A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

viernes, 29 de diciembre de 2017

Invitacion


Cantemos al Señor un canto nuevo, cantemos al Señor, toda la tierra; cantemos al Señor, bendigamos su nombre. Alégrese el cielo y goce la tierra.



Evangelio según san Lucas 2, 22-35

Gloria a ti, Señor.

Transcurrido el tiempo de la purificación de María, según la ley de Moisés, ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor," y también para ofrecer, como dice la ley, "un par de tórtolas o dos pichones".
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y temeroso de Dios, que aguardaba
el consuelo de Israel; en él moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu, fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios, diciendo:
"Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo que me habías prometido, porque mis ojos ha visto a tu Salvador, al que has preparado para bien de todos los pueblos, luz que alumbra a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel".
El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras. Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció:
"Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma".
Palabra del Señor.


Oracion

Dios todopoderoso y eterno, que con la venida de tu Hijo, luz verdadera, has disipado las tinieblas del mundo; míranos con amor y ayúdanos a celebrar con cantos y alabanzas la gloria del nacimiento de tu Hijo, que vive y reina contigo...
Amén.



Salmo 95

Alégrese el cielo y goce la tierra.

Cantemos al Señor un canto nuevo, cantemos al Señor, toda la tierra; cantemos al Señor, bendigamos su nombre.
Alégrese el cielo y goce la tierra.

Proclamemos día tras día su victoria. Cantemos a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones.
Alégrese el cielo y goce la tierra.

El Señor ha hecho el cielo; honor y majestad le preceden, fuerza y esplendor están en su templo.
Alégrese el cielo y goce la tierra.



Lectura para meditar

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 2, 8-13; 3, 10-12 

Querido hermano: Recuerda siempre que Jesucristo, descendiente de David, resucitó de entre los muertos, conforme al Evangelio que yo predico. Por este Evangelio sufro hasta llevar cadenas, como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso lo sobrellevo todo por amor a los elegidos, para que ellos también alcancen en Cristo Jesús la salvación, y con ella, la gloria eterna.
Es verdad lo que decimos: "Si morimos con él, viviremos con él; si nos mantenemos firmes, reinaremos con él; si lo negamos, él también nos negará; si le somos infieles, él permanece fiel, porque no puede contradecirse a sí mismo".
Tú has seguido de cerca mis enseñanzas y mi modo de vivir, mis planes, mi fe, mi paciencia, mi amor fraterno, mi constancia, mis persecuciones y sufrimientos, como los que soporté en Antioquía, en Iconio y en Listra. ¡Qué duras persecuciones tuve que sufrir! Pero de todas me libró el Señor. Todos los que quieran vivir como buenos cristianos, también serán perseguidos.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.




salmo 33

El Señor me libró de todos mis temores.

Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor; que se alegre su pueblo al escucharlo.
El Señor me libró de todos mis temores.
Proclamemos qué grande es el Señor y alabemos su nombre. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
El Señor me libró de todos mis temores.
Vuélvanse a él y quedarán radiantes, jamás se sentirán decepcionados. El Señor siempre escucha al afligido, de su tribulación lo pone a salvo.
El Señor me libró de todos mis temores








SANTO TOMÁS BECKET. 

Nació en Londres el año 1118. Estudió en París y se hizo clérigo del arzobispo de Canterbury. Completó sus estudios en Roma y Bolonia, y luego en Auxerre. A la edad de 36 años fue elevado a la dignidad de canciller del reino por Enrique II. Gozó de los favores del rey por siete años y compartió muchos de sus afanes terrenos. El año 1162, nombrado por influencia del rey sucesor del arzobispo, recibió la ordenación sacerdotal y episcopal. Desde aquel momento cambió su vida, haciéndose más austera y apartándose de los usos de la corte. Pronto la amistad del rey se convirtió en odio. Tuvo que elegir entre la fidelidad a Enrique II y su responsabilidad como pastor, y optó por lo segundo y además tomó la defensa de los derechos de la Iglesia contra las pretensiones regias. Tomás tuvo que refugiarse en Francia y, vuelto a su sede, fue asesinado por los esbirros del rey el 29 de diciembre de 1170.-

Oración: Señor, tú que has dado a santo Tomás Becket grandeza de alma para entregar su vida en pro de la justicia, concédenos, por su intercesión, sacrificar por Cristo nuestra vida terrena para recuperarla de nuevo en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén





 
Invoquemos confiadamente al Padre y digámosle: Que nuestros ojos, Señor, vean tu salvación.

-Para que la Iglesia, iluminada por la luz de Cristo, sea luz para los pueblos que buscan el rostro de Dios.

-Para que los pobres sientan cercano el ejemplo y la presencia de la Virgen María y de san José.

-Para que los cristianos seamos testigos de la fe en Cristo y del amor a los hermanos, como el Maestro divino nos enseñó.

