A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

martes, 1 de octubre de 2013

"Jesús, no te pido más que la paz, y también el amor, un amor infinito y sin más límites que Tú mismo, un amor cuyo centro no sea yo sino Tú" Santa Teresita.



El Señor fijó su mirada en ella, la instruyó y la cuidó como a las niñas de sus ojos.
.."mi vocación es el amor. En el corazón de la Iglesia, mi madre, yo seré el amor. Así lo seré todo".

 Fuente Lluvia de Rosas
 
Oremos:
Dios y Padre nuestro, que tienes abiertas las puertas de tu Reino para los humildes y sencillos de corazón, ayúdanos a llegar a ti, a ejemplo de santa Teresa del Niño Jesús, por el camino de la fidelidad en las cosas pequeñas y el cumplimiento de los deberes diarios.
Por nuestro Señor Jesucristo...

Amén. 



Estando por cumplir 14 años, durante la noche de Navidad le sucedió lo que ella llamaría "la noche de mi conversión". A los 15 años de edad empleó todo su empeño en ingresar en el Carmelo. Fue una lucha titánica ya que no le permitían ingresar tan joven. Yendo con su padre en una peregrinación a Roma se atrevió a pedirle al Papa León XIII que le concediera esta gracia. El Papa le dió esperanzas. Entró a los 15 años y 3 meses de edad.

Ya en el Carmelo escribió por obediencia su autobiografía, "Historia de un Alma", un regalo impagable para la humanidad. Teresa de Lissieux, con su bondad y dulzura, y su autobiografía, con su estilo lírico, pueden dar la impresión de una personalidad débil y acaramelada. Pero una mirada más atenta descubre un alma gigante, una voluntad y un carácter indomables.

El mensaje de Teresa es maravilloso: "he venido a salvar a las almas y a rogar por los sacerdotes. Como Moisés en la montaña, rezo por los que combaten". Deseó ir al Carmelo de Saigón. Pero, sin salir de su convento, es la Copatrona de las misiones, junto con San Francisco Javier.

El Kempis y San Juan de la Cruz eran sus lecturas preferidas, pero luego se limita a la Sagrada Escritura. "JESÚS -dice-será mi guía y único director".

Una vez de niña, dijo: "yo lo escojo todo. Igualmente ahora: no quiero ser santa a medias. Sólo una cosa me asusta: conservar mi voluntad". Quería serlo todo. San Pablo le da la solución: "el amor encierra todas las Vocaciones". Y Teresa clamó: "mi vocación es el amor. En el corazón de la Iglesia, mi madre, yo seré el amor. Así lo seré todo".




Lectura del libro del profeta Isaías 66, 10-14 

A légrense con Jerusalén, gocen con ella todos los que la aman, alégrense de su alegría todos los que por ella llevaron luto, para que se alimenten de sus pechos, se llenen de sus consuelos y se deleiten con la abundancia de su gloria. Porque dice el Señor:
"Yo haré correr la paz sobre ella como un río y la gloria de las naciones como un torrente desbordado. Como niños serán llevados en el regazo y acariciados sobre sus rodillas; como un hijo a quien su madre consuela, así los consolaré yo. En Jerusalén serán ustedes consolados".
Al ver esto se alegrará su corazón y sus huesos florecerán como un prado. Y los siervos del Señor conocerán su poder.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.






salmo 130

Dame, Señor, la paz junto a ti.

Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos, soberbios; grandezas que superan mis alcances ni de lejos pretendo.
Dame, Señor, la paz junto a ti.

Estoy, Señor, por lo contrario, tranquilo y en silencio, como niño recién alimentado, en los brazos maternos.
Dame, Señor, la paz junto a ti.

Que igual en el Señor esperen, los hijos de Israel, ahora y siempre.
Dame, Señor, la paz junto a ti.




Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla.
Aleluya.
 

Evangelio Si no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 18, 1-5

Gloria a ti, Señor.

