A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Con la oración todo lo podéis, sois dueños, por decirlo así, del querer de Dios.

La oración no es otra cosa que la unión con Dios. Todo aquel que tiene el corazón puro y unido a Dios experimenta en sí mismo como una suavidad y dulzura que lo embriaga, se siente como rodeado de una luz admirable. 
San Juan Maria Vianney


"Hemos de orar con frecuencia, pero debemos redoblar nuestras oraciones en las horas de prueba, en los momentos en que sentimos el ataque de la tentación". (Sermón sobre la oración).
"La oración es la elevación de nuestro corazón a Dios, una dulce conversación entre la criatura y su Criador".
"Con la oración todo lo podéis, sois dueños, por decirlo así, del querer de Dios".

"La oración abre los ojos del alma, le hace sentir la magnitud de su miseria, la necesidad de recurrir a Dios y de temer su propia debilidad". 


La vida de San Juan Maria Vianney nos ayuda a comprender el misterio que encierra el corazon de un sacerdote entregado al amor de Dios Padre:.."Desde muy niño sus padres lo llevaban a los campos, donde aprendió a ser pastor y, cuando era mayorcito se iba a cuidar los rebaños. El campo era su lugar preferido, las flores, los árboles, toda la naturaleza le hablaba de Dios, en quien encontraba el descanso de su corazón. Con frecuencia se iba bajo la sombra de un árbol grande y allí, hacía como un pequeño altar donde ponía la imagen de la Virgen Santísima, que siempre llevaba y llevaría toda su vida junto a él; y a los pies de la Madre, descargaba su corazón con la confianza de un niño pequeño...
Su tierno amor por la Virgen Santísima lo movió a consagrar su Parroquia a la Reina del Cielo. Sobre la entrada de la pequeña Iglesia puso una estatua de la Virgen que aún se encuentra en el mismo lugar.
Te invito a conocer mas acerca de este Santo patrono de los sacerdotes en el sitio: abandono.com biografias 

Refleccion sobre la oracion
 «Mi casa será casa de oración.»

Jesús, con este acto de celo divino me muestras la importancia de tratar santamente las cosas san­tas. Debo tratar con respeto todos los templos, pues son un lugar de encuentro con Dios. En especial, he de tratar con veneración las iglesias católicas, donde Tú mismo estás realmente presente en la Sagrada Eucaristía. Allí, junto al Sagrario, es el mejor lugar para hacer oración. «La iglesia, casa de Dios, es el lugar propio de la oración litúrgica de la comunidad parroquial. Es también el lugar privilegiado para la adoración de la presencia real de Cristo en el Santísimo Sacramento. La elección de un lugar favorable no es indiferente para la verdad de la oración» (C. I. C.-2691).


 Pide hoy porque haya muchas vocaciones sacerdotales en el mundo, en tu país y en tu familia.

 
Evangelio dia Martes 20 de Noviembre


«Entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos y rico. Intentaba ver a Jesús para conocerle, pero no podía a causa de la muchedumbre, porque era pequeño de estatura. Y, adelantándose corriendo, subió a un sicómoro (una higuera), para verle, porque iba a pasar por allí. Cuando Jesús llegó al lugar, levantando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto, porque conviene que hoy me quede en tu casa».


Bajó rápido y lo recibió con gozo. Al ver esto, todos murmuraban diciendo que había entrado a hospedarse en casa de un pecador. Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Señor, doy la mitad de mis bienes a los pobres y si he defraudado en algo a alguien le devuelvo cuatro veces mas». Jesús le dijo: «Hoy a llegado la salvación a esta casa, pues también éste es hijo de Abraham; porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido».
(Lucas 19, 1-10)
  