-Para que permanezcamos siempre en la palabra de Dios que escuchamos y así demos frutos de vida.

Oración: Padre y Señor nuestro, acoge las oraciones de tus hijos, para que podamos vivir siempre en la luz de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén


CAMINO DE MARIA


28 DE DICIEMBRE DE 2017
TIGRE, RINCON DE MILBERG, BARRIO SAN JUAN PABLO II 
CONGREGACION DE LA PASION DEL SEÑOR



LA HERMANITA muy contenta con el cuadro que quedara en la casa



la Madre sigue su camino
la Reciben en las pequeñas hermanas de la Divina Providencia CABA






GRACIAS POR ACOMPAÑAR LA MISION DE MARIA MADRE DE LAS ALMAS CONSAGRADAS
Las Imagenes se quedaran alli hasta Febrero de 2018
Recemos por las hermanas y por la Mision de Maria
Dios te Bendiga!!!!
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Posada del Orante Nueva Sede


miércoles, 6 de diciembre de 2017



Evangelio según San Mateo 15,29-37.
Jesús llegó a orillas del mar de Galilea y, subiendo a la montaña, se sentó.
Una gran multitud acudió a él, llevando paralíticos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies y él los curó.
La multitud se admiraba al ver que los mudos hablaban, los inválidos quedaban curados, los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista. Y todos glorificaban al Dios de Israel.
Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino".
Los discípulos le dijeron: "¿Y dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente?".
Jesús les dijo: "¿Cuántos panes tienen?". Ellos respondieron: "Siete y unos pocos pescados".
El ordenó a la multitud que se sentara en el suelo;
después, tomó los panes y los pescados, dio gracias, los partió y los dio a los discípulos. Y ellos los distribuyeron entre la multitud.
Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que sobraron se llenaron siete canastas. 

Palabra de Dios


 Salmo 23

El Señor es mi pastor,
nada me puede faltar.
El me hace descansar en verdes praderas,
me conduce a las aguas tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el recto sendero,

Aunque cruce por oscuras quebradas,
no temeré ningún mal,
porque Tú estás conmigo:
tu vara y tu bastón me infunden confianza.
Tú preparas ante mí una mesa,
frente a mis enemigos;

unges con óleo mi cabeza
y mi copa rebosa.

Tu bondad y tu gracia me acompañan
a lo largo de mi vida;
y habitaré en la Casa del Señor,
por muy largo tiempo. 


Oremos Juntos

Cristo, Palabra eterna del Padre, ha inaugurado un camino nuevo y vivo, a través de su propia carne, para entrar en el santuario. Pidámosle, pues, con humildad: Ven, Señor, y sálvanos.

-Oh Dios, en quien vivimos, nos movemos y existimos, ven a revelarnos una vez más que somos estirpe tuya.

-Tú que no estás lejos de ninguno de nosotros, muéstrate enseguida a todos los que te buscan.

-Padre de los pobres y consuelo de los afligidos, da la libertad a quienes viven cautivos de sí mismos y la alegría a los tristes.

-Tú que destruyes la muerte y haces brillar la vida, líbranos a nosotros y a nuestros difuntos de la muerte eterna.

-Tú que elegiste a María como madre de tu Hijo y la llenaste del Espíritu Santo, concédenos la gracia de ser dóciles a tu voluntad.

Oración: Señor y Dios nuestro, acoge favorablemente nuestras súplicas y ayúdanos con tu amor en nuestro desvalimiento. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


 Encomendamos tambien nuestros pedidos a los santos de hoy


SAN NICOLÁS DE BARI.

 Es un santo que goza de una extensa e intensa devoción popular. Nació en Petara, Asia Menor, a finales del siglo III. Después de repartir sus bienes a los pobres, ingresó en la vida monástica y llegó a regir un monasterio. Al regreso de un viaje a Tierra Santa, fue elegido obispo de Mira, en Licia (hoy Turquía). El año 325 suscribió en el Concilio de Nicea la fe en la divinidad de Cristo. En la persecución de Galerio fue encarcelado y torturado por su fidelidad a la fe católica. Murió en Mira a la edad de 65 años entre el 345 y el 350. Las leyendas del siglo VI lo presentan como gran taumaturgo. En el mundo anglosajón, su fiesta, en la que se obsequia especialmente a los niños, se celebra con el nombre de «Santa Claus». El año 1087 su cuerpo fue trasladado a la ciudad italiana de Bari.- Oración: Imploramos, Señor, tu misericordia y te suplicamos que, por la intercesión de tu obispo san Nicolás, nos protejas en todos los peligros, para que podamos caminar seguros por la senda de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



SAN PEDRO PASCUAL.

