A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

lunes, 28 de diciembre de 2015

Hijitos, hijitas: Os pido, abrid las puertas de vuestro corazón y dejad que vuestra Madre os llene de su luz y de su amor.



En La Gruta de Maria con el Pesebre a Sus Pies!!!


Manifestación corta del día 4 y del día 22 de diciembre de 1993
Hacia las 7:00 p.m., del día 4 de diciembre de 1993, la cocinera de la casa señora Josefina tuvo oportunidad de ver a la Santísima Virgen que se estaba manifestando visiblemente en el cielo. Con gran emoción llamó enton­ces a las hermanas, las cuales acudieron prontamente y estuvieron en capacidad de participar de esta nueva y corta manifestación visible de la Santísima Virgen.



Es difícil llegar a descubrir qué intenciones ha tenido la Virgen al llevar a cabo tantas y tan variadas manifestaciones de su presencia visible.



Pero si seguimos el hilo del contenido de sus mensajes podríamos apreciar que Ella insiste mucho en que el lugar ha sido escogido por su divino hijo para otorgar a todos los que acudan a este su bosquecito santo con ánimo de oración y de recogimiento, gracias tras gracias ha manifestado, por otro lado, que Ella estará presente en el bosquecito hasta el final de los tiempos, esperando, llamando y acogiendo a sus hijos Pareciera que lo que Ella intenta es dejar claramente establecido en la fe y en los testimonios de los que viven en esta casa santa, que Ella realmente vive allí, que se deja ver frecuentemente durante esta etapa de sus manifestaciones visibles, para que luego no quede ninguna duda acerca de su palabra de permanecer en este lugar hasta el final de los tiempos, muy particularmente para sus almas consagradas







Una nueva confirmación de esto se observa cuando el día 22 de diciembre La Virgen volvió a repetir otra de sus cortas manifestaciones visibles, en esta oportunidad a la hermana Mary Carmen y al Ing. Padrón, quien estaba de visita y conversando sobre estos temas con dicha hermana.

La hora fue la preferida de la Virgen: las 7:55 p.m., después de la adoración al Santísimo Sacramento.




10° Mensaje de la Santísima Virgen.

Justamente el día 23 de diciembre de 1993, después de haber transcurrido más de un mes de no haberse manifestado por medio de otros mensajes, la Santísima Virgen hizo llegar por vía de locución su décimo mensaje a través de la hermana Mary Carmen y a las 7:30 p.m. En él la Virgen decía:


Hijitos, hijitas: Os pido, abrid las puertas de vuestro corazón y dejad que vuestra Madre os llene de su luz y de su amor.

Hijitos míos: Cuántas veces habéis escuchado "la copa se está derramando" y vosotros , hijos e hijas mías, permanecéis ciegos y sordos a mi voz. Vuestra Madre no os obliga, sois libres...

Pedid a mi Hijo Jesús que transforme vuestro corazón de piedra en corazón de carne. De vosotros depende la salvación del mundo, en unión con Cristo.

Hijitos, hijitas: no provoquéis la ira de Dios. ¡Parad! ¡Parad!.

Hijitos, hijitas: En todos los lugares de apari­ciones llegáis buscándome con los ojos del cuerpo, no con los del alma y con los del corazón. Esto hace que se disipe vuestro corazón y no permite el recogimiento interior. Si no me veis con los ojos del alma y del corazón, con tan poca fe ¿Cómo me vais a ver realmente? Si disipáis vuestros espíritus impedís sentirme a vuestro lado y en vuestro cora­zón.

Hijitos míos: escuchad. Me da tristeza ver tan poca fe en vosotras, mis almas consagradas. ¡Dichosos los que creen sin haber visto!. Todos no me podéis ver, pero sí sentirme.

A todos os amo por igual. Muy pronto manifestaré a todos la grandeza del Señor, porque así El lo ha querido. Sed obedientes y unios en oración. Debéis preparar vuestros corazones, acrecentad vuestra fe.

Aprended a ser pequeños, rechazad la soberbia, ya que ofendéis a vuestro Dios. Aprended la verdadera caridad para con el prójimo. Sostened con las dos manos las enseñanzas que mi Hijo os ha dado y no ocupéis una de ellas con el peso del dinero.

Dios os necesita enteramente; vosotros os habéis consagrado a Dios. Buscad el camino de la perfección y la santidad, no las cosas del mundo que os atan a él. Atad vuestra vida a Dios

Guardad para siempre este mandamiento en vuestro corazón: amarás al Señor tu Dios con todas las fuerzas de tu alma, con todo tu corazón, con todo tu espíritu.

Hijitos, hijitas: ya es hora de que mi advocación como Virgen María. Madre de Mis Almas Consagradas. sea conocida en todo el mundo. Para esto os invito a orar. Sólo así podré entrar en todos los corazones y participar con vosotros en la salvación del mundo.

Os cubro con mi manto.



Fuente Sitio Oficial de Maria 





Inspíranos Padre, para que recordemos que sin Ti nada podemos y que todo nuestro esfuerzo, vaya siempre encaminado a ser testimonio vivo del gran Amor de Dios hacia los hombres. Danos la fuerza y el valor que necesitaremos para continuar siempre fieles a tu palabra.



Evangelio
según san Mateo 2, 13-18  Después que los Magos se fueron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
"Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y quédate allí hasta que yo te avise; porque Herodes va a buscar al niño para matarlo".
José se levantó de noche, tomó al niño y a su madre, y partió hacia Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que había anunciado el Señor por el profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
Entonces Herodes, viéndose burlado por los Magos, se enfureció tanto que mandó matar a todos los niños de Belén y de todos sus alrededores que tuvieran menos de dos años, conforme a la información que había recibido de los Magos. Así se cumplió lo anunciado por el profeta Jeremías:
Se ha escuchado en Ramá un clamor, un gran llanto y lamento: es Raquel que llora por sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.



Dios nuestro, que concediste a los santos inocentes dar testimonio de Cristo, no de palabra, sino con su sangre; concédenos, por su intercesión, testimoniar con nuestra vida la fe que confesamos de palabra.
Por nuestro Señor Jesucristo...Amén.




Sal 123

Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.

Si el Señor no hubiera estado a nuestro favor cuando nos atacaron los hombres, nos habrían devorado vivos en el volcán de su ira.
Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.

Nos habrían tragado las aguas, un torrente habría pasado sobre nosotros; habrían pasado sobre nosotros las aguas turbulentas.


Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.


La red se rompió y pudimos escapar. Nuestro auxilio es el Señor, que hizo el cielo y la tierra.

Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.



Imploremos, hermanos y hermanas, la misericordia del Señor en este día en que recordamos la entrega generosa de la vida de los santos inocentes, y, confiados en su intercesión, te pedimos por las necesidades de todos los seres humanos:
Por la Iglesia, para que siempre proclame con valentía el derecho humano a la vida, roguemos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por todos los que sufren violencia y persecución por causa del Evangelio y de la justicia, para que, por intercesión de los santos Inocentes, sean fortalecidos en la lucha contra toda forma de mal, roguemos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por todos los que detentan alguna forma de autoridad y poder, para que sepan ejercerlo al servicio de los seres humanos, sobre todo de los más débiles e indefensos, roguemos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por todos nosotros, para que, a semejanza de los niños, consigamos acercarnos a Dios con las actitudes de sencillez y disponibilidad requeridas por Cristo para entrar en el Reino de los cielos, roguemos al Señor.
Señor, ten piedad.


