A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Hijitos, hijitas: Os pido, abrid las puertas de vuestro corazón y dejad que vuestra Madre os llene de su luz y de su amor. ..."

Rezar es algo muy importante, que puede cambiar el mundo, pues hace presente la fuerza de Dios...
Madre Santisima enseñanos a Orar y Alabar

Con Cristo a mi lado desconozco la debilidad,
El me sustenta con su Amor y mis fuerzas se multiplican.
Le doy gracias a Jesús por haberme despertado, por enseñarme el camino
el camino hacia la Vida.
El es toda mi esperanza, mi confianza, mi alegría, Cristo ama, Cristo enseña.
Cristo salva, Cristo redime. Aleluia.
 …”Vosotros estais en esta gran familia: cada uno hace lo que está de su parte y juntos sois misioneros, promotores de la obra misionera de la Iglesia. Tenéis un hermoso programa, indicado por vuestra portavoz: escuchar, rezar, conocer, compartir, ser solidarios. Estos son los elementos esenciales que constituyen realmente una forma de ser misioneros, de hacer que crezca la Iglesia y la presencia del Evangelio en el mundo. Quiero subrayar algunos de estos puntos. Ante todo rezar. La oración es una realidad: Dios nos escucha y,cuando rezamos Dios entra en nuestra vida, se hace presente entre nosotros y actúa.

Hijitos, hijitas: Os pido, abrid las puertas de vuestro corazón y dejad que vuestra Madre os llene de su luz y de su amor.
A todos os amo por igual. Muy pronto manifestaré a todos la grandeza del Señor, porque así El lo ha querido. Sed obedientes y unios en oración. Debéis preparar vuestros corazones, acrecentad vuestra fe.

Aprended a ser pequeños, rechazad la soberbia, ya que ofendéis a vuestro Dios. Aprended la verdadera caridad para con el prójimo. Sostened con las dos manos las enseñanzas que mi Hijo os ha dado y no ocupéis una de ellas con el peso del dinero.

Dios os necesita enteramente; vosotros os habéis consagrado a Dios. Buscad el camino de la perfección y la santidad, no las cosas del mundo que os atan a él. Atad vuestra vida a Dios

Guardad para siempre este mandamiento en vuestro corazón: amarás al Señor tu Dios con todas las fuerzas de tu alma, con todo tu corazón, con todo tu espíritu.

Hijitos, hijitas: va es hora de que mi advocación como Virgen María. Madre de Mis Almas Consagradas. sea conocida en todo el mundo. Para esto os invito a orar. Sólo así podré entrar en todos los corazones y participar con vosotros en la salvación del mundo. 
Os cubro con mi manto.
 "Pedid con vuestras oraciones al Altísimo que vuestro rebaño sea numeroso y así os conceda la unidad de mis almas consagradas en la única verdad. Por ella sed fuertes cimientos de la Iglesia de Cristo Jesús.."
 Hijitos, hijitas: 
Dios me ha enviado a este mi bosquecito sagrado de oración y recogimiento, como vuestra Madre: Madre de Mis Almas Consagradas.

En vuestros corazones palpita la esperanza de una Iglesia unida en la verdad de Cristo, verdad que dará más frutos con vuestra imprescindible partici­pación. Si hijitos, sí hijitas: verdad que debéis compartir como única, creciente y robusta, en orden a vuestra entrega a Dios y a vuestra unión como hermanos.

Por la única verdad mi Hijo Jesús vino al mundo y por la única verdad murió Cristo. Verdad que conocéis porque os fue entregada y al aceptarla os hace representantes fieles de este único camino, de este sendero. Esta única verdad no puede conduciros por varios caminos, no puede ser interpretada según vuestra voluntad, no puede ser apartada de vuestra presencia.
Mi Hijo Jesús es la única verdad y vosotros sois pertenencia del Creador. ¿Cómo podréis apartaros de esta verdad?

Hijitos, hijitas: sois representantes de esta verdad. Debéis enseñarla a mis más pequeños. Tomad en cuenta el tiempo que necesitasteis para entenderla y comprenderla. Es el tiempo que tendréis para enseñarla, tiempo de recuperar tantas almas que desconocen esta verdad. No pidáis al Dios de los cielos más tiempo que este.

Pedid con vuestras oraciones al Altísimo que vuestro rebaño sea numeroso y así os conceda la unidad de mis almas consagradas en la única verdad. Por ella sed fuertes cimientos de la Iglesia de Cristo Jesús.

Os tengo en mi corazón.

