A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

domingo, 18 de octubre de 2015

¡Oh Purísima Virgen María, que en el misterio de la encarnación fuiste hecha por el Espíritu Santo verdadera Madre de Dios, ruega por nosotros!.



Dios nuestro, que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, mira la abundancia de tu mies y envíale operarios para que se anuncie el Evangelio a toda creatura; y tu pueblo, congregado por la palabra que da vida y sostenido con la fuerza de los sacramentos, avance por el camino de la salvación y del amor.

Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.



Hermanos: Puesto que Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado en el cielo, mantengamos firme la profesión de nuestra fe. En efecto, no tenemos un sumo sacerdote que no sea capaz de compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que él mismo ha pasado por las mismas pruebas que nosotros, excepto el pecado. Acerquémonos, por tanto, con plena confianza al trono de la gracia, para recibir misericordia, hallar la gracia y obtener ayuda en el momento oportuno.
hebreos 4, 14-16-

Palabra de Dios. 


Salmo 32

Muéstrate bondadoso con nosotros, Señor.

Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. El ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades.

Muéstrate bondadoso con nosotros, Señor.

Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían; los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida.

Muéstrate bondadoso con nosotros, Señor.

En el Señor está nuestra esperanza, pues él es nuestra ayuda y nuestro amparo. Muéstrate bondadoso con nosotros, puesto que en ti, Señor, hemos confiado.

Muéstrate bondadoso con nosotros, Señor.


 

Evangelio
según san Marcos 10, 35-45


En aquel tiempo, se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dijeron: “Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte”. El les dijo: “¿Qué es lo que desean?” Le respondieron: “Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria”. Jesús les replicó: “No saben lo que piden.

¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con que seré bautizado?” Le respondieron: “Sí podemos”. Y Jesús les dijo: “Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está reservado”.

Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: “Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos”.
Palabra del Señor.

Oremos
Resplandezca sobre nosotros,
Padre omnipotente, el esplendor de tu gloria, Cristo, luz de luz, y el don de tu Espíritu Santo confirme los corazones de tus fieles, nacidos a la vida nueva en tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor, Amén.


Oremos por la Iglesia y por los que anuncian el Evangelio en todo el mundo.
Por los que aún no han oído hablar de Jesús.

Te lo pedimos, Señor.
Por los misioneros que anuncian la buena noticia de la salvación. Te lo pedimos, Señor. Por la Iglesia de Cristo, que sea una en el amor.
Te lo pedimos, Señor.
Por los cristianos que dan testimonio de su fe.  
Te lo pedimos, Señor. Por todos los que apoyan y cooperan la tarea misionera de la Iglesia desde sus sufrimientos, su plegaria y su contribución económica.
Te lo pedimos, Señor.
Por todos los que apostamos por el Evangelio y tratamos de vivirlo.  
Te lo pedimos, Señor.

Te damos gracias, Padre, porque siempre nos escuchas, y te pedimos que tu mensaje de amor y salvación universal llegue hasta los confines de la tierra. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.





Ven, Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu. Que renueve la faz de la Tierra. Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo; concédenos que, guiados por el mismo Espíritu, sintamos con rectitud y gocemos siempre de tu consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
 Espíritu Santo:
Concede a tu Iglesia miembros llenos de tu gracia que con sus luces iluminen al Pueblo de Dios;
Dale miembros orantes que atraigan sobre la Iglesia las bendiciones de Dios y hagan frente a los ataques del maligno;
Dale miembros llenos de tu amor, que sirvan desinteresadamente al prójimo;
Dale miembros santos para el progreso de la vida espiritual;
Que como bautizados y confirmados sirvamos a la Iglesia con el don que Tú nos has dado. Hay diversidad de dones, pero un solo Espíritu. Que Tú seas el vínculo de unidad en la multiplicidad de los ministerios. Amén.



