Evangelio según san Juan 15, 26-27; 16, 1-4
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Cuando venga el Consolador, el Espíritu de la verdad que yo les enviaré y que procede del Padre, él dará testimonio de mí. Ustedes mismos serán mis testigos, porque han estado conmigo desde el principio.
Les he dicho todo esto, para que no pierdan la fe en la prueba. Porque los expulsarán de la sinagoga; más aún, llegará un momento en el que les quiten la vida pensando que así dan culto a Dios. Y actuarán así, porque no conocen al Padre ni me conocen a mí. Les digo esto de antemano, para que, cuando llegue la hora, recuerden que ya estaba anunciado".Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oremos Unidos
Dios todopoderoso y eterno, que le has dado un doctor a tu Iglesia en la figura de tu obispo san Atanasio; haz que todo cuanto él enseñó bajo el magisterio del Espíritu, arraigue para siempre en nuestros corazones; y el que, por gracia tuya, es nuestro protector, sea también nuestro abogado y atraiga sobre nosotros tu misericordia.
Por nuestro, Señor Jesucristo...Amén.
Salmo 149
El Señor es amigo de su pueblo.
Canten al Señor un canto nuevo: alábenlo en la asamblea de los fieles, celebre Israel a su Creador, festejen los hijos de Sión a su Rey.
El Señor es amigo de su pueblo.
Que alaben su nombre con danzas, que toquen para él la pandereta y el arpa; porque el Señor aprecia a su pueblo y concede a los débiles la victoria.
El Señor es amigo de su pueblo.
Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas: con vivas a Dios en la boca.
El Señor es amigo de su pueblo.
salmo 188
Enséñame, Señor, tus leyes.
¿Cómo podrá un joven andar honestamente? Cumpliendo tus palabras.
Enséñame, Señor, tus leyes.
Te busco de todo corazón, no consientas que me desvíe de tus mandamientos.
Enséñame, Señor, tus leyes.
En mi corazón escondo tus consignas, así no pecaré contra ti.
Enséñame, Señor, tus leyes.
Bendito eres, Señor; enséñame tus leyes.
Enséñame, Señor, tus leyes.
Mis labios van enumerando los mandamientos de tu boca.
Enséñame, Señor, tus leyes.
Mi alegría es el camino de tus preceptos más que todas las riquezas.
Enséñame, Señor, tus leyes.
San Atanasio,
obispo y doctor de la Iglesia. Nació en Alejandría de Egipto el año 295, de padres cristianos. Fue colaborador y sucesor, el año 328, del obispo de Alejandría san Alejandro, a quien había acompañado como diácono al Concilio de Nicea. Durante los cuarenta y cinco años de su episcopado, defendió valerosamente la recta fe católica proclamada en Nicea y, en particular, la divinidad de Jesucristo contra los arrianos, lo que le acarreó incontables sufrimientos, entre ellos, cinco destierros decretados por los emperadores. Escribió excelentes obras apologéticas y expositivas de la fe; mención especial merece su Vida de San Antonio, en la que narra la vida del santo Abad y que luego sirvió de modelo a las hagiografías. Difundió incluso en Occidente el ideal monástico. Murió en su sede de Alejandría el año 373.- Oración: Dios todopoderoso y eterno, que hiciste de tu obispo san Atanasio un preclaro defensor de la divinidad de tu Hijo, concédenos, en tu bondad, que, fortalecidos con su doctrina y protección, te conozcamos y te amemos cada vez más plenamente. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oremos con confianza al eterno Padre, que, por medio del ángel, anunció la encarnación de su Hijo en el seno virginal de María.
-Para que todo hombre pueda experimentar en la Iglesia la fuerza del amor del Padre, que nos entregó a su Hijo.
-Para que el Señor otorgue a los que creemos en la divinidad de Jesucristo, la firmeza de la fe, la alegría de la esperanza y el fervor de la caridad.
