Todos los Martes rezamos por los sacerdotes y las almas consagradas Desde aqui compartiremos nuestros encuentros.. Oh, Jesús, Pastor eterno de las almas, Dadnos muchos y santos sacerdotes y haz de nuestras familias semilleros de vocaciones.
A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.
martes, 18 de julio de 2017
"Esta es mi Advocación, VIRGEN MARIA, MADRE DE LAS ALMAS CONSAGRADAS.
Evangelio según san Mateo 11, 20-24
En aquel tiempo, Jesús se puso a reprender a las ciudades que habían visto sus numerosos milagros, por no haberse arrepentido. Les decía:
"¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran realizado los milagros que se han hecho en ustedes, hace tiempo que hubieran hecho penitencia, cubiertas de sayal y de ceniza. Pero yo les aseguro que el día del juicio será menos riguroso para Tiro y Sidón, que para ustedes.
Y tú, Cafarnaún, ¿crees que serás encumbrada hasta el cielo? No. Serás precipitada en el abismo, porque si en Sodoma se hubieran realizado los milagros que en ti se han hecho, quizá estaría en pie hasta el día de hoy. Pero yo te digo que será menos riguroso el día, del juicio para Sodoma que para ti".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Señor, tú que iluminas a los extraviados con la luz de tu Evangelio para que vuelvan al camino de la verdad; concede a cuantos nos llamamos cristianos imitar fielmente a Cristo y rechazar lo que pueda alejarnos de él.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén
Salmo 68
Busquen al Señor y vivirán.
Me estoy hundiendo en un lodo profundo y no puedo apoyar los pies; he llegado hasta el fondo de las aguas y me arrastra la corriente.
Busquen al Señor y vivirán.
A ti, Señor, elevo mi plegaria, ven en mi ayuda pronto; escúchame conforme a tu clemencia, Dios fiel en el socorro.
Busquen al Señor y vivirán.
Mírame enfermo y afligido; defiéndeme y ayúdame, Dios mío. En mi cantar exaltaré tu nombre, proclamaré tu gloria, agradecido.
Busquen al Señor y vivirán.
Se alegrarán al verlo los que sufren; quienes buscan a Dios tendrán más ánimo, porque el Señor jamás desoye al pobre ni olvida al que se encuentra encadenado.
Busquen al Señor y vivirán.
Oremos
Elevemos nuestra oración a Dios Padre, de quien procede la reconciliación y el perdón de los pecados:
-Para que la Iglesia sea siempre la casa paterna en la que también los hijos pródigos encuentren amor y acogida.
-Para que la Iglesia sea en toda situación instrumento y espacio de reconciliación y pacificación entre los hombres.
-Para que los cristianos, a la hora de perdonar, seamos fiel imagen del Dios del perdón.
-Para que los ofendidos perdonemos con la generosidad y benevolencia con que Dios nos perdona.
-Para que los contemplativos como María y los activos como Marta, tengan en la Iglesia su hogar acogedor.
Oración: Concédenos, Padre de bondad, vivir siempre reconciliados y en paz contigo, con nosotros mismos y con nuestros hermanos. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Meditacion breve
SOBRE LA VIDA ACTIVA Y LA VIDA CONTEMPLATIVA
San Gregorio Magno, Homilías sobre el libro
del profeta Ezequiel Lib 2, Hom 2, 8-9
La vida activa consiste en dar pan al hambriento, enseñar la sabiduría al ignorante, corregir al que yerra, reconducir al soberbio al camino de la humildad, cuidar al enfermo, proporcionar a cada cual lo que le conviene y proveer los medios de subsistencia a los que nos han sido confiados.
La vida contemplativa, en cambio, consiste, es verdad, en mantener con toda el alma la caridad de Dios y del prójimo, pero absteniéndose de toda actividad exterior y dejándose invadir por solo el deseo del Creador, de modo que ya no encuentre aliciente en actuar, sino que, descartada cualquier otra preocupación, el alma arda en deseos de ver el rostro de su Creador, hasta el punto de que comienza a soportar con hastío el peso de la carne corruptible y apetecer con todo el dinamismo del deseo unirse a los coros angélicos que entonan himnos, confundirse entre los ciudadanos del cielo y gozarse en la presencia de Dios de la eterna incorrupción.
Buen modelo de estos dos tipos de vida fueron aquellas dos mujeres, a saber, Marta y María, de la cuales una se multiplicaba para dar abasto con el servicio, mientras la otra, sentada a los pies del Señor, escuchaba las palabras de su boca. Como Marta se quejase de que su hermana no se preocupaba de echarle una mano, el Señor le contestó: Marta, Marta: andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán. Fíjate que no se reprueba la parte de Marta, pero se alaba la de María. Ni se limita a decir que María ha elegido la parte buena, sino la parte mejor, para indicar que también la parte de Marta era buena. Y por qué la parte de María sea la mejor, lo subraya a continuación diciendo: Y no se la quitarán.
En efecto, la vida activa acaba con la muerte. Pues ¿quién puede dar pan al hambriento en la patria eterna, en la que nadie tendrá hambre? ¿Quién puede dar de beber al sediento, si nadie tiene sed? ¿Quién puede enterrar a los muertos, si nadie muere? Por tanto, mientras la vida activa acaba en este mundo, la vida contemplativa, iniciada aquí, se perfecciona en la patria celestial, pues el fuego del amor que aquí comienza a arder, a la vista del Amado, se enardece todavía en su amor.
Así pues, la vida contemplativa no cesará jamás, pues logra precisamente su perfección al apagarse la luz del mundo actual.
Franciscanos Santoral y Meditaciones
Que nuestras oraciones lleguen, hermanos, a la presencia del Señor, y que nuestros ruegos sean escuchados por el que escruta el corazón humano:
Pidamos la sabiduría del Hijo de Dios para los que proclaman con fidelidad la palabra divina, y para todos los ministros que sirven a la Iglesia, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.
Por Israel, el pueblo de la antigua alianza, por los cristianos separados de la Iglesia católica y apostólica y por los que no conocen al Dios verdadero, invoquemos al Señor, dueño de toda verdad.
Escúchanos, Señor.
Por los que viven lejos de su casa, por los encarcelados, por los débiles y oprimidos y por los justos que sufren persecución, oremos a Jesús, el Salvador.
Escúchanos, Señor.
Invoquemos con fe y devoción al Señor de la gloria, para que proporcione paz y felicidad a quienes ahora estamos aquí, huéspedes en la casa del Señor, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.
Padre todopoderoso, te suplicamos que la santísima Virgen María nos proteja siempre con su maternal intercesión y nos ayude a conocer y a amar a tu Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos...
Amén.
Meditacion con Maria Madre de las ALmas Consagradas
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