SEGUNDO MENSAJE DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA
MADRE DE LAS ALMAS CONSAGRADAS
2da. Aparición de la Sma. Virgen María
Carrizal, 19 de febrero de 1993, Hora: 7:30 p.m.
Mis hijitas consagradas, como les anuncié he venido vestida de estrellas ¿ me visteis? para decirles con cuánto agrado ha visto mi Hijo Jesús la respuesta a mi petición de Orar que vosotros habéis realizado y es así como las quiere el Señor, unidas, ya que se acercan tiempos muy difíciles para la Iglesia y sus Ministros, y es aquí donde se iniciarán los cambios fundamentales para la realización de los planes divinos de Nuestro Señor Jesucristo.
Amadas hijas: El cambio en vuestros corazones no debe esperar y debéis entregaros con el mismo amor y sacrificio que mi Hijo Jesús, se entregó por vosotras.
Si, hijitas, he visto y conocido el corazón de cada una. Debéis entender que la escogencia es divina, y no podéis oponeros con criterios humanos sabed aprovechar esto que Dios os ha dado y dejad que mis mensajes os guíen, para cumplir con obediencia y humildad los designios preparados por Él.
Recordad que los más pequeños son los más grandes a los ojos de Dios.
Mis hijitos consagrados, cuan duro es el mundo que les has tocado vivir, de qué manera los han humillado, con cuantas injusticias y a cuantas calumnias los han sometido, pero hijitos... Y vosotros, ¿cuántas veces habéis dudado? ¿ Cuánta intranquilidad lleváis dentro? ¿ Cuánta indecisión en sus corazones? Mi hijo Jesús ha puesto estas pruebas porque los ama con todo su corazón. Tanto les ama que los hará pasar por el sendero más angosto para haceros más dignos de Él. No tengáis temor de llevar mi rebaño; conducidlos por el camino de la verdad... de la verdad de mi hijo Jesús y El os acompañará con el amor de su Sagrado Corazón, con la esperanza de que veréis al Hijo de Dios muy pronto.
Hijitos, Dios sabe ser agradecido con quien le es fiel y lleva su palabra sin temor. Enseñad a orar, que acudiré y enseñad a contemplar, que allí estaré y cuando la duda los invada, el temor los aceche y la flaqueza humana los consternen, vengan a este mi bosquecito y todos recibiréis aquello que se puede tocar, aquello que se puede ver, aquello que se puede sentir, aquello que busca el alma... el amor a María Santísima, la Madre de mis hijos consagrados.
Esta es mi Advocación: VIRGEN MARIA, MADRE DE MIS ALMAS CONSAGRADAS
OS CUBRO CON MI MANTO"
Fuente : Sitio oficial de la aparicion Virgen Maria Madre de las almas Consagradas
Reflexion La Vida Consagrada
Mensaje del Presidente con motivo de la XVII Jornada Mundial de la Vida Consagrada
[2 de febrero de 2013]
Desde el año 1997, por iniciativa del beato Juan Pablo II, se celebra ese día la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, y los consagrados, con su modo carismático de vivir el seguimiento de Jesucristo, son puestos en el candelero de la Iglesia para que, brillando en ellos la luz del Evangelio, alumbren a todos los hombres y estos den gloria al Padre que está en los cielos (cf. Mt 5,16).Los religiosos y religiosas, las vírgenes consagradas, los miembros de los institutos seculares y las sociedades de vida apostólica, los monjes y monjas de vida contemplativa, y todos cuantos han sido llamados a una nueva forma de consagración, hacen del misterio pascual la razón misma de su ser y su quehacer en la Iglesia y para el mundo. Ellos y ellas, con su vida y misión, son en esta sociedad tantas veces desierta de amor, signo vivo de la ternura de Dios. Nacidos de la Pascua, ellos y ellas, por el Espíritu de Cristo resucitado, pueden entregarse sin reservas a los hermanos y a todos los hombres, niños, jóvenes, adultos y ancianos, por el ejercicio de la caridad, en las escuelas y hospitales, en los geriátricos y en las cárceles, en las parroquias y en los claustros, en las ciudades y en los pueblos, en las universidades y en los asilos, en los lugares de frontera y en lo más oculto de las celdas. VICENTE JIMÉNEZ ZAMOR Obispo de santander
Oramos con Santa Faustina
Para obtener la gracia de ser misericordiosos con los demás
Deseo transformarme en Tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti, ¡Oh, Señor! Que este más grande atributo de Dios, es decir, Su insondable misericordia, pase a través de mi corazón y mi alma al prójimo.
Ayúdame Señor, a que mis ojos sean misericordiosos para que yo jamás sospeche o juzgue según las apariencias, sino que juzgue lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarle.
Ayúdame Señor, a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.
Ayúdame Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás critique a mi prójimo sino que tenga una palabra de consuelo y de perdón para todos.
Ayúdame Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa hacer solo el bien a mi prójimo y cargar sobre mí las tareas más difíciles y penosas.
Ayúdame Señor, a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi reposo verdadero está en el servicio a mi prójimo.
Ayúdame Señor, a que mi corazón sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie rehusaré mi corazón. Seré sincera incluso con aquellos de los cuales sé que abusarán de mi bondad. Y yo misma me encerraré en el misericordiosísimo Corazón de Jesús. Soportaré mis propios sufrimientos en silencio. Que Tu misericordia, oh Señor, repose dentro de mí.
