A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

miércoles, 20 de mayo de 2015

La virtud sobrenatural de la fortaleza, la ayuda específica de Dios, es imprescindible al cristiano para luchar y vencer contra los obstáculos que cada día se le presentan en su pelea interior...


Evangelio
según san Juan 17, 11b-19


En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo:
"Padre santo, protege en tu nombre a los que me has dado para que sean uno, como tú y yo somos uno.
Mientras yo estaba con ellos en el mundo, yo mismo protegía en tu nombre a los que me diste. Los he custodiado de tal manera que ninguno de ellos se ha perdido, fuera del que tenía que perderse, para que se cumpliera lo que dice la Escritura. Ahora, en cambio, yo me voy a ti. Si digo estas cosas mientras todavía estoy en el mundo, es para que ellos puedan participar plenamente en mi alegría.
Yo les he comunicado tu mensaje, pero el mundo los odia, porque no pertenecen al mundo, como tampoco pertenezco yo. No te pido que los saques del mundo, sino que los defiendas del maligno. Ellos no pertenecen al mundo como tampoco pertenezco yo. Haz que ellos sean completamente tuyos por medio de la verdad; tu palabra es la verdad.
Yo los he enviado al mundo, como tú me enviaste a mí. Por ellos yo me consagro a ti, para que también ellos se consagren a ti, por medio de la verdad".
Palabra del Señor.


 Tu palabra, Señor, es la verdad:y La Luz de mis ojos...


Dios misericordioso, concede a tu Iglesia, congregada por el Espíritu Santo, entregarse plenamente a ti y vivir siempre unida en el amor. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.



Salmo
Reyes de la tierra, canten al Señor. 

 Despliega, oh Dios, tu poder, el poder que actúa en favor nuestro. A tu templo, que domina Jerusalén, te traerán dones los reyes.
Reyes de la tierra, canten al Señor.
Canten a Dios, reinos de la tierra, toquen para el Señor que cabalga sobre los cielos, los cielos eternos, que hace resonar su voz, su voz poderosa: "Reconozcan el poderío de Dios".
Reyes de la tierra, canten al Señor. 


Su majestad resplandece sobre Israel, su potencia sobre las nubes. ¡Que Dios sea bendito!
Reyes de la tierra, canten al Señor.




El Señor promete a los Apóstoles que serán revestidos por el Espíritu Santo de la fuerza de lo alto

El Paráclito mismo asistirá a la Iglesia y a cada uno de sus miembros hasta el fin de los siglos. La virtud sobrenatural de la fortaleza, la ayuda específica de Dios, es imprescindible al cristiano para luchar y vencer contra los obstáculos que cada día se le presentan en su pelea interior por amar cada día más al Señor y cumplir sus deberes. Y esta virtud es perfeccionada por el don de fortaleza, que hace prontos y fáciles los actos correspondientes.

En la medida en que vamos purificando nuestras almas y somos dóciles a la acción de la gracia, cada uno puede decir, como San Pablo:''.. todo lo puedo en Aquel que me conforta.'' Bajo la acción del Espíritu Santo, el cristiano se siente capaz de las acciones más difíciles y de soportar las pruebas más duras por amor a Dios. 

El alma, movida por este don, no pone la confianza en sus propios esfuerzos, pues nadie mejor que ella, si es humilde, tiene conciencia de su propia endeblez y de su incapacidad para llevar a cabo la tarea de su santificación y la misión que el Señor le encarga en esta vida; pero oye, de modo particular en los momentos más difíciles, que el Señor le dice:..'' Yo estaré contigo.''  Entonces se atreve a decir: si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros? . ¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo?.''  ..''Pero en medio de todas estas cosas triunfamos por virtud de Aquel que nos amó. Por lo que estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni virtudes, ni lo presente, ni lo venidero, ni la fuerza, ni lo que hay de más alto, ni de más profundo, ni otra ninguna criatura, podrá jamás separarnos del amor de Dios, que se funda en Jesucristo Nuestro Señor, Rom 8, 31-39 ''. Es este un grito de fortaleza y de optimismo que se apoya en Dios.


Oremos confiados siempre en la palabra de Jesús: «Todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo».

-Por la Iglesia, para que viva y sienta la palabra del Señor: «Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».

-Por los que tienen autoridad en la vida pública, para que al menos respeten y hagan respetar el nombre de Jesús.