 De la familia mozárabe de los Pascual, nació en Valencia (España) hacia 1225, algunos años antes de que la ciudad, en 1238, fuera tomada por Jaime I el Conquistador. Estudió en París, donde tuvo de compañeros a santo Tomás de Aquino y san Buenaventura, y allí recibió la ordenación sacerdotal. El año 1250 ingresó en la Orden de la Merced. Estuvo de profesor en Zaragoza y fundó varios conventos de su Orden. En 1296, en Roma, fue consagrado obispo para la sede de Jaén (España). Ya en su diócesis, y cuando giraba visita pastoral, fue apresado por los musulmanes y llevado cautivo a Granada. En su cautividad de cuatro años, fue el sostén de sus compañeros de infortunio, el testigo de la verdad, el maestro con sus numerosos escritos de gran valor lingüístico y doctrinal. Defendió la inmaculada concepción de la Virgen María. Condenado a muerte por sus escritos en defensa del cristianismo frente al Islam, lo decapitaron el 6 de diciembre de 1300 en Granada.- Oración: Oh Dios, que en san Pedro Pascual diste a tus fieles, sometidos a cautividad, el maestro y defensor de su fe; concédenos que, arraigados en tu palabra, vivamos con plenitud la fe, que obra por la caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén



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 "Me dirijo, sobre todo, a vosotros, queridos jóvenes. Dejaos interpelar por el amor de Cristo. Reconoced su voz, que resuena en el templo de vuestro corazón. Acoged su mirada luminosa y penetrante, que abre los caminos de vuestra vida a los horizontes de la misión de la Iglesia, empeñada, hoy más que nunca, en enseñar al hombre su verdadero ser, su fin, su destino, y en revelar a las almas fieles las inefables riquezas de la caridad de Cristo. No tengáis miedo de la radicalidad de sus exigencias, porque Jesús, que os amó primero, está dispuesto a daros todo cuanto os pide. Si os exige mucho, es porque sabe que podéis dar mucho. Jóvenes, echad una mano a la Iglesia para conservar joven el mundo. Responded a la cultura de la muerte con la cultura de la vida.

A vosotros, obispos de la Iglesia de Dios, os pido que reforcéis el tejido social de la comunidad cristiana mediante la evangelización de la familia; que ayudéis a los laicos a infundir en el mundo juvenil los valores de la coherencia, de la justicia y de la caridad cristiana.Me dirijo, en fin, a los que ya estáis consagrados al Señor y, especialmente, a vosotros, sacerdotes: habiendo ya oído y reconocido la llamada del buen Pastor, prestad vuestra voz a Aquel que también hoy llama a muchos a seguirle. Dirigíos a vuestros jóvenes, haciéndoles sentir la hermosura del seguimiento del Señor y acompañándoles a lo largo del camino, difícil a veces, de la vida, sobre todo testimoniando con vuestra vida la alegría de estar al servicio de Dios.
 

 Y ahora oremos juntos:

Señor Jesucristo ,
Pastor bueno de nuestras almas,
tú que conoces a tus ovejas
y sabes cómo llegar al corazón del hombre,
abre la mente y el corazón de los jóvenes,
que buscan y esperan
una palabra de verdad para su vida;
hazles sentir que sólo en el misterio de tu encarnación
pueden encontrar plena luz;
da valor a los que saben dónde encontrar la verdad,
pero temen que tu llamada sea demasiado exigente;
sacude el alma de los jóvenes que quisieran seguirte,
pero no saben vencer las dudas y los miedos,
y acaban por escuchar otras voces
y seguir otros callejones sin salida.
Tú, que eres la Palabra del Padre,
Palabra que crea y salva,
Palabra que ilumina y sostiene los corazones,
vence con tu Espíritu las resistencias
y vacilaciones de los espíritus indecisos;
suscita en aquellos a quienes llamas
valor para dar la respuesta de amor: "¡Heme aquí, envíame!" (Is 6, 8).

Virgen María,
joven hija de Israel,
ayuda con tu amor maternal a los jóvenes
a quienes el Padre dirige su Palabra;
sostén a los que ya están consagrados.
Que repitan, como tú,
el sí de una entrega gozosa e irrevocable.
Amén.

Con mi bendición apostólica.

Castelgandolfo, 8 de septiembre de 1992, Natividad de la bienaventurada Virgen María.


viernes, 10 de noviembre de 2017

Confía en el Señor, practica el bien y vivirás tranquilo en esta tierra; que agradar al Señor sea tu deleite, y él te dará cuanto deseas. Rectas y sabias son las palabras del justo.



Evangelio
según san Lucas 16, 1-8

Gloria a ti, Señor. En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: “Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: “¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador”. Entonces el administrador se puso a pensar: “¿Qué voy a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener a alguien que me reciba en su casa, cuando me despidan”. Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo. Al primero le preguntó: “¿Cuánto le debes a mi amo?” El hombre respondió: “Cien barriles de aceite”. El administrador le dijo: “Toma tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta”. Luego preguntó al siguiente: “Y tú, ¿cuánto debes?” Este respondió: “Cien sacos de trigo”. El administrador le dijo: “Toma tu recibo y haz otro por ochenta”. El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz”.
Palabra del Señor. 



salmo 97

Que todos los pueblos aclamen al Señor.

Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria.
Que todos los pueblos aclamen al Señor.

El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
Que todos los pueblos aclamen al Señor.

La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor.
Que todos los pueblos aclamen al Señor.


 Señor y Dios nuestro, que infundiste en san León Magno tu admirable doctrina; concédenos, por su intercesión, ser fieles a sus enseñanzas y dar testimonio de ellas con nuestra conducta. Por nuestro Señor Jesucristo...Amén

salmo 36

Rectas y sabias son las palabras del justo.

Confía en el Señor, practica el bien y vivirás tranquilo en esta tierra; que agradar al Señor sea tu deleite, y él te dará cuanto deseas.
Rectas y sabias son las palabras del justo.

Pon tu vida en las manos del Señor, en él confía, y él hará que tu justicia y tu derecho brillen igual que el sol de mediodía.
Rectas y sabias son las palabras del justo.

Rectas y sabias son las palabras del justo; pues lleva en su interior la ley de Dios, sus pasos son seguros.
Rectas y sabias son las palabras del justo





Jesucristo resucitado, el sumo sacerdote de la nueva Alianza, presenta al Padre nuestras peticiones. A él nos unimos con toda confianza.

-Por la Iglesia: para que no le falten nunca santos sacerdotes y personas consagradas, que anuncien el Evangelio y atiendan con celo y caridad a las necesidades de los hermanos.

-Por los sacerdotes: para que, a ejemplo del Buen Pastor, sepan servir con humildad y cariño a todos y buscar su verdadero bien.

-Por los gobernantes y cuantos ejercen el servicio de la autoridad: para que busquen el bien común, la solidaridad y la paz.

-Por todos los creyentes cristianos: para que colaboremos con nuestros pastores en el anuncio del Evangelio y en el servicio de la caridad.

Oración: Escúchanos, Señor, Dios de bondad, y haz que nosotros, tus hijos, gocemos en plenitud de los bienes que nos ofrece el sumo Sacerdote, Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.





 

EL ESPECIAL SERVICIO DE NUESTRO MINISTERIO
San León Magno, Sermón 4 (1-2)

Aunque toda la Iglesia está organizada en distintos grados, de manera que la integridad del sagrado cuerpo consta de una diversidad de miembros, sin embargo, como dice el Apóstol, todos somos uno en Cristo Jesús; y esta diversidad de funciones no es en modo alguno causa de división entre los miembros, ya que todos, por humilde que sea su función, están unidos a la cabeza. En efecto, nuestra unidad de fe y de bautismo hace de todos nosotros una sociedad indiscriminada, en la que todos gozan de la misma dignidad, según aquellas palabras de san Pedro, tan dignas de consideración: También vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo; y más adelante: Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios.

La señal de la cruz hace reyes a todos los regenerados en Cristo, y la unción del Espíritu Santo los consagra sacerdotes; y así, además de este especial servicio de nuestro ministerio, todos los cristianos espirituales y perfectos deben saber que son partícipes del linaje regio y del oficio sacerdotal. ¿Qué hay más regio que un espíritu que, sometido a Dios, rige su propio cuerpo? ¿Y qué hay más sacerdotal que ofrecer a Dios una conciencia pura y las inmaculadas víctimas de nuestra piedad en el altar del corazón?

Aunque esto, por gracia de Dios, es común a todos, sin embargo, es también digno y laudable que os alegréis del día de nuestra promoción como de un honor que os atañe también a vosotros, para que sea celebrado así en todo el cuerpo de la Iglesia el único sacramento del pontificado, cuya unción consagratoria se derrama ciertamente con más profusión en la parte superior, pero desciende también con abundancia a las partes inferiores.

Así pues, amadísimos hermanos, aunque todos tenemos razón para gozarnos de nuestra común participación en este oficio, nuestro motivo de alegría será más auténtico y elevado si no detenéis vuestra atención en nuestra humilde persona, ya que es mucho más provechoso y adecuado elevar nuestra mente a la contemplación de la gloria del bienaventurado Pedro y celebrar este día solemne con la veneración de aquel que fue inundado tan copiosamente por la misma fuente de todos los carismas, de modo que, habiendo sido el único que recibió en su persona tanta abundancia de dones, nada pasa a los demás si no es a través de él. Así, el Verbo hecho carne habitaba ya entre nosotros, y Cristo se había entregado totalmente a la salvación del género humano.