Recibe, Señor, la oración de tu Iglesia, y, por la Encarnación de tu Hijo, que quiso asumir la condición de niño desvalido y necesitado, a semejanza de los mártires inocentes, recíbenos en tu reino de luz y de amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.






Los Santos Inocentes
mártires. 
Son los niños a quienes asesinó el rey Herodes persiguiendo al Niño Jesús. El hecho nos lo refiere san Mateo. Nacido Jesús en Belén, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?». El rey Herodes se sobresaltó, llamó aparte a los magos y averiguó el tiempo de la aparición de la estrella que los guiaba. Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad, y cuando encontréis al niño, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle». Ellos llegaron a Belén, entraron en la casa, vieron al niño y, postrándose, le adoraron. Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino. Después el Ángel del Señor se apareció a José y le dijo que huyera a Egipto. El se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto. Herodes, al ver que había sido burlado, se enfureció y envió a matar a todos los niños de Belén y de su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos.-

 Oración: Los mártires Inocentes proclaman tu gloria en este día, Señor, no de palabra, sino con su muerte; concédenos, por su intercesión, testimoniar con nuestra vida la fe que confesamos de palabra. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Oremos

Te rogamos Señor que ayudes y protejas a todas aquellas familias que sufren conflictos graves que ponen en peligro su estabilidad y el bienestar de sus miembros, en especial de los más pequeñitos. Que Tu sabiduría los ilumine para que puedan encontrar en el AMOR la solución a sus problemas y logren obtener la paz y la tranquilidad necesarias para vivir según tu voluntad.



Te pedimos Padre, por todos los bebés que ahora corren peligro de ser abortados. Para que sus madres, iluminadas por la luz de tu Santo Espíritu, reconozcan en ellos la maravilla de Tu creación y cobijadas bajo el manto amoroso y maternal de María, encuentren el mejor camino para salir adelante de sus dificultades.


Inspíranos Padre, para que recordemos que sin Ti nada podemos y que todo nuestro esfuerzo, vaya siempre encaminado a ser testimonio vivo del gran Amor de Dios hacia los hombres. Danos la fuerza y el valor que necesitaremos para continuar siempre fieles a tu palabra.




Al Señor Jesús, a quien los santos Inocentes de Belén confesaron dando por él su vida, dirijamos nuestras oraciones.
-Para que Cristo ayude a la Iglesia a perseverar en la lucha contra el mal.
-Para que Jesús, que invita a los niños a que se acerquen a él, los proteja de toda maldad de los mayores.
-Para que Cristo, que sufrió en su infancia el destierro en Egipto, custodie y alivie a los niños víctimas del hambre, de la guerra, de las injusticias de los adultos.
-Para que el Señor Jesús, que padeció la persecución de Herodes, interceda ante el Padre para que cese toda injusta opresión de los pobres e indefensos.

Oración: Padre de bondad, protege a los niños y concédenos confesar con nuestra vida la fe que profesamos de palabra. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


SAN FRANCISCO DE SALES. 
Obispo y doctor de la Iglesia, patrono de los periodistas. [Murió el 28 de diciembre y su memoria se celebra el 24 de enero, aniversario de su sepultura en Annecy]. 
Hijo del marqués de Sales, nació en el castillo de Thorens (Saboya, Francia) el año 1566. Recibió una educación esmerada y se doctoró «in utroque iure» en Padua. Ordenado de sacerdote, trabajó intensamente por la renovación de la fe católica en su patria. Nombrado obispo de Ginebra, actuó como un verdadero pastor para con el clero y los fieles, tratando a todos con su proverbial dulzura, instruyéndolos en la fe con su palabra y sus escritos. Recondujo a la comunión católica a muchos, calvinistas y otros, que se habían separado de ella. En sus obras ascético-místicas propone una santidad fundada por entero en el amor de Dios, y accesible a todas las condiciones sociales. Fundó con santa Juana de Chantal la Orden de la Visitación. Murió en Lyón el 28 de diciembre de 1622, y el 24 de enero siguiente fue definitivamente sepultado en Annecy (Saboya).- 

Oración: Señor, Dios nuestro, tú has querido que el santo obispo Francisco de Sales se entregara a todos generosamente para la salvación de los hombres; concédenos, a ejemplo suyo, manifestar la dulzura de tu amor en el servicio a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Glorioso San Francisco de Sales,
vuestro nombre porta la dulzura del corazon mas afligido;
vuestras obras destilan la selecta miel de la piedad;
vuestra vida fue un continuo holocausto de amor perfecto
lleno del verdadero gusto por las cosas espirituales,
y del generoso abandono en la amorosa divina voluntad.
Enseñame la humildad interior,
la dulzura de nuestro exterior,
y la imitacion de todas las virtudes que has sabido copiar
de los Corazones de Jesus y de Mari­a. Amen



Meditacion con San Francisco de Sales







¿Qué veía San Francisco? 

Ésta es la segunda lección que nos da en la adquisición de las virtudes. Su mirada estaba fija en Cristo Crucificado. De hecho, culmina una de sus grandes obras: el Tratado del Amor de Dios, con un capítulo titulado: Que la palabra Calvario es la escuela del amor. Nos dice a las religiosas: “Vivid toda vuestra vida y modelad vuestras acciones sobre la cumbre del Calvario, y Dios os bendecirá.” Esto lo decía con la autoridad del que vive aquello que aconseja. Ya hemos dicho que la dulzura de San Francisco no era innata, sino que la ejerció... Y la ejerció junto a todas las demás virtudes, situándose él mismo en la cumbre del Calvario, contemplando al que traspasaron.

Él nos dice: “Seguid siendo amables, ved al Hijo de Dios. De cuántas contradicciones y murmuraciones no fue objeto... siendo como era tan santo, fue tenido por impostor, por samaritano poseído del demonio, y muchas veces tomaron piedras para apedrearle. Sin embargo, no maldijo a los que le maldijeron, devolvió bendición por maldición, poseyendo su alma en la paciencia.” Es éste el legado que nos deja a nosotras, un camino sólido de espiritualidad que radica en la contemplación de Cristo, y en la cooperación activa con la gracia del Espíritu que no escatima en derramarse en los corazones generosos como el suyo.

“El soportar las imperfecciones del prójimo es uno de los principales puntos del amor. En la cruz nos lo mostró Nuestro Señor, el cual tenía un corazón tan dulce para con nosotros y nos amaba tan tiernamente... ¡Qué miserables somos los mundanos, porque a duras penas podemos olvidar las injurias que se nos hacen! Por consiguiente, el que prevenga a su prójimo con bendiciones de dulzura, será el más perfecto imitador de Nuestro Señor.”


