A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

miércoles, 28 de octubre de 2020

El mensaje del Señor llega a toda la tierra. segundo dia de la Novena. Santa Maria ruega por nosotros, amen.

  




Evangelio según san Lucas 6, 12-16

Gloria a ti, Señor.


Por aquellos días, Jesús se retiró a la montaña a orar y se pasó la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás,
Santiago el hijo de Alfeo, Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Jesús Señor.


San Pablo a los Efesios 2, 19-22

Hermanos: Ya no son extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos del pueblo de Dios y miembros de la familia de Dios. Están edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también ustedes se van integrando en la construcción, hasta llegar a ser morada de Dios, por el Espíritu.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo 18, 2-3.4-5


El mensaje del Señor llega a toda la tierra.

Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo trasmite a la otra noche.

El mensaje del Señor llega a toda la tierra.

Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo.

El mensaje del Señor llega a toda la tierra.



Imploremos, hermanos y hermanas, la misericordia del Señor en este día en el que los bienaventurados apóstoles san Simón y san Judas, siguiendo el ejemplo de su Maestro, derramaron su sangre para dar testimonio de la verdad, y pidámosle por las necesidades de todos los seres humanos.

Para que la Iglesia, fiel a las enseñanzas de los apóstoles san Simón y san Judas, sea, ante el mundo, sacramento visible de la presencia invisible de Dios,
Señor, ten piedad.

Para que Dios transforme nuestro mundo y haga surgir aquel cielo nuevo y aquella tierra nueva que anunciaron los apóstoles de Jesucristo, roguemos al Señor.
Señor, ten piedad.

Para que la luz de la fe dé coraje a los que sufren, y la esperanza en el reino anunciado por los apóstoles disminuya los sufrimientos de los que lloran, roguemos al Señor.
Señor, ten piedad.

Para que a nosotros, reunidos hoy para celebrar el martirio de san Simón y san Judas, nos conceda docilidad hacia los obispos de la Iglesia, que ocupan hoy el lugar de los apóstoles, roguemos al Señor.
Señor, ten piedad.

Escucha, Señor, la oración de tu Iglesia y concede tu Espíritu en abundancia a los que has dado la misión de extender por todo el mundo la doctrina apostólica que ilumina y salva.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.


SAN SIMÓN Y SAN JUDAS
apóstoles. Simón, nacido en Caná y apodado el Cananeo o el Zelotes, figura en la lista de los doce apóstoles elegidos por Jesús. Poco más se sabe de él. Judas, por sobrenombre Tadeo, también uno de los elegidos por Jesús, es el apóstol que en la Última Cena preguntó al Señor por qué se manifestaba sólo a sus discípulos y no al mundo (Jn 14,22). La tradición le atribuye una carta, recogida en el canon del Nuevo Testamento, en la que se trata de prevenir a los cristianos contra los falsos doctores y sus doctrinas sectarias. Según san Fortunato (s. VI), estos dos apóstoles predicaron en distintas regiones de Oriente Medio y murieron mártires en Persia.
Oración: Señor, Dios nuestro, que nos llevaste al conocimiento de tu nombre por la predicación de los apóstoles, te rogamos que, por intercesión de san Simón y san Judas, tu Iglesia siga siempre creciendo con la conversión incesante de los pueblos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.





Admonición 18 de san Francisco: «Bienaventurado el hombre que soporta a su prójimo según su fragilidad en aquello en que querría ser soportado por él, si estuviera en un caso semejante. Bienaventurado el siervo que devuelve todos los bienes al Señor Dios, porque quien retiene algo para sí, esconde en sí el dinero de su Señor Dios (Mt 25,18), y lo que creía tener se le quitará (Lc 8,18)».


Hoy Rezamos el Segundo Dia de la Novena a Maria
pidamos por toda La Iglesia
Por los Sacerdotes del Mundo entero
por un aumento en las vocaciones y para que Pronto sea reconocida la Advocacion de Maria Madre de las Almas Consagradas.

Rezamos el Santo Rosario por estas intenciones

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