SAN LEÓN I MAGNO, papa del año 440 al año 461 y doctor de la Iglesia. Nacido en Toscana (Italia), pero romano de mentalidad y educación, desempeñó importantes misiones en la Iglesia al servicio de los papas, y el año 440 fue elevado a la cátedra de San Pedro. Ejerció su ministerio como un verdadero pastor y padre de las almas, trabajó incansablemente por la integridad de la fe, defendiendo con ardor la unidad de la Iglesia, hizo lo posible por evitar o mitigar las incursiones de los bárbaros del Norte, cuyo respeto y amistad logró ganarse. El año 451 convocó el Concilio de Calcedonia, en el que se definió la doble naturaleza, humana y divina, en la única persona de Cristo. Dejó numerosos escritos que destacan por la claridad y profundidad de su doctrina y por sus preciosas homilías, siguiendo el año litúrgico. Por todo ello ha pasado a la historia con el apelativo de Magno. Murió en Roma el 10 de noviembre del año 461.- Oración: Oh Dios, tú que no permites que el poder del infierno derrote a tu Iglesia, fundada sobre la firmeza de la roca apostólica, concédele, por los ruegos del papa san León Magno, permanecer siempre firme en la verdad, para que goce de una paz duradera. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



SAN ANDRÉS AVELINO. Nació en Castronuovo, provincia de Potenza en Italia. Cursados los estudios eclesiásticos, se ordenó de sacerdote en 1545, y dos años después marchó a Nápoles para estudiar derecho en su Universidad. Trabajó como abogado en la curia arzobispal napolitana, que le encomendó además la difícil tarea de reformar algunos monasterios. Incidentes de su trabajo le provocaron una crisis espiritual, y en 1556 ingresó en la Orden de los Clérigos Regulares (Teatinos), en la que profesó dos años después. En su Orden ejerció distintos cargos de responsabilidad y autoridad, además de ser varios años maestro de novicios. Fue director espiritual del seminario de Milán y amigo de san Carlos Borromeo. En todas partes y en todos sus trabajos sobresalió por su competencia, celo apostólico, espíritu de caridad y eximias virtudes. Murió de una apoplejía en Nápoles cuando se disponía a celebrar la misa el 10 de noviembre de 1608.


www.franciscanos.org


Recemos Unidos el Santo Rosario
por todas las Intenciones especialmente por la PAZ en el Mundo Entero
Gracias Amigos!!!!
 

miércoles, 18 de octubre de 2017

Invitacion Especial Apostolado

Mision de Maria

Arca de Oracion por los sacerdotes y las almas consagradas San Juan Pablo II
Seguimos caminando con Maria
La Madre llega a traves de mensajeros que desean ayudar a la Mision, vos tambien podes ayudar.. solicita aqui material de apostolado para acercarle a tu sacerdote parroco, congregacion religiosa, laicos que deseen formar grupos de oracion.
la Madre llega a La Patagonia
Septiembre 2017
La Madre es llevada en estos sobres alli hay material de apostolado lo que aqui subimos y fotos y estampas, sus libros de mensajes pàra que los consagrados la conozcan



Asi ayudamos a la Madre a llegar

HERMANAS CLARISAS FRANCISCANAS MISIONERAS DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO
CARISMA: Eucarístico Misionero, con dedicación especial a las misiones, a la niñez y juventud más abandonada

Gracias Hermana por recibir a La Madre!!!!

Nuevos folletos que acompañan la Mision


Los folletos son creacion del Movimiento Mariano Arcas Sagrados Corazones



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 Continua la Mision con los y las Misioneras de Maria que se suman al Camino de Maria
Animate la Madre Cuenta con vos!!!
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"Orad, orad, orad... orad unidas para que, con la gracia que Dios ha derramado sobre vosotras, se alivien la tibieza y la frialdad de mis almas consagradas. Os pido de corazón, orad. El tiempo se aproxima. OS CUBRO CON MI MANTO. "

Maria Madre de las Almas Consagradas


Primera aparición de la Santísima Virgen

Colectiva para el grupo de las hermanas y familia Padrón

Llegó así el día 6 de febrero de 1993, sábado

En la tarde la familia Padrón acudió a la residencia religiosa de las Siervas de Jesús, porque el día anterior, viernes, tal como correspondía, al Ing. Padrón le había resultado materialmente imposible venir a la adoración y manifestó que deseaban hacerla en este día sábado, para no perder el ritmo semanal.

Cuenta el Ing. Padrón, que ese día toda la familia había sentido la necesidad de ir a orar como siempre y por tanto no tuvieron empacho alguno en pedir el permiso para acudir ese sábado, en sustitución de la falta del viernes

La hermana Clara les concedió la autorización sin problema alguno.

