El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor.
Lectura de la carta a los Hebreos 5, 7-9
Hermanos: El mismo Cristo, que en los días de su vida mortal presentó oraciones y súplicas con grandes gritos y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, fue escuchado en atención a su actitud reverente; y precisamente porque era Hijo, aprendió sufriendo a obedecer. Llegado a la perfección se convirtió en causa de salvación eterna para todos lo que le obedecen, y ha sido proclamado por Dios sumo sacerdote a la manera de Melquisedec.
Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 12, 20-33
En aquel tiempo, entre los que habían llegado a Jerusalén para dar culto a Dios con ocasión de la fiesta, había algunos griegos. Estos se acercaron a Felipe, que era natural de Betsaida de Galilea, y le dijeron.
"Señor, queremos ver a Jesús".
Felipe se lo dijo a Andrés, y los dos juntos se lo hicieron saber a Jesús. Jesús contestó: "Ha llegado la hora en que Dios va a glorificar al Hijo del hombre. Yo les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere dará fruto abundante. Quien aprecia su vida terrena, la perderá; en cambio, quien sepa desprenderse de ella, la conservará para la vida eterna. Si alguien quiere servirme, que me siga; correrá la misma suerte que yo. Todo aquél que me sirva será honrado por mi Padre.
Me encuentro profundamente angustiado; pero, ¿qué es lo que puedo decir? ¿Padre, líbrame de esta hora? De ningún modo; porque he venido precisamente para aceptar esta hora. Padre, glorifica tu nombre".
Entonces se oyó esta voz venida del cielo:
"Yo lo he glorificado y volveré a glorificarlo".
De los que estaban presentes, unos creyeron que había sido un trueno; otros decían:"Le ha hablado un ángel".
Jesús explicó:"Esta voz se ha dejado oír no por mí, sino por ustedes. Es ahora cuando el mundo va a ser juzgado; es ahora cuando el que tiraniza a este mundo va a ser arrojado fuera. Y yo en vez que haya sido elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacía mí".
Con esta afirmación, Jesús quiso dar a entender la forma en que iba a morir.
Palabra del Señor.
Oremos
Tú, que nos has iluminado con las enseñanzas de la fe, escucha, Señor, nuestra oración ..
..Para que el Redentor del mundo, que se entregó a la muerte para vivificar a su pueblo, libere a la Iglesia de todo mal, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.
Para que el Redentor del mundo, que oró en la cruz por quienes lo crucificaban, interceda ante del Padre por los pecadores, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.
Para que el Redentor del mundo, que experimentó en la cruz el sufrimiento y la angustia, se compadezca de los que sufren, les dé fortaleza y paciencia y ponga fin a sus dolores, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.
Para que el Redentor del mundo a nosotros, sus siervos, que en estos días nos disponemos a recordar con veneración su cruz, nos reconforte con la fuerza de su resurrección, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.
Por todos los pueblos: para que no caigan en la tentación del endiosamiento, de la exclusión de los demás y de la prepotencia.
-Por los gobernantes de todas las naciones: para que, trabajando por la paz, fruto de la justicia, colaboren en la realización del reino de Dios.
-Por nosotros, que confesamos a Cristo, Señor: para que realicemos la verdad de Cristo en el amor fraterno.
Oración: Escucha, Señor, las súplicas que te dirigimos confiados en la mediación de Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Meditacion con el Espiritu Santo
Ven, Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu. Que renueve la faz de la Tierra.
Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo; concédenos que, guiados por el mismo Espíritu, sintamos con rectitud y gocemos siempre de tu consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
El Don de Consejo
Vence la tentacion de la precipitacion
Siguiendo la refleccion de nuestros pastores en Navegar Mar Adentro, vemos como los argentinos nos dejamos tentar por el éxito facil y rapido, lo que fomenta acciones corruptas en todos los niveles. La prisa de vivir, la fiebre de movernos sin un camino claro y presiso, el haber perdido el sentido de la verdad y de los valores nos lleva, lamentablemente, a ver como las familias, las instituciones y la sociedad entran en una crisis fomentada, muy a menudo, por los medios de comunicacion que relativizan todo y destruyen valores claves para la familia, la educacion y el pueblo.