-Por los cristianos, sus familias y sus grupos, para que acojan con amor a los débiles y desamparados, recordando la palabra de Cristo: «El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe».

-Por todos los creyentes, para que de palabra y de obra demos testimonio convincente de Cristo muerto y resucitado.

Oración: Señor Jesús, hijo de María Virgen, escucha las plegarias que te dirigimos confiados en la intercesión de la madre que tú mismo nos diste. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén



Hoy recordamos 

 
San Bernardino de Siena. 
Nació en Massa Marittima (Toscana, Italia), el año 1380, de familia noble. Estudió en la universidad de Siena, y a la edad de 22 años vistió el hábito de san Francisco. Apenas recibida la ordenación sacerdotal, en 1404, fue destinado a la predicación, en la que sobresalió especialmente a partir de 1418, después de dedicarse intensamente al estudio. Fue uno de los mayores predicadores populares del siglo XV, culto a la vez que cercano al pueblo. Propagó la devoción al Santísimo Nombre de Jesús, cuyo anagrama difundió por toda Italia. Contribuyó eficazmente en la reforma de las costumbres del pueblo cristiano. Tuvo un papel importante en la promoción intelectual y espiritual de su Orden, en la que impulsó la gran reforma de los Observantes, para la que contó con colaboradores y continuadores como san Juan de Capistrano, san Jaime de la Marca, el beato Mateo de Agrigento, etc. Sus escritos lo colocan entre los grandes maestros franciscanos. Murió en L'Aquila (Abruzzo) el 20 de mayo de 1444.- Oración: Señor Dios, que infundiste en el corazón de san Bernardino de Siena un amor admirable al nombre de Jesús, concédenos, por su intercesión y sus méritos, vivir siempre impulsados por el espíritu de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


 

Beata Maria Crescencia Pérez. 
Nació en San Martín, provincia de Buenos Aires, en 1897. Sus padres procedían de Galicia (España) y eran profundamente cristianos. En 1918 vistió el hábito de la congregación de las Hijas de María Santísima del Huerto. Su vida como religiosa estuvo marcada por la sencillez, la oración y el cuidado de los pobres y los enfermos, manifestando que el Evangelio es capaz de dar plenitud y alegría a quienes viven según sus valores. Su vida de oración la llevó a una honda experiencia de Dios y a fenómenos místicos extraordinarios. La devoción mariana y el deseo de dar a conocer a Jesús a sus hermanos marcaron su itinerario espiritual y apostólico. Los primeros años de su vida religiosa los dedicó a los niños. Después tuvo como destinatarios a los enfermos, los niños afectados de tuberculosis ósea. Por motivos de salud la enviaron a Vallenar (Chile), y allí murió el 20 de mayo de 1932. Beatificada el 17-XI-2012. Benedicto XVI la llamó "modelo de dulzura evangélica animada por la fe".



Maria Auxiliadora

Santísima Virgen, Madre de Dios, yo aunque indigno pecador postrado a vuestros pies en presencia de Dios omnipotente os ofrezco este mi corazón con todos sus afectos. A vos lo consagro y quiero que sea siempre vuestro y de vuestro hijo Jesús.

Aceptad esta humilde oferta vos que siempre habéis sido la auxiliadora del pueblo cristiano.

Oh María, refugio de los atribulados, consuelo de los afligidos, ten compasión de la pena que tanto me aflige, del apuro extremo en que me encuentro.

Reina de los cielos, en vuestras manos pongo mi causa. Se bien que en los casos desesperados se muestra más potente vuestra misericordia y nada puede resistir a vuestro poder. Alcanzadme Madre mía la gracia que os pido si es del agrado de mi Dios y Señor. Amén.


Novena de San Juan Bosco
Rezad durante nueve días seguidos tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias con la jaculatoria "Sea alabado en todo momento el Santísimo Sacramento", y tres salves con la jaculatoria "María Auxiliadora de los cristianos, ruega por nosotros".

El cristiano ora al Señor y también a la que es su Auxiliadora

2. Recibid los Sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía.

El cristiano vive unido a Cristo, a la Auxiliadora de los cristianos y a la Iglesia por los Sacramentos.

3. Os recomiendo que prometáis vuestro donativo o vuestro trabajo personal para sostener obras de apostolado, preferentemente salesianas.

El cristiano, siente que la Auxiliadora le anima a ser apóstol y a sostener las obras de apostolado de la Iglesia de Cristo.

Novena

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