Señor mío, transfórmame en Tí, porque Tú lo puedes todo (Diario 163).
Para ser fiel a la voluntad de Dios
OH Jesús, tendido sobre la cruz, Te ruego, concédeme la gracia de cumplir fielmente con la santísima voluntad de Tu Padre, en todas las cosas, siempre y en todo lugar. Y cuando esta voluntad de Dios me parezca pesada y difícil de cumplir, es entonces que Te ruego, Jesús, que de Tus heridas fluyan sobre mí fuerza y fortaleza y que mis labios repitan: Hágase Tu voluntad, Señor. OH Salvador del mundo, Amante de la salvación humana, [Tú] que entre terribles tormentos y dolor, Te olvidaste de Ti Mismo para pensar en la salvación de las almas, compasivísimo Jesús, concédeme la gracia de olvidarme de mí misma para que pueda vivir totalmente por las almas, ayudándote en la obra de salvación, según la santísima voluntad de Tu Padre... (Diario, 1265).
A la Madre de Dios
OH María, Madre y Señora mía.
Te ofrezco mi alma y mi cuerpo, mi vida y mi muerte y todo lo que vendrá después de ella. Pongo todo en tus manos, OH mi Madre.
Cubre mi alma con tu manto virginal y concédeme la gracia de la pureza de corazón, alma y cuerpo.
Con tu poder defiéndeme de todo enemigo, especialmente de aquellos que esconden su malicia bajo una máscara de virtud (Diario, 79). Fortalece mi alma, para que el dolor no la quebrante. Madre de la gracia, enséñame a vivir en Dios (Diario, 315).
OH María... una espada terrible ha traspasado Tu santa alma. Nadie sabe de Tu sufrimiento, excepto Dios. Tu alma no se quebranta, sino que es valiente porque está con Jesús. Dulce María, une mi alma a Jesús, porque sólo entonces podré resistir todas las pruebas y tribulaciones, y sólo mediante la unión con Jesús, mis pequeños sacrificios complacerán a Dios. Dulcísima Madre, continúa enseñándome sobre la vida interior. Que la espada del sufrimiento no me abata jamás. OH Virgen pura, derrama valor en mi corazón y protégelo (Diario, 915)
A veces es necesario orar para fortalecer el alma, santa Faustina nos enseña a orar con el corazon, a amar a pesar de todo, bien sabemos cuanto cuesta en el alma la fidelidad a Dios en todas las cosas, cuando oramos y meditamos los mensajes de Nuestra Santa Madre fortalecemos nuestro corazon y damos a Dios nuestra entrega.
Oración de acción de gracias.
“Oh Jesús, Dios eterno, te doy gracias por tus innumerables gracias y bendiciones. Que cada latido de mi corazón sea un himno nuevo de agradecimiento a Ti, oh Dios. Que cada gota de mi sangre circule para Ti, Señor. Mi alma es todo un himno de adoración a tu misericordia. Te amo, Dios, por Ti mismo.” (Diario 1794)
Mas oraciones en Jesus Divina Misericordia
Meditamos con el diario de Santa Faustina desde el sitio Amor y Misericordia
La presencia de Dios no me abandonaba ni un solo momento.
Oh que misera es mi alma que malgastó tantas gracias, me escapaba de Dios, y El me perseguia con sus gracias. Muchas veces recibia las gracias de Dios cuando menos las esperaba. Diario145
Durante el tiempo de la paz el alma hace esfuerzos al igual que en el tiempo de la lucha. Tiene que ejercitarse mucho, porque de lo contrario ni hablar de la victoria. El tiempo de la paz lo considero como el tiempo de preparacion para la victoria. Tiene que vigilar continuamente, vigilancia y una vez mas vigilancia. El alma que reflexiona recibe mucha luz. El alma disipada se expone a sí misma a la caída, y que no se sorprenda si cae. Oh Espiritu Divino, Guia del alma, es sabio aquel a quien Tu adiestras. Pero para que el Espiritu Divino pueda obrar en el alma se necesita silencio y recogimiento.
Es en la oración donde sacamos fuerzas para ir adelante, para llevar a cabo lo que el Señor nos pide. Y esto se cumple igualmente en la vida del sacerdote, de la madre de familia, de la religiosa, del estudiante..“La oración no es problema de hablar o de sentir, sino de amar. Y se ama, esforzándose en intentar decir algo al Señor, aunque no se diga nada” Hagamos el propósito de no dejarla nunca, de dedicarle el mejor tiempo que nos sea posible, en el mejor lugar, delante del Sagrario cuando nuestros quehaceres lo permitan.
Meditacion del Espiritu Santo
Ven Espiritu Santo, penetra con tu Luz mi mente, con tu fuego mi corazón, con tu viento vigoroso mi voluntad.
Ven Espiritu Santo, Lléname de una esperanza nueva, contagiosa y creativa, capaz de vencer toda tentación, prueba o caída...
Ven Espiritu Santo, Éducame para sembrar a manos llenas potimismo, armonía y solidaridad. Te lo pedimos aliados con Maria, con Santa Faustina y por Nuestro Señor Jesucristo, nuestro Redentor. Amén.
"Oh Jesús mío, Tu ves lo débil que soy por mi misma, por eso dirige Tú Mismo todas mis cosas. Sabes, oh Jesús, que sin Tí no me acerco a ningún problema, pero Contigo afrontaré las cosas más difíciles." Santa Faustina -602-