A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

viernes, 31 de julio de 2015

Tomad, Señor, y recibid Toda mi libertad, Mi memoria, Mi entendimiento Y toda mi voluntad; Todo mi haber y mi poseer. Vos me disteis, A Vos, Señor, lo torno. Todo es Vuestro: Disponed de ello Según Vuestra Voluntad. Dadme Vuestro Amor y Gracia, Que éstas me bastan.


Evangelio según San Mateo 13,54-58.
Al llegar a su pueblo, se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados. "¿De dónde le viene, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros?
¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas?
¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?".
Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo. Entonces les dijo: "Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia".
Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.

Palabra del Señor

 
Adoremos a Cristo, el Dios santo, y pidámosle que nos enseñe a servirle y a darle gloria con santidad y justicia:

-Señor Jesús, probado en todo como nosotros, menos en el pecado, compadécete de nuestras debilidades.

-Señor Jesús, que a todos nos llamas a la perfección del amor, danos el progresar por caminos de santidad y buenas obras.

-Señor Jesús, que quieres que seamos sal de la tierra y luz del mundo, ilumina nuestras vidas con tu propia luz.

-Señor Jesús, que viniste al mundo para servir y no para que te sirvieran, haz que sepamos servirte a ti y a nuestros hermanos con humildad.

-Señor Jesús, que nos dijiste que no impidiéramos a los pequeños acercarse a ti, concédenos que con nuestras obras les facilitemos el encuentro contigo.

Oración: Dios Padre de bondad, acoge las peticiones que te hemos presentado confiados en la intercesión de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.




San Ignacio de Loyola
Nació en Loyola (Guipúzcoa, España) el año 1491. De joven permaneció en la corte y se dedicó a la vida militar. Herido en la defensa de Pamplona, tuvo que guardar reposo, y las lecturas piadosas favorecieron su conversión a Dios. Se retiró a Montserrat y Manresa, dando inicio a los Ejercicios espirituales. Viajó a Tierra Santa y luego estudió en Alcalá, Salamanca y finalmente en París, donde reunió a los primeros compañeros, con los que fundó en Roma la Compañía de Jesús. Antes, en Venecia, se ordenó de sacerdote el año 1537. Escribió las constituciones de la Compañía, a la que dio como lema «A mayor gloria de Dios». Fructífero fue su apostolado, por las obras que escribió y por los discípulos que formó, que contribuyeron poderosamente a la verdadera reforma de la Iglesia. Envió a san Francisco Javier a Oriente como misionero. Para que Roma fuera un centro de ciencia eclesiástica, con un plantel de doctores de los que pudiera disponer el Papa, fundó el Colegio Romano, después llamado Universidad Gregoriana. Murió en Roma el 31 de julio de 1556. 

Oración : Señor, Dios nuestro, que has suscitado en tu Iglesia a san Ignacio de Loyola para extender la gloria de tu nombre, concédenos que después de combatir en la tierra, bajo su protección y siguiendo su ejemplo, merezcamos compartir con él la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
 
Ignacio, Contemplativo en la accion
  San Juan Pablo II, Ángelus del día 28-VII-1991

  Se acerca la fiesta de san Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. Echando una mirada al conjunto de la obra que llevó a cabo, podemos preguntarnos: ¿cuál fue el secreto de la extraordinaria influencia ejercida por este campeón de la Reforma católica? La respuesta no deja lugar a dudas: hay que buscar ese secreto en su profunda vida interior. Tenía la firme convicción de que el apóstol, todo apóstol, debe mantenerse íntimamente unido a Dios para «dejarse guiar por su mano divina» ( Constituciones, X).

Se atuvo constantemente a este primado de la vida interior, a pesar de los múltiples compromisos y de las diversas ocupaciones que llenaban sus jornadas. Fue, en verdad, «contemplativo en la acción» y así quiso que fueran los miembros de la orden que fundó. En resumidas cuentas, para él la contemplación fue siempre la condición indispensable de todo apostolado fructuoso. La eficacia de esta unión con Dios, alimentada por la oración, está testimoniada por la fecundidad sobrenatural de la acción evangelizadora de los primeros jesuitas, formados en la escuela de Ignacio y a quienes él mismo envió a las diversas regiones de Europa, a Asia -hasta el extremo Oriente- y a las nuevas tierras de América.

Tanto los religiosos jesuitas como los cristianos más generosos y abiertos a la acción apostólica han de tener presente, con celo atento, este testimonio nobilísimo. La misión de difundir el Evangelio es compleja y exigente. Por eso, es necesario reafirmar que la urgencia de los compromisos apostólicos no debe llevarnos a olvidar la necesidad primaria de la oración y la contemplación. La Iglesia, hoy más que ayer, tiene necesidad de apóstoles que sepan ser, como san Ignacio, contemplativos en la acción.

A la Virgen María, que como verdadera contemplativa conservaba y meditaba en su corazón los misterios de su Hijo Jesús, le pedimos que alimente en nosotros el espíritu de oración, a fin de que nuestro testimonio cristiano sea creíble, convincente y, por tanto, espiritualmente fecundo.



Beata Sidonia Cecilia Schelingova
 En religión tomó el nombre de Zdenka. Nació en Kriva (Eslovaquia) el año 1916. Antes de vestir el hábito religioso, hizo estudios de enfermería y se especializó en radiología. En 1936 ingresó en las Hermanas de la Caridad de la Santa Cruz. En 1942, el Gobierno la invitó a trabajar en el hospital público de Bratislava como ayudante de radiología. Fue una religiosa de profunda vida interior y de gran caridad para con todos, y una profesional ejemplar. En 1952 ayudó a huir a un sacerdote que estaba hospitalizado para curar de las heridas que le habían causado los comunistas en las torturas. La detuvieron, la maltrataron y la condenaron a doce años de cárcel y a diez de privación de los derechos civiles. A consecuencia de las torturas que sufrió, se le formó un tumor en el pecho y, además, contrajo la tuberculosis. La amnistiaron para que no muriera en la cárcel, y murió en Trnava (Eslovaquia) el 31 de julio de 1955. Declarada verdadera mártir, Juan Pablo II la beatificó en el 2003.

Oremos

Tomad, Señor, y recibid
Toda mi libertad,
Mi memoria,
Mi entendimiento
Y toda mi voluntad;
Todo mi haber y mi poseer.

Vos me disteis,
A Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro:
Disponed de ello
Según Vuestra Voluntad.

Dadme Vuestro Amor y Gracia,
Que éstas me bastan.



Amén.


Ejercicios Espirituales Radio Maria




Novena a San Juan María Vianney

DÍA PRIMERO

Fe ardiente. San Juan María Bautista Vianney tu naciste de una madre profundamente religiosa; de ella recibiste la santa Fe, aprendiendo a amar a Dios y a rezar. Ya a temprana edad se te pudo ver arrodillado delante de una estatua de María. Tu alma fue arrebatada de forma sobrenatural hacia las cosas más elevadas. A pesar del alto coste respondiste a tu vocación.

Contra muchos obstáculos y contradicciones tuviste que luchar y sufrir para llegar a ser el perfecto cura que fuiste. Pero tu espíritu de profunda fe te sostuvo en todas estas batallas. Oh gran santo, tu conoces el deseo de mi alma. Quisiera servir a Dios mejor. De El he recibido muchas buenas cosas. Por esto, obtén para mi más valor y especialmente una profunda fe.

Muchos de mis pensamientos, palabras y acciones son inútiles para mi santificación y mi salvación porque ese espíritu sobrenatural no impulsa mi vida. Ayúdame a ser mejor en el futuro.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… (mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


DÍA SEGUNDO

Completa confianza en Dios. San Juan María Bautista Vianney, ¡cuanta confianza tenía la gente en tus oraciones! No podías abandonar tu vieja rectoría o tu humilde iglesia sin verte rodeado por almas implorantes, que recurrían a ti al igual que hicieron al mismo Jesús durante su vida terrenal. Y tu, oh buen santo, les dabas esperanza con tus palabras que estaban llenas de amor para Dios.