Meditacion
Jesús, tu presencia remueve a Zaqueo y le lleva a la conversión.
«Hoy ha llegado la salvación a esta casa».
Todo empezó por aquel deseo de conocerte que le llevó a poner los medios que hiciera fal­ta para verte pasar. Señor, yo también necesito que vengas a mi casa: a mi vida, a mi alma.
Tengo tantas heridas que necesitan cicatrizar, tantas flaquezas que necesitan de tu fortaleza divina, tantos egoísmos que me impiden ser feliz.
A veces pienso que no puedo...
«¡No desesperéis nunca! Os lo diré en todos mis discursos, en todas mis conversaciones; y si me hacéis caso, sanaréis. Nuestra salvación tiene dos enemigos mortales: la presunción cuando las cosas van bien y la desesperación después de la caída; este segun­do es con mucho el más terrible» (San Juan Crisóstomo).
Jesús, que la conciencia de mi poquedad y mi fragilidad no me lleve a la desconfianza ni a la desesperación.
La conciencia de que estamos hechos de barro de botijo nos ha de servir, sobre todo, para afirmar nuestra esperanza en Cristo Jesús.
Y si alguna vez me rompo en mil pedazos, que siempre sepa volver a Ti, especialmente a través del Sacramento de la Penitencia, dándome cuenta de que «el Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.»


TE AMO, OH MI DIOS (Oración de San Juan María Vianney)

Te amo, Oh mi Dios.

Mi único deseo es amarte

Hasta el último suspiro de mi vida.

Te amo, Oh infinitamente amoroso Dios,

Y prefiero morir amándote que vivir un instante sin Ti.

Te amo, oh mi Dios, y mi único temor es ir al infierno

Porque ahí nunca tendría la dulce consolación de tu amor,

Oh mi Dios,

si mi lengua no puede decir

cada instante que te amo,

por lo menos quiero

que mi corazón lo repita cada vez que respiro.

Ah, dame la gracia de sufrir mientras que te amo,

Y de amarte mientras que sufro,

y el día que me muera

No solo amarte pero sentir que te amo.

Te suplico que mientras más cerca estés de mi hora

Final aumentes y perfecciones mi amor por Ti.
Amén.

Hoy rezamos los misterios luminosos del Santo Rosario incorporados nuevos al libro de oraciones por los sacerdotes y almas consagradas

Misterios Luminosos (por las vocaciones)


Las intenciones de este Santo Rosario son por: el Sumo Pontífice, los cardenales, en especial por Monseñor Jorge Bergoglio, obispos, el clero todo, los seminaristas, las vocaciones sacerdotales y religiosas, por la salud de los enfermos en cuerpo y espíritu, por las familias, por los niños y ancianos  y por la conversión de todos los hijos de DIOS.

Todos juntos rezamos el Pésame.-

Primer Misterio: El Bautismo de Jesús en el Jordán.

El Santo Cura de Ars repetía con frecuencia “El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús” esta expresión  evoca también la herida abierta en el Corazón de Cristo y la corona de espinas que lo circunda. Numerosas son las situaciones de sufrimiento que aquejan a muchos sacerdotes, porque participan de la experiencia humana del dolor en sus múltiples incomprensiones. ¿Cómo no recordar tantos sacerdotes ofendidos en su dignidad, obstaculizados en su misión. A veces perseguidos hasta ofrecer el supremo testimonio de la sangre.-

 Padre Nuestro, diez Avemaría y Gloria.

 Sacratísimo Corazón Eucarístico de JESÚS    en Vos confío

  María Madre de las almas consagradas    ruega por ellas

  Santo Padre Pío        Ruega por nosotros.                                                      


Segundo Misterio La revelación de Jesús en las bodas de Cana

El Santo Padre Pío de Pietrelcina, el sacerdote capuchino que llevo por 50 años los estigmas, fue heroico en su apostolado sacerdotal que duro 58 años.
Jesús aumenta el número de tus apóstoles, que tu santo Amor los proteja de todo peligro. Bendice sus trabajos y que el fruto de sus desvelos sea la salvación de muchas almas, que serán su consuelo aquí y su corona eterna.