Como todavía era temprano y mientras llegaba el momento del inicio de la hora santa, se detuvieron a conversar un tanto. La hermana Mary Carmen pensó dentro de sí algo molesta'

-" Esta familia viene siempre a quitarle el tiempo a uno "-

Durante la hora santa el Ing. Padrón observó que la imagen del Sagrado Corazón de Jesús de la capillita resplandecía en forma extraña, rodeada de una especie de color azul celeste; a esto se añadía olor a incienso, rosas y nardos, en ese orden. A un cierto momento comenzó a sudar mucho, a pesar de la temperatura, que en este mes del año es particularmente baja y de pronto escuchó (y no sabe explicar cómo) una voz suave y tierna de mujer que decía:

“ SOY MARIA, LA MADRE DE DIOS, LA MADRE DE ESTAS HIJAS TAN QUERIDAS Y LA MADRE DE TODOS. HE VENIDO AQUÍ, A ESTE BOSQUECITO, A ESTE JARDIN, A ESTA CASA DE RECOGIMIENTO Y DE ORACION, DONDE ESTÁ MI HIJO MUY AMADO. ESTA NOCHE ESTARE CON USTEDES, TODOS PODRAN VERME, LES ACOMPAÑARÉ TODA LA NOCHE Y ME MANIFESTARE HASTA EL AMANECER. HIJITAS MUY QUERIDAS: ALE­GRENSE EN EL SEÑOR YA QUE LOS PRODIGIOS DE MI HIJO JESUS LAS RODEARAN, EL SEÑOR HA ELEGIDO LAS MAS PEQUEÑAS Y ASI RECIBIRAN MIS MENSAJES MIS HIJOS E HIJAS CONSAGRADAS EN TODO EL MUNDO “

Mientras escuchaba las palabras el Ing. Padrón las repetía en voz alta como efecto de un imperativo que no sabia explicarse. La cara de sorpresa de su esposa e hijos era tal que al finalizar la hora santa y mientras las hermanas se dirigían hacia la cocina por el corredor, la esposa le reclamó entre sorprendida y molesta la razón de tal despropósito.

"¿Por qué dijiste esas cósase Le dijo al esposo con evidente molestia. A lo que respondió el Ing. Padrón:

"Quédate tranquila y esperemos".

No obstante él mismo se preguntaba a sí mismo qué es lo que había ocurrido y su desconcierto era aún mayor que el de ellos. Pero a pesar de todo sentía simultáneamente una gran segundad.

Hacia las 6:10 p.m., los Padrón dieron inicio al ensayo de cánticos a la Virgen acompañados del teclado. Se habían colocado alrededor de un mesón que estaba en el pasillo corredor cerca de la cocina. Desde allí se podía visualizar perfectamente la explanada jardín de la casa religiosa.

Unos minutos más tarde, una ingente bandada de pájaros se posó en las ramas de los árboles más cercanos del bosque y se pusieron a trinar en un tono muy intenso; y era tanto el alboroto que los que ensayaban dejaron de cantar y al instante los pájaros suspendieron sus trinos. Se repitió vanas veces hasta que decidieron no tomarlos en cuenta.

Entonces la familia Padrón invitó a las hermanas, que estaban en el recinto de la cocina a unos pasos, para que participaran en el ensayo y ellas aceptaron gustosas. Además de la superiora hermana Clara, se hizo presente la hermana Clara, una de las dos jóvenes Por razones de un viaje a la ciudad de Valencia la hermana Consuelo, que pertenecía al grupo de las dos de más edad junto con la superiora, no estaba presente ese día.



La hermana Mary Carmen se había apartado del grupo, después de terminada la hora santa, presa de un cierto desagrado; por lo cual no estaba presente con las demás hermanas cuando se sumaron al coro de los Padrón.

Ya cerca de las 7:00 p.m., la hermana Clara pidió que llamaran a la hermana Mary Carmen para que las acompañara en el ensayo de estas bellas canciones para la Santísima Virgen, aprovechando que el Ing. Padrón había traído el teclado. Ella por supuesto obedeció prontamente pero dentro de sí continuaba sintiendo que le resultaba un tanto incómodo y desagradable estar ahí. La usurpación que esta familia había hecho del tiempo de las hermanas no era de su agrado.

De canción en canción el tiempo caminó lentamente hasta las 7-30 p.m., aproximadamente.

A esa hora de las 7:30 el Ing. Padrón, que estaba de frente al jardín, porque todos los demás se habían colocado sentadas y de espaldas, como cuando un di­rector dirige un coro, pudo notar una luz azulada, simi­lar a la que emite un flash de cámara fotográfica. Esa luz duró alrededor de 20 segundos y luego apareció una imagen de la Santísima Virgen, muy similar a la de Fátima. Era una imagen viva por el movimiento ondulado del manto y de la túnica al paso del viento suave.

Como los presentes estaban de espaldas no observa­ron nada. Así que el Ing. Padrón, como reponiéndose de la sorpresa y sin saber como reaccionar, les dirigió a todos estas palabras:



"¿Qué harían ustedes si se presentara la Virgen en este lugar?".



Las hermanas y los integrantes de la familia del Ing. Padrón se sonrieron con cierto aire de desconcierto por lo extemporáneo e intempestivo de la pregunta Pero ante la insinuación de que voltearan y vieran, todos volvieron el torso y fueron capaces de admirar la manifestación de la Santísima Virgen.