Tu, que siempre confiabas enteramente en el corazón de Dios, obtén para mi una confianza filial y profunda en su Providencia. Así como la esperanza de bienes divinos llena mi corazón, dame valor y ayúdame a obedecer siempre los mandamientos de Dios.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… (mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


DÍA TERCERO

Amor verdadero al prójimo. San Juan María Bautista Vianney, por causa de tu amor a Dios mostraste una gran caridad hacia tu prójimo. No podías predicar el amor de Dios sin derramar lágrimas de amor. Durante tus últimos años parecía como si no pudieras hablar acerca de otra cosa o vivir para cualquier otra cosa. Así te sacrificaste a ti mismo por tu prójimo mediante el consuelo, la absolución y santificándoles hasta el límite de tus fuerzas.

Tu caridad me inspira a un mayor amor a Dios, un amor que se muestra más por los hechos que por las palabras. Ayúdame a amar a mi prójimo con igual generosidad a como Cristo los ama.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… (mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


DÍA CUARTO

Horror al pecado. San Juan María Bautista Vianney, tu fuiste tan inflexible contra el pecado, y sin embargo, tan amable y dispuesto a acoger al pecador. Acudo a ti hoy como si aún estuvieras vivo, como si estuviera arrodillado ante tus pies y pudieras oírme. Inclínate hacia mí, escucha al confidente arrepentido por las debilidades y acciones miserables.

Cura del Señor, infatigable confesor, obtén para mi el horror al pecado. Tu quisiste sobre todo que evitáramos la ocasión de pecar. Quiero tomar tu consejo y hacer la resolución de romper con los malos hábitos y evitar las ocasiones peligrosas de pecar. Ayúdame hoy a examinar mi conciencia.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… (mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


DÍA QUINTO

Confesor de almas. Oh Santo Cura de Ars, tu sabías cuan importante era una buena confesión para la vida cristiana. Para procurar felices frutos a millones de almas era por lo que tu aceptabas estar en un incómodo confesionario, que era como una prisión, hasta 15 y 16 horas en ciertos días.

Voy a intentar a desarrollar el hábito de la confesión frecuente, a prepararme adecuadamente cada vez y a tener siempre arrepentimiento de mis pecados, para que así la gracia de la final perseverancia y también la santificación de mi alma sean aseguradas. Pide por mi este gracia.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… (mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


DÍA SEXTO

Presencia real. Oh Santo Cura de Ars, cuyo único consuelo en este mundo era la presencia real de Jesús en el tabernáculo, ¿acaso no era tu gran felicidad distribuir la comunión a los peregrinos que te visitaban?. Tu negabas la comunión a las almas que se negaban a reformarse, pero a las almas de buena voluntad les abrías de par en par las puertas de la fiesta de la eucaristía.

Tu, que cada día en la Santa Misa recibías la Santa Comunión con gran amor, dame algo de tu fervor. Libre de pecado mortal, obtén para mi un sincero deseo de beneficiarme al recibir la Santa Comunión.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… (mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


DÍA SÉPTIMO

Ahuyentador del demonio. Oh Santo Cura de Ars, los infames ataques del demonio que tuviste que sufrir y las pruebas que te desalentaban hasta la fatiga no te hicieron abandonar la sublime tarea de convertir las almas. Durante muchos años el demonio vino a interrumpir tu corto descanso pero tu ganaste gracias a la mortificación y las oraciones.

Poderoso protector, tu conoces bien el deseo del tentador por dañar mi alma bautizada y creyente. El quisiera verme pecar rechazando los Santos Sacramentos y la vida de virtud. Buen santo de Ars ahuyenta de mi toda traza del enemigo.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… (mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


DÍA OCTAVO

Pureza exquisita. Oh Santo Cura de Ars, de ti un testigo de tu vida dijo esta frase: "Le hubiéramos tomado por un ángel en un cuerpo mortal".

Tu edificaste a tantos otros: la modestia y la exquisita pureza radiaban de tu cuerpo. Con ese encanto y con ese entusiasmo predicaste a otros acerca de esas bellas virtudes que tu decías se asemejaban al perfume de un viñedo en flor.

Por favor yo te imploro que unas tus súplicas a las de María Inmaculada y Santa Filomena para que siempre guarde, tal y como Dios me pide, la pureza de mi corazón. Tu, que has dirigido a tantas almas hacia las alturas de la virtud, defiéndeme en las tentaciones y obtén para mí la fortaleza para conquistarlas.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… (mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


DÍA NOVENO

Deseo de cielo. Oh Santo Cura de Ars, tus restos preciosos están guardados en un magnífico relicario, donación de los sacerdotes de Francia. Pero esta gloria terrena es sólo una pálida imagen de la gloria indescriptible que estas disfrutando con Dios. Durante el tiempo que permaneciste en la tierra solías repetir en tus horas de abatimiento: "ya descansaré en la otra vida". Ahora ya esta hecho: ya estás en la paz y felicidad eternas.

Deseo seguirte algún día. Pero hasta entonces te oigo diciéndome: "debes trabajar y luchar mientras estés en el mundo". Enséñame entonces a trabajar por la salvación de mi alma, a difundir la buena nueva, el buen ejemplo y a hacer el bien a los que me rodean y así poder recibir la felicidad de los elegidos contigo.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… (mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

¡Oh San Juan Vianney, patrón de los curas,
ruega por nosotros y por todos los curas!


Aci Prensa

jueves, 30 de julio de 2015

Cristo es el buen pastor, el que "a sus ovejas las llama una por una y... va delante de ellas" (Jn 10, 3-4). Nosotros, su rebaño, conocemos su voz y compartimos su solicitud por reunir a su pueblo para conducirlo por el camino de la salvación.SSan Juan PabloII Castelgandolfo, 8 de septiembre de 1992, Natividad de la bienaventurada Virgen María..




Señor y Dios nuestro, tú que concediste a tu obispo Pedro Crisólogo ser agregado al número de los santos pastores, por su ardiente caridad y su fe insigne; concédenos, por su intercesión, perseverar en el amor y en la fe, para poder así, participar del premio de tu gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo...



Evangelio
según san Mateo 13, 47-53 En aquel tiempo dijo Jesús a la gente:
"El Reino de los cielos se parece también a la red
que los pescadores echan en el mar y recoge toda clase de peces; cuando se llena, la sacan a la playa, se sientan a escoger los pescados y ponen los buenos en canastos y tiran los malos.
Lo mismo sucederá al final de los tiempos: vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. ¿Han entendido todo esto?"
Ellos le contestaron:
"Sí".
Entonces él les dijo:
"Por eso, todo escriba instruido en las cosas del Reino de los cielos es semejante al padre de familia que va sacando de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas".

Y cuando acabó de decir estas parábolas, Jesús se marchó de allí.

Palabra del Señor.
salmo 118

Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Sólo cumpliendo todos tus mandatos puede un joven vivir honestamente.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Con todo el corazón te estoy buscando, de tu ley no permitas que me aleje.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Guardo tus mandamientos en mi pecho para nunca ofenderte.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Bendito eres, Señor, enséñale a tu siervo lo que ordenas.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Todos los mandamientos de tu boca mis labios enumeran.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Me gozo más cumpliendo tus preceptos, que teniendo riquezas.

Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.


"Te ofreceré un sacrificio de alabanza"

El "sacrificio de alabanza" por excelencia es la Eucaristía. Cada vez que la celebramos, ofrecemos al Padre, por el Hijo, en el Espíritu Santo, el sacrificio agradable a él, para la salvación del mundo.

La vida y la misión del sacerdote están íntimamente vinculadas a la realización de este sacrificio eucarístico. Es más, se puede decir que el presbítero está llamado a identificarse con él, a convertirse él mismo en "sacrificio de alabanza". Pienso, en este momento, en los innumerables santos sacerdotes que se han inmolado juntamente con Cristo al servicio del pueblo cristiano.

