A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

domingo, 17 de marzo de 2013

"Oremos los unos por los otros y todos por el mundo, para que haya una gran fraternidad" Su Santidad Francisco I.




¡Qué dichosos y benditos son los que aman al Señor y cumplen lo que dice el mismo Señor en el Evangelio: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, y al prójimo como a ti mismo! san Francisco de Asis


Ciudad del Vaticano, 13 Mar 2013 (AICA): “Estoy muy contento de que haya sido elegido un latinoamericano. Sabemos las esperanzas que había en ese continente en el que vive la mayor parte de los católicos”, fueron las primeras palabras del director de la oficina de prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi SJ, comentando con los periodistas la elección del nuevo Papa. “La elección del nombre Francisco es muy significativa -dijo- Es un nombre que nunca antes había sido elegido y evoca sencillez, testimonio evangélico.
 

“El cardenal Bergoglio -añadió- es jesuita y los jesuitas se caracterizan por el servicio a la Iglesia recogiendo todos los carismas que el Señor nos da, allá donde se necesitan, pero intentando evitar los puestos de poder. Para mí esta elección asume el significado de una llamada al servicio, una llamada fuerte y no una búsqueda de poder o de autoridad. Estoy convencido absolutamente de que tenemos un Papa que quiere servir. Su elección fue la elección de un rechazo del poder” .




Debemos ser sencillos, humildes y puros
De la carta de san Francisco de Asís, dirigida a todos los fieles

La venida al mundo del Verbo del Padre, tan digno tan santo y tan glorioso, fue anunciada por el Padre altísimo, por boca de su santo arcángel Gabriel, a la santa y gloriosa Virgen María, de cuyo seno recibió una auténtica naturaleza humana, frágil como la nuestra. Él, siendo rico sobre toda ponderación, quiso elegir la pobreza, junto con su santísima madre. Y, al acercarse su pasión, celebró la Pascua con sus discípulos. Luego oró al Padre diciendo: Padre mío, si es posible, que pase y se aleje de mí ese cáliz.

Sin embargo, sometió su voluntad a la del Padre. Y la voluntad del Padre fue que su Hijo bendito y glorioso, a quien entregó por nosotros y que nació por nosotros, se ofreciese a sí mismo como sacrificio y víctima en el ara de la cruz, con su propia sangre, no por sí mismo, por quien han sido hechas todas las cosas, sino por nuestros pecados, dejándonos un ejemplo para que sigamos sus huellas. Y quiere que todos nos salvemos por él y lo recibamos con puro corazón y cuerpo casto.

¡Qué dichosos y benditos son los que aman al Señor y cumplen lo que dice el mismo Señor en el Evangelio: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, y al prójimo como a ti mismo! Amemos, pues, a Dios y adorémoslo con puro corazón y con mente pura, ya que él nos hace saber cuál es su mayor deseo, cuando dice: Los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y verdad. Porque todos los que lo adoran deben adorarlo en espíritu y verdad. Y dirijámosle, día y noche, nuestra alabanza y oración, diciendo: Padre nuestro, que estás en los cielos; porque debemos orar siempre sin desanimarnos.

Procuremos, además, dar frutos de verdadero arrepentimiento. Y amemos al prójimo como a nosotros mismos. Tengamos caridad y humildad y demos limosna, ya que ésta lava las almas de la inmundicia del pecado. En efecto, los hombres pierden todo lo que dejan en este mundo tan sólo se llevan consigo el premio de su caridad y las limosnas que practicaron, por las cuales recibirán del Señor la recompensa y una digna remuneración.

No debemos ser sabios y prudentes según la carne, sino más bien sencillos, humildes y puros. Nunca debemos desear estar por encima de los demás, sino, al contrario debemos, a ejemplo del Señor, vivir como servidores y sumisos a toda humana criatura, movidos por el amor de Dios. El Espíritu del Señor reposará sobre los que así obren y perseveren hasta el fin, y los convertirá en el lugar de su estancia y su morada, y serán hijos del Padre celestial, cuyas obras imitan; ellos son los esposos, los hermanos y las madres de nuestro Señor Jesucristo.



ORACION POR LA PAZ
San Francis de Asís
Señor,
hazme un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo armonía,
donde hay error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo la luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.

Oh, Señor, que no me empeñe tanto
en ser consolado como en consolar,
en ser comprendido, como en comprender,
en ser amado, como en amar;
porque dando se recibe, olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
muriendo se resucita a la vida .
Amén.

El martes 19 de Marzo rezaremos por el Papa Su Santidad Francisco I en la Parroquia Santo tomas Moro- Urquiza 1450 Vicente Lopez Pcia de Buenos Aires Adoracion 13 hs 14hs Santo Rosario-







Jornadas de Oracion en La Catedral de Buenos Aires:

Lunes 18 de marzo

20.30 hs. Iglesia Catedral Primada de Buenos Aires

Vigilia de Oración, durante toda la noche, de los jóvenes para todo el Pueblo de Dios.





Martes 19 de marzo Solemnidad de San José, Patrono de la Iglesia Universal

04.00 hs. Marcha desde la Iglesia Catedral hacia el Obelisco.

05.30 hs. Transmisión en el Obelisco, en directo desde Roma, de la Celebración de la Santa Misa de Inicio Solemne del Pontificado de Su Santidad Francisco. 


12.00 hs. Repique de las campanas durante 10 minutos de todas las Iglesias de la Arquidiócesis y edificios con campanas de la Ciudad saludando al nuevo y querido Santo Padre Francisco desde su lugar de origen.

Por la tarde Santa Misa de San José en cada una de las Parroquias e Iglesias de la Arquidiócesis por las intenciones del Santo Padre Francisco.
Oremos a nuestra Madre La Virgen Maria con las oraciones de San Francisco de Asis

Santa Virgen María,
no ha nacido en el mundo
ninguna semejante a ti entre las mujeres,
hija y esclava del altísimo y sumo Rey,
el Padre celestial,
Madre de nuestro santísimo Señor Jesucristo,
esposa del Espíritu Santo:
ruega por nosotros
ante tu santísimo amado Hijo, Señor y maestro.
Gloria al Padre. Como era.






Salve, Señora, santa Reina,
santa Madre de Dios, María,
que eres virgen hecha iglesia
y elegida por el santísimo Padre del cielo,
a la cual consagró Él
con su santísimo amado Hijo
y el Espíritu Santo Paráclito,
en la cual estuvo y está
toda la plenitud de la gracia y todo bien.

Salve, palacio suyo;
salve, tabernáculo suyo;
salve, casa suya. Salve, vestidura suya;
salve, esclava suya;
salve, Madre suya
y todas vosotras, santas virtudes,
que sois infundidas por la gracia
e iluminación del Espíritu Santo
en los corazones de los fieles,
para que de infieles hagáis fieles a Dios.

Dios todopoderoso, que derramaste el Espíritu Santo sobre los apóstoles, reunidos en oración con María, la Madre de Jesús, concédenos, por intercesión de la Virgen, entregarnos fielmente a tu servicio y proclamar la gloria de tu nombre con testimonio de palabra y de vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 


Load y bendecid a mi Señor,
dadle gracias y servidle con gran humildad.

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