Padre Nuestro, diez Avemaría y Gloria.

Sacratísimo Corazón Eucarístico de JESÚS    en Vos confío

 María Madre de las almas consagradas    ruega por ellas

 Santo Benito Abad Ruega por nosotros.  


Tercer Misterio: El anuncio del Reino de DIOS y la invitación a la conversión.

“Os daré pastores según mi corazón” (Jer 3,15 Con estas palabras del profeta Jeremías, DIOS promete a su pueblo no dejarlo nunca privado de pastores que lo congreguen y lo guíen: “Pondré al frente de mis ovejas pastores que las apacientes y nunca mas estarán medrosas ni asustadas” Jer 23,4) La Iglesia pueblo de DIOS, experimenta siempre el cumplimiento de este anuncio profético y, con alegría da continuamente gracias al Señor. Sabe que Jesucristo mismo es el cumplimiento vivo, supremo y definitivo de la promesa de DIOS. “Yo soy el Buen Pastor El “el gran pastor de las ovejas encomienda a los apóstoles y a sus sucesores el ministerio de apacentar la grey de DIOS.

Padre Nuestro, diez Avemaría y Gloria.
Sacratísimo Corazón Eucarístico de JESÚS………en Vos confío

María Madre de las almas consagradas………….ruega por ellas

Santo Cura de Ars…………... ruega por nosotros
Cuarto Misterio: La transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo.

Jesús es el buen pastor anunciado aquel que conoce a sus ovejas una a una, que ofrece su vida por ellas y que quiere congregar a todos en “un solo rebaño y un solo pastor” Es el pastor que ha venido” para ser servido, sino para servir” dejando así a los suyos el modelo de servicio que deberán ejercer los unos con los otros, a la vez que se ofrece libremente como cordero inocente inmolado para nuestra redención.-

Padre Nuestro, diez Avemaría y Gloria.

Sacratísimo Corazón Eucarístico de JESÚS…………en Vos confío.

María Madre de las almas consagradas……….. ruega por ellas.

Santa Teresita del Niño……….ruega por nosotros.


Quinto misterio: La institución de la Eucaristía.

“Si desapareciese el sacramento del Orden Sagrado, no tendríamos al Señor. ¿Quien lo ha puesto en el sagrario? El sacerdote. ¿Quién ha recibido vuestra alma apenas nacidos? El sacerdote.¿Quien la nutre para que pueda terminar su peregrinación? El sacerdote. ¿Quién la preparara para comparecer ante DIOS, lavándola por última vez en la sangre de Jesucristo? El sacerdote, siempre el sacerdote. Y si esta alma llegase a morir a causa del pecado, ¿Quién la resucitara y le dará el descanso y la paz? También el sacerdote… ¡Después de DIOS, el sacerdote lo es todo!... El mismo solo lo entenderá en el cielo”

Padre Nuestro, diez Avemaría y Gloria.

Sacratísimo Corazón Eucarístico de JESÚS…………en Vos confío.

María Madre de las almas consagradas……….. ruega por ellas.

 Santo  Ambrosio………ruega por nosotros.

-ORACIONES POR EL SUMO PONTÍFICE:

 Padre Nuestro
 Ave Marías
 Gloria

 SALVE

 CREDO

Oración a San Miguel Arcángel

 Sagrado Corazón de Jesús une a todos y a cada uno de los sacerdotes a Tu Divina Misericordia.

 Fuente Encuentra.com

domingo, 11 de noviembre de 2012

No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Aleluya.

 Padre misericordioso, ven en ayuda de nuestra debilidad y, por intercesión de María, Madre inmaculada de tu Hijo, haz que podamos resurgir del pecado a una vida nueva.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.



Lectura del santo Evangelio según san Marcos (8, 1-10)

Gloria a ti, Señor.