Pienso en los que han difundido el buen olor de Cristo en vuestra tierra, sirviendo a la Iglesia de san Anselmo, a la que pertenecéis. "Han cumplido al Señor sus votos, en presencia de todo el pueblo"
(cf. Salmo responsorial).

3. El evangelio de hoy, tomado de san Mateo, nos ayuda a profundizar en esta verdad, cuando refiere la célebre expresión que el Señor dirigió a los fariseos: "Si comprendierais lo que significa: "Misericordia quiero y no sacrificio"..."
(Mt 12, 7).

En realidad, en la Eucaristía se hace presente todo el misterio de la misericordia divina, que se reveló y cumplió en la pasión, muerte y resurrección del Hijo de Dios. El sacrificio que él, Sacerdote de la Alianza nueva y eterna, ofreció al Padre y ordenó perpetuar en el memorial eucarístico, no se realiza según la antigua ley, sino según el Espíritu, y lleva a cabo la redención de la humanidad porque cumple el designio misericordioso de Dios sobre ella...
HOMILÍA DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II

20 de julio de 2001



Con filial confianza dirijamos nuestra oración al Padre, fuente de la verdad y del bien:

-Para que la Iglesia, fiel al encargo de Jesús, proclame en todas partes la Buena Nueva de la que es portadora.

-Para que los gobiernos no impidan el anuncio de la Palabra a todas las personas.

-Para que los cristianos escuchemos y acojamos con premura la Palabra del Señor, que es espíritu y vida.

-Para que la semilla del Evangelio caída en nuestro corazón, crezca y dé fruto centuplicado.

Oración: Acoge, Padre, las oraciones que con fe y esperanza te hemos dirigido. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



Oremos
Te pedimos Señor, que bendigas a los Arzobispos y Obispos Diocesanos.
Te pedimos Señor, que bendigas a los Cardenales. 

Te pedimos Señor, que bendigas a los Obispos Coadjutores.
Te pedimos Señor, que bendigas a los Obispos Auxiliares.
Te pedimos Señor, que bendigas a los Obispos eméritos.
 

Te pedimos Señor, que purifiques el alma de los Obispos que ya han partido de esta vida, para que puedan entrar en el Reino de los cielos.
Te pedimos Señor, que bendigas a los Obispos con los dones de Sabiduría y discernimiento, y con la docilidad a tu Santo Espíritu.
Te pedimos Señor, que bendigas a los Obispos con el don de la Misericordia.
Te pedimos Señor, que bendigas a los Obispos con el don de la Fortaleza.
Te pedimos Señor, que bendigas a los Obispos con el don de la alegría.
Jesús, Buen Pastor, Bendícelos. 



Te pedimos Señor, que bendigas a los párrocos.
Te pedimos Señor, que bendigas a los vicarios parroquiales.
Te pedimos Señor, que bendigas a los misioneros.
Te pedimos Señor, que bendigas a los Sacerdotes y Diáconos capellanes, en la diversidad de tareas que realizan.
Te pedimos Señor, que bendigas a los Sacerdotes y Diáconos, asesores de los diversos movimientos eclesiales. 
 

Te pedimos Señor, que purifiques el alma de los Sacerdotes y Diáconos que ya han partido de esta vida, para que puedan entrar en el Reino de los cielos.

Te pedimos Señor, que bendigas a tus Sacerdotes y Diáconos que estén atravesando alguna crisis profunda y que les concedas una renovada fidelidad.
Te pedimos Señor, que bendigas a tus Sacerdotes y Diáconos, concediéndoles la docilidad a tu SantoEspíritu, junto con el fervor y la alegría.
Te pedimos Señor, que bendigas a tus Sacerdotes y Diáconos que se encuentran sirviendo en zonas de riesgo.
Te pedimos Señor, que bendigas a tus Sacerdotes y Diáconos, concediéndoles la creatividad y la intrepidez espiritual, para ganar la mayor cantidad de corazones para tu Reino. 



“Jesús, Buen Pastor: en tus manos ponemos a todos tus Pastores, para que llenos de tu Espíritu Santo, sepan interpretar los signos de los tiempos actuales y guíen al rebaño, a ellos encomendado, hacía pastos verdes y aguas de vida. Amén.” 





San Pedro Crisologo

 obispo y doctor de la Iglesia. Nació hacia el año 380 en Imola (Emilia-Romaña, Italia), y entró a formar parte del clero de aquella ciudad. El año 424 fue elegido obispo de Ravena, e instruyó a su grey, de la que era pastor celosísimo, con su ejemplo y con abundantes sermones y escritos; poseemos unos 180 sermones suyos. Mantuvo unas fructíferas relaciones con la emperatriz Gala Plácida, con los obispos de su tiempo y sobre todo con el papa san León Magno. El título de Crisólogo, "palabra de oro", le fue dado en consonancia con la erudición y elocuencia de sus sermones. Murió en Imola el 31 de julio, hacia el año 450. Oración: Señor Dios, que hiciste de tu obispo san Pedro Crisólogo un insigne predicador de la Palabra encarnada, concédenos, por su intercesión, guardar y meditar en nuestros corazones los misterios de la salvación y vivirlos en la práctica con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


San Leopoldo Mandic de Castelnovo
Murió el 30 de julio, pero la Familia franciscana celebra su memoria el 12 de mayo
 Nació en Castelnovo de Càttaro o Herceg-Novi (Croacia) en 1866. Todavía joven se sintió llamado por Dios a trabajar por la unidad de los Ortodoxos a la Iglesia católica. Para ello se trasladó a la región de Venecia e ingresó en el noviciado de los capuchinos. Ordenado de sacerdote, pidió permiso para marchar a misiones, pero nunca se lo concedieron por su frágil constitución física y su delicado estado de salud, así como un pequeño defecto de pronunciación que le hacía penosa la predicación. Se dedicó a las diversas tareas que le encomendaron los superiores, hasta centrarse en el ministerio de la confesión. Durante cuarenta años estuvo siempre dispuesto a acoger, escuchar, consolar y reconciliar a innumerables penitentes en Padua, donde murió el 30 de julio de 1942. Juan Pablo II lo canonizó en 1983, durante la celebración del Sínodo de los obispos sobre «la Reconciliación». - Oración: Oh Dios, caridad verdadera y suma unidad, tú has adornado al presbítero san Leopoldo con la virtud de una insigne misericordia para con los pecadores y lo has colmado de celo por la unidad de los cristianos; concédenos por su intercesión que también nosotros, con el corazón y el espíritu renovados, extendamos a todos tu caridad y busquemos llenos de confianza la unidad de los creyentes. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



Santa  María de Jesús Sacramentado Venegas de la Torre
 Nació en Zapotlanejo (Jalisco, México) en 1868, en el seno de una familia sencilla y numerosa. En 1905, después de unos ejercicios espirituales, decidió formar parte del incipiente grupo que luego fue la Congregación de Hijas del Sagrado Corazón de Jesús, de la que es considerada fundadora, cuyos miembros se dedicaban al cuidado de los enfermos en Guadalajara. Se distinguió por su humildad, sencillez, trato afable con las hermanas, enfermos y personas en general, caridad inmensa bebida de la fuente del Corazón de Jesús, a quien profesó especial devoción. En 1921 fue elegida Superiora General y poco después escribió las Constituciones de su congregación. Fundó numerosos hospitales e instituciones para los pobres. Durante más de 50 años se dedicó al cuidado de los enfermos en un pequeño hospital para pobres. Murió en Guadalajara (Jalisco) el 30 de Julio de 1959. Fue canonizada por Juan Pablo II el año 2000.
 Oracion
Dios infinitamente bondadoso que te dignaste enriquecer a
Santa María de Jesús Sacramentado Venegas con una fe inquebrantable
y un amor singular a tu Hijo  bajo la advocación del
Corazón Sacratísimo de Jesús, que encendió en Ella el amor
a los enfermos y a los pobres, te suplicamos nos concedas
si es para tu Gloria y bien nuestro, la Gracia de…
se hace la petición
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. 


Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío.

 Altar Virtual de Santa María de Jesús Sacramentado Venegas

lunes, 27 de julio de 2015

Virgen María, Madre del Sumo y Eterno Sacerdote. Hoy te consagramos a todos los sacerdotes a tu Inmaculado Corazón y te pido que se los presentes a Jesús, para que vivan siempre contigo en su divino Corazón…



Evangelio
según san Mateo 13, 31-35
 

En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la muchedumbre: “El Reino de los cielos es semejante a la semilla de mostaza que un hombre siembra en su huerto. Ciertamente es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece, llega a ser más grande que las hortalizas y se convierte en un arbusto, de manera que los pájaros vienen y hacen su nido en las ramas”.

Les dijo también otra parábola: “El Reino de los cielos se parece a un poco de levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina, y toda la masa acabó por fermentar”.

Jesús decía a la muchedumbre todas estas cosas con parábolas, y sin parábolas nada les decía, para que se cumpliera lo que dijo el profeta: Abriré mi boca y les hablaré con parábolas; anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo.
Palabra del Señor.
 

Ven, Espíritu Santo, ilumina mi meditación para que, como la semilla de mostaza, crezca y sea el fermento para que mis actividades de este día produzcan los frutos de amor que Tú tienes dispuesto.

Padre Santo, haz que tenga el anhelo de llevar a todos los hombres, mis hermanos, la Buena Nueva de tu Evangelio.



A Dios Padre, que nos llama a formar un solo cuerpo y un solo espíritu, dirijamos nuestra oración:

Para que la Iglesia sea cada vez más misionera y anuncie a los paganos de nuestro tiempo el Evangelio de la salvación.

Para que conceda el espíritu del buen samaritano a los que se consagran al servicio de los marginados de la Iglesia y de la sociedad.

Para que todos los creyentes en Cristo tengamos una actitud de diálogo abierto con las personas que encontremos en el camino de la vida.

Para que aprendamos a perdonar para ser perdonados y seamos en toda ocasión constructores de reconciliación y de paz.


Para que la familiaridad con Cristo nos llene de gozo, y sepamos comunicarlo a los demás.

Oración: Acoge, Padre, la humilde expresión de nuestra fe, y robustece la esperanza de quienes queremos vivir en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Danos, Señor, muchos y santos sacerdotes.
Para que no deje de celebrarse la Santa Misa, para que tengamos siempre en nuestros templos la Sagrada Eucaristía, para que no nos falte Jesús en la Comunión. 

OREMOS.
Para que haya intermediarios entre Dios y los hombres, abogados que nos defiendan ante el divino acatamiento y padres que nos perdonen nuestros pecados. 

OREMOS.
Para que sean bautizados los niños, santificado el amor de los esposos y auxiliados los que dejan este mundo. 

OREMOS.
Para que alejen a los demonios, para que rescaten a las almas del Purgatorio, para que alegren a los cielos. 

OREMOS
Para que los niños aprendan la fe salvadora, para que los jóvenes reciban protección y los adultos adquieran fortaleza. 

OREMOS.
Para que todos, pobres y ricos, nos amemos como hermanos. 

OREMOS.
Para que nuestros ojos vean a Jesús en sus ministros, para que nuestros oídos escuchen la divina palabra, para que nuestras almas reciban su consuelo. .


Te ofrecemos, ¡oh Padre!, en favor de las vocaciones religiosas y sacerdotales por las manos purísimas de María, la Sangre preciosa de Jesús, que purifica, redime y salva. Y Tú, Espíritu Santo, que tanto amas a la Iglesia y que eres su alma y su vida, dígnate escuchar las súplicas que hacemos por ellos. Te lo pedimos por María Inmaculada, auxilio, consuelo, espejo y guía de todos los Sacerdotes. Amén

 Tres Ave Marias



Imagen del Santuario de Buenos Aires- Argentina-
 

San Pantaleon

Nació en la segunda mitad del siglo III en Nicomedia de Bitinia (en la actual Turquía) en el seno de una familia rica y pagana. Recibió una formación clásica y estudió medicina. La relación con un amigo cristiano le llevó a abrazar la fe cristiana y a bautizarse. Trabajó como médico, especialmente de los pobres, sin cobrar nada a cambio de su servicio. El Señor lo acreditó con numerosos milagros. Las autoridades del imperio romano lo persiguieron por haberse convertido al cristianismo y quisieron hacerlo apostatar a base de amenazas y torturas, pero el mártir permaneció siempre firme en su fe. Condenado a muerte, se ensañaron con su cuerpo antes de decapitarlo en Nicomedia el 27 de julio de un año en torno al 305. Su culto se difundió rápidamente por Oriente y Occidente. Es patrono de los médicos y es conocido el hecho de la licuación de su sangre en Madrid. 



Oración a San Pantaleón


Padre Misericordioso, Dios de todo consuelo,
que diste a San Pantaleón el don de interceder por nosotros;
danos por tu amor la salud que te pedimos,
danos también un corazón grande y generoso,
que te sepa ver a vos en el rostro de los otros. Padre Bueno y Todopoderoso, por San Pantaleón
te rogamos nos concedas la Paz y la Felicidad,
que con fe en vos esperamos.

Gloria
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.


Horarios para Visitar el Santuario de San Pantaleon en Bs As 



 

Meditamos el Mensaje 15 de la Santisima Virgen Maria Madre de las Almas Consagradas

Llegamos así al 31 de mayo de 1994. En todas partes se suele celebrar ese día una ceremonia de coronación a la Santísima Virgen, como final feliz de este mes que se dedica a la Madre de Dios en una manera particular.

En Carrizal no iba a ser menos: así que también se llevó a cabo una ceremonia de coronación de la Santísima Virgen. Los niñitos del kinder fueron los encargados de hacer la coronación de la Santísima Virgen en un acto religioso muy emotivo y sencillo.

Justamente a las 11:00 a.m., la Santísima Virgen dejó una vez más escuchar su voz a través de la hermana Mary Carmen a fin de transmitir su mensaje periódico.

Este mensaje va a hacer alusión a lo que está ocurriendo en las diferentes casas, colegios, instituciones y conventos de religiosas, de religiosos y en muchísimos sacerdotes en relación con estas apariciones y mensajes. No se les ha prestado atención.
Existían al respecto muchas dudas e incluso negaciones en las almas consagradas. No faltaron quienes se lo tomaban un poco en broma, como si se tratase de exageraciones, ilusiones, o casos de histeria propia de religiosas arrastradas por quien sabe qué espíritu de pietismo o de devoción ilusa. En conse­cuencia la indiferencia era generalizada y no se había producido un movimiento intenso de almas consagradas para visitar este lugar escogido por el Mismo Jesús y de acuerdo a la importancia que Jesús y la Santísima Virgen han querido otorgarle a este privilegiado lugar.

La Santísima Virgen que conocía perfectamente la realidad de lo que estaba ocurriendo, no lo oculta en su mensaje y sutilmente lo deja saber en el mismo.

 

Hijitos, hijitas:

¡Os amo! ¡Os amo tanto...! Y os doy mi bendición.

Acercaos a mi Hijo Jesús y a vuestra Madre. No os alejéis de Dios. Su amor es infinito y miseri­cordioso.

Hijitos míos: venid a este mi bosquecito y recibiréis las gracias que estoy derramando en cada uno de vosotros. Sed obedientes, acudid a mi llamado, como los niños a los brazos de su madre.

No dudéis de mi presencia en este lugar sagrado de oración y de recogimiento.

Estoy entre vosotros y os llamo de las tinieblas a la luz de mi amado Hijo Jesús.

Hijitos míos: queréis verme y este es vuestro deseo principal, para así poder decir con seguridad: sí, ahora creo. ¡Pobres hijitos míos. cuan pobres sois espiritualmente!