Hoy la Iglesia recuerda a San Lucas Evangelista
 Originario de Antioquía de Siria y nacido de familia pagana, se convirtió a la fe y acompañó al apóstol San Pablo, de cuya predicación es reflejo el Evangelio que escribió, a partir del segundo viaje del Apóstol, quien le llama «mi querido médico». Nos transmitió en otro libro, denominado Hechos de los Apóstoles, los primeros pasos de la vida de la Iglesia desde la Ascensión del Señor hasta la prisión de Pablo en Roma. Tras el martirio de Pablo, dejó la ciudad eterna, perdiéndose sus huellas. Es patrono de los médicos (junto con San Cosme y San Damián) y también de los pintores porque, aparte la leyenda según la cual habría pintado la imagen o icono de María, es el evangelista que mejor ha trazado la fisonomía de la Virgen. El evangelio de Lucas es el evangelio del rostro misericordioso del Padre, el de Jesús amigo de los pecadores, el de la preferencia de Dios por los pobres, el de la comunión y el universalismo cristiano.
 Oración
 Señor y Dios nuestro, que elegiste a san Lucas para que nos revelara, con su predicación y sus escritos, tu amor a los pobres, concede, a cuantos se glorían en Cristo, vivir con un mismo corazón y un mismo espíritu y atraer a todos los hombres a la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Meditacion con San Lucas

Escuchemos lo que dice el Señor a los predicadores que envía a sus campos: La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies. Por tanto, para una mies abundante son pocos los trabajadores; al escuchar esto, no podemos dejar de sentir una gran tristeza, porque hay que reconocer que, si bien hay personas que desean escuchar cosas buenas, faltan, en cambio, quienes se dediquen a anunciarlas. Mirad cómo el mundo está lleno de sacerdotes, y, sin embargo, es muy difícil encontrar un trabajador para la mies del Señor; porque hemos recibido el ministerio sacerdotal, pero no cumplimos con los deberes de este ministerio.

Pensad, pues, amados hermanos, pensad bien en lo que dice el Evangelio: Rogad al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies. Rogad también por nosotros, para que nuestro trabajo en bien vuestro sea fructuoso y para que nuestra voz no deje nunca de exhortaros, no sea que, después de haber recibido el ministerio de la predicación, seamos acusados ante el justo Juez por nuestro silencio.
Corazones.org



Oremos Juntos al Espiritu Santo

 

Espíritu Santo, Dios eterno, cuya gloria llena los cielos y la tierra, heme aquí postrado humildemente en tu presencia. Te ofrezco y te hago entrega de mi cuerpo y de mi alma. Adoro el resplandor de tu pureza, de tu justicia inmutable y del poder de tu amor.

No permitas que te ofenda o resista a las inspiraciones de tu gracia; antes bien dirige mi entendimiento, a fin de que escuche dócilmente la voz de tus inspiraciones y las siga, hallando en tu misericordia un amparo contra mi debilidad.

Espíritu de Sabiduría, domina todos mis pensamientos, palabras y obras.

Espíritu de Entendimiento, ilumíname e instrúyeme.

Espíritu de Consejo, guíame en mi inexperiencia.

Espíritu de Ciencia, ahuyenta mi ignorancia.

Espíritu de Fortaleza, hazme perseverante en el servicio de Dios; dame fuerzas para proceder en todo con bondad y benevolencia, con mansedumbre y sinceridad, con paciencia y caridad, con alegría y longanimidad.

Espíritu de Piedad, hazme afectuoso y filial en mis relaciones con Dios.

Espíritu del Santo Temor de Dios, líbrame de todo mal.
Espíritu de Paz, dame tu paz.

Espíritu de Santidad, adorna con las celestiales virtudes de pureza y modestia el templo que has elegido por tu morada y preserva siempre mi alma, con tu gracia omnipotente, de la ruina del pecado. Así sea.


Te compartimos la Visita de Maria Madre de las Almas Consagradas peregrina rezando junto a las Hermanas de la Congregacion de Nuestra Señora del Santo Rosario.

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