En aquellos días, vio Jesús que lo seguía mucha gente y no tenían qué comer. Entonces llamó a sus discípulos y les dijo: “Me da lástima esta gente: ya llevan tres días conmigo y no tienen qué comer. Si los mando a sus casas en ayunas, se van a desmayar en el camino. Además, algunos han venido de lejos”.

Sus discípulos le respondieron:

“¿Y dónde se puede conseguir pan, aquí en despoblado,para que coma esta gente?”

El les preguntó:

“¿Cuántos panes tienen?”

Ellos le contestaron: “Siete”.

Jesús mandó a la gente que se sentara en el suelo; tomó los siete panes, pronunció la acción de gracias, los partió y se los fue dando a sus discípulos, para que los distribuyeran. Y ellos los fueron distribuyendo entre la gente.

Tenían, además, unos cuantos pescados. Jesús los bendijo también y mandó que los distribuyeran. La gente comió hasta quedar satisfecha, y todavía se recogieron siete canastos de sobras. Eran unos cuatro mil. Jesús los despidió y luego se embarcó con sus discípulos y llegó a la región de Dalmanuta.

Palabra del Señor.


 Padre lleno de bondad, que nos socorra el inmenso amor de tu Hijo unigénito para que, quien al nacer de la Virgen María, no menoscabó la integridad de la Madre, sino que la consagró, nos libre de nuestras culpas y haga acepta a ti nuestra oblación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.


La Virgen, Nuestra Madre, fue durante toda su vida consuelo de aquellos que andaban afligidos por un peso demasiado grande para llevarlo ellos solos: dio ánimos a San José aquella noche en Belén, cuando, después de explicar en una puerta y otra la necesidad de alojamiento, no encontró ninguna casa abierta. Le bastó una sonrisa de María para recuperar fuerzas y acondicionar lo que encontró: un establo a las afueras del pueblo. Y le ayudó a salir adelante en la fuga a Egipto, y a establecerse en aquel país... Y a José, a pesar de ser un hombre lleno de fortaleza, se le hizo más fácil el cumplimiento de la voluntad de Dios con el consuelo de María. Y las vecinas de Nazaret encontraron siempre apoyo y comprensión en unas palabras de la Virgen... Los Apóstoles hallaron amparo en María cuando todo se les volvió negro y sin sentido después que Cristo expiró en la cruz. Cuando volvieron de sepultar el Cuerpo de Jesús y las gentes de Jerusalén se preparaban para celebrar en familia la fiesta de la Pascua, los Apóstoles, que no habían estado presentes, andaban perdidos, y casi sin darse cuenta se encontraron en casa de María.
Desde entonces no ha dejado un momento de dar consuelo a quien se siente oprimido por el peso de la tristeza, de la soledad, de un gran dolor. “Ha cobijado a muchos cristianos en las persecuciones, liberado a muchos poseídos y almas tentadas, salvado de la angustia a muchos náufragos; ha asistido y fortalecido a muchos agonizantes recordándoles los méritos infinitos de su Hijo” Si alguna vez nos pesan las cosas, la vida, la enfermedad, el empeño en la tarea apostólica, el esfuerzo por sacar la familia adelante, los obstáculos que se juntan y amontonan, acudamos a Ella, en la que siempre encontraremos consuelo, aliento y fuerza para cumplir en todo la voluntad amable de su Hijo. Le repetiremos despacio: Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura, esperanza nuestra...
Hoy recordamos a Nuestra Señora de Lourdes y oramos por todos los enfermos y afligidos, le pedimos a Nuestra Santa Madre una intencion especial por aquellos sacerdotes enfermos y en tentacion para que con su Santo Amor los consuele y los cubra con su Manto.

ORACION POR LOS SACERDOTES de la exhortación apostólica Pastores dado vobis
Juan Pablo II Oh María...
Oh María,
Madre de Jesucristo y Madre de los sacerdotes:
acepta este título con el que hoy te honramos
para exaltar tu maternidad y contemplar contigo
el Sacerdocio de tu Hijo unigénito y de tus hijos,
oh Santa Madre de Dios.