Hijitos, hijitas: adorad y reparad de corazón los ultrajes que se cometen durante la santa misa con los actos de irreverencia y ultrajes a la Ley de Dios. Son muchos y grandes a los ojos de mi Hijo Jesús. Vestidos indecentes, composturas inapropiadas hacen de mi amado Hijo un doloroso calvario renovado en cada Eucaristía. ¡Cuántas injurias debidas a la falta de cuidado con este divino Sacra­mento!

Mis hijitos predilectos: vosotros sois los elegidos. Cuidad el rebaño que os ha sido confiado. Gritad y enseñad la verdad.

Orad, orad hijitos míos, para que vuestro espíritu sea fuerte en Cristo Jesús. Quiero salvaros uniéndoos en el cuerpo místico de mi amado Hijo Jesús.

Os tengo en mi corazón. 



Sitio Oficial de los Mensajes de Maria Madre de las Almas Consagradas




sábado, 25 de julio de 2015

"..HIJITOS, HIJITAS: ORAD, ORAD DE CORA­ZÓN. Hay que devolver a la Iglesia su carácter sagrado. La Iglesia debe acoger a las almas con la ternura y la indulgencia de una madre. Bajo ningún pretexto debe pertenecer al mundo. Lo que viene de Dios siguiendo de Dios; lo que viene del mundo sigue siendo del mundo. .."


 



























 Evangelio según san Juan 6, 1-15
En aquel tiempo, Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea o lago de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto las señales milagrosas que hacía curando a los enfermos. Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, festividad de los judíos. Viendo Jesús que mucha gente lo seguía, le dijo a Felipe: “¿Cómo compraremos pan para que coman éstos?” Le hizo esta pregunta para ponerlo a prueba, pues él bien sabía lo que iba a hacer. Felipe le respondió: “Ni doscientos denarios bastarían para que a cada uno le tocara un pedazo de pan”.

Otro de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: “Aquí hay un muchacho que trae cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es eso para tanta gente?” Jesús le respondió: “Díganle a la gente que se siente”. En aquel lugar había mucha hierba. Todos, pues, se sentaron ahí; y tan sólo los hombres eran unos cinco mil.

Enseguida tomó Jesús los panes, y después de dar gracias a Dios, se los fue repartiendo a los que se habían sentado a comer. Igualmente les fue dando de los pescados todo lo que quisieron. Después de que todos se saciaron, dijo a sus discípulos: “Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicien”. Los recogieron y con los pedazos que sobraron de los cinco panes llenaron doce canastos. Entonces la gente, al ver la señal milagrosa que Jesús había hecho, decía: “Este es, en verdad, el profeta que había de venir al mundo”. Pero Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró de nuevo a la montaña, él solo.
Palabra del Señor.


Salmo 144

Bendeciré al Señor eternamente.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas.
Bendeciré al Señor eternamente.
A ti, Señor, sus ojos vuelven todos y tú los alimentas a su tiempo. Abres, Señor, tus manos generosas y cuantos viven quedan satisfechos.

Bendeciré al Señor eternamente.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está el Señor de quien lo invoca.

Bendeciré al Señor eternamente.



Padre bueno, Tú que lo penetras todo y todo lo sabes, acoge las oraciones que te hemos presentado y las que cada uno lleva en el corazón, y haz que permanezcamos unidos en el amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.OremosPor los cristianos del tercer milenio: para que seamos humildes, amables y comprensivos con todos.
Padre, escúchanos.

Por los pastores de la Iglesia: para que se esfuercen por mantener la unidad entre los discípulos de Cristo.
Padre, escúchanos.

Por los que tienen autoridad en nuestro país: para que velen por el bien común, la justicia y la paz.
Padre, escúchanos.


Por los que pasan hambre, sed,desnudez o abandono, por los que no tienen hogar: para que les llegue la ayuda que necesitan para vivir con dignidad. 

Padre, escúchanos.

Por los enfermos: para que fortalecidos por la comunión con el Cuerpo de Cristo se sientan aliviados.  

Padre, escúchanos.

Por los que participamos de la Eucaristía: para que el alimento del Pan y la Palabra nos den fuerzas para no desfallecer en la vivencia de nuestra vocación.  

Padre, escúchanos.

Oremos a Dios Padre para que la intercesión y el ejemplo de san Joaquín y santa Ana, padres de María y abuelos de Jesús, nos impulsen a una vida santa.

-Por la Iglesia, el nuevo Israel, el pueblo definitivo de Dios, para que sea la gran familia de los hijos de Dios Padre.

-Por el pueblo judío, del que nació Cristo, hijo de Abrahán, de David, de María, para que encuentre en Cristo el cumplimiento de las profecías mesiánicas.

-Por las familias cristianas y por todas las familias, para que sean hogares en los que reine la paz, el amor, la solidaridad.

-Por los abuelos, los ancianos, las personas que se encuentran solas y desatendidas, para que se vean rodeadas del respeto y aprecio de los demás.

Oración: Señor, Dios de nuestros padres, enséñanos a tratar y amar a Cristo Jesús como lo hicieron sus abuelos, Joaquín y Ana, y su madre, María. Te lo pedimos, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 


  San Joaquin y Santa Ana-
 Una antigua tradición, que arranca del siglo II, atribuye estos nombres a los padres de la Santísima Virgen María. Los evangelios no nos hablan de ellos. Las noticias sobre los mismos nos han sido transmitidas por los escritos apócrifos, en particular el Protoevangelio de Santiago, del siglo II. Éste cuenta que Joaquín contrajo matrimonio a los veinte años con Ana, perteneciente como él a la tribu de Judá y al linaje de David. Procedentes de Galilea, se instalaron pronto en Jerusalén, cerca de la piscina Probática, en la que Jesús curó a un paralítico. La actual iglesia de Santa Ana recuerda esta tradición, aunque según otra, la casa de los abuelos de Jesús estaría en Séforis (Galilea). 
Ser los padres de María es mucho. -
 Oración: Señor, Dios de nuestros padres, tú concediste a san Joaquín y a santa Ana la gracia de traer a este mundo a la Madre de tu Hijo; concédenos, por la plegaria de estos santos, la salvación que has prometido a tu pueblo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



La oración continua e incesante es por tanto «oración en el Espíritu», obra del Espíritu del Señor, que descansa en los hombres puros y hace en ellos «su habitación y morada»
(1 R 22). 
 Él ora en, con y por nosotros, como tan gráficamente expresa Francisco, aunque con palabras desmañadas: «Y porque todos nosotros, miserables y pecadores, no somos dignos de nombrarte, imploramos suplicantes que nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo amado, en quien bien te complaciste, junto con el Espíritu Santo Paráclito, te dé gracias por todos como a ti y a él os place, él que te basta siempre para todo y por quien tantas cosas nos hiciste. Aleluya» (1 R 23,5). En este contexto alcanza todo su profundo sentido esta frase de la Regla de los hermanos menores y de las Damas pobres: «Sobre todas las cosas deben desear tener el Espíritu del Señor y su santa operación, orar siempre a él con puro corazón...» (2 R 10,8-9; RCl 10).
www.franciscanos.org 

Oremos Hermanos por la Vida Religiosa

Te pedimos Señor, que les concedas a quienes estás llamando, un corazón generoso para entregarte todo aquello que aman y que está impidiendo tomar la decisión de entrar al seminario o a la vida religiosa.

Te pedimos Señor, que a semejanza de la Virgen María, les concedas el don del Sí, a quienes hoy estás llamando a tu seguimiento. 

Te pedimos Señor, que los jóvenes a quienes estás llamando al sacerdocio o a la vida religiosa sepan discernir correctamente los carismas que les concedes y el seminario o Congregación en el cual tú los quieres. 

Te pedimos Señor, que concedas tu fortaleza a quienes quieres hacer felices en la vocación sacerdotal y religiosa. 

Sitio : Catolicos Firmes en su fe



14° Mensaje de la Santísima Virgen.