 La imitación de Cristo, su amor al Crucificado, era lo que le movía al vencimiento propio y a la adquisición de las virtudes.
Contemplar a un Dios que nos ha amado hasta tal extremo, debe impulsarnos a la consolación y a la reparación. Y San Francisco nos enseña que nuestras debilidades y bajas pasiones nos dan una gran oportunidad para que yendo en contra de las mismas, las resistamos y podamos ofrecernos como sacrificios vivos. 


Nos dice: “Las rebeliones de nuestras pasiones: de la ira, de la sensualidad, de la concupiscencia, permite Dios que permanezcan en nosotros para que nos mantengamos en la humildad, y para que nos ejercitemos en la virtud resistiéndolas y no consintiéndolas de ninguna manera.”“Nosotros, mis queridas hermanas, queremos levantar un gran edificio, es decir, queremos edificar en nosotros la casa de Dios. Por consiguiente, consideremos muy maduramente, si tenemos bastante ánimo y resolución, para derribarnos y crucificarnos a nosotros mismos, o mejor dicho, para permitir a Dios que él mismo nos derribe y crucifique, a fin de que también él construya, para que seamos el templo vivo de su Majestad.”

fuentes

www.corazones.org

www.franciscanos.org




jueves, 24 de diciembre de 2015

"¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él!".


Evangelio según San Lucas 2,1-14. En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo.
Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria.
Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen.
José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David,
para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada.
Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre;
y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.
En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche.
De pronto, se les apareció el Angel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor,
pero el Angel les dijo: "No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo:
Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor.
Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre".
Y junto con el Angel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:

"¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él!".

Palabra de Dios

Evangelio del Dia 



Salmo 88

Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

"Un juramente hice a David mi servidor, una alianza pacté con mi elegido: Consolidaré tu dinastía para siempre y afirmaré tu trono eternamente.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

El me podrá decir: Tú eres mi padre, el Dios que me protege y que me salva. Yo jamás le retiraré mi amor ni violaré el juramento que le hice".
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

Feliz, Señor, el pueblo que te alaba y que a tu luz camina, que en tu nombre se alegra a todas horas y al que llena de orgullo tu justicia.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.






  NOCHEBUENA. «Hoy sabréis que viene el Señor, y mañana contemplaréis su gloria». Escuchemos, hermanos, la calenda o pregón de Navidad, que nos trae la buena noticia, la gran alegría para todo el mundo: «Transcurridos innumerables siglos desde la creación del mundo, cuando en el principio creó Dios el cielo y la tierra y formó al hombre a su imagen. Transcurridos veintiún siglos desde la emigración de Abrahán, nuestro padre en la fe, de la ciudad de Ur en la Caldea. Trece siglos después de la partida de Israel de la tierra de Egipto, bajo la guía de Moisés. Transcurridos alrededor de mil años desde que David fuera ungido como rey. En la semana sesenta y cinco de la profecía de Daniel. En la Olimpíada ciento noventa y cuatro. En el año 752 de la fundación de Roma. En el año 42 del imperio del César Octavio Augusto, estando todo el orbe en paz, Jesucristo, Dios eterno e Hijo del eterno Padre, queriendo consagrar al mundo con su venida, concebido del Espíritu Santo y transcurridos nueve meses desde su concepción, nace en Belén de Judá, hecho hombre, de la Virgen María. Es la Natividad de nuestro Señor Jesucristo según la carne».- 

Oración 
Apresúrate, Señor Jesús, y no tardes, para que tu venida consuele y fortalezca a los que esperan todo de tu amor. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.



Adoremos a Cristo, que se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, probado en todo como nosotros, menos en el pecado, y presentémosle nuestras súplicas:

-Para que abaje los montes del egoísmo y levante los valles del desánimo.

-Para que destruya los muros del odio y allane los caminos de la concordia.

-Para que visite con su gracia de consolación a todos los afligidos.

-Para que nos prepare a recibirle con corazón puro y generoso. Oración: Señor Jesús, concédenos, con la intercesión de tu Madre, la gracia de conocer al Padre y de acogerte a ti, su enviado y Salvador nuestro, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén


www.franciscanos.org

 

martes, 15 de diciembre de 2015

Te pedimos Virgen Santísima que hagas de las almas consagradas presentes y futuras, almas puras, entregadas al llamado y elección de Dios. Almas consoladoras que a diario mediten en la Pasión del Señor, y vean en ella el modelo de entrega y amor al que han sido llamados.



Evangelio
según san Mateo 21, 28-32

En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
"Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó:
"Hijo, ve a trabajar hoy en la viña". El le contestó: "Ya voy, señor", pero no fue. El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Este le respondió:
"No quiero ir", pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?"
Ellos le respondieron:
"El segundo".
Entonces Jesús les dijo:
"Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él".
Palabra del Señor



Dios nuestro, que por medio de tu Hijo has hecho de nosotros una nueva criatura, míranos con amor y misericordia, y, por la venida del Redentor, borra en nosotros toda huella de pecado.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.



salmo 33

El Señor escucha el clamor de los pobres.

Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escucharlo.
El Señor escucha el clamor de los pobres.

Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamas te sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias.
El Señor escucha el clamor de los pobres.
En contra del malvado está el Señor, para borrar de la tierra su recuerdo. Escucha, en cambio, al hombre justo y lo libra de todas sus congojas.
El Señor escucha el clamor de los pobres.

El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas. Salva el Señor la vida de sus siervos; no morirán quienes en él esperan.
El Señor escucha el clamor de los pobres.





Oremos a Jesucristo, que es camino, verdad y vida de los hombres, y digámosle: Ven, Señor, y quédate con nosotros.

-Jesús, Hijo del Altísimo, anunciado por el ángel Gabriel a María Virgen, ven a reinar para siempre sobre tu pueblo.

-Santo de Dios, ante cuya venida el Precursor saltó de gozo en el seno de Isabel, ven y alegra al mundo con la gracia de la salvación.

-Jesús, Salvador, cuyo nombre el ángel reveló a José, ven a salvar al pueblo de sus pecados.

-Luz del mundo, a quien esperaban Simeón y todos los justos, ven a consolar a tu pueblo.

-Sol naciente que nos visitará de lo alto, como profetizó Zacarías, ven a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

Oración: Señor Jesús, aviva nuestra fe y nuestra esperanza para que podamos salir a tu encuentro llenos de amor. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.





 Santa Maria crucificada de la Rosa
 Nació en Brescia Lombardía, Italia el año 1813 en el seno de una familia aristocrática. Huérfana de madre a los once años, se educó en el colegio de la Visitación. Su padre quería casarla, pero ella decidió permanecer fiel al voto de castidad que había hecho. El padre la envió a Acquafredda para que se hiciera cargo de su fábrica de hilados de sede. Ella organizó ayudas para los necesitados y se dedicó a la educación cristiana femenina, tarea en la que la ayudaron algunas jóvenes. Juntas, como enfermeras voluntarias, se entregaron a ayudar a las víctimas del cólera de 1836. Luego se dedicaron a la atención de enfermos y huérfanos. En 1840 eran ya un grupo de más de treinta muchachas, sin reconocimientos legales pero reconocidas por el pueblo por su entrega, por ejemplo, a la atención de las víctimas del levantamiento de la ciudad contra los austríacos en 1849. Por fin el Instituto de las Esclavas de la Caridad fue aprobado por la Santa Sede en 1851. Murió en Brescia el año 1855.

