A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

domingo, 30 de septiembre de 2012

«La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os amáis unos a otros» (Jn 13, 35).


"La cosecha es abundante, y los operarios pocos. Envía, Señor, operarios a tu mies..."


Señor Dios, Padre Celestial, Tu Hijo Jesucristo nos dijo: "La mies es abundante, pero los obreros pocos. Pedid al dueño de la mies que envíe obreros a su mies". Animados por estas enseñanzas, te pedimos que envíes a tu Iglesia, numerosas y santas vocaciones para el sacerdocio, a la vida religiosa y al apostolado laical. Consérvales fieles en su ministerio hasta el fin; y concédeles, por tu Espíritu Santo, un gran amor a Dios y a los hermanos, para que en su ministerio y en su vida busquen solamente tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén. 

Meditacion
 La propuesta que Jesús hace a quienes dice «¡Sígueme!» es ardua y exultante: los invita a entrar en su amistad, a escuchar de cerca su Palabra y a vivir con Él; les enseña la entrega total a Dios y a la difusión de su Reino según la ley del Evangelio: «Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto» (Jn 12,24); los invita a salir de la propria voluntad cerrada en sí misma, de su idea de autorrealización, para sumergirse en otra voluntad, la de Dios, y dejarse guiar por ella; les hace vivir una fraternidad, que nace de esta disponibilidad total a Dios (cf. Mt 12, 49-50), y que llega a ser el rasgo distintivo de la comunidad de Jesús: «La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os amáis unos a otros» (Jn 13, 35). 

También hoy, el seguimiento de Cristo es arduo; significa aprender a tener la mirada de Jesús, a conocerlo íntimamente, a escucharlo en la Palabra y a encontrarlo en los sacramentos; quiere decir aprender a conformar la propia voluntad con la suya. Se trata de una verdadera y propia escuela de formación para cuantos se preparan para el ministerio sacerdotal y para la vida consagrada, bajo la guía de las autoridades eclesiásticas competentes. El Señor no deja de llamar, en todas las edades de la vida, para compartir su misión y servir a la Iglesia en el ministerio ordenado y en la vida consagrada, y la Iglesia «está llamada a custodiar este don, a estimarlo y amarlo. Ella es responsable del nacimiento y de la maduración de las vocaciones sacerdotales» Juan Pablo II,



mensaje de Maria Madre de las Almas Consagradas

Carrizal, 23 de mayo de l993, HORA: 7:30p.m.
"Mis almas Consagradas, alegraos, mi hijo Jesús, con su presencia, desea anunciaros que vuestras oraciones han sido escuchadas. Todos y cada uno de vosotros habéis demostrado ser hijos dignos del Señor cuando os lo proponéis; acercaros más a su Sacratísimo Corazón con amor, verdadera humildad y espíritu de fe..."

 Virgen María En tus mensajes guía el camino de éstos tus hijos
Salve, Oh Reina, Oh Virgen Pura luz y ternura del corazón




ORACION
¡Oh Santísima Virgen María te invoco como Madre de las personas consagradas!
Concédenos profundizar cada día más en el amor a Jesús Eucaristía y vivir de tal manera que podamos, así llevar muchas almas al conocimiento de Cristo.
Que nuestra entrega se refleje en la unión y caridad en vida cristiana y que todas nuestras acciones sean guiadas por tu mano.
Que la vida de infancia espiritual, la confianza en Dios, el amor a Jesús en el Santísimo Sacramento, la oración y abnegación por los sacerdotes y el celo por atraer las almas a la Divina Eucaristía, sean tarea permanente; compromiso con nuestros hermanos con un solo corazón en el Amor.
Amén.





Maria Madre de las Almas Consagradas Rogad por ellas
San Juan Maria Vianney Ruega por todos los sacerdotes
Beato Juan Pablo II ruega por nosotros!