Madre de Cristo,
que al Mesías Sacerdote diste un cuerpo de carne
por la unción del Espíritu Santo
para salvar a los pobres y contritos de corazón:
custodia en tu seno y en la Iglesia a los sacerdotes, oh Madre del Salvador.


Madre de la fe,
que acompañaste al templo al Hijo del hombre,
en cumplimiento de las promesas hechas a nuestros Padres:
presenta a Dios Padre, para su gloria, a los sacerdotes de tu Hijo, oh Arca de la Alianza.

Madre de la Iglesia,
que con los discípulos en el Cenáculo
implorabas el Espíritu para el nuevo Pueblo y sus Pastores:
alcanza para el orden de los presbíteros la plenitud de los dones, oh Reina de los Apóstoles.

Madre de Jesucristo,
que estuviste con Él al comienzo de su vida y de su misión,
lo buscaste como Maestro entre la muchedumbre,
lo acompañaste en la cruz, exhausto por el sacrificio único y eterno,
y tuviste a tu lado a Juan, como hijo tuyo: acoge desde el principio
a los llamados al sacerdocio, protégelos en su formación
y acompaña a tus hijos en su vida y en su ministerio, oh Madre de los sacerdotes.  Amén



PLEGARIA PARA PEDIR
POR LOS SACERDOTES


Señor Jesús, te pido por tus sacerdotes. Que cuando estén clavados en la cruz del confesionario, pongas en ellos tu corona de luz en vez de tu corona de espinas.


Que cuando, día a día, te traigan al pan convertido en tu cuerpo, ello no se les vuelva rutina, sino diario milagro.

Que su trato con las almas sea siempre para dejar en ellas el amor y el valor que Tú nos entregas.

Que cuando jóvenes, tengan la fortaleza de tus últimos tres años y cuando viejos, sigan sintiendo que «Dios alegra su juventud».

Que espíritu viviente en carne y hueso, sean como Tú, profundamente humanos y perfectamente divinos.

Que cuando el desánimo y la debilidad los agobien en el camino de su calvario, estés Tú, como Cirineo, para llevarles la cruz y volvérselas gozo.

¡Y que nunca falte quien de la vida por ellos, así como Tú la diste por nosotros!


Yo soy el camino, la verdad y la vida, dice el Señor; nadie va al Padre sino por mí. Aleluya.



Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 3, 3-8a 


Hermanos: El verdadero pueblo de Israel somos nosotros, que servimos a Dios movidos por su Espíritu y ponemos nuestra gloria en Cristo Jesús, sin confiar en nosotros mismos. Aunque yo, ciertamente, podría apoyarme en mis títulos humanos. Nadie tendría más razones que yo. Fui circuncidado a los ochos días de nacer, soy israelita de nacimiento, de la tribu de Benjamín, hebreo e hijo de hebreos, y, en lo que toca a la interpretación de la ley, fariseo; fanático perseguidor de la Iglesia de Dios, e irreprochable en lo que se refiere al cumplimiento de la ley.
Pero lo que entonces consideraba valioso, lo consideré sin valor a causa de Cristo; más aún, pienso que nada vale la pena en comparación con el bien supremo, que consiste en conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él he renunciado a todo, y todo lo considero basura con tal de ganar a Cristo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.