Poco a poco la Santísima Virgen va espaciando sus apariciones, pero no sus mensajes. En esta oportunidad escogió el mediodía, las 12:00 en punto, para que con el rezo del Ángelus hiciera llegar este mensaje el día 10 de abril de 1994, que constituye el número 14 de los que ha dirigido a las almas consagradas, aunque no deja de sugerir algún consejo que resulta válido para todo el que lo reciba.

Estos mensajes eran entregados por la receptora a la superiora, quien a su vez los hacía escribir de alguna manera (en máquina o en computadora) y luego se les sacaba copia y eran enviados, después de haber sido leídos en la casa de Carrizal, a las demás casas de la Congregación y a otras casas de Congregaciones que mantenían el interés por ellos. 




"Hijitos, hijitas:

Os traigo paz y alegría en el nombre de mi Hijo Jesús. Llenad vuestras vidas de alegría, humildad y sencillez. Os pido fidelidad a Dios Padre y estad atentos a la gracia.

Mi Hijo Jesús vive intensamente en vosotros. El Espíritu os guía y sostiene. Vivid en Dios plenamente vuestra consagración: sed obedientes y castos, con la mirada fija en mi amado Hijo Jesús.

HIJITOS, HIJITAS: ORAD, ORAD DE CORA­ZÓN. Hay que devolver a la Iglesia su carácter sagrado. La Iglesia debe acoger a las almas con la ternura y la indulgencia de una madre. Bajo ningún pretexto debe pertenecer al mundo. Lo que viene de Dios siguiendo de Dios; lo que viene del mundo sigue siendo del mundo.

Hijitos míos: pido respeto al sacerdote que es el Ministro de Dios. La falta de respeto al sacerdote es una falta de respeto a mi Hijo Jesús. Sí, hijitos, debéis enseñarlo a mis más pequeños: todos los hombres son iguales ante Dios pero el sacerdote sigue siendo el alma elegida; no la juzguéis, sea como sea, pertenece a Dios hacerlo.

Os pido: orad por ellos. Satanás los persigue de formas insospechadas. Sólo con la oración podréis vencerlo.

Hijitos, hijitas: la pasión de mi amado Hijo Jesús se renueva en vosotros; su dolor se derrite en vues­tros corazones. El amor es vuestra fuerza. Levantad los ojos al cielo, hacia vuestro Dios y vuestro Padre, pedid misericordia. La copa de la amargura rebosa y el amor no puede abrirse camino en este barro de pecado que constituye el mundo enloquecido.

Si pensáis en Dios con fe y le amáis de verdad el mal será vencido.

Os tengo en mi corazón.


Oremos Juntos a Maria Madre de las Almas Consagradas

 Oh Santísima Virgen María
te invoco como Madre de las personas consagradas!
Concédenos profundizar cada día más
en el amor a Jesús Eucaristía y vivir de tal manera
que podamos así, llevar muchas almas
al conocimiento de Cristo.
Que nuestra entrega se refleje en la unión
y caridad en vida cristiana
y que todas nuestras acciones sean guiadas por tu mano. 
Que la vida de infancia espiritual, la confianza en Dios,
el amor a Jesús en el Santísimo Sacramento,
la oración y abnegación por los sacerdotes
y el celo por atraer las almas a la Divina Eucaristía,
sean tarea permanente,
compromiso con nuestros hermanos
con un sólo corazón en el amor.
Amén








miércoles, 22 de julio de 2015

Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración mis manos. De lo mejor se saciará mi alma; te alabaré con júbilo en los labios.Señor, mi alma tiene sed de ti.



Señor, Dios nuestro: Cristo, tu Unigénito, confió, antes que a nadie, a María Magdalena la misión de anunciar a los suyos la alegría pascual; concédenos a nosotros, por intersección y el ejemplo de aquella cuya memoria celebramos, anunciar siempre a Cristo resucitado y verle un día glorioso en el Reino de los cielos.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

salmo 62

Señor, mi alma tiene sed de ti.
Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está mi alma. Señor, todo mi ser te añora, como el suelo reseco añora el agua.
Señor, mi alma tiene sed de ti.
Para admirar tu gloria y tu poder, anhelo contemplarte en el santuario. Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabarán mis labios.
Señor, mi alma tiene sed de ti.
Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración mis manos. De lo mejor se saciará mi alma; te alabaré con júbilo en los labios.
Señor, mi alma tiene sed de ti.
Fuiste mi auxilio y a tu sombra, canté lleno de gozo. A ti se adhiere mi alma y tu diestra me da seguro apoyo.
Señor, mi alma tiene sed de ti.



 Evangelio
según san Juan 20,1-2.11-18 

El primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:
"Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto".
María se había quedado llorando junto al sepulcro de Jesús. Sin dejar de llorar, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno en la cabecera y el otro junto a los pies. Los ángeles le preguntaron:
"¿Por qué estás llorando, mujer?"
Ella les contestó:
"Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo habrán puesto".
Dicho esto, miró hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero no sabía que era Jesús. Entonces él le dijo:
"Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?"
Ella, creyendo que era el jardinero, le respondió:
"Señor, si tú te lo llevaste, dime dónde lo has puesto".
Jesús le dijo:
"¡María!"
Ella se volvió y exclamó:
"¡Rabbuní!", que en hebreo significa "maestro".
Jesús le dijo:
"Déjame ya, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: "Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios"".
María Magdalena se fue a ver a los discípulos para decirles que había visto al Señor y para darles su mensaje.
Palabra del Señor.

Invoquemos a Dios, Padre misericordioso, que acoge con ternura a los pecadores y extraviados que confían en su amor y vuelven a la casa paterna.

-Haz, Señor, que tu Iglesia, con el sentido materno de María, fije su mirada misericordiosa en todos sus hijos necesitados de cariño y de perdón.

-Tú que enviaste a tu Hijo para curar a todos los enfermos, crea en nosotros un corazón nuevo capaz de ver y socorrer a nuestros hermanos.

-Tú que cada día esperas el retorno de tus hijos y preparar para ellos una gran fiesta, enciende en todos los pecadores la nostalgia de tu hogar.

-Tú que revelas tu poder sobre todo usando de misericordia, haz que, reconciliados contigo, seamos, como María, dispensadores de perdón y de paz.

Oración: Señor Dios, tú no quieres la muerte del pecador, sino que se convierta y viva; concédenos amarte para recibir tu perdón, y que tu benevolencia para con nosotros aumente nuestro amor a ti y al prójimo. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



Santa Maria Magdalena.
 Es una de las santas mujeres que seguían y atendían a Jesús y al grupo de los Doce, y a las que no siempre es fácil distinguir e identificar. Según la tradición, había nacido en Magdala, junto al lago de Tiberíades, y, abandonada su vida de pecado, había seguido a Cristo. El Evangelio de san Juan nos dice que en el calvario, junto a la cruz de Jesús estaba, con su Madre y otras mujeres, María Magdalena. También nos dicen los evangelios que la mañana del domingo de Resurrección fue María al sepulcro y, cuando lloraba al verlo vacío, se le apareció Jesús, quien le encargó que fuera a anunciar a sus discípulos lo que había visto. Oración: Señor, Dios nuestro, Cristo, tu Unigénito, confió, antes que a nadie, a María Magdalena la misión de anunciar a los suyos la alegría pascual; concédenos a nosotros, por la intercesión y el ejemplo de aquella cuya fiesta celebramos, anunciar siempre a Cristo resucitado y verle un día glorioso en el reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor. 
 Amén. 