 Hermanas Siervas de la Caridad

Siervas de Jesus



Meditacion de las Apariciones de Maria Madre de las Almas Consagradas

 


Cuarta aparición de la Santísima Virgen.

Individual para la H. Mary Carmen

El día 24 de febrero de 1993, a eso de las 7:45 p m , se encontraba la hermana Clara y los miembros de la familia Padrón, con excepción de su hija Lucia Bemardette, en el lugar de las apariciones

La hermana Mary Carmen y la arriba mencionada hija del Ing. Padrón, Lucía Bemardette, se encontraban cerca de la capilla y al lado de la reja del pasillo, tratando de enseñar un cántico de la Virgen al niñito de tres añitos, llamado Alonso, hijo de la señora Josefina, cocinera de la casa religiosa.

A un cierto momento la hermana Mary Carmen fijó la vista hacia el lugar de la segunda aparición colectiva y le indicó a Lucía Bemardette "¡Lucía, la Virgen!” Lucía dirigió su mirada al lugar indicado y exclamó: ¡Es la Milagrosa!'

Tanto la hermana Clara como el Ing. Padrón se percataron de que algo raro estaba sucediendo, pues descubrieron a la hermana Mary Carmen señalando con el índice y el brazo alzado y además con una expresión facial de una gran alegría, inusitada en ella.

De inmediato la hermana Clara y los demás miembros de la familia Padrón se acercaron pero no lograron ver nada

Por las indicaciones de las dos agraciadas con esta manifestación de la Virgen, Ella se presentó en un tamaño de mediana estatura y muy hermosa.

Como es fácil apreciar la Santísima Virgen escoge para cada manifestación alguna de las advocaciones ya conocidas Fátima, Lourdes y ahora la Milagrosa Por supuesto con la excepción de la aparición en la que dio a conocer su nueva identificación de Madre de Mis Almas Consagradas.

La duración de esta manifestación estuvo comprendida dentro de un lapso de unos cinco o seis minutos. 


Fuente:

Sitio Oficial

Oremos Juntos









Espíritu Santo, Tu que me aclaras todo,
que iluminas todos los caminos para que yo alcance mi ideal.
Tu que me das el don Divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen y que en todos los instantes de mi vida estas conmigo.
Quiero en este corto diálogo agradecerte por todo y confirmar que nunca quiero separarme de Ti, por mayor que sea la ilusión material.
Deseo estar contigo y todos mis seres queridos en la gloria perpetua.
Gracias por tu misericordia para conmigo y los mios.
Gracias Dios mio.


Reza el Santo Rosario con nosotros por las Vocaciones religiosas



MISTERIOS DOLOROSOS
Martes y viernes

La oración de Jesús en el Huerto
Mt 26, 36-37; Lc 22, 41-44
Va Jesús con ellos a una propiedad llamada Getsemaní, y dice a los discípulos: Sentaos aquí, mientras voy allá a orar. Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y dijo: Padre si quieres aparta de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad sino la tuya. Y sumido en agonía, insitía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra.

Te pedimos Virgen Santísima por todos aquellos jóvenes que sienten duda de la elección e invitación del Señor a la Vida Religiosa. Te pedimos que al igual que Jesús sepan responder: "Padre si quieres aparta de mi esta copa, pero no se haga mi voluntad sino la tuya" Que aún a cuesta de lo que sea sepan responder al Señor.

La flagelación de Jesús
Jn 18, 38-40; 19,1
(Pilato) volvió a salir donde los judíos y les dijo: Yo no encuentro ningún delito en él ¿Queréis, pues, que os ponga en libertad al Rey de los judios? Ellos volvieron a gritar diciendo:!A ése no; a Barrabás! Pilato entonces tomó a Jesús y mandó azotarle.

Te pedimos Virgen Santísima que nos des la gacia a todos los que somos llamados a la Vida Religiosa, los del presente y los del futuro, de no negar a Jesús. Danos la gracia de serle fiel hasta el final, de no flagelar nunca su cuerpo místico.

La coronación de espinas
Mt 27, 29-30
Los soldados trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: Salve, Rey de los judíos!; y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza.

Te pedimos Virgen Santísima que hagas de las almas consagradas presentes y futuras, almas puras, entregadas al llamado y elección de Dios. Almas consoladoras que a diario mediten en la Pasión del Señor, y vean en ella el modelo de entrega y amor al que han sido llamados.

Jesús carga con la cruz 
Jn 19, 17;Mc 15, 21
Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle. Y él cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario. Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene a que llevara su cruz.


Te pedimos Virgen Santísima que con el sí fiel de muchos religiosos, ayudemos a cargar la cruz del Señor. No permitas que ninguno de sus elegidos ponga más peso a su cruz. Te pedimos, entrega hasta el extremo y olvido de sí. Te rogamos especialmente por todos aquellos jóvenes que se sienten débiles para responedr al pensar en lo exigente de tu llamado. Dales el amor necesario para la entrega.

La crucifixión y muerte de Jesús
Lc 23, 33-34, 44-46; Jn 19,33-35
Llegados al lugar llamado Calvario, le crucificaronJesús decía: Padre perdónales, porque no saben lo que hacenEra ya cerca de la hora sexta cuando al eclipsarse el sol, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona Jesús, dando un fuerte grito, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu y, dicho esto, expiró. Como le vieron muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua.

Te pedimos Virgen Santísima que por los sufrimientos de tu Hijo en la cruz, y la fecundidad de su Corazón Traspasado, se renueve la Vida Religiosa, bañando a muchos jóvenes con la gracia que ellos necesitan para que en sus vidas germine la semilla de su vocación y por medio de su sí, sean ellos cooperadores de la Nueva Primavera de nuestra Iglesia.

 Fuente; Corazones.org 





 Oremos

¡Oh Santísima Virgen María
te invoco como Madre de las personas consagradas!
Concédenos profundizar cada día más
en el amor a Jesús Eucaristía y vivir de tal manera
que podamos así, llevar muchas almas
al conocimiento de Cristo.
Que nuestra entrega se refleje en la unión
y caridad en vida cristiana
y que todas nuestras acciones sean guiadas por tu mano.
Que la vida de infancia espiritual, la confianza en Dios,
el amor a Jesús en el Santísimo Sacramento,
la oración y abnegación por los sacerdotes
y el celo por atraer las almas a la Divina Eucaristía,
sean tarea permanente,
compromiso con nuestros hermanos
con un sólo corazón en el amor.

Amén





sábado, 12 de diciembre de 2015

Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor, que los humildes lo escuchen y se alegren. Bendigo al Señor en todo momento.


 Evangelio
según san Lucas 1, 39-48


En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno. Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó:
"¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María:
"Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de Júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.





Del salmo 66

Que te alaben, Señor, todos los pueblos.