Estaba majestuosamente colocada cerca de un caminito hacia el bosque, que entonces tenía una baranda verde de madera La Virgen estaba de pie y a unos dos metros de altura del suelo, sobre una mata de cambur

De inmediato todos se levantaron y quedaron mirando fijamente hacia donde se manifestaba la Santísima Virgen. Luego caminaron en grupo hasta el primer rosal en dirección hacia la aparición.

La hermana Mary Carmen exclamó al llegar a este punto "¡Madre mía!” pensando dentro de sí misma que realmente se trataba de la Santísima Virgen, pero al instante la avasalló una duda muy intensa acerca de la realidad de lo que estaba contemplando Al querer avanzar escuchó una voz firme que le ordenaba- " ¡ no vayas ¡ ".

El Ing. Padrón oyó proferir luego a la hermana Mary Carmen una exclamación extraña: "¡Déjame¡ " como si ella tratara de quitarse de encima o de apartar de su lado algo molesto o dañino Y la hermana Mary Carmen, como un efecto de lo que estaba ocurriendo tanto fuera

como dentro de sí misma cayó sin conocimiento exactamente sobre el rosal.

Al instante las hermanas y la familia Padrón se apresuraron a auxiliarla. Pero la que estaba más cerca era la señora Marlene de Padrón y en consecuencia tuvo la oportunidad de recogerla y colocarla sobre sus piernas El desvanecimiento duró 8 minutos. En vista de que el desvanecimiento se estaba alargando exce­sivamente el Ing. Padrón preguntó a la superiora hermana Clara dónde se podría localizar un médico, pero casi de inmediato la hermana Mary Carmen recobró el conocimiento y acto seguido, sin pensarlo dos veces, se puso de rodillas con las manos juntas a nivel del pecho.

Es preciso observar que mientras la hermana Mary Carmen estaba fuera de sí, interiormente se vio avasallada por una tremenda lucha interior consigo misma Cuenta ella que la batalla estribaba en que por un lado sentía una poderosa inclinación a no creer en nada de lo que estaba ocurriendo y por otro deseaba salir corriendo y desaparecer del lugar

Cuando recobró la plena conciencia de sí misma se dio cuenta que estaba de rodillas y que la Santísima Virgen le estaba transmitiendo una gran paz interior, habiendo desaparecido la lucha interna acerca de la realidad de lo que estaba pasando.

La Santísima Virgen inició entonces una conver­sación con la Hermana Mary Carmen Las demás hermanas y los miembros de la familia Padrón sólo observaban los movimientos de labios, de manera alternada, tanto de la Santísima Virgen como los de la hermana Mary Carmen, sin escuchar absolutamente nada.

La Santísima Virgen se dignó, pues, entablar el diálogo exclusivamente con la hermana Mary Carmen y le transmitió mensajes y palabras íntimas que estaban destinadas únicamente a ella. Pero más tarde le indicó que le iba a entregar un mensaje, el primero de todos, que estaría dirigido a sus hermanas de la Congregación de las Siervas de Jesús.

Mientras la hermana Mary Carmen dialogaba con la Santísima Virgen pudo observarse que su hábito se transformaba en algo brillante por efecto de una iluminación particular que no se sabía de qué manera ocurría. Al terminar el diálogo privado entre la Santí­sima Virgen y la hermana, ésta, en voz audible, les indicó a todos los demás presentes:

"La Santísima Virgen pide que se arrodillen)

Todos obedecieron y se arrodillaron sobre la grama Decidieron rezar el santo rosario, de rodillas ante la Virgen que estaba ante sus ojos. En cada misterio se indicaba una intención particular. Antes del segundo misterio la hermana Mary Carmen expuso la intención "Por los Sacerdotes y por las Religiosas" Mientras hacia mención de la intención del misterio la Santísima Virgen giró la cabeza con un movimiento suave, con rostro sonriente, bajó sus brazos, los abrió, hizo una reverencia con el cuerpo y luego se reincorporó a la posición previa.

Al cuarto misterio el Ing. Padrón sugirió a la hermana Mary Carmen que repitiese la intención por los sacerdotes y religiosas y aquí la Santísima Virgen repitió las acciones y gestos de reverencia del segundo misterio, pero como dando las gracias.

Durante el rezo del santo rosario ocurrió un fenó­meno que les llamó mucho la atención: desde el manto de la Santísima Virgen se desprendió una luz muy brillante, algo así como una estrella que cayó al suelo y se partió en infinidad de trozos minúsculos, como escarchas

Este primer mensaje recibido en esta oportunidad por la hermana Mary Carmen de la Santísima Virgen es como sigue





"Hijas mías, estoy enviada por el amor que mi hijo Jesús siente por vosotras, con el mismo amor que una Madre siente por sus hijos.

Si hijitas, quiero tocar vuestros corazones y llenarlos de humildad y sencillez.