Beata Maria Ines Teresa del Santisimo Sacramento.
 Nació el año 1904 en Ixtlán (México). Durante el Congreso eucarístico nacional, celebrado en México en 1924, vivió una intensa experiencia de «conversión» a Dios. En 1929 ingresó en las Clarisas Sacramentarias que, a causa de la persecución religiosa en México, se habían trasladado temporalmente a Los Ángeles (USA), y vivió como monja de clausura 16 años. Llevada de su deseo de evangelizar a todos los pueblos, y con los debidos permisos, inició en Cuernavaca el año 1944 la congregación de Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento, aprobada en 1945, que pronto se extendió por todo el mundo. Con el mismo espíritu fundó también otras instituciones, entre ellas la de los Misioneros de Cristo para la Iglesia Universal. Se distinguió por su amor a la Eucaristía y a la Virgen María de Guadalupe, su serenidad, alegría y espíritu de oración y de sacrificio. Murió en Roma el 22 de julio de 1981. La beatificó Benedicto XVI el año 2012.

«Ser misioneras es nuestro más caro derecho, nuestra más dulce obligación y nuestro más sagrado deber» (C. Colectiva marzo 10, 1977) .

ORACIÓN PARA PEDIR ALGUNA GRACIA O MILAGRO POR SU INTERCESIÓN
Señor Padre Santo, que sostienes y guías a tu Iglesia, glorifica a tu sierva fiel, Madre María Inés Teresa Arias, fundadora de nuestra familia misionera, ella vivió en sencillez y alegría en contemplación y acción inflamada por el ansia misionera de dilatar el Reino de Cristo. Concédenos venerarla en los altares para mejor imitar su caridad misionera, y por su intercesión concédenos la gracia que hoy te pedimos confiadamente. Amén
Se hace la petición y se reza un Padre nuestro, Ave María y Gloria



Grupo Sacerdotal Madre Ines

Llamado a la Vocacion

Tomar una decisión : .«Sígueme, me dijo un día. con la indescifrable expresión de su mirada. y ya el corazón se fue tras él». (Escritos 1944). La respuesta al llamado se concreta en un Si, a imitación de María Santísima: «He aquí la esclava del Señor hágase en mi según su palabra» (Lc. 1,38).

«Sí, Jesús quiere hacer siempre en tu alma su Santísima voluntad, en cada acontecimiento, en todo lo que te pase cada momento, quiere que des el FIAT, esto es, que le digas sí a todo lo que él manda o permite» (Escritos 1943).

«Sí, Jesús quiere hacer siempre en tu alma su Santísima voluntad, en cada acontecimiento, en todo lo que te pase a cada momento, quiere que des el FIAt, esto es, que le digas sí a todo lo que él manda o permita» (Escrito 1943).


Si te sientes llamada a la Vocacion Religiosa haz Click Aqui!

Adoracion al Santisimo en Vivo
 Parroquia Inmaculada Concepcion de Jose Leon Suarez  

viernes, 17 de julio de 2015

Que la Virgen María nos proteja siempre, tanto en la misión como en el merecido descanso, para que podamos realizar con alegría y con fruto nuestro trabajo en la viña del Señor. Benedicto XVI, Ángelus del día 8 de julio de 2007



Evangelio
según San Mateo 12,1-8.
Jesús atravesaba unos sembrados y era un día sábado. Como sus discípulos sintieron hambre, comenzaron a arrancar y a comer las espigas.
Al ver esto, los fariseos le dijeron: "Mira que tus discípulos hacen lo que no está permitido en sábado".
Pero él les respondió: "¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre,
cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes de la ofrenda, que no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes?
¿Y no han leído también en la Ley, que los sacerdotes, en el Templo, violan el descanso del sábado, sin incurrir en falta?
Ahora bien, yo les digo que aquí hay alguien más grande que el Templo.
Si hubieran comprendido lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios, no condenarían a los inocentes.
Porque el Hijo del hombre es dueño del sábado". 

Palabra del Señor 


En la mañana hazme escuchar tu gracia.
  En la mañana hazme escuchar tu gracia.
. Indícame el camino que he de seguir.

 Hazme escuchar tu gracia.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

 En la mañana hazme escuchar tu gracia.

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Lc 1, 68-79
 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Glorifiquemos a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, confesando que todo bien procede de Él y confiando en su misericordia.

-Padre todopoderoso, haz que florezcan en la tierra la justicia y el amor, y que tu pueblo se alegre en la paz.

-Que todos los pueblos, Señor, por tu gracia y nuestra colaboración, entren a formar parte de tu reino.

-Que los esposos cumplan tu voluntad, vivan en concordia y sean fieles a su mutuo amor.

-Acoge con amor a quienes han muerto víctimas del odio, de la violencia, del terrorismo, de la guerra, y dales el descanso eterno.

Salva, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre.

Te bendecimos, Señor, a ti que por nosotros aceptaste el suplicio de la cruz:
mira con bondad a tu familia santa, redimida con tu sangre.

Tú que prometiste a los que en ti creyeran que manarían de su interior torrentes de agua viva,
derrama tu Espíritu sobre todos los hombres.

Tú que enviaste a los discípulos a predicar el Evangelio,
haz que los cristianos anuncien tu palabra con fidelidad.

A los enfermos y a todos los que has asociado a los sufrimientos de tu pasión,
concédeles fortaleza y paciencia.
Oremos
Dios todopoderoso y eterno, ayúdanos a llevar una vida según tu voluntad, para que podamos dar al mundo un testimonio creíble de la misión de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.


Oremos por las intenciones de la Iglesia

Te pedimos Señor, que los jóvenes a quienes estás llamando al sacerdocio o a la vida religiosa sepan discernir correctamente los carismas que les concedes y el seminario o Congregación en el cual tú los quieres. 

Te pedimos Señor, que los seminarios y casas de formación sean casas de Nazareth, ámbitos sanos y sanadores. 

 Te pedimos Señor, que les concedas a los padres de los jóvenes a quienes llamas, la generosidad para acompañar prudentemente a sus hijos en la decisión que tomen. 

Te pedimos Señor, que les concedas a quienes estás llamando, un corazón generoso para entregarte todo aquello que aman y que está impidiendo tomar la decisión de entrar al seminario o a la vida religiosa. 

 Te pedimos Señor, que a semejanza de la Virgen María, les concedas el don del Sí, a quienes hoy estás llamando a tu seguimiento. 


“Danos Señor, santos sacerdotes, santos religiosos, laicos santos que trabajen por tu Iglesia. Amén”

Jesús, Divino Señor, por Tu dolorosa Pasión, cubre con Tu Preciosísima Sangre, a todos los Obispos, sacerdotes y consagrados. Ten piedad de ellos y líbralos de todo mal, ahora y siempre. El Inmaculado Corazón de la Dulce Virgen María, reprenda con su fuerza Santísima a todo enemigo de Dios y de su Iglesia. Amén.”


Ilumina, Señor, nuestros corazones y fortalece nuestras voluntades, para que sigamos siempre el camino de tus mandatos, reconociéndote como nuestro guía y maestro. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Oremos a la Divina Misericordia



Oh Jesús, escondido en el Santísimo Sacramento, mi único Amor y Misericordia, te encomiendo todas las necesidades de mi alma y de mi cuerpo. Tú puedes ayudarme porque eres la misericordia misma; en ti toda mi esperanza.

jueves, 16 de julio de 2015

Oración: Te suplicamos, Señor, que la poderosa intercesión de la Virgen María, en su advocación del monte Carmelo, nos ayude y nos haga llegar hasta Cristo, monte de salvación. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.




Evangelio según San Mateo 11,28-30.
Jesús tomó la palabra y dijo:
"Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.
Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio.
Porque mi yugo es suave y mi carga liviana."

Palabra del Señor 
 
Oremos al Señor, nuestro Dios, implorando la intercesión de la Virgen María, nuestra Señora del Carmen.

-Por la Iglesia, que contempla en María la imagen radiante de la nueva humanidad salvada en Cristo: para que sea santa y misericordiosa.

-Por todos los que sufren y se encuentran en cualquier necesidad: para que experimenten la cercanía de la Virgen y la ayuda de los hermanos.

-Por los navegantes y los trabajadores de la mar: para que María del Monte Carmelo alivie sus penalidades y los conduzca a buen puerto.

-Por los enfermos y agonizantes: para que en su dolor y soledad se sientan en brazos de la Virgen Madre.