-Para que acreciente en el pueblo los sentimientos de fraternidad y solidaridad de que nos dieron ejemplo el Hijo de Dios encarnado y su Madre.
-Para que, como la Virgen María, seamos fieles oyentes de la palabra de Dios, la acojamos en nuestro corazón y la hagamos fructificar en nuestra vida.
Oración: Escucha, Dios de bondad, nuestras oraciones y dígnate acceder a nuestras peticiones, pues las ponemos bajo la protección de la Madre de tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Oremos con La Santisima Virgen Maria en el Mes de Mayo
«VENID Y VAMOS TODOS»
Venid y vamos todos con flores a porfía
con flores a María que Madre nuestra es.
De nuevo aquí nos tienes purísima doncella
más que la luna bella postrados a tus pies.
A ofrecerte venimos flores del bajo suelo
con cuánto amor y anhelo Señora Tú lo ves.
OracionAcuérdate, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno que haya acudido a tu patrocinio, implorado tu auxilio, o pedido tu socorro, haya sido abandonado de Ti. Animado por esta confianza, vengo a Ti, me refugio en Ti, yo pecador gimo delante de Ti. No quieras, ¡oh Madre del Verbo Eterno!, despreciar mis súplicas; antes bien, escúchalas favorablemente, y haz lo que te suplico. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desoigas la oración de tus hijos necesitados y líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!
Flores para Maria
¿Por quién hizo Dios las flores, si no las hizo por Ti?
Sugerencias de obsequios espirituales que se pueden ofrecer al Señor, por medio de la Virgen, para cada día del mes de mayo.
Recibe, Madre, las flores de nuestro amor y nuestra alegría.
Para que tu gozo sea cumplido.
1dia del mes de Mayo
2, dia
Examinar mi devoción a la Virgen y cómo la practico.
Oracion
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza; a Ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco desde este día alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía!
Para rezar el resto de los dias del Mes de Mayo
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Oraciones dadas por La Santisima Virgen Maria en San Nicolas
Espíritu Santo Luz y Poder,
te agradecemos la fuerza que nos das,
para que en ella podamos apoyarnos y caminar.
Tú que ahondas en lo profundo de nuestro ser,
y avivas la llama de nuestra fe,
libéranos de todo lo impuro que podamos albergar,
en nuestro pobre corazón.
Te pedimos que con tu Amor,
nos hagas entrar dignos de entrar
en las puertas del Eterno.
Amén.
“Oh dulcísima Madre, por todos los sufrimientos que padeciste, ayúdame a sobrellevar mi cruz”.
12-12-86 Amar a Dios
¡Cuántas cosas hermosas encierra el amor a Dios!
Amar a Dios es querer al prójimo.
Amar a Dios es ofrecerse a Dios.
Amar a Dios es dar la vida por Dios.
Pensamiento y obra sean de Dios.
Amén, amén.
7-9-84 Consagración a la Virgen
“¡Oh Madre! Quiero Consagrarme a Ti. Virgen María hoy Consagro mi vida a Ti. Siento necesidad constante de tu presencia en mi vida, para que me protejas, me guíes y me consueles. Sé que en Ti mi alma encontrará reposo y la angustia en mí no entrará, mi derrota se convertirá en victoria, mi fatiga en Ti fortaleza es. Amén”.
8-12-84 Súplica a la Madre
“Madre una gracia te pido, que me sanes en cuerpo y alma, sé que debo despojarme de mi orgullo, y de todos mis pecados. Qué lejos estaba de Ti, qué negro velo cubría mi alma, hoy te descubro y quiero vivir, detiene tu mano, pósala en mi corazón”. Amén.
Oh, Madre mía, hasta tus pies llego, postrándome con inmenso amor; ofreciéndote todo mi ser, consagrándote mi vida toda. Guárdame en tu Corazón, Sé Tú, mi Dueña absoluta y Guardiana de mi vida. Sé que unida a Tí, confiando plenamente en Tí, llegaré hasta el Corazón de Tu Hijo. Amén.
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