Os pido que os unáis en oración; que todas seáis una, que renovéis el espíritu de Fe.

Recordad lo que mi Hijo os dijo: "QUE OS AMÉIS LOS UNOS A LOS OTROS COMO YO OS HE AMADO

Dios Padre ha puesto en vuestras manos el carisma de la Eucaristía y del Sacerdocio. Os pido fidelidad a este compromiso y renovación del espíritu de la Congregación.

Hijitas mías, las cosas del mundo se quedan en este mundo y las cosas que se hacen por amor a Dios suben llevadas por MI INMACULADO CORAZON.

Orad, orad, orad... orad unidas para que, con la gracia que Dios ha derramado sobre vosotras, se alivien la tibieza y la frialdad de mis almas consagradas. Os pido de corazón, orad. El tiempo se aproxima. OS CUBRO CON MI MANTO.

OS TENGO EN MI CORAZÓN.”


Cuenta la hermana Mary Carmen que después de haberle dictado el mensaje la misma Santísima Virgen se dignó aconsejarla con relación a una pregunta que le harían posteriormente muchas personas' "¿Como viste a la Virgen? ¿ Cómo era ella?"

La Santísima Virgen le sugirió que respondiese de esta manera'

" La vi con un traje azul y blanco muy hermoso y no tengo palabras para describir su hermosura, no hay nadie en el mundo como Ella "

La hermana Mary Carmen escribe esto en sus apuntes "Sí, la vi Y este mensaje es de ella Quien mega al hijo mega a la madre Quien mega a su madre, mega al hijo"

Después del mensaje la Santísima Virgen pidió a los que estaban junto a Mary Carmen que se arrodillaran una vez más, porque los quería bendecir. Al terminar la bendición la hermana interlocutora se levantó y se dirigió a la capilla sin dirigir la mirada a nadie

Transcurrido un corto espacio de tiempo regresó al mismo lugar anterior y se quedó embelesada, admirando el manto blanco y resplandeciente, todo iluminado, del cual caían estrellas al suelo, mientras la mirada de la Santísima Virgen se dirigía tanto hacia el cielo como hacia la capillita donde estaba el sagrario La Virgen tenia a su lado una corona de flores.

Hacia medianoche la Santísima Virgen todavía estaba presente mientras las hermanas y los demás con­tinuaban orando y como embelesados por la Santísima Virgen

La hermana Clara, superiora, tocó entonces una campanita y pidió a todos que se dirigieran hacia el comedor para hacer una cena frugal, no fuera que alguno se mareara, ya que desde el almuerzo no habían probado bocado.

La hermana Mary Carmen le contestó a la superiora que realmente no tenia ningún apetito y por esa razón se abstuvo de acompañar al resto que se dirigió al comedor con la superiora Entonces la Santísima Virgen tuvo la gentileza de reprenderla mediante una acción adoctrinadora. La Virgencita dio media vuelta y se colocó de espaldas De esta manera parecía demostrar su desagrado por la decisión errada de la hermana Mary Carmen. Y ésta entendió el mensaje: la voz de la obediencia es la voz de Dios, así que se apresuró a caminar hacia el comedor.

Por supuesto la comida no le pasaba, tanto que se sentía ahogada, tratando por cierto de ayudarse en la tarea con sorbos de agua



Terminada la cena regresaron todos, incluida la hermana Mary Carmen. La Virgen había retomado ya a la disposición primera, es decir estaba una vez más mirando de frente.

El Ing. Padrón en este momento, después de orar un poco sintió para sus adentros que su permanencia y la de su familia en este santo lugar tenía que darse por terminada, porque intuía que la aparición estaba destinada a las religiosas, ya era muy tarde y se trataba además de una casa religiosa. Así que con la familia entera se retiró del lugar no sin pesar por tener que obrar de esta manera.

Hacia la una de la madrugada la superiora, hermana Clara, consideró oportuno ordenar a las otras dos religiosas, hermana Clara y hermana Mary Carmen que fueran a dormir y descansar a sus respectivos cuartos. La hermana Mary Carmen pensó que hubiera sido mejor quedarse allí toda la noche, pero la orden de la superiora exigía obediencia y recordó la amonestación de la Virgen cuando lo de la cena. Así que se retiró con gran pesar. Se despidió de Jesús en el Sagrado como siempre lo hacia acercándose a la capillita y le dio las gracias por haberles concedido el gran don de haber enviado a su Santa Madre. Cuando la hermana Mary Carmen llegó a su cuarto se vio sorprendida por un gratísimo olor a esencia de rosas que impregnaba toda la habitación. Llena de júbilo y de agradecimiento no pudo menos que exclamar: "Gracias, madrecita querida. Estás aquí.

Comunicacion del Grupo de oracion Arca San Juan Pablo II con la Hermana Clara Montilla testigo ocular  de la Santisima Virgen Maria Madre de las Almas Consagradas.