-Por los difuntos necesitados de purificación: para que pronto gocen de la plenitud de la gloria de Cristo y de su Madre en el cielo.

Oración: Escucha, Señor, nuestras súplicas, que te dirigimos confiando en la poderosa intercesión de santa María. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



Nuestra Señora Del Carmen,
 Es la advocación de la Virgen como Patrona de la familia carmelitana. La Sagrada Escritura celebra la belleza del monte Carmelo, donde el profeta Elías, en el siglo IX antes de Cristo, defendió la pureza de la fe de Israel en el Dios vivo, en contra del culto a Baal. En el siglo XII, algunos eremitas se retiraron a aquel monte, constituyendo más tarde una Orden dedicada a la vida contemplativa, bajo el patrocinio de la Virgen María. Según la tradición, en este día la Virgen entregó el popular escapulario del Carmen a San Simón Stock. Además, bajo este título celebramos a la Virgen como guía de los navegantes, consuelo de los afligidos, fortaleza de los moribundos en su agonía, intercesora nuestra en el trásito de la muerte, auxilio de las almas del purgatorio. 

Oración: Te suplicamos, Señor, que la poderosa intercesión de la Virgen María, en su advocación del monte Carmelo, nos ayude y nos haga llegar hasta Cristo, monte de salvación. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. Virgen Inmaculada Flor del Carmelo
P. Celedonio Martínez Daimiel O.C.D

La Virgen del Carmen que estamos habituados a ver, en nuestras iglesias y conventos, vestida de carmelita con el escapulario en las manos, no es la imagen originaria que veneraron los primeros padres del Carmelo. Estos primitivos carmelitas veneraban a María simplemente con el título de Madre de Dios, aunque la invocasen de igual modo cual Madre del Señor, Inmaculada y Virgen Asunta al cielo.

De igual modo la iconografía actual de la Virgen del Carmen, no es originaria; cómo tampoco la fiesta del 16 de julio, era la más importante para la Orden del Carmen. Los primeros carmelitas celebraban como patrona de la Orden a la Virgen Inmaculada, durante el mes de diciembre. Tal era la importancia de esta solemnidad el la Orden, que los Papas con su corte, cuando esta se encontraba en Aviñon, se dirigían todos los años a celebrar la Inmaculada Concepción de María en los conventos carmelitanos, por ser la patrona principal de la Orden.

Hoy al celebrar la Virgen del Carmen, hacemos memoria de María la Madre del Señor siempre Virgen e Inmaculada, de la que los Carmelitas son fieles propagadores de su amor, culto e imitación. Esta Madre de misericordia, es la que nos enseña a contemplar el mundo que nos rodea con ojos inmaculados, para que en cada momento de nuestro existir sepamos descubrir lo bello y hermoso que hay en cada ser humano, en los animales y plantas del planeta, al igual que en todo el firmamento. De esta belleza participa la Virgen Inmaculada que bajo la advocación del Carmen enseña, a todos los que deseen seguir su vida ejemplar, el camino hasta llegar a Cristo, monte de la salvación, ayudándolos como Madre amorosa, protegiéndolos como Patrona segura y acompañándolos como Hermana Fiel.





Carmelitas Descalzos

La Virgen María entrega el escapulario  el 16 de julio de 1251
En el año 1246 nombraron a San Simón Stock general de la Orden Carmelita. Este comprendió que, sin una intervención de la Virgen, a la orden le quedaba poco tiempo. Simón recurrió a María poniendo la orden bajo su amparo, ya que ellos le pertenecían. En su oración la llamó "La flor del Carmelo" y la "Estrella del Mar" y le suplicó la protección para toda la comunidad.

En respuesta a esta ferviente oración, el 16 de julio de 1251 se le aparece la Virgen a San Simón Stock y le da el escapulario para la orden con la siguiente promesa:

"Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los Carmelitas: quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno"

Aunque el escapulario fue dado a los Carmelitas, muchos laicos con el tiempo fueron sintiendo el llamado de vivir una vida mas comprometida con la espiritualidad carmelita y así se comenzó la cofradía del escapulario, donde se agregaban muchos laicos por medio de la devoción a la Virgen y al uso del escapulario. La Iglesia ha extendido el privilegio del escapulario a los laicos.


Carmelitas Sitio Corazones.org

El Escapulario Sitio: Catholic.net

Consagración a Nuestra Señora del Carmen

Virgen del Carmen, oh Madre mía, me consagro a Vos, y confío en tus manos- mi existencia entera. Aceptá mi pasado con todo lo que ha sido. Aceptá mi presente con todo lo que es. Aceptá mi futuro con todo lo que será. Con esta total consagración te confío cuanto tengo y cuanto soy, todo lo que he recibido de tu Hijo Sacratísimo y de tu Esposo Santísimo. Te confío mi inteligencia, mi voluntad y mi corazón. Pongo en tus manos mi libertad, mis ansias y mis temores, mis esperanzas y mis deseos, mis tristezas y mis alegrías. Cuidá de mi vida y todas mis acciones para que sea más fiel al Señor Trino y Uno, y con tu ayuda alcance la salvación. Te confío mi entusiasmo y el ardor de mi devoción para que me ayudes a no envejecer en la Fe.
Te confío mi capacidad y ganas de amar como has amado Tú, y como Jesús quiere que ame.
Te confío mis incertidumbres y mis angustias, para que en tu Corazón- encuentre seguridad, sostén y luz en cada instante de mi vida. Con esta consagración me empeño en seguir tu vida de humildad, mansedumbre y pureza. Acepto las renuncias y los sacrificios que esta elección conlleva y te prometo con la gracia de Dios y con tu ayuda ser fiel al empeño tomado. Oh, Madre de todos los hombres, Soberana de mi vida y de mi conducta, disponé de mí y de todo lo que pertenece para que camine siempre en el Evangelio bajo tu guía, oh Estrella del Mar. Amén.

Parroquia Nuestra Señora del Carmen Buenos Aires 

Oremos con La Liturgia de las horas
 
Señor abre mis labios
 
Y mi boca proclamará tu alabanza



  Venid, adoremos a Cristo, Hijo de María Virgen.
Salmo 94 


Alabanza Divina 

Venid, aclamemos al Señor,demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra, son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado, que no reconoce mi camino;por eso he jurado en mi cólera que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Lectura , Is 61, 10
Desbordo de gozo en el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como a una novia que se adorna con sus joyas.

Responsorio
El Señor la eligió y la predestinó.

El Señor la eligió y la predestinó.
 La hizo morar en su templo santo.
 

Y la predestinó.
 Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

 El Señor la eligió y la predestinó.

Cantico Evangelico
Deseé la sabiduría con toda el alma, la pedí en la oración y creció en mí como racimo que madura.

Cántico de Zacarías. 
 El Mesias y su Precursor  Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


 
Deseé la sabiduría con toda el alma, la pedí en la oración y creció en mí como racimo que madura.

Preces

Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer de María Virgen, y digámosle:
Que tu santa Madre, Señor, interceda por nosotros.

Sol de justicia, a quien María Virgen precedía cual aurora luciente,
haz que vivamos siempre iluminados por la claridad de tu presencia.

Palabra eterna del Padre, tú que elegiste a María como arca de tu morada,
líbranos de toda ocasión de pecado.

Salvador del mundo, que quisiste que tu Madre estuviera junto a tu cruz,
por su intercesión concédenos compartir con alegría tus padecimientos.

Señor Jesús, que colgado en la cruz entregaste María a Juan como madre,
haz que nosotros vivamos también como hijos suyos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Según el mandato del Señor, digamos confiadamente:


Padre nuestro...

Oremos

Haz venir, Señor, sobre nosotros la poderosa intercesión de la gloriosa Virgen María, para que, protegidos con su auxilio, podamos llegar a tu monte santo, que es Jesucristo, tu Hijo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

  El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
 
Amén. 

Liturgia de las Horas 

Oremos a Maria por todos los consagrados del Mundo E