Que Dios se compadezca de nosotros, nos bendiga y nos mire con amor; así todos los pueblos de la tierra conocerán tu salvación.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
Que canten de alegría las naciones porque riges el mundo con justicia; con equidad gobiernas a los pueblos, con rectitud los guías.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos juntos. Que el Señor continúe bendiciéndonos para que todo el orbe lo conozca.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos.



salmo 33

Bendigo al Señor en todo momento.

Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor, que los humildes lo escuchen y se alegren.
Bendigo al Señor en todo momento.
Proclamen conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos, juntos su nombre. Yo consulté al Señor y me respondió, me libró de todas mis ansias.
Bendigo al Señor en todo momento.

Contémplenlo y quedarán radiantes, su rostro no se avergonzará. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias.
Bendigo al Señor en todo momento.
El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los protege. Gusten y vean qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a él.
Bendigo al Señor en todo momento.
Todos sus santos teman al Señor, porque nada les falta a los que lo temen; los ricos empobrecen y pasan hambre, los que buscan al Señor no carecen de nada.
Bendigo al Señor en todo momento. 





Nuestra Señora de Guadalupe
 (México), Patrona de México, de América y de Filipinas. El 9 de diciembre de 1531, en un lugar denominado Tepeyac, María Santísima se apareció al indio san Juan Diego (cf. 9 de diciembre). La Virgen le encargó que en su nombre pidiese al obispo de México, el franciscano Juan de Zumárraga, la construcción de una iglesia en el lugar de la aparición. El obispo no aceptó la idea y le pidió pruebas objetivas en confirmación del prodigio. El 12 de diciembre, la Virgen se le volvió a presentar y lo invitó a subir hasta la cima de la colina de Tepeyac para recoger flores y traérselas a ella. No obstante la fría estación invernal y la aridez del lugar, Juan Diego encontró unas flores muy hermosas. Una vez recogidas las colocó en su «tilma» y se las llevó a la Virgen, que le mandó presentarlas al Sr. Obispo como prueba de veracidad. Una vez ante el obispo el Santo abrió su «tilma» y dejó caer las flores, mientras en el tejido apareció impresa la imagen de la Virgen de Guadalupe, que desde aquel momento se convirtió en el corazón espiritual de la Iglesia en México. El obispo mandó construir la capilla, luego trasformada en grandioso templo. El 23 de enero de 1999 dijo Juan Pablo II en la basílica de Guadalupe: «Tengo la alegría de anunciar ahora que he declarado que el día 12 de diciembre en toda América se celebre a la Virgen María de Guadalupe con el rango litúrgico de fiesta». 

 Oración: Señor, Dios nuestro, que has concedido a tu pueblo la protección maternal de la siempre Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, permanecer siempre firmes en la fe y servir con sincero amor a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Meditacion

 
María dijo a Juan Diego, y lo repite a todos los cristianos: “¿No estoy Yo aquí, que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No estás por ventura en mi regazo?”. ¿Por qué hemos de temer, si Ella es Madre de Jesús y Madre de los hombres?

Con la aparición de María en el cerro del Tepeyac comenzó en todo el antiguo territorio azteca un movimiento excepcional de conversiones, que se extendió a toda América Centro-Meridional y llegó hasta el lejano archipiélago de Filipinas. “La Virgen de Guadalupe sigue siendo aún hoy el gran signo de la cercanía de Cristo, al invitar a todos los hombres a entrar en comunión con Él, para tener acceso al Padre. Al mismo tiempo, María es la voz que invita a los hombres a la comunión entre ellos...”
Juan Pablo II, Ángelus 13-XII-1987
La Virgen ha ido siempre por delante en la evangelización de los pueblos. No se entiende el apostolado sin María. Por eso, cuando el Papa, Vicario de Cristo en la tierra, pide a los fieles la recristianización de Europa y del mundo acudimos a Ella para que “indique a la Iglesia los caminos mejores que hay que recorrer para realizar una nueva evangelización, Le imploramos la gracia de servir a esta causa sublime con renovado espíritu misionero”. Le suplicamos que nos señale a nosotros el modo de acercar a nuestros amigos a Dios y que Ella misma prepare sus almas para recibir la gracia.

 Padre de misericordia, que has puesto a este pueblo tuyo bajo la especial protección de la siempre Virgen María de Guadalupe, Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, profundizar en nuestra fe y buscar el progreso de nuestro pueblo por caminos de justicia y de paz.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

jueves, 10 de diciembre de 2015

"..Concédenos, por tu misericordia, llevar ya desde ahora una vida sobria y religiosa, mientras aguardamos la dichosa esperanza, la aparición gloriosa de Jesucristo..."



Evangelio
según San Mateo 11,11-15.
Jesús dijo a la multitud:
"Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él.
Desde la época de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos es combatido violentamente, y los violentos intentan arrebatarlo.
Porque todos los Profetas, lo mismo que la Ley, han profetizado hasta Juan.
Y si ustedes quieren creerme, él es aquel Elías que debe volver.
¡El que tenga oídos, que oiga!" 

Palabra de Dios 


Oremos Unidos con La Iglesia

Cristo, Palabra del Padre, ha querido acampar entre nosotros para que contemplemos su gloria; alegres, pues, con esta esperanza, digámosle: Quédate con nosotros, oh Emmanuel.

-Príncipe de la justicia y de la rectitud, haz justicia a los pobres y desamparados.

-Rey de la paz, que de las espadas forjas arados, y de las lanzas, podaderas, convierte nuestro egoísmo y nuestras envidias en amor.

-Tú que no juzgas por apariencias, discierne quiénes son los que realmente te pertenecen.

-Cuando vengas en una nube con gran poder y gloria, haz que nos podamos mantener en pie delante de ti.

Oración: Señor y Dios nuestro, prepara nuestros corazones con la fuerza de tu Espíritu, para que, cuando llegue Jesucristo, nos encuentre dignos de sentarnos a su mesa. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 





Oremos con La Liturgia de las Horas

V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

Invitatorio

Al Rey que viene, al Señor que se acerca, venid, adorémosle.

Salmo 94 



Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.



Cántico de Zacarías. 
El Mesias y su precursor  Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. «Yo mismo te auxilio —dice el Señor— y yo, el santo de Israel, soy tu redentor.»

PRECES

Imploremos, hermanos, a Dios Padre, que ha enviado a su Hijo para salvar al mundo, y digámosle suplicantes:

Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Padre lleno de amor, no permitas que nuestra vida y nuestras obras rechacen a Cristo, tu enviado, pues nuestra lengua lo proclama con fe plena.

Muéstranos, Señor, tu misericordia.

 Tú que enviaste a tu Hijo para salvación de los hombres,
aleja de nuestra nación y del mundo entero toda desgracia y todo dolor.


Muéstranos, Señor, tu misericordia.
 

Que la tierra entera se alegre por la venida de tu Hijo,
experimentando cada día más la felicidad que en ti se encierra.


Muéstranos, Señor, tu misericordia.
 