En cierta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
"¿Quién es más grande en el Reino de los cielos?"
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo:
"Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.


 Padre celestial, por medio de Santa Teresa del Niño Jesús, quieres recordar al mundo el amor misericordioso que llena tu Corazón y que pongamos en El nuestra confianza como los niños en sus padres. Humildemente te damos gracias por haber coronado de tanta gloria a tu hija Teresa, siempre fiel, y por haberle dado el admirable poder de acercar a ti día tras día innumerables almas que te alaben eternamente.

¡Oh Señor! Tú dijiste: " Si no.....vuelven a ser como niños no podrán entrar en el Reino de los Cielos" (Mt 18,3). Concédenos, te rogamos, seguir las huellas de tu virgen Teresa con humildad y pureza de intención para que podamos alcanzar los premios eternos. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.



La devoción a Santa Teresita del Niño Jesús se ha esparcido de una manera impresionante a través de toda la Iglesia. Durante su corta vida, Teresita no sobresalió por encima de las otras monjas del convento de carmelitas en Lisieux. Pero inmediatamente después de su muerte, muchos milagros y favores fueron concedidos a través de su intercesión. La santa cumplió la promesa de hacer caer una lluvia de rosas después de su muerte, es decir, una lluvia de beneficios hacia todos los que la invocan. "Lo que me impulsa a ir al Cielo es el pensamiento de poder encender en amor de Dios una multitud de almas que le alabarán eternamente", decía Teresita. Su gran anhelo es que aquellos que la invocan amen a Dios con un amor abrazador.

"Mi caminito es el camino de una infancia espiritual, el camino de la confianza y de la entrega absoluta." La Iglesia reconoce la enseñanza profunda y valiosa del "caminito" de Santa Teresita, lo cual conlleva el aceptar nuestras propias limitaciones, y el dar de todo corazón lo que tengamos, no importa lo pequeña que sea la ofrenda. 

La hermana Teresita de Lisieux murió el 30 de Septiembre de 1897. En junio de ese año había sido llevada a la enfermería del convento, padeciendo fuertes hemorragias, y no volvió a salir de allí. Tres de sus declaraciones, pronunciadas por ese tiempo, le han dado la vuelta al mundo y ningún comentario sobre la Florecita, por breve que fuera, estaría completo sin ellas: "Nunca he dado a Dios más que amor, y Él me pagará con amor. Después de mi muerte dejaré caer una lluvia de rosas." "Pasaré mi Cielo haciendo bien sobre la tierra." "Mi caminito es el camino de la infancia espiritual, el camino de la confianza y de la entrega absoluta."

Casi inmediatamente después de su muerte, fueron tan numerosos los milagros obtenidos por su intercesión, que la Santa Sede dispensó los acostumbrados cincuenta años que normalmente deben transcurrir antes que se inicie el proceso de canonización. En 1922 fue solemnemente beatificada por el Papa Pío XI, y dos años más tarde fue canonizada Teresa de Lisieux.

Como una de las principales obligaciones de las carmelitas es pedir por las misiones, no es extraño que, en 1927, Santa Teresita fuera nombrada Patrona celestial de todas las Misiones Extranjeras, junto con San Francisco Javier. Dijo Teresita: "Quisiera ser misionera ahora y siempre y en todas las misiones."

Lo mismo para los católicos que para los no católicos, Teresita sigue dejando caer su lluvia de rosas, y los que son suficientemente prudentes para recoger los preciosos pétalos, se encuentran atraídos irresistiblemente hacia Jesús.
(La mayor parte de esta pequeña biografía ha sido extraída de "Nuestra Herencia Católica" tomo III, publicada por La Prensa Católica, México, 1973)

Hoy saludamos en su dia a Santa Teresita te invitamos como todos los martes de 14hs a 15hs para rezar junto a Ella por mas vocaciones para la Iglesia, Santa Teresita Ruega por nosotros!!