"Un símbolo cristiano os ha sido entregado. Véalo a los pies de mi gruta. Véalo entre mis aguas de vida. Es el ancla de salvación."
El Papa Juan Pablo II recibe los mensajes y el ancla dorada
 

Una de las anclas debería ser entregada al Santo Padre con una reseña de lo que estaba ocurriendo y con copia de los mensajes Otra, al Obispo de la diócesis de Los Teques, a la que pertenecía Carrizal Una tercera estaba destinada también a Su Eminencia el Cardenal José Alí Lebrún, Arzobispo metropolitano de Caracas, a cuyo arzobispado correspondía administrativamente la diócesis de Los Teques. La cuarta de entre las doce anclas debería ser entregada al primer obispo que visitara este bosquecito sagrado que resultó ser uno de Uruguay La Superiora General de las Siervas de Jesús estaba también en la lista, no sólo por el apoyo que brindaba a todo el proceso sino porque la Santísima Virgen se ha mostrado particularmente atenta a todas las jerarquías que siempre representan a su propio hijo.

El ancla dorada destinada al Santo Padre fue entregada a Su Santidad Juan Pablo II el día 7 de noviembre de este mismo año de 1994.Para entregar esta carta, los mensajes, las fotos, la documentación acerca de las escarchas y el ancla dorada, viajó a Roma el P. Antonio Agrela, de la diócesis de Barinas, gran devoto de nuestra Madre. Y aunque viajó sin tener clara idea de cómo lograr una audiencia con el Santo Padre, la Santísima Virgen se ocupó de lograr que este sacerdote, sin pérdida de tiempo y apenas llegado a Roma, en forma por demás prodigiosa pudiese encontrarse con el Papa de tal manera que se hiciese entrega del obsequio en un breve diálogo explicativo sobre el legado de la Virgen, que el Santo Padre recibió con filial devoción y amor y especiales muestras de interés. Se anexa foto de este encuentro con el Papa Juan Pablo II al final del libro.

La Carta para el Papa

Hijitos, Hijitas:

Unidos en el amor a Cristo Jesús, mis pequeñitos, hoy cuando estáis todos reunidos en este mi bosquecito sagrado de oración y recogi­miento, os invito a dar gracias a Dios Padre, único y verdadero, por estar entre vosotros como vuestra Madre, Madre de mis almas consagradas.

Esta alegría que compartís, es también com­partida en el cielo . Y es que por vuestra humildad, sencillez, caridad y plenitud de ese amor cristiano que habéis mostrado en este lugar sagrado, me dirijo a vosotros, para daros a conocer las querencias de mi hijo Jesús y de vuestra Madre.

¡Venid, hijitos! Venid y llenaos de este amor grande y misericordioso que siempre ha de permanecer aquí. Sí, abundancia de gracias se está derramando sobre vosotros. Dios lo quiere así y así ha de cumplirse.

Todos y cada uno habéis sido llamados a ocupar un lugar en el corazón de vuestra Madre. Os invito a la oración, al sacrificio, a la penitencia y a la reconciliación con Dios. Os invito a que unáis vuestros corazones al divino Corazón de Jesús y a mi Inmaculado Corazón.
Unidos en hermandad, pues el tiempo que estáis viviendo es tiempo de prueba y de escogencia. Elevad vuestros corazones al cielo y pedid al Dios misericordioso os conceda la paz en el mundo y santas vocaciones sacerdotales y religiosas.

Un símbolo cristiano os ha sido entregado. Véalo a los pies de mi gruta. Véalo entre mis aguas de vida. Es el ancla de salvación. Dios ha querido dejarlo como símbolo de unión de todas sus almas consagradas con vuestra Madre en este mi bosquecito. Símbolo que unido a mi imagen llevaréis en vuestros corazones, medalla de amor y devoción a vuestra Madre. De ella manarán inmensos caudales de gracias; de ella, inmensos caudales de amor y de ella, mi perfección.

Mis Pequeñitos: compartid con mis almas sacer­dota
les el sacrificio de la Santa Misa. Acrecentad la devoción del santo rosario y dad a conocer al mundo entero que vuestra Madre ha escogido este bosquecito sagrado para estar entre vosotros. Os dejo una promesa: ninguno de mis pequeños quedará sin el amor y la protección de esta Madre que os ama.

Os tengo en mi corazón


Fotos

Sitio donde hablaron de los mensajes de Maria


Señor desde aqui levantamos nuestra oracion al cielo, escuchanos , Señor.
Por intercesion de la Bienaventurada Virgen Maria Nuestra Señora y Madre te pedimos por nuestros hermanos y hermanas del mundo entero para que se conviertan a Tu Amor misericordioso, sanalos Señor, ayudales a encontrarte en las pequeñas cosas de cada dia. Que reine la paz en sus corazones, que la oracion de cada dia sea para Ti un sonido de amor de parte de nosotros Tus Hijitos que tanto te necesitan.
Te damos gracias Madre Maria por El Amor que nos tienes, por venir a nosotros aun ahora en este momento. Gracias Madre por darnos a Jesus, ayudanos a encontrarlo en nuestra vida. Amen.
Rezamos un Misterio del Santo Rosario, poniendo en los pies de Maria nuestras intenciones.
oremos con Maria
Te invitamos a ver este video de la vidente Mirjana en Medjugorje en una visita de unos peregrinos argentinos a su hogar les cuenta lo que Maria Nuestra Madre nos pide a los laicos.