Concédenos, por tu misericordia, llevar ya desde ahora una vida sobria y religiosa,
mientras aguardamos la dichosa esperanza, la aparición gloriosa de Jesucristo.
Se pueden añadir algunas intenciones libres

Con el gozo que nos da el saber que Cristo viene para hacernos hijos de Dios, digamos al Padre:

Padre nuestro...

Señor, despierta en nuestros corazones el deseo de preparar la venida de tu Hijo, para que, cuando venga, podamos servirte libres de toda mancha. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.





 Santa Eulalia de Merida
 Nació en Mérida (Badajoz, España) a finales del siglo III de familia noble. Cuando arreció en España la persecución del emperador Diocleciano por obra del gobernador Daciano, los padres de Eulalia la llevaron al campo para protegerla, pero una noche ella se escapó de su escondite, volvió a Mérida y se presentó ante el prefecto de la ciudad declarándose cristiana, abominando de los dioses paganos y echando en cara a las autoridades la crueldad con que injustamente trataban a los cristianos. Intentaron hacerla callar y, con halagos, que apostatara de su fe, pero ella la reafirmó y acrecentó los reproches. Fue condenada y torturada bárbaramente hasta quemarla viva, cuando sólo tenía 12 años de edad, el 10 de diciembre del año 304. El poeta cristiano Prudencio hace una primorosa descripción de su martirio.- 
Oración, Oh Dios, fuente de todos los bienes, que para llevarnos a la confesión de tu nombre te has servido incluso del martirio de los niños, haz que tu Iglesia, alentada por el ejemplo de santa Eulalia de Mérida, virgen y mártir, no tema sufrir por ti y desee ardientemente la gloria del premio eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Fuentes; evangeliodeldia.org
www.franciscanos.org
www.corazones.org

 

viernes, 4 de diciembre de 2015

Apaciéntame, Señor, y apacienta tú conmigo, para que mi corazón no se desvíe a derecha ni izquierda, sino que tu Espíritu bueno me conduzca por el camino recto y mis obras se realicen según tu voluntad hasta el último momento.SJuan Damasceno.



Evangelio
según san Mateo 9, 27-31

Cuando Jesús salía de Cafarnaún, lo siguieron dos ciegos, que gritaban:
"¡Hijo de David, compadécete de nosotros!"
Al entrar Jesús en la casa, se le acercaron los ciegos y Jesús les preguntó:
"Creen que puedo hacerlo?"
Ellos le contestaron:
"Sí, Señor".
Entonces les tocó los ojos, diciendo:
"Que se haga en ustedes conforme a su fe".
Y se les abrieron los ojos. Jesús les advirtió severamente:
"Que nadie lo sepa".
Pero ellos, al salir, divulgaron su fama por toda la región.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.


Concédenos, Señor Dios nuestro permanecer alerta a la venida de tu Hijo Jesucristo, para que cuando venga y llame, nos encuentre velando en oración y entonándole alabanza.
Por nuestro Señor Jesucristo...Amén.




Salmo 26

El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar?

El Señor es mi luz y mi salvación.
Lo único que pido, lo único que busco, es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia.

El Señor es mi luz y mi salvación.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Armate de valor y fortaleza y en el Señor confía.

El Señor es mi luz y mi salvación.



segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1, 13-14; 2, 1-3

Querido hermano: Conforma tu predicación a la sólida doctrina que recibiste de mí acerca de la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús. Guarda este tesoro con la ayuda del Espíritu Santo, que habita en nosotros.
Por tu parte, hijo mío, manténte firme con la gracia de Cristo Jesús. Y lo que me oíste proclamar en presencia de tantos testigos, confíalo a personas fieles, capaces, a su vez, de enseñarlo a otras personas. Comparte conmigo los sufrimientos, como buen soldado de Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.


Oremos
 El Señor Jesucristo, Luz de Luz, que viene, nos sacará de las tinieblas en que nos encontramos, para que podamos contemplar su gloria; acudamos a él y digámosle confiadamente: Ven, Señor Jesús.

-Luz indestructible que vienes a iluminar nuestras tinieblas, despierta nuestra fe aletargada.

-Haz que, guiados por el resplandor de tu claridad, andemos siempre con seguridad.

-Concédenos la mansedumbre en todo tiempo, y haz que sea notoria a todos los hombres.

-Ven a crear la tierra nueva que anhelamos, en la que habite la justicia y la paz.

-Envíanos tu Espíritu para que, con su sabiduría, ilumine nuestra mente y mueva nuestra voluntad.

Oración: Concédenos, Señor, permanecer alertas a la venida de tu Hijo, para que, cuando llegue y llame a la puerta, nos encuentre velando en oración y cantando su alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Hoy La Iglesia recuerda;


San Juan Damasceno
Doctor de la Iglesia. Nació en Damasco (Siria) hacia el año 650, en el seno de una familia árabe cristiana. Sucedió a su padre en sus servicios al califa, y llegó a ser ministro de las finanzas de su corte. Al perder el favor del califa, se trasladó a Jerusalén e ingresó en la cercana «laura» o monasterio de San Sabas, donde fue ordenado de sacerdote. Escribió numerosos himnos sagrados y obras teológicas, en las que se recoge lo más valioso de los escritos patrísticos de la Iglesia oriental. Fue un gran defensor, de palabra y por escrito, del culto de las imágenes sagradas -que consideraba palabra de Dios que nos entra por los ojos- contra los iconoclastas capitaneados por el emperador León Isáurico, que pretendían su supresión. Murió en su monasterio a mediados del siglo VIII.-  
Oración : Te rogamos, Señor, que nos ayude en todo momento la intercesión de san Juan Damasceno, para que la fe verdadera que tan admirablemente enseñó sea siempre nuestra luz y nuestra fuerza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
*"..San Juan Damasceno escribe: «En otros tiempos Dios no había sido representado nunca en una imagen, al ser incorpóreo y no tener rostro. Pero dado que ahora Dios ha sido visto en la carne y ha vivido entre los hombres, yo represento lo que es visible en Dios. Yo no venero la materia, sino al creador de la materia, que se hizo materia por mí y se dignó habitar en la materia y realizar mi salvación a través de la materia. Por ello, nunca cesaré de venerar la materia a través de la cual me ha llegado la salvación. Pero de ningún modo la venero como si fuera Dios...».

Vemos que, a causa de la encarnación, la materia aparece como divinizada, es considerada morada de Dios. Se trata de una nueva visión del mundo y de las realidades materiales. Dios se ha hecho carne y la carne se ha convertido realmente en morada de Dios, cuya gloria resplandece en el rostro humano de Cristo. Por consiguiente, las invitaciones del Doctor oriental siguen siendo de gran actualidad, teniendo en cuenta la grandísima dignidad que la materia recibió en la Encarnación, pues por la fe pudo convertirse en signo y sacramento eficaz del encuentro del hombre con Dios.

*De la Catequesis de S. S. Benedicto XVI
en la audiencia general del 6 de mayo de 2009


Meditacion





Me llamaste, Señor, para servir a tus hijos..
De la Declaración de la fe, de san Juan Damasceno
Tú, Señor, me sacaste de los lomos de mi padre; tú me formaste en el vientre de mi madre; tú me diste a luz niño y desnudo, puesto que las leyes de la naturaleza siguen tus mandatos.

