A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Hermanos: Que Jesucristo Señor nuestro y nuestro Padre Dios, que nos ha amado y nos ha regalado un consuelo eterno y una feliz esperanza, conforte sus corazones y los disponga a toda clase de palabras y de buenas obras..."


Altar de la Parroquia San Cayetano* Jueves 7 de Noviembre
Ayúdanos, Señor, a dejar en tus manos paternales todas nuestras preocupaciones, a fin de que
podamos entregarnos con mayor libertad a tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.


 El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar?
 

El Señor es mi luz y mi salvación. Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia.

El Señor es mi luz y mi salvación. 


La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Armate de valor y fortaleza y en el Señor confía.
 

El Señor es mi luz y mi salvación.

 Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2, 16-17; 3,1-5 

Hermanos: Que Jesucristo Señor nuestro y nuestro Padre Dios, que nos ha amado y nos ha regalado un consuelo eterno y una feliz esperanza, conforte sus corazones y los disponga a toda clase de palabras y de buenas obras.
Por lo demás, hermanos, oren por nosotros, para que la palabra del Señor siga el avance
glorioso que comenzó en ustedes, y para que nos libre de los hombres perversos y malvados que nos acosan, porque no todos aceptan la fe.
El Señor, que es fiel, les dará fuerzas y los librará del maligno.
Tengo confianza en el Señor de que ya hacen y continuarán haciendo cuanto les he mandado.
Que el Señor dirija su corazón para que amen a Dios y esperen pacientemente a Cristo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.



 † Lectura del santo Evangelio según san Mateo 16, 24-28

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
"El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre ha de venir rodeado de la gloria de su Padre, en compañía de sus ángeles, y entonces dará a cada uno lo que merecen sus obras.
Yo les aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán, sin haber visto primero llegar al Hijo del hombre como rey".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
 



Oremos, hermanos, a nuestro Señor Jesucristo, para que, acordándose de su promesa, escuche la oración de los que nos hemos reunido en su nombre:

Por la paz que desciende del cielo, por la unión de las Iglesias y por la salvación de nuestras almas, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.



Por los sacerdotes del mundo entero, para que sientan la presencia de Jesus en cada paso y el Amor de Nuestra Madre Maria acompañandolos siempre..
Escuchanos, Señor.

Por los que trabajan por el bien de los pobres, por los que ayudan a los ancianos y por los que cuidan a niños y desvalidos, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.

Por los que están abatidos o sometidos a una prueba, por los que están en peligro, por el retorno de los extraviados y por la libertad de los encarcelados, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.

Por los que en este momento están orando con nosotros, por los que hemos pedido en nuestras oraciones y por el reposo eterno de nuestros hermanos difuntos, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.


Dios omnipotente y eterno, que con tu poder dominas la creación; escucha nuestras oraciones y haz que te reconozcamos presente y activo en todos los acontecimientos de nuestra historia, para que sepamos así afrontar las pruebas con serenidad y avancemos confiados hacia la paz de tu Reino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.


Meditamos la vida de San Cayetano preparandonos para visitar Su Parroquia en Villa Adelina donde la Madre Maria Madre de las Almas Consagradas visitara a partir del 28 de Noviembre.

 "Lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo".



San Cayetano
Fundador
Año 1547

San Cayetano bendito: lo que tú más deseabas: la conversión de los que somos tan pecadores, es un favor inmenso que no hemos logrado conseguir, pero que tú con tu intercesión nos puedes obtener. Pídele a Dios que nos logremos convertir.

Dichoso el que Confía en Dios (Salmo 83). San Cayetano

Este santo, muy popular entre los comerciantes y ganaderos porque los protege de muchos males, nació en 1480 en Vicenza, cerca de Venecia, Italia.

Su padre, militar, murió defendiendo la ciudad contra un ejército enemigo. El niño quedó huérfano, al cuidado de su santa madre que se esmeró intensamente por formarlo muy buen.

Estudió en la Universidad de Padua donde obtuvo dos doctorados y allí sobresalía por su presencia venerable y por su bondad exquisita que le ganaba muchas amistades.

Se fue después a Roma, y en esa ciudad capital llegó a ser secretario privado del Papa Julio II, y notario de la Santa Sede.

A los 33 años fue ordenado sacerdote. El respeto que tenía por la Santa Misa era tan grande, que entre su ordenación sacerdotal y su primera misa pasaron tres meses, tiempo que dedicó a prepararse lo mejor posible a la santa celebración.



En Roma se inscribió en una asociación llamada "Del Amor Divino", cuyos socios se esmeraban por llevar una vida lo más fervorosa posible y por dedicarse a ayudar a los pobres y a los enfermos.

