Señor y Dios nuestro, que elegiste a San Josemaría, presbítero, para anunciar en la iglesia la vocación universal a la santidad y al apostolado; concédenos, por su intercesión y su ejemplo, que, realizando fielmente el trabajo cotidiano según el Espíritu de Cristo, seamos configurados a tu Hijo, y en unión con la Santísima Virgen María, sirvamos con ardiente amor a la obra de la Redención.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Por sus frutos los conocerán
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7, 15-20
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Cuidado con los falsos profetas. Se acercan a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos?
Todo árbol bueno da frutos buenos y el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos y un árbol malo no puede producir frutos buenos. Todo árbol que no
produce frutos buenos es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los conocerán".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los árboles sanos dan frutos buenos. Y el árbol está sano cuando corre por él savia buena. La savia del cristiano es la misma vida de Cristo, la santidad personal, que no se puede suplir con ninguna otra cosa. Por eso no debemos separarnos nunca de Él: quien está unido conmigo, y yo con él -nos dice-, ese da mucho fruto, porque sin mí nada podéis hace. En el trato con Jesús aprendemos a ser eficaces, a estar alegres, a comprender, a querer de verdad, a ser, en definitiva, buenos cristianos.
El Concilio Vaticano II declaró para toda la Iglesia esta «vieja y nueva» doctrina evangélica: «Todos los fieles, cualesquiera que sean su estado y condición, están llamados por Dios, cada uno en su camino, a la perfección de la santidad, por la que el mismo Padre es perfecto»
El que ama a Dios con obras sabe que, pase lo que pase, todo será para bien, si no busca más que la gloria de Dios. El Evangelio de la Misa nos muestra a Jesús junto al lago de Genesaret con una gran muchedumbre que deseaba oír la Palabra de Dios. Pedro y sus compañeros de trabajo lavaban las redes después de bregar una noche sin pescar nada. Y Jesús, que quiere meterse hondamente en el alma de Simón, le pidió la barca y le rogó que la apartase un poco de tierra.
Cuando terminó de hablar,
Jesús dijo a Simón: Guía mar adentro, y echad vuestras redes
para la pesca. Quizá han terminado de
limpiar las redes de las
algas y del fango del lago. Todo invita a la excusa: el
cansancio, las redes
lavadas y preparadas para la noche siguiente, la inoportunidad
de la hora...
Pero la mirada de Jesús, el modo imperativo y a la vez amable de
dar la orden,
el supremo atractivo que Cristo ejerce sobre las almas nobles...
llevaron a
Pedro a embarcarse de nuevo. El único motivo de echarse al agua
con las barcas
es Jesús:Maestro
Este texto y refleccion fue tomado del sitio Hablar con Dios
Hoy 26 de Junio nos encontramos 13hs en el Santuario Jesus Misericordioso para rezar con La Imagen Peregrina de Maria Madre de las Almas Consagradas que se despide del santuario para seguir caminando y visitando a sus hijitos Gracias por estar Gracias por tu oracion Dios te Bendiga!
Aqui te dejamos un video para contemplar la sabiduria de San Jose Maria Escriba