 El Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino a servir.... A servir a todos: a quienes tienen buena voluntad y están más preparados para recibir la doctrina del Reino, y a quienes parecen endurecidos para la Palabra divina.
La meditación de hoy nos debe llevar a aumentar nuestra confianza en Jesús cuanto mayores sean nuestras necesidades; especialmente si en alguna ocasión sentimos con fuerza la propia flaqueza: Cristo también está cercano entonces. De igual forma, pediremos con confianza por aquellos que están alejados del Señor, que no responden a nuestro desvelo por acercarlos a Dios y que aun parece que se distancian más. “¡Oh, qué recia cosa os pido, verdadero Dios mío –exclama Santa Teresa–: que queráis a quien no os quiere, que abráis a quien no os llama, que deis salud a quien gusta de estar enfermo y anda procurando la enfermedad!”
 Jesucristo andaba constantemente entre las turbas, dejándose asediar por ellas, aun después de caída ya la noche, y muchas veces ni siquiera le permitían un descanso. Su vida estuvo totalmente entregada a sus hermanos los hombres, con un amor tan grande que llegará a dar la vida por todos13. Resucitó para nuestra justificación; ascendió a los Cielos para prepararnos un lugar; nos envía su Espíritu para no dejarnos huérfanos. Cuanto más necesitados nos encontramos, más atenciones tiene con nosotros. Esta misericordia supera cualquier cálculo y medida humana; es “lo propio de Dios, y en ella se manifiesta de forma máxima su omnipotencia”


Alabemos juntos al Señor.

Cumpliré mis votos en presencia de quienes lo respetan. Comerán los humildes y se saciarán, alabarán al Señor los que lo buscan; viva su corazón por siempre.
Alabemos juntos al Señor.

Al recordarlo retornará al Señor la tierra entera, todas las naciones se postrarán ante él. Porque sólo el Señor reina, él gobierna a las naciones. Sólo ante él se postrarán los grandes de la tierra.
Alabemos juntos al Señor.

Yo viviré para el Señor, mi descendencia le rendirá culto; hablarán de él a la generación venidera, narrarán su salvación a los que nacerán después, diciendo: "Esto lo hizo el Señor".
Alabemos juntos al Señor.


Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados por la carga y yo los aliviaré, dice el Señor.
 




Pidamos, hermanos y hermanas, al Señor que escuche nuestras oraciones y nos conceda el auxilio que necesitamos:

Para que Dios derrame en su Iglesia el Espíritu de piedad y fortaleza, que suscite numerosos y dignos ministros del altar y testigos celosos y humildes del Evangelio, roguemos al Señor.
Te lo pedimos, Señor.

Para que Dios infunda en el espíritu de los gobernantes la voluntad de promover el bien común, a fin de que todos puedan desarrollarse debidamente y reinen en el mundo la justicia y la igualdad, roguemos al Señor.
Te lo pedimos, Señor.

Para que el Señor fortalezca a los moribundos que luchan en su último combate, los libre de las tentaciones y no permita que nosotros, al llegar la hora de abandonar este mundo, caigamos en manos del enemigo, roguemos al Señor.
Te lo pedimos, Señor.

Para que Dios conceda a nuestros familiares y amigos el perdón de sus pecados, una vida próspera y el don de la caridad, roguemos al Señor.


Te lo pedimos, Señor.


Padre santo, Dios nuestro, el único que eres Señor; concédenos la gracia de estar siempre atentos, para que nuestro corazón, nuestra alma, nuestra mente y nuestro ser se rindan plenamente a tu palabra, el Evangelio de tu Hijo, el único sacerdote para siempre, que puede salvar definitivamente a los que por medio de él se acercan a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

oremos por los sacerdotes

Señor, llena con el don del Espíritu Santo a los que te has dignado elevar al Orden Sacerdotal para que sean dignos de presentarse sin reproche ante tu altar, de anunciar el Evangelio de tu Reino, de realizar el ministerio de tu palabra de verdad, de ofrecerte los dones y sacrificios espirituales, de renovar a tu pueblo mediante el baño de la regeneración; de manera que vayan al encuentro de nuestro gran Dios y del Salvador Jesucristo, tu único Hijo, y reciban de tu inmensa bondad la recompensa de una fiel administración de su orden sacerdotal.

Maria Madre de las Almas Consagradas Rogad por ellas

Beato Juan Pablo II ruega por nosotros!