Viendo que el estado de relaajación de los católicos era sumamente grande y escandaloso, se propuso fundar una comunidad de sacerdotes que se dedicaran a llevar una vida lo más santa posible y a enfervorizar a los fieles. Y fundó los Padres Teatinos (nombre que les viene a Teati, la ciudad de la cual era obispo el superior de la comunidad, Msr. Caraffa, que después llegó a ser el Papa Pablo IV)

San Cayetano le escribía a un amigo: "Me siento sano del cuerpo pero enfermo del alma, al ver cómo Cristo espera la conversión de todos, y son tan poquitos los que se mueven a convertirse". Y este era el más grande anhelo de su vida: que las gentes empezaran a llevar una vida más de acuerdo con el santo Evangelio.

Y donde quiera que estuvo trabajó por conseguirlo.


En ese tiempo estalló la revolución de Lutero que fundó a los evangélicos y se declaró en guerra contra la Iglesia de Roma. Muchos querían seguir su ejemplo, atacando y criticando a los jefes de la santa Iglesia Católica, pero San Cayetano les decía: "Lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo".

San Cayetano era de familia muy rica y se desprendió de todos sus bienes y los repartió entre los pobres. En una carta escribió la razón que tuvo para ello: "Veo a mi Cristo pobre, ¿y yo me atreveré a seguir viviendo como rico?" Veo a mi Cristo humillado y despreciado, ¿y seguiré deseando que me rindan honores? Oh, que ganas siento de llorar al ver que las gentes no sienten deseos de imitar al Redentor Crucificado".

En Nápoles un señor rico quiere regalarle unas fincas para que viva de la renta, junto con sus compañeros, diciéndole que allí la gente no es tan generosa como en otras ciudades. El santo rechaza la oferta y le dice: "Dios es el mismo aquí y en todas partes, y El nunca nos ha desamparado, si siquiera por un minuto".

Fundó asociaciones llamadas "Montes de piedad" (Montepíos) que se dedicaban a prestar dinero a gentes muy pobres con bajísimos intereses.

Sentía un inmenso amor por Nuestro Señor, y lo adoraba especialmente en la Sagrada Hostia en la Eucaristía y recordando la santa infancia de Jesús. Su imagen preferida era la del Divino Niño Jesús.

La gente lo llamaba: "El padrecito que es muy sabio, pero a la vez muy santo".

Los ratos libres los dedicaba, donde quiera que estuviera, a atender a los enfermos en los hospitales, especialmente a los más abandonados y repugnantes.

Un día en su casa de religioso no había nada para comer porque todos habían repartido sus bienes entre los pobres. San Cayetano se fue al altar y dando unos golpecitos en la puerta del Sagrario donde estaban las Santas Hostias, le dijo con toda confianza: "Jesús amado, te recuerdo que no tenemos hoy nada para comer". Al poco rato llegaron unas mulas trayendo muy buena cantidad de provisiones, y los arrieros no quisieron decir de dónde las enviaban.

En su última enfermedad el médico aconsejó que lo acostaran sobre un colchón de lana y el santo exclamó: "Mi Salvador murió sobre una tosca cruz. Por favor permítame a mí que soy un pobre pecador, morir sobre unas tablas". Y así murió el 7 de agosto del año 1547, en Nápoles, a la edad de 67 años, desgastado de tanto trabajar por conseguir la santificación de las almas. En seguida empezaron a conseguirse milagros por su intercesión y el Sumo Pontífice lo declaró santo en 1671.

Proclamamos, Señor, que sólo tú eres santo, sólo tú eres bueno y nadie puede serlo sin tu gracia; por eso te pedimos que, mediante la intercesión de san Cayetano, nos ayudes a vivir de tal forma en el mundo, que nunca nos veamos privados de tu gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.


Recuerda que las Lecturas son para meditar y orar tomadas de la Palabra de Dios por mediacion del Espiritu Santo, algunas no coinciden con las Lecturas del Dia asi como el Evangelio, Te invitamos a participar del grupo de oracion todos los martes de 14 a 15hs en la Parroquia Santo Tomas Moro de Vicente Lopez. El dia 28 de Noviembre peregrinaremos la Imagen de Maria Madre de las Almas Consagradas hacia la Parroquia San Cayetano de Villa Adelina, necesitamos que nos ayudes a llegar , alli funciona el único seminario de teatinos de Argentina, y la Madre quiere hacerse conocer y estar junto a ellos, venite nos encontramos en la Parroquia Santo Tomas Moro 14hs de alli vamos al Hogar San Justo a Buscar la Imagen y volvemos a San Cayetano. te esperamos!