Con la bendición del Espíritu Santo preparaste mi creación y mi existencia, no por voluntad de varón, ni por deseo carnal, sino por una gracia tuya inefable. Previniste mi nacimiento con un cuidado superior al de las leyes naturales; pues me sacaste a la luz adoptándome como hijo tuyo y me contaste entre los hijos de tu Iglesia santa e inmaculada.

Me alimentaste con la leche espiritual de tus divinas enseñanzas. Me nutriste con el vigoroso alimento del cuerpo de Cristo, nuestro Dios, tu santo Unigénito, y me embriagaste con el cáliz divino, o sea, con su sangre vivificante, que él derramó por la salvación de todo el mundo.

Porque tú, Señor, nos has amado y has entregado a tu único y amado Hijo para nuestra redención, que él aceptó voluntariamente, sin repugnancia; más aún, puesto que él mismo se ofreció, fue destinado al sacrificio como cordero inocente, porque, siendo Dios, se hizo hombre y con su voluntad humana se sometió, haciéndose obediente a ti, Dios, su Padre, hasta la muerte, y una muerte de cruz.

Así, pues, oh Cristo, Dios mío, te humillaste para cargarme sobre tus hombros, como oveja perdida, y me apacentaste en verdes pastos; me has alimentado con las aguas de la verdadera doctrina por mediación de tus pastores, a los que tú mismo alimentas para que alimenten a su vez a tu grey elegida y excelsa.

Por la imposición de manos del obispo, me llamaste para servir a tus hijos. Ignoro por qué razón me elegiste; tú solo lo sabes.

Pero tú, Señor, aligera la pesada carga de mis pecados, con los que gravemente te ofendí; purifica mi corazón y mi mente. Condúceme por el camino recto, tú que eres una lámpara que alumbra.

Pon tus palabras en mis labios; dame un lenguaje claro y fácil, mediante la lengua de fuego de tu Espíritu, para que tu presencia siempre vigile.

Apaciéntame, Señor, y apacienta tú conmigo, para que mi corazón no se desvíe a derecha ni izquierda, sino que tu Espíritu bueno me conduzca por el camino recto y mis obras se realicen según tu voluntad hasta el último momento.

Y tú, cima preclara de la más íntegra pureza, excelente congregación de la Iglesia, que esperas la ayuda de Dios, tú, en quien Dios descansa, recibe de nuestras manos la doctrina inmune de todo error, tal como nos la transmitieron nuestros Padres, y con la cual se fortalece la Iglesia.

 Fuente www.franciscanos.org

Señor y Dios nuestro, que infundiste en san Juan Damasceno tu admirable doctrina, concédenos, por su intercesión, ser fieles a sus enseñanzas y dar testimonio de ellas con nuestra conducta.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.










martes, 1 de diciembre de 2015

La hermana Mary Carmen sintió en su corazón que la Virgen le susurraba "Aquí estoy Soy tu maestra Quiero guiarlas, ayudarlas, en este camino que las conduce a mi querido hijo Jesús No temáis Orad"



Tercera aparición de la Santísima Virgen.
Colectiva con las hermanas y la familia Padrón
El día 19 de febrero, viernes, se volvieron a encontrar las hermanas de la comunidad de las Siervas de Jesús y la familia Padrón en la casa religiosa de las apariciones para orar durante la hora santa ante el Santísimo expuesto, según la costumbre ya establecida para todos los viernes

Al terminar la adoración ante el Santísimo se dirigieron todos hacia el lugar de la aparición para rezar el santo rosario. Este lugar ejercía una atracción casi irresistible.

Estaban presentes: la superiora de las Siervas de Jesús hermana María Clara, la hermana Mary Carmen, protagonista de otros episodios ya mencio­nados e interlocutora constante en todas las apariciones, la hermana María Clelia, además de todos los inte­grantes de la familia Padrón.

Aún antes de empezar a rezar el rosario y siendo las 7 30 aproximadamente de la noche, se inició una lluvia de estrellas desde el cielo hacia la tierra, muy difícil de describir.

Afirma el Ing. Padrón que "eran estrellitas en movimiento, como si se desprendieran, dirigiéndose al lado derecho del caminito flanqueado con barandas de madera "

Al poco tiempo, unos segundos, la Santísima Virgen se hizo presente a unos 80 centímetros por encima de una mata de cambur. En esta oportunidad todos estaban ubicados muy cerca de la aparición por lo cual era posible detallar algunos aspectos. Veamos:

a.- El movimiento de las estrellas era semejante a una lluvia de lucecitas, con movimiento y dirección hacia el lugar de la aparición y permaneció todo el tiempo que duró la aparición.

b.- Durante la aparición la Santísima Virgen estuvo rodeada por pequeñas lucecitas, que titilaban en dos grupos: uno desde el color azul al verde, de verde a amarillo y de amarillo a blanco; el otro grupo de lucecitas titilaban desde el color morado al rojo, del rojo al morado y de rosado a blanco. Ambos grupos de lucecitas repetían en forma cíclica y sincrónica esos colores.

c - La Santísima Virgen apareció descalza, parada encima de una nubecita que poco a poco se fue transformando en un corazón de gran tamaño y con una cruz en altorrelieve en el centro del mismo. La Virgen aparecía ubicada sobre el lado derecho del corazón y con el niño Jesús sentado en su brazo derecho.

d - La túnica de la Santísima Virgen era de color blanco con incrustaciones de estrellitas iguales a las que titilaban, colocadas a igual distancia unas de las otras. El manto que la cubría era de color verde claro, con cierta tonalidad azulácea, con bordes dorados en su extremo. Tanto la Virgen como el Niño estaban coronados con una corona de espigas doradas, de una altura de unos 5 centímetros aproximadamente.

e - Del corazón rojo se desprendían tres grupos de rayos luminosos, dos grupos desde los lados izquierdo y derecho y el tercero hacia abajo, hacia el piso Los rayos eran de color dorado

f.- Del lugar se había apoderado un silencio impre­sionante, porque en el exterior continuaba el ajetreo de los vehículos en la calle. Había una gran paz, tal como si el lugar se hubiese aislado del mundo entero. Este silencio era como una invitación hacia la oración profunda, hacia la contemplación, ya que nada era capaz de disturbarlos.

Con el permiso de la superiora hermana Clara todos se quedaron en vigilia, orando, rezando en voz alta y cantando

Al amanecer, el lugar apareció recubierto de escarchas de variados colores, tal como había ocurrido la primera vez, incluidos los zapatos y los vestidos y ropas de todos.

Cuenta la hermana Mary Carmen que durante ese día en particular se había venido sintiendo muy mal, tanto que se vio obligada a orarle a la Santísima Virgen en estos términos' "Madrecita querida, si tú quieres que esta noche te acompañe aquí en oración, dame salud, haz que desaparezca este dolor que tengo, porque ya no aguanto Quiero irme a acostar "Serían las 10.00 de la noche cuando la hermana empezó a sentirse mejor hasta que desapareció el dolor por completo.



