A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

lunes, 30 de marzo de 2020

Para que el Redentor del mundo, que experimentó en la cruz el sufrimiento y la angustia,se compadezca de los que sufren, les dé fortaleza y paciencia y ponga fin a sus dolores, roguemos al Señor. Por misericordia, Señor, escúchanos.


Oracion para pedir por la Patria
Señor mi Dios,

Tú conoces lo que hay en cada corazón y conoces cada historia.

Te pido humildemente este día por mi país,

Tú conoces nuestra gente, nuestras necesidades, nuestras alegrías, temores y sufrimientos, conoces nuestras luchas de cada día y conoces que es lo mejor para cada uno de nosotros.

Llénanos de tu espíritu, permítenos encontrar la paz, permite que te encontremos y gobiernes el corazón de cada argentino. Perdónanos si te hemos ofendido, pero escúchanos Señor, Argentina te necesita.

Cambia el odio por amor, cambia la ofensa por perdón, cambia la tristeza por alegría, cambia la guerra por paz, cambia el dolor por esperanza...

Sé tú Señor nuestro guía, ilumina nuestro camino, ilumina a los argentinos. Amén


Evangelio según san Juan 8, 1-11

Gloria a Ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, donde la multitud se le acercaba; y Él, sentado entre ellos, les enseñaba.
Entonces, los escribas y fariseos le llevaron a una mujer sorprendida en adulterio. Poniéndola frente a Él le preguntaron:
"Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en adulterio.
Moisés nos manda en la Ley apedrear estas mujeres.
¿Tú qué dices?"
Le preguntaron esto para ponerle una trampa y poder acusarlo.
Pero Jesús se agachó y se puso a escribir con el dedo en la tierra.
Pero como insistían en su pregunta, se incorporó y les dijo: "Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra".
Se agachó de nuevo y siguió escribiendo en la tierra. Al oír aquellas palabras,
los acusadores comenzaron a escabullirse uno tras otro, empezando por los más viejos, hasta que dejaron solos a Jesús y a la mujer, que estaba de pie junto a Él.
Entonces Jesús se enderezó y le preguntó:
"Mujer, ¿dónde están los que te acusaban?
¿Ninguno te ha condenado?"
Ella le contestó: "Ninguno, Señor".
Entonces Jesús le dijo:
"Tampoco yo te condeno.
Vete, pero ya no vuelvas a pecar".
Palabra del Señor.
Gloria a Ti, Señor Jesús.

Lectura del libro del profeta Isaías 43, 16-21

Esto dice el Señor, el que abrió un camino en el mar y un sendero en las aguas impetuosas; el que hizo salir a la batalla a un formidable ejército de carros y caballos, que cayeron y no se levantaron; que se apagaron como una mecha que se extingue:
"No recuerden lo pasado ni piensen en lo antiguo. Yo voy a realizar algo nuevo, ya está brotando, ¿no lo notan?
Abriré caminos en el desierto y haré que corran los ríos en tierra árida.
Me darán gloria las bestias salvajes, los chacales y las avestruces; porque haré brotar agua en el desierto y ríos en la llanura, para apagar la sed de mi pueblo escogido.
Entonces el pueblo que me he formado proclamará mis alabanzas".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.



 Salmo 125

Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.
Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio, creíamos soñar; entonces nos cesaba de reír nuestra boca ni se cansaba entonces la lengua de cantar.
Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.

Aun los mismos paganos con asombro decían: "¡Grandes cosas ha hecho por ellos el Señor!" y estábamos alegres, pues ha hecho grandes cosas por su pueblo el Señor.
Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.

Como cambian los ríos la suerte del desierto, cambia también ahora nuestra suerte, Señor, y entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que siembran con dolor.
Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.

Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al regresar, cantando vendrán con sus gavillas.
Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor




Carta del apóstol San Pablo a los filipenses 3, 7-14

Hermanos:
Todo lo que era valioso para mí, lo consideré sin valor a causa de Cristo.
Más aún, pienso que nada vale la pena en comparación con el bien supremo, que consiste en conocer a Cristo Jesús, mi Señor: por cuyo amor he renunciado a todo, y todo lo considero como basura con tal de ganar a Cristo y de estar unido a él, no porque haya obtenido la justificación que proviene de la ley, sino la que procede de la fe en Cristo Jesús, con la que Dios
hace justos a los que creen.
Y todo esto para conocer a Cristo, experimentar la fuerza de su resurrección, compartir sus sufrimientos y asemejarse a él en su muerte, con la esperanza de resucitar con él de entre los muertos.
No quiero decir que haya logrado ya ese ideal o que sea ya perfecto, pero me esfuerzo en conquistarlo, porque Cristo Jesús me ha conquistado.
No, hermanos, considero que todavía no lo he logrado.
Pero, eso sí, olvido lo que he dejado atrás y me lanzo hacia adelante, en busca de la meta y del trofeo al que Dios, por medio de Cristo Jesús nos llama desde el cielo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor



Oremos, 
Por misericordia, Señor, escúchanos.

Para que el Redentor del mundo, que se entregó a la muerte para vivificar a su pueblo, libere a la Iglesia de todo mal, roguemos al Señor.
Por misericordia, Señor, escúchanos.

Para que el Redentor del mundo, que oró en la cruz por quienes lo crucificaban, interceda ante el Padre por los pecadores, roguemos al Señor.
Por misericordia, Señor, escúchanos.

Para que el Redentor del mundo, que experimentó en la cruz el sufrimiento y la angustia,se compadezca de los que sufren, les dé fortaleza y paciencia y ponga fin a sus dolores, roguemos al Señor.
Por misericordia, Señor, escúchanos.

Para que el Redentor del mundo nos consuele a nosotros, sus siervos, que en estos días nos disponemos a recordar con veneración su cruz y nos reconforte con la fuerza de su resurrección, roguemos al Señor.
Por misericordia, Señor, escúchanos.

Dios de bondad, que quieres renovar en Cristo el universo entero, contempla nuestra miseria y, puesto que enviaste a tu Hijo al mundo no para condenarlo, sino para salvarlo, escucha nuestras oraciones, perdona nuestras culpas y haz que renazca en nuestros corazones la alegría de una vida nueva y exultante.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Camino de Maria
Recuerdo del dia que Arca San Juan Pablo II visito el Cottolengo Don Orione de Claypole con motivo de los festejos del Cumpleaños de una hermana .




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