y su vigor en la auténtica tradición franciscana y en la espiritualidad mariana más genuina.

Sois, ante todo, franciscanas. El primer elemento característico de vuestra vida y actividad apostólica es el ideal franciscano. Es lo que indican vuestras Constituciones, cuando identifican la regla suprema de la vida de cada Hermana Franciscana Inmaculatina en "seguir más de cerca a Cristo, según la forma del santo Evangelio", tal como este se propone "en los ejemplos y en las enseñanzas del seráfico padre san Francisco" (Constituciones, n. 2).

El Poverello de Asís hizo del Evangelio el centro de su experiencia interior (cf. Testamento 16-18: Fuentes franciscanas, n. 116) y lo propuso a sus frailes como norma suprema de vida (cf. Regla Bulada I, 2: Fuentes franciscanas, n. 75). Por este camino evangélico lo siguió una gran multitud de hijos e hijas espirituales, entre los cuales reviste una importancia especial su "plantita", santa Clara (cf. Regla de santa Clara, I, 1-2: Fuentes franciscanas, n. 2750).

En la escuela de san Francisco y santa Clara de Asís, cada Franciscana Inmaculatina está llamada a testimoniar a la humanidad del tercer milenio la fuerza transformadora del Evangelio anunciado con la palabra y el ejemplo, llevando a todos la buena nueva de la reconciliación y de la salvación.
Que la fraternidad universal, vivida de modo particularmente intenso por san Francisco y santa Clara, guíe vuestro compromiso apostólico y misionero, al que vuestra congregación, desde los orígenes humildes de la casa madre de Pietradefusi, ha dado importancia, difundiendo por doquier el buen olor de Cristo, único Salvador de la humanidad.

El segundo elemento fundamental de vuestra identidad religiosa es la espiritualidad mariana. Como recuerda vuestra legislación, el padre Ludovico Acernese se distinguía por su singular amor a la Virgen Inmaculada y, por esta razón, quiso consagrar a María santísima el instituto que había fundado, como "nuevo homenaje a su Inmaculada Concepción" (Constituciones, n. 4).

Vuestras Constituciones indican asimismo el modo más conforme para mostrar el rostro mariano de vuestro instituto: "Haremos resplandecer en la congregación y en cada una de nosotras ese "homenaje" con una vida de total consagración a la Virgen Inmaculada. Contemplándola e imitándola como modelo excelso de vida evangélica, queremos vivir y trabajar por la conversión y la santificación de las almas, animando con gozosa renuncia toda nuestra vida" (ib.).

Por tanto, la Virgen Inmaculada ha de ser vuestra guía, vuestro modelo inspirador, vuestra ayuda constante en el camino diario, vuestro refugio en las inevitables dificultades y vuestra alegría en los momentos de gozo y comunión.

Amadísimas hermanas, vuestra asamblea capitular se celebra en el centro del gran jubileo del año 2000, que es para todos un tiempo especial de gracia y renovación espiritual. Como subrayé en la bula de convocación, entraña también un aspecto misionero. En efecto, "la entrada en el nuevo milenio alienta a la comunidad cristiana a extender su mirada de fe hacia nuevos horizontes en el anuncio del reino de Dios", e impulsa a los discípulos de Cristo a abrazar con fervor "la tarea misionera de la Iglesia ante las exigencias actuales de la evangelización" (Incarnationis mysterium, 2).

Os deseo de corazón que la celebración del capítulo general dé a vuestro instituto un renovado impulso misionero, de modo que prosigáis en el estilo franciscano y la espiritualidad mariana que, desde el comienzo, os distinguen y constituyen la herencia más valiosa que os han legado el padre Ludovico Acernese y Teresa Manganiello. Seguid caminando tras sus huellas, dando abundantes frutos de bien.

Os encomiendo a vosotras, a vuestras hermanas que trabajan en Italia y en el mundo y a vuestros seres queridos a la protección celestial de María Inmaculada, "Mujer del silencio y de la escucha, dócil en las manos del Padre" (ib., 14), y de san Francisco de Asís, a la vez que os bendigo con afecto a vosotras y a cuantos encontráis en vuestro apostolado franciscano y mariano diario



Del libro de la Sabiduría: «Tú, Señor, te compadeces de todos, porque todo lo puedes y pasas por alto los pecados de los hombres para que se arrepientan. Amas a todos los seres y no aborreces nada de lo que hiciste; pues, si odiaras algo, no la habrías creado. Tú eres indulgente con todas las cosas, porque son tuyas, Señor, amigo de la vida. Por eso corriges poco a poco a los que caen, los reprendes y les recuerdas su pecado, para que, apartándose del mal, crean en ti, Señor» (cf. Sab 11,23-12,2).

Rezamos el Noveno Dia de la Novena a Maria Madre de las Almas Consagradas

Pidamos en este Ultimo dia de la Novena por los Sacerdotes del Mundo entero
Por las Almas Consagradas
Por los que colaboran en la Iglesia, Ministros, Catequistas, laicos consagrados
Por los Laicos que rezan 
Por un Aumento de las Vocaciones, religiosas, sacerdotales y Laicos
Por el Camino de Maria peregrina, para que siga su camino y llegue a mas corazones.
Para que esta Pandemia se termine de una vez y se retire 
Por los enfermos que se encomiendan a nuestra oración
Por la Paz en el Mundo
Para que juntos progresemos en la oración y conversión
Por las Intenciones de La Virgen 
Por los sacerdotes Padre Dante, Padre Gustavo Jamut, Padre Gustavo Gallino. 
Por el Padre Dario B. Por el Padre Juan C. Por Fray Alejandro F.
Por el eterno descanso de las almas de los fieles difuntos.

Oremos Unidos.

Invoquemos a Cristo que con su resurrección ha reanimado la esperanza de su pueblo y digámosle: Señor Jesús, tú que siempre vives para interceder por nosotros, escúchanos.

Señor Jesús, de cuyo costado traspasado salió sangre y agua, haz de la Iglesia tu Esposa inmaculada.

Pastor supremo de la Iglesia, que después de tu resurrección encomendaste a Pedro, que te profesó su amor, el cuidado de tus ovejas, concede a nuestro Papa un amor ardiente y un encendido celo apostólico.

Tú que concediste a los discípulos que pescaban en el mar de Galilea una pesca abundante, envía operarios que continúen su trabajo apostólico.

Tú que preparaste a la orilla del mar pan y pescado para tus discípulos, no permitas que ningún hermano nuestro pase hambre por culpa nuestra.

Que tu pueblo, Señor, exulte siempre al verse renovado y rejuvenecido en el espíritu, y que la alegría de haber recobrado la adopción filial afiance su esperanza de resucitar gloriosamente. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Así oraba san Francisco en sus Alabanzas del Dios altísimo: «Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas. Tú eres fuerte, tú eres grande, tú eres altísimo, tú eres rey omnipotente, tú, Padre santo, rey del cielo y de la tierra. Tú eres trino y uno, Señor Dios de dioses, tú eres el bien, todo el bien, el sumo bien, Señor Dios vivo y verdadero» (AlD 1-3)






























Santo Rosario 




Enseñanza y Oración: "Pidiendo la liberación de Toda Impregnación de Nuestras Tierras"
Padre G. Jamut 



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