La vigilia en oración duró hasta las dos y media de la madrugada para la hermana Mary Carmen, hora en que ella se dirigió a su cuarto para dormir. Tenía los pies congelados con el frío que hacía En esta época del año la temperatura suele descender durante las madrugadas hasta los 12 grados centígrados Los demás permanecieron hasta las 5 00 de la madrugada

Es preciso hacer notar a estas alturas que la hermana Mary Carmen fue siempre de constitución endeble y enfermiza Estaba muy delgada y con frecuencia padecía de intensos dolores de cabeza, los cuales se acrecentaban con el frío

La hermana Mary Carmen sintió en su corazón que la Virgen le susurraba "Aquí estoy Soy tu maestra Quiero guiarlas, ayudarlas, en este camino que las conduce a mi querido hijo Jesús No temáis Orad"

Y en esta aparición les hizo llegar el segundo gran mensaje:



Segundo Mensaje de La Santisima Virgen Maria

"Mis hijitas consagradas: como les anuncié he venido vestida de estrellas. ¿Me visteis? He venido para decirles con cuánto agrado ha visto mi Hijo Jesús la respuesta a mi petición de orar, que vosotras habéis realizado.

Es así como las quiere el Señor: unidas, ya que se acercan tiempos muy difíciles para la Iglesia y sus Ministros. Es aquí donde se realizarán los cambios fundamentales para la realización de los planes divinos de Nuestro Señor Jesucristo.

Amadas hijas: el cambio en vuestros corazones no debe esperar. Debéis entregaros con el mismo amor y sacrificio con que mi Hijo Jesús se entregó por vosotras.

Sí, hijitas, he visto y he conocido el corazón de cada una.

Debéis entender que la escogencia es divina y no podéis oponeros con criterios humanos.

Sabed aprovechar esto que Dios os ha dado y dejad que mis mensajes os guíen para cumplir con obediencia y humildad los designios preparados por El.

Recordad que los más pequeños son los más grandes a los ojos de Dios.

Mis hijitos consagrados: cuan duro es el mundo que les ha tocado vivir. De qué manera los han humillado, con cuántas injusticias y a cuántas calumnias os han sometido.

Pero hijitos... y ¿vosotros, cuántas veces habéis dudado? ¿Cuánta intranquilidad lleváis por dentro? ¿Cuánta indecisión en vuestros corazones ?

Mi hijo Jesús ha puesto estas pruebas porque os ama con todo su corazón. Tanto os ama que os hará pasar por el sendero más angosto para haceros más dignos de El.

No tengáis temor en llevar mi rebaño. Conducidlo por el camino de la verdad, de la verdad de mi hijo Jesús y El os acompañará con el amor de su Sagrado Corazón, con la esperanza de que veréis al Hijo de Dios muy pronto.

Hijitos, Dios sabe ser agradecido con quien le es fiel y lleva Su palabra sin temor. Enseñad a orar que acudiré. Enseñad a contemplar, que allí estaré.

Y cuando la duda os invada, el temor os aseche y la flaqueza humana os consterne, vengan a este mi bosquecito y todos recibirán aquello que se puede tocar, aquello que se puede ver, aquello que se puede sentir, aquello que busca el alma: el amor de María Santísima, la Madre de mis hijos consagrados. Esta es mi advocación: VIRGEN MARIA, MADRE DE MIS ALMAS CONSAGRADAS.

Los cubro con mi manto".


Hemos querido comenzar con el relato del Segundio Mensaje de La Santisima Virgen Maria Madre de las Almas Consagradas, para que los medites vos tambien desde donde te encuentres, A partir del Martes pasado comenzamos en el Arca San Juan Pablo II a Orar y Meditar estos mensajes dados por Maria Santisima , los mensajes son dirigidos especialmente a los sacerdotes y las almas consagradas de todo el mundo, te invitamos a ser parte del Arca de Maria, para que vos tambien la ayudes a llegar a las almas consagradas, si no puedes venir a rezar los martes a la parroquia puedes meditar desde aqui y rezar junto a nosotros.. Dios te Bendiga!!!!




Evangelio según San Lucas 10,21-24.
En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido.
Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar".
Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: "¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven!
¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!".

Palabra del Señor


Oremos a Jesucristo, que es camino, verdad y vida, y digámosle: Ven, Señor, y quédate con nosotros.

-Jesús, Hijo del Altísimo, anunciado por el ángel Gabriel a María Virgen, ven a reinar para siempre sobre tu pueblo.

-Santo de Dios, ante cuya presencia el Precursor saltó de gozo en el seno de Isabel, ven y alegra al mundo con la gracia de tu salvación.

-Luz del mundo, a quien esperaban Simeón y todos los justos, ven a consolar a tu pueblo.

-Sol que naces de lo alto, como profetizó Zacarías, ven a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

Oración: Señor Jesús, concédenos seguirte viviendo fielmente nuestra vocación. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.


Hoy La Iglesia entre todos sus santos y Beatos recuerda  




Beato Carlos de Foucauld
Nació en Estrasburgo (Francia) el año 1858. En su adolescencia perdió la fe. Primero fue militar en el ejército francés y luego explorador de Marruecos. El testimonio de fe de los Musulmanes despertó en él una crisis acerca de Dios. Regresó a Francia y con la ayuda de un sacerdote, el P. Huvelin, recuperó la fe en 1886. Peregrinó a Tierra Santa y allí le impactó la vida de Jesús de Nazaret. Pasó 7 años en la Trapa, y después se estableció en Nazaret como empleado del monasterio de clarisas, viviendo como ermitaño. En 1901 se ordenó de sacerdote en Francia, y marchó al Sahara, primero Beni-Abbes, después Tamanrasset (Argelia) en medio de los Tuaregs del Hoggar. Quería ir al encuentro de los más alejados, los más olvidados y abandonados. El 1 de diciembre 1916, lo mató el disparo de una banda que rodeó su eremitorio. Siempre soñó compartir su vocación con otros y escribió varias reglas religiosas. En la actualidad, su familia espiritual comprende varias asociaciones, comunidades e institutos. Fue beatificado en el año 2005.
  
Su Oracion

Padre mío,me abandono a Ti.
Haz de mí lo que quieras.Lo que hagas de mí te lo agradezco,
estoy dispuesto a todo,lo acepto todo.
Con tal que Tu voluntad se haga en mí y en todas tus criaturas,
no deseo nada más, Dios mío.

Pongo mi vida en Tus manos. Te la doy, Dios mío,
con todo el amor de mi corazón, porque te amo,
y porque para mí amarte es darme,
entregarme en Tus manos sin medida,
con infinita confianza, porque Tú eres mi Padre.


 

"Toda nuestra existencia, todo nuestro ser debe gritar el Evangelio sobre los tejados. Toda nuestra persona debe respirar a Jesús, todos nuestros actos, toda nuestra vida deben gritar que pertenecemos a Jesús, deben presentar la imagen de la vida evangélica"

Mas Sobre Carlos de Foucauld