A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

domingo, 3 de febrero de 2013

Porque tú eres mi esperanza, Señor, en ti confío, Señor, desde mi juventud. En ti me apoyaba antes de nacer, tú eres mi protector desde las entrañas de mi madre...

Señor: Concédenos amarte con todo el corazón y que nuestro amor se extienda también a todos los seres humanos. Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén. 




"Sabed también vosotros, queridos amigos, que esta misión no es fácil. Y que puede convertirse incluso en imposible, si sólo contáis con vosotros mismos. Pero lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios". (Lc 18,27; 1,37).

"Los verdaderos discípulos de Cristo tienen conciencia de su propia debilidad. Por esto ponen toda su confianza en la gracia de Dios que acogen con corazón indiviso, convencidos de que sin Él no pueden hacer nada (cfr Jn 15,5). Lo que les caracteriza y distingue del resto de los hombres no son los talentos o las disposiciones naturales. Es su firme determinación de caminar tras las huellas de Jesús".   Beato Juan Pablo II


eL GRUPO DE ORACION  recibe de su patrono el carisma de misionar con el rezo del santo rosario ver Juan Pablo II El Papa Misionero



Primera Lectura
Lectura del profeta Jeremías 1, 4-5.17-19

Hoy oramos con la segunda lectura de la Misa, tambien rezamos en el dia 7 de la Novena a Maria Madre de las almas consagradas.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 31; 13, 1-13

Hermanos: Anhelen los carismas más valiosos. Y todavía les voy a mostrar un camino más excelente.
Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como campana que suena o platillo que retumba. Y aunque tuviera el don de hablar de parte de Dios y conociera todos los misterios y toda la ciencia; y aunque mi fe fuera tan grande como para trasladar las montañas, si no tengo amor, nada soy. Y aunque repartiera todos mis bienes a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada me sirve.
El amor es paciente y bondadoso; no tiene envidia, ni orgullo, ni arrogancia. No es grosero, ni egoísta, no se irrita ni es rencoroso; no se alegra de la injusticia; sino que encuentra su alegría en la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca pasará. Terminará el don de hablar de parte de Dios, cesará el don de expresarse en un lenguaje misterioso y desaparecerá también el don del conocimiento profundo. Porque ahora conocemos de modo imperfecto, lo mismo que es imperfecta nuestra capacidad de hablar de parte de Dios; pero cuando venga lo perfecto, desaparecerá lo imperfecto.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, razonaba como niño; al hacerme hombre, he dejado las cosas de niño. Ahora vemos por medio de un espejo y oscuramente; pero un día conoceré como Dios mismo me conoce.
Ahora permanecen estas tres cosas: la fe, la esperanza, el amor; pero la más excelente de todas es el amor.
Palabra del Señor. Te alabamos, Señor.


Si lo deseas puedes tambien orar con el Santo Evangelio del dia
 

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 4, 21-30

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo comenzó Jesús a decir en la sinagoga:
"Hoy se ha cumplido ante ustedes esta profecía".
Todos lo apoyaban y se admiraban de las palabras que había pronunciado. Comentaban:
"¿No es éste el hijo de José?" El les dijo: "Seguramente me recordarán el refrán: "Médico, cúrate a ti mismo". Lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún, hazlo también aquí, en tu pueblo". Y añadió: "La verdad es que ningún profeta es apreciado en su tierra. Les aseguro que muchas viudas había en Israel en tiempo de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses y hubo gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en la región de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel cuando el profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino únicamente Naamán el sirio". Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron; se levantaron, lo echaron fuera de la ciudad y lo llevaron hasta un precipicio de la montaña sobre el cual estaba edificada su ciudad, con ánimo de despeñarlo. Pero él, abriéndose paso entre ellos, se fue. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.



En esta Novena pedimos por la santa Iglesia, reunida aquí en el nombre del Señor y extendida por todo el mundo, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.


Por los sacerdotes del mundo entero, diaconos, ministros, para que el Señor los asista en cada momento y acreciente aun mas la fe en sus corazones, roguemos al Señor.
Escuchanos,  Señor. 

Por las almas consagradas que oran cada dia por todos nosotros para que Dios en su infinita bondad las cuide y ayude en sus oraciones, roguemos al Señor.
Escuchanos, Señor.

Por nuestra nación, por su prosperidad y por todos sus ciudadanos, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.

Por los que están de viaje, por los enfermos y prisioneros, por los pobres y todos los que sufren, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor. 


Por nuestros hermanos difuntos, para que Dios los reciba en su reino de luz y felicidad, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.


Por las intenciones de Maria Santisima Madre de las almas consagradas y San Jose su castisimo esposo para que nos siga acompañando y nos ayude a crecer en el amor y la caridad cristiana, roguemos al Señor.
Escuchanos Señor. 

Oremos
Dios nuestro, que en el profeta acogido por los extranjeros y rechazado en su tierra natal, manifestaste el drama de la humanidad que acoge o rechaza tu salvación, escucha nuestras oraciones y haz que nunca falten en la Iglesia misioneros que, llenos de audacia, proclamen con valentía el Evangelio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Oración de San Bernardo para empezar todos los días.

Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. Yo, pecador, animado con tal confianza, acudo a vos oh Madre, Virgen de las vírgenes: a vos vengo, delante de vos me presento gimiendo. No queráis, oh Madre del Verbo, despreciar mis palabras; antes bien, oídlas benignamente y cumplidlas. Amén.






Oración de San Efrén de Siria (306-373).
Doctor de la Iglesia.

Oh Virgen purísima, Madre de Dios, Reina de todo lo criado, levantada sobre todos los cortesanos del cielo y más resplandeciente y pura que los rayos del sol: tú eres más gloriosa que los querubines, más santa que los serafines y sin comparación más sublime y aventajada que todos los ejércitos del cielo. Tú eres la esperanza de los patriarcas, la gloria de los profetas, la alabanza de los apóstoles, honra de los mártires, alegría de los santos, ornamento de las sagradas jerarquías, corona de las vírgenes, inaccesible por tu inmensa claridad, princesa y guía de todos y doncella sacratísima; por ti somos reconciliados con Cristo mi Señor. Guardame debajo de tus alas; y apiádate de mí, que estoy sucio con mis pasiones y manchado con los innumerables males que he cometido contra mi Juez y Criador. No tengo otra confianza sino en ti, que eres el áncora de mi esperanza, el puerto de mi salud y socorro oportuno en la tribulación.


Oración final para todos los días.

¡Oh santísima Señora, excelentísima Madre de Dios y piadosísima Madre de los hombres! Después de Dios, tú eres la única esperanza de los pecadores y la mayor confianza de los justos. La Iglesia te llama vida, dulzura y esperanza nuestra, y todos los pueblos ponen en ti sus ojos, esperando de ti todas las gracias. Nosotros también, dulce abogada, acudimos a ti en estos días, instándote para que nos oigas y concedas las gracias que te pedimos. Danos, en primer lugar, un amor sincero a tu divino Hijo, observando su santa ley cristiana; alcánzanos también la salud del cuerpo y la serenidad del espíritu, la paz en la familia y la suficiencia de medios para la vida; concédenos, en fin, una santa muerte en la santa Iglesia católica.

¡Oh Virgen, que superas toda alabanza! Todo lo que tú quieres, lo puedes ante Dios, de quien eres Madre; y, aun cuando nosotros somos pecadores, tú eres dulce madre del Redentor y dulce madre nuestra, y puedes abogar por tus hijos pequeños y pecadores ante tu Hijo altísimo y redentor; a tu nombre se abren las puertas del cielo; en tus manos están todos los tesoros de la divina misericordia; óyenos, oh plácida Virgen y Madre, y, si nos conviene, concédenos las gracias que te pedimos en esta novena.



Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración. Concédenos, por favor, Señor Dios, que nosotros, tus siervos, gocemos de continua salud de alma y cuerpo y, por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, seamos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutemos de las alegrías de la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


Para terminar este bello encuentro rezamos el Santo Rosario 

santo rosario por las vocaciones
Siervas de los corazones traspasados de jesús y maría


 Meditamos el septimo mensaje de la Virgen Maria Madre de las Almas Consagradas

Carrizal, 17 de julio de 1993, Hora: 2:00 p.m.

"Hijitos... hijitas, os doy mi Bendición, como vuestra Madre os digo: acercaos más a mi Inmaculado Corazón, aferraos con todas vuestras fuerzas al Divino Corazón de mi Hijo Jesús.

Abandónense en mis brazos, que yo los consolaré, en los momentos graves y dolorosos que comenzáis a vivir.

Sean evangelio vivo, llevando sin temor la Palabra de Dios, predicad la verdad y dad a conocer su Reino.

Será en estos tiempos probada vuestra fe, el verdadero espíritu de caridad y entrega hacia los más necesitados... hacia vuestros hermanos.

Orad y haced todo por amor a Dios ya que sois instrumentos de paz y reconciliación, en manos de mi hijo Jesús.

Apartaos de las tentaciones que os alejan de recibir la luz del Santo Espíritu... no permitáis que el poder de Satanás se acreciente más.

Orad, hijitos, orad, para que no os convirtáis en instrumentos de perturbación y discordia.

Ya comienza la cosecha y de entre vosotros, veréis cómo es arrancada la hierba mala y arrojada donde jamás se ha de regresar.

¡Ay de vosotros! que utilizáis la soberbia como alimento de vuestras vidas; aquellos que han rechazado la Misericordia de Dios, negando una y otra vez un cambio en vuestros corazones, impidiéndoles alcanzar las gracias que necesitan para una verdadera conversión.

Hijitos... Hijitas... os pido reparación por todas las faltas que se cometen contra la Santa Eucaristía, acercaos con amor y pureza a recibir este Divino Sacramento, es el alimento eterno de vuestras vidas.

OS CUBRO CON MI MANTO"


Recordemos siempre amigas y amigos lo que dice la Madre en su primer mensaje:


"Os pido que os unáis en oración, que todas sean una, que renovéis el espíritu de Fe.  Recordad lo que mi hijo os dijo: "QUE OS AMEIS LOS UNOS A LOS OTROS, COMO YO OS HE AMADO".

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