Frente a este panorama sombrío, por donde viene la luz? Debemos implorar al Espiritu Santo que nos conceda el Don de Consejo.
Este Don presta magnificos servicios a la virtud de la prudencia, no solo en las grandes determinaciones que marcan la orientacion de toda una vida/ Vocacion/ sino hasta en los mas pequeños detalles de una vida en apariencia monotona y sin trascendencia alguna. Son corazonadas, golpes de vista intuitivos, cuyos aciertos y oportunidad se encargan mas tarde de develar los acontecimientos. Para el gobierno de nuestros propios actos y elr ecto desempeño de cargos directivos y responsabilidad, el don de consejo es de un pecio y valor inestimable. Santa Catalina de Siena gozó de ste don en grado extraordinario siendo el brazo y la mejor consejera del Papa a quien hizo regresar de Aviñon a Roma contra el parecer de los cardenales. Y Santa Teresita del Niño Jesús desempeñó con exquisito acierto, en plena juventud, el dificil y delicado cargo de maestra de novicias, que tanta madurez y experiencia requiere.
Suplica
Espiritu Santo, dame el Don de Consejo para saber que es lo que mas agrada a Dios respecto de mi y de los demas, para que cumpla a la perfeccion la Voluntad de Dios y no me deje tomar por la precipitacion que me lleva a cometer tantos errores que me impiden caminar segun Su querer. Amén.
Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fíeles
y llena de la divina gracia los corazones,
que Tú mismo creaste.
Tú eres nuestro Consolador,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego, caridad
y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, el dedo de la mano de Dios;
Tú, el prometido del Padre;
Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.
Enciende con tu luz nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece nuestra débil carne,
Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé Tú mismo nuestro guía,
y puestos bajo tu dirección,
evitaremos todo lo nocivo.
Por Ti conozcamos al Padre,
y también al Hijo;
y que en Ti, Espíritu de entrambos,
creamos en todo tiempo.,
Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos infinitos. Amén.
V. Envía tu Espíritu y serán creados.
R. Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos.
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
R. Amén.
En Enero de 1980, Juan Pablo II, hablando a un grupo de la renovación carismática dijo:
Yo desde pequeño aprendí a rezarle al Espíritu Santo. Cuando tenía 11 años, me entristecía porque se me dificultaban mucho las matemáticas. Mi padre, me mostró en un librito el Himno '"VEN CREADOR ESPIRITU"', y me dijo: Rézalo y verás que El te ayuda a comprender. Llevo mas de 40 años rezando este himno todos los días y he sabido lo mucho que ayuda el Divino Espíritu.
Entrega al Espiritu Santo implorando sus dones y frutos
Espíritu Santo, Dios eterno, cuya gloria llena los cielos y la tierra, heme aquí postrado humildemente en tu presencia. Te ofrezco y te hago entrega de mi cuerpo y de mi alma. Adoro el resplandor de tu pureza, de tu justicia inmutable y del poder de tu amor.
No permitas que te ofenda o resista a las inspiraciones de tu gracia; antes bien dirige mi entendimiento, a fin de que escuche dócilmente la voz de tus inspiraciones y las siga, hallando en tu misericordia un amparo contra mi debilidad.
Espíritu de Sabiduría, domina todos mis pensamientos, palabras y obras.
Espíritu de Entendimiento, ilumíname e instrúyeme.
Espíritu de Consejo, guíame en mi inexperiencia.
Espíritu de Ciencia, ahuyenta mi ignorancia.
Espíritu de Fortaleza, hazme perseverante en el servicio de Dios; dame fuerzas para proceder en todo con bondad y benevolencia, con mansedumbre y sinceridad, con paciencia y caridad, con alegría y longanimidad.
Espíritu de Piedad, hazme afectuoso y filial en mis relaciones con Dios.
Espíritu del Santo Temor de Dios, líbrame de todo mal.
Espíritu de Paz, dame tu paz.
Espíritu de Santidad, adorna con las celestiales virtudes de pureza y modestia el templo que has elegido por tu morada y preserva siempre mi alma, con tu gracia omnipotente, de la ruina del pecado. Así sea.
Rezamos el Santo Rosario con la voz y meditacion de San Juan Pablo II
Gracias por orar con el Arca. ¡¡ Dios te Bendiga ¡¡
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