Santisimo expuesto en parroquia santo tomas moro 24 de Diciembre |
Señor, Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza. A ti, Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles. Aleluya.
Lectura de la primera carta del
apóstol san Juan (1, 1-4)
Queridos
hermanos:
Les
anunciamos lo que ya existía desde el principio, lo que hemos
oído y
hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos
contemplado y hemos tocado con nuestras propias manos. Nos
referimos a aquel que es la Palabra de la vida.
Esta vida
se ha hecho visible y nosotros la hemos visto y somos testigos
de
ella. Les anunciamos esta vida, que es eterna, y estaba con el
Padre
y se nos ha manifestado a nosotros.
Les
anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído, para que ustedes
estén
unidos con nosotros, y juntos estemos unidos con el Padre y su
Hijo, Jesucristo. Les escribimos esto para que se alegren y su
alegría sea completa.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.Salmo 96
Alégrense, justos, con el Señor.
Reina el Señor, alégrese
la tierra; cante de
regocijo el mundo entero. Tinieblas y nubes rodean el trono
del
Señor, que se asienta en la justicia y el derecho.
Alégrense, justos, con el Señor.
Los montes se derriten
como cera ante el Señor de
toda la tierra. Los cielos pregonan su justicia, su inmensa
gloria
ven todos los pueblos.
Alégrense, justos, con el Señor.
Amanece la luz para el justo y
la alegría para los
rectos de corazón. Alégrense justos, con el Señor y bendigan
su santo nombre.
Alégrense, justos, con el Señor.Evangelio
† Lectura del santo Evangelio según san Juan (20, 2-8)
Gloria a ti, Señor.
El primer día después del sábado, María Magdalena vino corriendo a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto”.
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero no entró.
En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, puesto no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta entonces no habían entendido las Escrituras, según las cuales Jesús debía resucitar de entre los muertos. Palabra del Señor.
Elevemos nuestras oraciones a
Dios, que existe por
toda la eternidad, pero que ha querido hacerse hombre
para manifestarnos
su amor con un corazón humanado. Digamos con fe:
Te rogamos, óyenos.
Por los
cristianos del nuevo milenio: para que el ejemplo de amor a
Cristo
que nos dio San Juan en su vida y en sus escritos nos anime a
construir la civilización del amor y a vivir la caridad
fraterna.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Por la
Iglesia, Pueblo de Dios, que se goza con el nacimiento de Jesús
en
nuestra carne: para que viva cada vez más su Evangelio, sea
dócil al
Espíritu Santo y se deje renovar por Él.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Por todos
los hombres que aún no han oído hablar de Dios: para que el
Verbo de
Dios, que quiso poner su morada entre nosotros, se manifieste en
sus
corazones y lo acojan con fe.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Por
nuestros gobernantes: para que sirvan al bien común, trabajen
por la
justicia y hagan posible la convivencia pacífica entre todos los
ciudadanos.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Por los
enfermos y agonizantes: para que la cercanía de la hora
del encuentro con Dios los llene de su paz y de su amor.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Por todos
los que estamos celebrando la fiesta de San Juan en el marco de
las fiestas
de Navidad: para que recibamos la abundancia de la gracia que
nos trae Jesucristo y la transmitamos a nuestros hermanos.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Celebrante:
Oh Dios, que por el nacimiento
de tu Hijo
en nuestra carne has querido manifestarnos tu amor y
tu cercanía; escucha nuestras oraciones y haz que,
siguiendo las
huellas de San Juan que supo vivir en tu amor, lleguemos un
día a
la plenitud de tu gloria.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Feliz Año Nuevo, Amigos del grupo de oracion Beato Juan Pablo II Dios los Bendiga Mucho!!!!
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